Recorrer la carretera que bordea las laderas del Parque Natural Vale do Tua nos ofrece la posibilidad de conocer aldeas y acercarnos a varios miradores que garantizan vistas panorámicas. Al occidente, el municipio de Alijó y al oriente el municipio de Carrazeda de Ansiaes. Sin duda, es una preciosa zona del norte de Portugal.
El río Tua es afluente del Douro por el norte y su entorno ha sido declarado Parque Natural Vale do Tua. Las suaves laderas gozan de un clima propicio para los cultivos mediterráneos, por lo que los viñedos y los olivos crecen en terrazas, componiendo un amable paisaje humanizado.
El Vale do Tua es un lugar con un potencial turístico que algunas empresas y autoridades ya empiezan a ver. Todavía es poco conocido y apenas visitado, aunque ya se están estableciendo los pilares para su explotación turística. Están construyendo un embarcadero para futuros cruceros fluviales, quieren abrir una ruta turística en tren, etc. Por otra parte, existen varias rutas de senderismo en el Valle del Tua, en cada una de las márgenes del río.
De momento, casi nadie lo visita, por lo que todavía podemos empaparnos de su aire rural, de la tranquilidad de sus pequeños pueblos y de los encantadores paisajes que componen ambas márgenes del río. El Tua se muestra en ocasiones encajonado en un cañón rocoso, otras veces son escarpadas laderas pobladas de árboles, o también cultivadas de viñedos y olivos.
Vale do Tua
Margen oriental del Vale do Tua. Carrazeda de Ansiaes
Para iniciar la ruta en coche por el Parque Natual Vale do Tua dejamos la vía rápida IC5 en dirección a Pinhal do Norte para adentrarnos en estrechas carreteras rurales. Los montones de curvas serpentean de aldea en aldea, aldeas que cuelgan sobre laderas que abrazan al río.
Pasamos por Pombal, aldea en la que hacemos un alto en el camino para acercarnos al Miradouro de Sao Lourenço. Al mirador se baja en coche desde Pombal por una pista muy escénica. El mirador dispone de una plataforma metálica que invita a adentrarte y colgarte sobre el cañón del río Tua. Divisamos el poblado de Sao Lourenço, con sus termas, y el antiguo apeadero de tren de la escénica línea del Tua que desapareció cuando se embalsó el río. El tren transportaba productos agrícolas que se cultivaban en el valle, sobre todo aceite y vino.
Vistas desde el Miradouro de Sao Lourenço
Desde Pombal se puede realizar una ruta de senderismo que está considerada de las mejores de Portugal, el Trilho de Sao Lourenço: Enlace a ruta
Después pasamos por Paradela antes de llegar a Parambos. Cerca de este último pueblo nos detenemos en el Miradouro de Parambos o Miradouro da Costa. Desde un par de banquitos al borde de la carretera el panorama es precioso. El río Tua se presenta encajado entre paredes boscosas. Divisamos la aldea de Castanheiro en una margen, sobre la que se alza la Capela do Senhor da Boa Morte, mientras que la aldea de San Mamede queda en la otra margen. Por supuesto, no faltan los viñedos.
Miradouro da Costa en Parambos
Tras la insinuante invitación de los banquitos, retomamos la ruta en coche para dirigimos a la aldea de Castanheiro, donde nos volvemos a detener para acercarnos al Miradouro Olhos do Tua. El paisaje es precioso. Aquí divisamos el río Tua incrustado en un cañón rocoso que pueblan algunos árboles.
Viñedos en Castanheiro
Miradouro Olhos do Tua en Castanheiro
Partiendo de Castanheiro recomiendo realizar el Trilho do Senhor da Boa Morte (Enlace a la ruta). Es una ruta de senderismo preciosa que pasa por las aldeas de Castanheiro y Tralhariz en el municipio de Carrazeda de Ansiaes. Los paisajes que conforma el río Tua son encantadores, y la ruta nos permite conocerlos de forma más íntima.
