Nos espera un gran día, estamos seguros, desde bien temprano. A las 7 am llegábamos a Puerto Chacabuco tras recorrer los 15 km por carretera asfaltada desde Puerto Aysén. El hotel Loberías del Sur es el punto de encuentro para la navegación rumbo a la Laguna San Rafael, que nos regalará paisajes de ensueño por recónditos lugares de la Patagonia.
Un chocolate caliente en el hotel nos hace entrar en calor, ya que pasaremos muchas horas en barco.
Aunque, en realidad no sentíamos nada de frío, a pesar de los 6 ºC veraniegos. Lo que de verdad sentíamos era mucha emoción.
A las 8 am iniciábamos la navegación, saliendo de Puerto Chacabuco.
El fiordo Aysén es realmente espectacular. Las montañas nevadas emergen sobre el mar, mientras unos rayos de sol empiezan a asomar.
La altura de las montañas va disminuyendo tras avanzar por el fiordo Aysén, y entrar en el Canal Costa. El bosque nativo llega hasta el mar.
Me imagino el flipe de los primeros exploradores que navegaron por estas aguas, allá a finales del siglo XIX, cuando descubrieron Puerto Chacabuco. Estas montañas todavía siguen siendo territorio absolutamente virgen, deshabitado, inexplorado, jamás pisado por nadie. El barco es la única vía de comunicación.
Casi todos nuestros compañeros de aventura son chilenos, absolutamente hospitalarios y conversadores, con quienes tenemos la oportunidad de profundizar bastante en el conocimiento sobre Chile. Y que, además, me han hecho desdecirme de algunas opiniones precipitadas que me hice el año pasado, arrastradas por la traición de las primeras impresiones. Conociendo a Rosa y Jorge, que regalan simpatía por cada poro, no puedo volver a pensar que los habitantes de Punta Arenas son fríos e indiferentes.
Al pasar por el Golfo Tres Cruces, nos encontramos a mitad de distancia entre Puerto Chacabuco y la Laguna San Rafael. La navegación es larga, más de 200 km separan ambos lugares, y para ello nos movemos en un barco rápido, el más rápido de la Patagonia.
A la derecha divisamos el fiordo Quitralco, que guarda unas Termas en su intimidad, sólo accesibles por mar o mediante avioneta. A pesar de encontrarse a sólo 30 km de distancia de Puerto Chacabuco en línea recta, la ausencia de carretera implica muchas millas más de navegación.
Muy cerca está el Volcán Hudson, muy activo y cubierto de hielos, cuyas erupciones en 1971, 1991 y 2011 señalan que se repiten con periodicidad fija. ¿La próxima para 2031?. Se considera que su erupción de 1991 fue la mayor en la historia de la vulcanología chilena, afectando incluso a Chile Chico, que se encuentra a cientos de kilómetros de desitancia. Su actividad volcánica se deja notar en alguno de los ríos que nacen de sus hielos, vertiendo azufre en sus aguas, como ocurre con el río Huemules.
Accediendo al Estero Elefantes, los cormoranes nos acompañan, volando en paralelo al barco.
Nos sirven el almuerzo justo cuando pasamos frente a Bahía Exploradores, y el cordón montañoso de los Andes nevados cae directamente al mar, sin barreras. ¡Qué recuerdos del Valle Exploradores!
Poco después entramos en el Golfo Elefantes, que marca el límite marítimo de entrada al Parque Nacional Laguna San Rafael y Reserva de la Biosfera. Un parque natural enorme, de 1.742.000 hectáreas.
Desde la cubierta del catamarán contemplábamos una barbaridad natural en absoluto silencio. A nadie le salían las palabras, todos mudos y con los ojos muy abiertos, ante semejante espectáculo. Las montañas de los Andes sobre el mar. Los glaciares coronan sus cimas, y sus lenguas de descuelgan por las laderas. El Monte San Valentín, con sus más de 4000 m, en el Campo de Hielo Norte, preside la escenografía………..Grande, grande!!
