De La Junta a Puerto Aysén por la Cuesta de Queulat CHILE - PATAGONIA 1


Han sido muchos los lugares impresionantes que recorrimos en esta etapa de la Ruta Austral entre La Junta y Puerto Aysén. El Lago Rosselot, el Lago Negro, Puyuhuapi, el Seno Ventisquero……..Pero, sin duda, yo me quedo con los impresionantes paisajes montañosos de la Cuesta de Queulat.

Iniciamos la etapa de La Junta a Puerto Aysen

La previsión meteorológica mejora para hoy. La chica del alojamiento nos dice que casi todos los días llueve en La Junta, y muchos de ellos de forma continuada. “Hoy hace un día muy lindo” comenta. El sol intenta hacerse hueco entre las nubes, la luna en cuarto creciente, en forma inversa a la del hemisferio norte. Las cumbres más altas continúan tapadas. Rico desayuno al lado de los ventanales, con bonitas y verdes vistas.

El  lago Rosselot de aguas verdosas

No demasiado temprano, como es habitual, estábamos de camino al lago Rosselot, desviándonos de la Ruta Austral. Recorríamos la cuenca del corto río Rosselot, de sólo 15 km de largo, que nace en el lago Rosselot y se une al Palena en La Junta para dirigirse al Pacífico. De aguas verdosas, de origen glaciar, al igual que el bellísimo lago Rosselot, que recibe aguas del ventisquero Queulat. Su buena pesca de truchas y salmones atrae a pescadores deportivos.

El río Rosselot

El lago Rosselot

Carretera hacia el Lago Verde

Continuamos hacia Lago Verde, aunque sabemos que no podremos llegar, ya que son 70 km de desviación de la R-7 (140 km ida y vuelta) y hoy tenemos un largo camino por recorrer. Pero, ¡es que el paisaje es tan bonito!, entre imágenes cordilleranas y bosque nativo. Es que aquí todo es precioso, mires a donde mires.

Poco después, estábamos hablando con Gonzalo, el tipo de las cabañas del lago Negro. Gonzalo se acercó a invitarnos a entrar en su propiedad cuando paramos a hacer unas fotos. Tres cabañas en un lugar de ensueño, en el único punto de acceso al lago Negro. Habría sido genial quedarnos aquí unos días, y poder disfrutar de las actividades que ofrecen: paseos en bote por este lago de aguas oscuras, cabalgatas al Cordón Barros Arana, y sobre todo, una ventana con unas vistas privilegiadas. Nos comenta que la nieve que vemos en los cerros es de ayer………nieve del verano austral….…estamos en enero…….un par de días antes no había nieve. “¡Qué día tan lindo!” exclamaba.

Todavía continuamos unos kilómetros más por esta carretera solitaria en dirección al Lago Verde, disfrutando de este “día lindo” y de estos paisajes. Tras la desviación al Valle Mirta, estábamos de regreso a Ruta Austral, rumbo sur.

De La Junta a Puyuhuapi

Amplios valles saliendo de La Junta, cascadas menos potentes (ya no llueve), aunque con una altura que impresiona.

15 km al sur de La Junta nos encontramos la carretera recién asfaltada, durante unos 10 km, hasta la entrada al Parque Nacional Queulat, donde se vuelve a estrechar, manteniendo su pura esencia, envuelta en la vegetación selvática.

Recorríamos el Parque Nacional Queulat, idílico y salvaje, entre grandes hojas de nalca, bordeando el Lago Risopatrón…………arroyos saltarines se abren paso entre el bosque nativo.

Y, continuando con nuestro asombro, llegamos al maravilloso pueblo de Puyuhuapi. Un enclave paradisíaco, a orillas del fiordo Seno Ventisquero, recogido entre verdes y verticales montañas.

Fiordo Queulat

Avanzábamos curva a curva por el cortado del acantilado, bordeando el Seno Ventisquero, pasmados por tanta belleza que nunca se acaba.

Cascadas innumerables, picos nevados al fondo, las aguas verdosas del fiordo, la vegetación………..

Después de parar a comer con vistas al fiordo Queulat, distrayéndonos con las faenas de los pescadores que llegaban a un diminuto puerto, nos disponemos a iniciar la cuesta de Queulat.
Hoy hemos llegado a 14 ºC a mediodía.

