Entre Puerto Aysén y Puyuhuapi transcurre esta etapa por la salvaje Ruta Austral chilena. No dejaremos de maravillarnos a cada momento. Tendremos ocasión de acercarnos a la costa en Puerto Cisnes, y de recorrer el Sendero del Bosque encantado en el Parque Nacional Queulat, donde descubriremos un lugar que nos dejará boquiabiertos, la Laguna de los Gnomos.
Desayuno delicioso y despedida de Isabel y Cristian. Huevos, fruta, zumo, pan, mermeladas caseras, kuchen, yogur, café……….
Casi no nos marchamos de Puerto Aysén, encantados de entretenernos charlando con los dueños del Patagonia Green. Nos veían con tanto entusiasmo que decían que deberíamos quedarnos a vivir en la Patagonia.
Nos ha faltado tiempo para conocer más a fondo los alrededores de Puerto Aysén, para subir algún cerro, para explorar sus valles y ríos, para llegar a sus lagunas.
Tejuelas de alerce, típicas de las fachadas de la Patagonia chilena
Una avecilla que se paseaba por el jardín
Recados, compras…….en fin, que salimos a las 11:30 rumbo a Puyuhuapi. Y es que Puerto Ayseán era nuestro destino más septentrional en este viaje, y ahora retomaremos dirección hacia el norte.
De Puerto Aysén a Puerto Cisnes
No sé cómo fue, que nos despistamos en el cruce Viviana y nos vimos camino de Coyahique por el estrecho valle del río Simpson, entre altos farallones. No nos sonaba nada el paisaje, que en teoría habíamos recorrido 2 días antes en sentido contrario. Pasando por la Cascada La Virgen, nos dimos cuenta de nuestro despiste.
Retomando nuestro rumbo, seguimos el curso del río Mañihuales. Es en cierta mediada semejante al valle del río Simpson. El río discurre encajonado entre altos paredones rocosos, en una zona de difícil accesibilidad humana. El bosque nativo permanece casi inalterado.
Pasado el puente Pedro Durán, el valle Mañinuales se amplía, notando cómo el paisaje ha sido alterado por el hombre debido a los destrozos realizados por los pobladores, quemando los bosques del valle para convertir las tierras en pastos. Los árboles persisten en las inaccesibles laderas. Los animales domésticos ocupan el lugar robado a la fauna salvaje. Las praderas ocupan el lugar ganado a los bosques. La enorme cantidad de troncos muertos sobre la hierba ejercen fiel testimonio de la cruel historia del siglo XX hacia los bosques chilenos en esta zona.
Entrando en la comuna de Lago Verde y en la Reserva Nacional Lago Las Torres, la naturaleza salvaje domina.
Hoy los coigües brillan con intensidad, iluminados por los rayos del sol. Picachos de formas talladas que sobresalen, montañas nevadas….ríos y lagos prístinos.
Volvemos a parar en el mirador sobre el Valle del río Cisnes.
A Puerto Cisnes llegamos bordeando el río Cisnes, por una desviación de 32 Km desde la Ruta Austral, mitad asfalto, mitad ripio.
Poco antes, pasábamos entre estrechos cañones. Sus altas paredes rocosas lo pusieron difícil para construir la Carretera Austral. De hecho, el punto más complicado fue el paso por el imponente paredón Piedra del Gato.
Puerto Cisnes
Puerto Cisnes es un pequeño puerto en la desembocadura del río Cisnes, sobre el fiordo Puyuhuapi, y frente a la Isla Magdalena, la cual es Parque Nacional.
Nos dedicamos a pasear por la playa color canela y por la costanera de Puerto Cisnes, respirando el ritmo lento y tranquilo del pueblo, alejado de cualquier tipo de bullicio. La vida transcurre apacible, donde pocos tienen coche, y todos tienen barca.
Iglesia de tejuelas de alerce en Puerto Cisnes
De Puerto Cisnes a la Cuesta de Queulat
Regresando a la R-7 y entrando en el Parque Nacional Queulat, la naturaleza vuelve a mostrar su máximo esplendor. Vegetación bestial.