Dentro de la laguna San Rafael, flotan los témpanos de hielo desprendidos del glaciar. Los bosques no desaparecen ni siquiera aquí. Los árboles llegan a los bordes de la laguna, ocupan pequeñas islas que van pasando ante nuestras miradas atónitas, mientras nos acercamos a la lengua glaciar.
Glaciar San Rafael, en el Parque Nacional Laguna San Rafael
Témpanos flotantes en la Laguna San Rafael
Hielo milenario desprendido del Glaciar San Rafael
Cuando nuestra visión alcanza el glaciar San Rafael, ya no hay palabras. Un lugar donde el Campo de hielo continental llega hasta el mar. El hielo azulísimo cae sobre la laguna de color verdoso. Los bosques siguen ocupando las laderas, excepto en los surcos de roca viva que marcan la superficie ocupada por el glaciar en el año 2000. Ha retrocedido 400 m desde entonces. Sorprende que los árboles rápidamente pueblan el camino antes ocupado por los hielos.
Y también me sorprende mucho la cantidad de aves marinas, cormoranes, que revolotean entre los hielos. Es un lugar con vida.
Hielos que se descuelgan del Campo de Hielo Norte que ocupa esta zona de los Andes patagónicos.
En varios grupos vamos descendiendo del catamarán a las zódiac, que nos acercan al frente del glaciar. 6 grupos para 3 zodiacs en 3 turnos. Momento de máxima excitación, no hay palabras………, yo al menos no puedo, tendría que venir Neruda para describirlo….y las fotos tampoco consiguen mostrarlo.
Como escribió el explorador Enrique Simpson cuando vino a examinar estos lugares en el siglo XIX por orden del gobierno:
“Hasta el marinero más ignorante e impasible olvidó por el instante su remo, para contemplar, apasionado, tan sublime espectáculo.
¡Ojalá poseyese la pluma de Dumas o el pincel de Vernet para hacer la descripción. Pero aún estos palidecerían ante la soberbia realidad. No hay escenas en las regiones polares que puedan competir con ésta!”
¡Hay que vivirlo! ¡Hay que estar aquí!………..en este lugar, tan remoto, tan virgen, tan inhóspito, para sentirlo de verdad!
Impresionante ver la zódiac tan pequeñita frente a la gran altura de la pared del glaciar
Y ahora nos toca subir en la zódiac a nosotros. Y presenciar en primera línea los desprendimientos del hielo, su estruendo y la nube de hielo…….los crujidos del hielo sobre la superficie del lago……..los témpanos flotando…….Se me ponen los pelos de punta cada vez que lo recuerdo.
Las 3 horas que permanecemos frente al glaciar se pasan volando. Llegar hasta la laguna San Rafael nos ha llevado 5 horas de navegación para recorrer 200 km entre fiordos.
Desprendimientos, figuras de hielo, que seguro ya no serán iguales dentro de unos días. Hielos que son milenarios pero no eternos.
De regreso a Puerto Chacabuco seguimos alucinados y emocionados.
Barra libre, música e incluso baile en el catamarán. Todos se quedan dentro muy animados.
Yo prefiero seguir en cubierta, en soledad, con mi pisco sour,…….. sintiendo al aire, y pensando que quizás no volveré nunca más a este lugar.
Cientos de picos dibujan siluetas por los cuatro costados. Parece increíble que esto sea realidad. Sosiego absoluto.
Todos terminamos uniéndonos a la emoción de una familia que celebraba algo muy especial.
Inmensidad inexplorada. Un día para retener en la memoria.
Pasadas 13 horas de navegación, arribamos a Puerto Chacabuco. Las caras de felicidad de todos los que descendíamos del barco lo decían todo.
Nota: Esta excursión a la Laguna San Rafael se interrumpe en invierno, de mayo al 15 de agosto. Una vez que se reanuda en agosto, el barco no entra en la laguna, la cual permanece helada.
Noche de charleta con Cristian e Isabel, los dueños del Patagonia Green, revisando las fotos de la historia del hotel, riéndonos de pasadas aventuras, descubriendo conocidos comunes y recordando vivencias con esas personas que conocíamos en común…….. La Patagonia es un pequeño gran mundo.
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