La ruta de los viñedos de Belesar (PR-G-183) parte de la aldea de Belesar y es un paseo muy sencillo y bonito. Transcurre a lo largo del río Miño en el municipio de Chantada, regalándonos preciosas panorámicas de los viñedos cultivados en terrazas sobre las laderas. Estamos en la Ribeira Sacra.
Localización de la ruta de los viñedos de Belesar
Aparcamos junto al embarcadero de la pequeña aldea de Belesar, que se asienta a orillas del río Miño en plena Ribeira Sacra. La aldea de Belesar se divide en dos barrios a cada lado del río y cada uno pertenece a un municipio diferente, O Saviñao en la orilla oriental y Chantada en la orilla occidental.
Coordenadas GPS Belesar: 42.5919013,-7.7266586,16.75
Descripción de la ruta de los viñedos de Belesar, PR-G-183
- Longitud: 7 Km ida y vuelta
- Lineal
- Dificultad: muy fácil
- Señalizada
Cruzando el puente de Belesar accedemos al inicio de la ruta, en el barrio perteneciente al concello de Chantada, donde existe panel informativo.
La ruta transita por caminos de tierra entre viñedos que se cultivan en terrazas. Avanzamos paralelamente al río Miño y gozamos de su compañía todo el tiempo. Estamos en tiempos de vendimia, septiembre.
Nos encanta el paisaje que contemplamos nada más empezar a caminar, que nos ofrece una panorámica del emplazamiento de la aldea de Belesar y de las laderas aterrazadas.
En algunos tramos nos internamos en pequeños bosques de castaños. El camino es ancho (pista) durante los primeros 2,5 Km. Después pasa a ser un sendero estrecho que se pierde entre los viñedos.
Por un camino tradicional entre árboles llegamos a la aldea de O Pousadoiro (Pincelo), situada a orillas del Miño. Es un lugar resguardado y cálido en un entorno privilegiado. Hay un pequeño embarcadero para kayaks y barquitas. Han abierto un par de bares/restaurante con terrazas chulísimas, una de ellas sobre el agua. Menudos fiestorros se montan.
La verdad es que resulta tentador quedarse en Pincelo, pero continuamos caminando y pasamos poco después por un par de casas aisladas con sus barquitas fondeadas. Llegamos a continuación al siguiente puente, el de Portotide. Tanto por éste como por el anterior de Belesar pueden cruzar vehículos. Después ya no hay más puentes hasta Os Peares. En este punto llevamos 4 Km de caminata y nos queda un kilómetro hasta A Veiga, fin de la ruta lineal de los viñedos de Belesar.
El kilómetro de senda que queda hasta A Veiga transcurre principalmente entre castaños, bajo cuyas copas encontramos un cruceiro. Estaban vendimiando en A Veiga. Aquí finaliza el PR-G-183, aunque se podría seguir a pie hasta Os Peares.
Deshacemos el kilómetro que nos separa del Puente de Portotide. Cruzamos el puente y regresamos por carretera por la otra orilla. El paseo es tranquilo a orillas del río Miño sin apeas tráfico. Observamos las embarcaciones turísticas (cada vez hay más) que surcan las apacibles aguas para gozar del paisaje de laderas por las que escalan los viñedos.
Al llegar a Belesar damos por finalizada la caminata tras 7 Km.
Fotos de la ruta de los viñedos de Belesar
Embarcadero de Belesar
Aldea de Belesar
Viñedos de Belesar
Ruta de los viñedos de Belesar, PR-G-183
Aldea de Pincelo a orillas del Miño
Ponte de Portotide
Cruceiro en la ruta de los viñedos de Belesar
Vistas desde la aldea de A Veiga
Viñedos de Chantada
Orillas del río Miño: embalse de Os Peares
Después nos fuimos a tomar algo a la terraza del restaurante de la Praia da Cova. Es un sitio genial, recogido entre la vegetación a orillas del río, recibiendo los últimos rayos del sol del atardecer.
Playa fluvial de A Cova
Cenamos en el centro de Chantada, en el Restaurante A Faragulla. Su cocinero empieza a ser reconocido y el servicio es muy profesional. Los platos que pedimos (bacalao al horno, pulpo braseado) estaban bien, aunque no nos parecieron excelentes y el precio es excesivo.
Chantada de noche
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