Repetíamos cada una de las curvas de la Cuesta de Queulat, asombrados de tanta barbaridad. No importaba que ya lo hubiéramos visto sólo 2 días antes…….no éramos capaces de articular palabra…….sin pestañear.
Sendero del Bosque Encantado en el Parque Nacional Queulat: Laguna de los Gnomos
Nos deteníamos nada más comenzar la cuesta de Queulat, para recorrer el sendero del Bosque Encantado.
Otra vez en el mundo de las hadas!!, de seres misteriosos que no se dejan ver ni oir pero que hechizan el alma.
Encantado el bosque, y encantador. Y nosotros, también encantados de sumergirnos en él. Un bosque casi irreal, de seres fantásticos, de árboles con barbas colgantes, de miles de plantas de todos los tamaños, de flores enredadas en los troncos, de humedad extrema, de pajarillos felices.
Bosque encantado de Queulat, un mundo de líquenes colgantes
Copihues anidados a un tronco, la flor nacional de chile
Paseábamos encantados por este bosque. Aunque nuestro asombro aumentó cuando el Bosque encantado se abrió y nos permitió contemplar un imponente circo glaciar con un vestisquero colgante.
Circo glaciar de los Gnomos en el Bosque encantado
A partir de entonces, el camino ya no está señalizado y ya no es tan fácil, pero seguir adelante tiene premio.
Continuábamos ensimismados, y, bajando hacia el río, descubrimos otra visión sobrecogedora, porque nos introducimos en esta pasada de circo glaciar. No sé si podré describirlo. El río fluye por el valle, altas paredes encierran el valle glaciar, y un vestisquero colgante corona una de las paredes, desde la que caen cascadas. Contemplamos otro paredón coronado por 3 torres montañosas, paredón por el que cuelga una cascada altísima, mientras que el bosque patagónico puebla las zonas bajas. Me recordaba mucho al Valle del Francés, del Parque Nacional Torres del Paine, aunque aquí el glaciar está mucho más retrocedido. Eso sí……la niebla nos acompaña.
Pero nosotros todavía continuamos más, cruzando el río, trepando hacia la pared del glaciar, lloviznando, y resbalando.
Llegamos arriba con un enorme OOOOOHHHHH! ante la postal que se presentaba ante nuestros ojos. Porque aparecía así, de repente, un lugar del que no habíamos visto ninguna foto, y que ni siquiera sabíamos que existía. Así que nuestra sorpresa fue gigante al encontrarlo. La laguna de los Gnomos. Una laguna verdosa rodeada por las escarpadas paredes el circo glaciar…….La Patagonia!……..Pura……Salvaje…..Auténtica.
Me recordaba a la laguna del mirador Las Torres del Paine, aunque la Laguna de los Gnomos es más grande, no cabe en la foto. Su tamaño, junto con la niebla y la llovizna impedían fotografiarla en todo su esplendor. Pero, para nosotros, fue un gran momento.
Yo me imagino que sentarse a contemplar este panorama debe de ser fuente de inspiración para cualquier artista. ¡Qué sitio tan espectacular!
Laguna de los Gnomos, en el Bosque encantado de Queulat
El valle que forma el río que nace en la laguna es espléndido. Un enorme jardín
De la Cuesta de Queulat a Puyuhuapi
De nuevo en la Ruta Austral, en la Cuesta de Queulat, nos volvemos a maravillar ante semejante belleza escénica, a pesar de haberla recorrido ya un par de días antes.
El pueblo de Puyuhuapi será nuestro destino final del día, donde pasaremos las próximas 2 noches, para visitar el Ventisquero Colgante del Parque Nacional Queulat.
Para dormir y cenar en Puyuhuapi
- Alojamiento: Hostería Alemana.
- Para cenar: Rossbraug. Lomo de vacuno. Excelente, la mejor carne que he comido en Chile. Repetimos al día siguiente
Track de la ruta a la Laguna de los Gnomos (Bosque encantado del Parque Nacional Queulat)
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6194856