La alucinante Cuesta de Queulat

Los ventisqueros colgantes asoman entre la exuberancia del Parque Nacional Queulat. Estábamos expectantes por conocer unos paisajes preciosos, pero, la realidad supera nuestras expectativas. ALUCINANTE!!, pero, alucinante de verdad. El valle, los ventisqueros sobre las montañas, la selva, las cascadas…….TODO, es alucinante.

Pensaba que no íbamos a llegar nunca, parando a cada instante. No era para menos.
Igual de alucinados estaban unos argentinos con quienes coincidimos en una parada para extasiarnos. Habíamos coincidido ayer cenando en La Junta y anteayer en el hotel de Chaitén. En cuestión de minutos, hicimos un buen repaso de los atractivos turísticos de Argentina y Chile, ante aquellos paisajes increíbles. Grandes viajeros, y conocedores de su país, intentaban sorprendernos con sus recomendaciones de sitios poco conocidos: Antofagasta de la Sierra y otros lugares de la puna tan queridos por nosotros. Ambos nos quedamos con algún nuevo consejo en la lista de deseos pendientes.

Impresionante Cuesta de Queulat

De la Cuesta de Queulat al Valle Mañihuales

Finalizada la cuesta de Queulat y sus cerradas y continuadas curvas, retomamos el asfalto. El Valle del río Cisnes domina el paisaje. Nos parábamos a contemplarlo desde cada uno de los miradores habilitados.
Desde el mirador del Valle Perdido, el río Cisnes se presenta entre altas paredes rocosas y boscosas. Más adelante, desde el mirador Oeste Valle Cisnes tenemos una completa panorámica del valle del Cisnes.

Por si ya no nos acordábamos de ver llover, un buen chaparrón nos recibía al pasar por el Lago Las Torres. El cerro en forma de torres cae verticalmente sobre el lago, y la niebla vuelve a taparnos las cumbres.

Por el Valle de Campo Grande vuelve a saludarnos el sol. Se nota que esta zona no es tan húmeda. La vegetación es menos espesa y los cerros son de roca viva.

Van pasando por nuestras retinas los altos cerros Catedral, El Portón, después el Valle del río Mañihuales con sus extensas praderas, la villa de Mañihuales. Territorios ocupados en otros tiempos por grandes extensiones de mañío, un árbol patagónico que los colonos cortaron a machete o incendiaron para abrirse paso y colonizar estas tierras para pastos ganaderos. Las huellas de los destrozos de bosque cometidos en el siglo XX son patentes. El río Mañihuales surca el valle.

Del Valle Mañihuales a Puerto Aysén

Por la desviación de la Ruta Austral que nos conduce a Puerto Aysén, nos siguen encandilando los paisajes patagónicos.

Menuda kilometrada hemos hecho hoy. Hemos tenido que apurar más de lo que nos hubiera gustado, para llegar a la navegación a la Laguna San Rafael para mañana. No hay salidas todos los días, y esto nos obligaba a llegar hoy a Puerto Aysén.

Puerto Aysén

Paseando por Puerto Aysén, mis sensaciones eran extrañas. Por una parte, una ciudad de 20.000 habitantes, con todos los servicios de una ciudad (tiendas, bares, supermercados, farmacia, bancos, polideportivo…….), pero a la vez con aire de pueblo patagónico, con sus casitas de madera con jardín. Por otra parte, una ciudad en la desembocadura de un río, casi al lado del mar, y rodeado de montañas nevadas.

Mar y montañas nevadas tan cerca no es algo demasiado habitual. Y es que aquí, los Andes se arriman al mar. ¡Es un lugar sensacional!

Se celebra el aniversario de la fundación de Puerto Aysén, 85 años, nada menos, muchísimos años en esta parte del mundo, donde todo es tan reciente. Por la noche actúa José Vélez, que anuncian como cantante internacional.

 

Para dormir y cenar en Puerto Aysén:

Hotel Patagonia Green, un lugar estupendo. La merluza austral y sobre todo, el volcán de chocolate con helado, estaban de vicio.

 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Patagonia norte: Chile y Argentina


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