No se me ocurre mejor forma de impregnarse de la esencia costera de Estaca de Bares que recorrer su entorno a pie. Descubriremos sus rincones más allá del cabo y su faro. Antiguos molinos junto el mar, una base militar estadounidense abandonada, un observatorio de aves, el Facho da Meda, el pueblo de O Barqueiro, el puerto de Bares, y las playas de la ría de O Barqueiro.
Localización
Caminata de 23 Km. Gran parte se puede hacer en coche. Estamos en las Rías Altas.
Nos dirigimos a Estaca de Bares, al norte de la provincia de A Coruña. Las señales de advertencia en la autopista de posible cruce de animales sueltos siempre me hacen pensar que se puede cruzar algún jabalí. Pero lo que nunca me había pasado ni me había imaginado era encontrarme con una preciosa grulla paseando tan campante por la autopista.
Estamos en el punto más septentrional de la Península Ibérica, en el municipio de Mañón. Y este pequeño hotel es el que se sitúa más al norte de España. Eso no tiene ninguna importancia, lo importante es el gran encanto que embarga el lugar.
Para recorrer el cabo de Estaca de Bares, iniciamos la ruta en el Hotel Semáforo de Bares, nuestro alojamiento para este fin de semana. Desde hacía tiempo tenía ganas de alojarme aquí. Aunque, en realidad yo siempre me lo había imaginado en un día de temporal, oyendo desde el interior la fuerza de los vientos de más de 150 Km/h que soplan a veces por aquí, y viendo el oleaje embravecido en este lugar donde se juntan el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico. (Otros opinan que las aguas de Atlántico y Cantábrico se juntan en el Cabo Ortegal).
Ruta por el Cabo Estaca de Bares
Un día soleado y cálido de principios de marzo, de tan intensa luminosidad que incluso molesta a la vista………….Ya era hora!
Descendemos por la carretera de acceso al hotel, divisando toda la ría de O Barqueiro, ría que separa las provincias de A Coruña y Lugo. La playa de Bares al este, la playa de Arealonga al sur. Y al oeste contemplamos la costa de O Vicedo, Illa Coelleira y Punta Roncadoira al otro lado de la ría de Viveiro.
Aunque pronto cambiamos de perspectiva, y hacia el oeste empezamos a divisar la punta de Estaca de Bares y el Cabo Ortegal.
La pista asfaltada desciende, primero entre eucaliptos y después entre agrestes paisajes de matorral bajo que nos van acercando al extremo del cabo.
Antes de llegar al faro nos encontramos con las ruinas de una base militar estadounidense abandonada. Se conoce como base Loran, que operaba como estación de comunicación mediante radio. Cuentan que varias parejas entre americanos y lugareñas surgieron de las fiestas que se celebraban en la base.
Desviándonos por un sendero, llegamos a la estación de observación ornitológica, cerrada a cal y canto. Las vistas se pierden en el mar hacia el horizonte. Ésta es zona de paso de aves migratorias, y se considera uno de los más destacados puntos para observación de aves de Europa. Dicen que se han llegado a contabilizar más de 100.000 aves. La temporada de máximo avistamiento es a principios de otoño, y en el hotel nos comentaban que algunos extranjeros repiten todos los años para realizar observaciones.
A su lado, unos antiguos molinos en ruinas conforman un pintoresco lugar donde el protagonista absoluto es el mar, que hoy está bastante calmado. Sólo 2 de los molinos conservan a duras penas su techo interior de madera cubierto con tejado de pizarra. Distinguimos los canales por lo que antiguamente circulaba el agua entre un molino y otro.
De nuevo en la pista asfaltada, nos encaminamos hacia el faro. Toda la zona adquiere otra dimensión cuando la recorres caminando.
Faro de Estaca de Bares
Un sendero continúa hasta la punta. Las vistas hacia el oeste, hacia el Cabo Ortegal y la hermosa costa de Loiba son magníficas. Para mí, uno de los tramos de costa más bonitos de Galicia. Hacia el este, la Punta Roncadoira al otro lado de la ría de Viveiro, y los acantilados contra los que bate el mar.
Cada vez que vengo a Estaca de Bares me gusta más que la anterior. Con el tiempo he aprendido a apreciar mucho más los lugares que tengo cerca. Las vistas de la costa…………el color del mar……….las olas rompiendo contra los acantilados y formando neblina con su espuma……………..el olor a mar.………..las formas de las rocas…………el entorno agreste………….costa salvaje………
Reemprendemos nuestra marcha con vistas a la costa de Loiba y al Cabo Ortegal. La punta de Estaca de Bares va quedando atrás.