Continuamos el recorrido en coche dirigiéndonos hacia la Foz do Tua por una carretera absolutamente panorámica que nos deja imágenes preciosas. Para muestra, la que compone el pueblo de Ribalonga, totalmente rodeado de viñedos que trepan en terrazas por las inclinadas pendientes.
Aldea de Ribalonga ente viñedos
Un poco más adelante divisamos la desembocadura del Tua en el Duero, donde recientemente han construido la presa y la central hidroeléctrica de Foz Tua. Entonces, la carretera discurre paralela al Douro, ofreciéndonos nuevos miradores. Por supuesto, no podemos resistirnos a asomarnos a uno y otro balcón.
Foz do Tua
En la estación de tren de Tua tenemos oportunidad de conocer el tren de vapor histórico que estaba a punto de partir con unos cuantos turistas. Es un tren turístico que funciona los fines de semana entre las localidades de Regua y Tua ida y vuelta una vez al día. A los pasajeros los entretienen durante su escala en Tua con canciones regionales, puestos de venta de productos típicos, o el moderno Centro Interpretativo del Vale do Tua. Este lugar pertenece al municipio de Carrazeda de Ansiaes, municipio que abandonamos cuando cruzamos el puente de Foz do Tua para tomar la carretera a Alijó, en la ladera occidental del Valle del Tua.
Tren turístico de Regua a Tua
Margen occidental del Vale do Tua. Alijó
La carretera se eleva después de Foz do Tua, permitiéndonos apreciar el pueblo de Tua, la presa, y el antiguo puente ferroviario que penetra en el túnel excavado en la roca, correspondiente a la antigua línea férrea del Vale do Tua.
Puente en Foz do Tua
Esta carretera por la margen occidental del Tua es muy panorámica a la vez que solitaria. Dispone de numerosos lugares donde se puede parar al borde de la calzada para admirar el paisaje. Lástima la escasa luz a estas horas. En la ladera de enfrente distinguimos los lugares por donde pasamos antes.
Miradores en la Carretera de Tua a San Mamede
En San Mamede de Riba Tua nos desviamos hacia Amieiro. Esta carreterilla ya ni siquiera es secundaria. Por lo menos, terciaria o cuaternaria. El paisaje es fabuloso y nos ofrece meandros en las zonas más escarpadas del Tua.
Miradores en la carretera de San Mameda a Amieiro
Amieiro se asienta en la ribera del río. Es posible continuar a Franzilhal y Carlao. Entre ambas aldeas se puede intentar localizar las pinturas rupestres de Pala Pinta. Hay que subir por una pista de tierra seca y arenosa entre un pinar. Es difícil encontrar el abrigo rocoso que contienen las pinturas. Nosotros no lo conseguimos, a pesar de las explicaciones de los lugareños. Lo que sí encontramos más adelante fue un sepulcro rupestre en Vila Chá, situado en la plaza de la iglesia.
Sepulcro rupestre de Vila Chá
En dirección a Alijó perdemos las vistas del río. Alijó es capital municipal y dispone de algunos hoteles y restaurantes. Es un tranquilo pueblo sin ningún atractivo especial, aunque su ubicación en el Vale do Tua nos encajaba muy bien para visitar la zona. Así que nos alojamos una noche en un pequeño hotel sin nada destacable.
Cenar en Alijó: Restaurante Cepa Torta. Champiñón relleno de queso de cabra con mermelada de cebolla y ensalada. Bacalhau con broa. No está mal, pero es más apariencia que sabor. Es un restaurante bien puesto con precios más españoles que portugueses.
Otra excursión por el entorno
Cerca del Parque Natural Vale do Tua recomiendo visitar la Vila de Ansiaes, antigua ciudad medieval amurallada, ahora abandonada. Hay que desviarse hacia Carrazeda de Ansiaes.