Nuestro paso por la Villa de Bares nos deja una estampa de tejados de pizarra, tierras de cultivo, vistas a la ría de O Barqueiro hacia un lado y hacia la costa de Ortegal al otro. Aquí dejamos de caminar por asfalto y seguimos sobre la hierba mullida y verde brillante, con gustito para nuestros pies. Podríamos acercarnos a unos molinos que se ubican al borde de los acantilados, pero nuestra ruta es larga para hoy y emprendemos la ascensión hacia lo alto del cabo.
Unos kilómetros más, primero entre eucaliptos, y después a pleno sol, y alcanzamos el Facho da Meda, en un promontorio a 330 m sobre el mar, también conocido como Mirador de la Garita. Magnífica atalaya sobre todo el entorno que nos rodea.
Estaca de Bares se adentra en el mar. Sobre su punta divisamos el faro más septentrional de España. Sobre otro promontorio también distinguimos nuestro hotel, el Semáforo de Bares. El Cabo Ortegal rivaliza en desafío, también penetrando en el océano. La ría de Ortigueira tiene mucha suerte de tener Estaca de Bares y Cabo Ortegal en cada uno de sus extremos. Hacia el otro lado, el panorama no tiene nada que envidiar: la ría de O Barqueiro, la costa de O Vicedo, la Isla Coelleira, y el Cabo de Punta Roncadoira. Paréntesis para la empanada y el descanso.
Vista desde Facho da Meda hacia Estaca de Bares
Vista desde Facho da Meda hacia la ría de O Vicedo y O Barqueiro
Isla Coelleira
Continuamos camino por la zona alta de la península del cabo. Pasamos por un punto geodésico, por rocas graníticas modeladas por el viento. La vegetación es baja, lo que nos regala las mejores vistas hacia la costa de O Vicedo, y más lejos a la de Viveiro. Más adelante, son espectaculares las vistas hacia los acantilados de Loiba y la ría de Ortigueira.
Costa de Loiba
Durante algunos instantes también podemos ver la desembocadura del río Sor, que forma la ría de O Barqueiro y O Vicedo. Sus frondosas riberas conforman un entorno de gran belleza. Las vistas son impresionantes en toda esta zona alta. Eso sí, no hay una sombra.
Ría de O Barqueiro / O Vicedo
Junto a la cantera de Cañoles descendemos por una pista forestal entre eucaliptos hasta enlazar con una carretera asfaltada que sigue descendiendo. Bajando y bajando llegamos al pueblo de O Barqueiro, y estamos otra vez a nivel del mar. Pura esencia marinera impregnada en sus estrechas callejuelas, en sus balcones de madera, en sus casas apiñadas, en sus coloridas fachadas, en el olor a mar, y en el ambiente que se respira en su puerto.
Puerto de O Barqueiro
Seguimos bordeando el cabo, pero ahora hacia el norte, regresando por el borde este de la ría de O Barqueiro.
La sombra se iba adueñando de la playa de Vilela, la cual cruzamos por la arena para seguir después por un regato de agua que desemboca en la playa. En su curso encontramos unos molinos de agua con tejados de pizarra, en medio de un pequeño bosque de laureles.
Parece que el sendero casi desaparece por momentos, aunque siempre se puede continuar. Eso sí, hay muchísimos eucaliptos que tapan las vistas.
Nosotros nos dirigimos a ese lugar tan encantador que es el puerto de Bares. Divisamos nuestro hotel en lo alto.
También la sombra ocupaba la playa de Bares cuando la atravesamos. Tras caminar sobre la arena llegamos al Puerto de Bares con pasos ya cansinos. Llevábamos 20 Km encima.
Bonitas imágenes nos dejaban los últimos rayos del atardecer iluminando la costa.
Aún nos queda la matadora subida hasta el hotel, situado en una colina a 200 m de altura sobre el mar. Llegamos en un gran momento, durante la puesta de sol, que se ocultaba por detrás del cabo Ortegal.
Más agotada se quedó la batería de la cámara, que ya no quiso seguir funcionando. Pero ahí está el móvil para echar una mano.
Para comer y dormir:
Pequeño hotel El Semáforo, en Estaca de Bares. Un lugar especial.
Todavía continuamos contemplando el resplandor anaranjado desde la ventana de la habitación, y después viendo cómo el cielo se iba llenando de estrellas.
Cena en El Semáforo de Bares: almejas, navajas, bacalao, flan de queso y de chocolate.
La noche estaba preciosa. La luna llena se reflejaba en el mar y lo iluminaba, el cielo infinitamente estrellado y el sonido del oleaje………….Todo era perfecto.
Track de la ruta
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9179120
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