En los alrededores de Portimao visitamos varios lugares de interés cultural y de belleza paisajística. Visitar el Castillo de Silves y el Yacimiento arqueológico Alcalar nos permitió conocer un poco del pasado histórico del Algarve. Gozamos además de varios lugares naturales, como la Ponta do Altar, la Torre da Lapa, la Ponta Joao de Arens o los paseos por Ferragudo.
Portimao
Portimao es uno de los principales centros turísticos del Algarve. Altos edificios delinean su skyline a lo lejos. El pequeño pueblo pesquero de Ferragudo, al otro lado de la ría, es un buen lugar desde donde observarlo. En las distancias cortas, Portimao conserva algunas calles de arquitectura tradicional.
En su puerto deportivo lucen yates de todas las categorías, algunos de gran envergadura. Para nosotros, la Marina de Portimao fue el puerto de partida para bucear en el Ocean Revival.
Castillo de Silves
El Algarve no es sólo playa, mar y acantilados. También encierra lugares de interior que merecen ser visitados para conocer la antigua cultura. Uno de ellos es Silves, población localizada a unos 20 minutos en coche de Portimao. Es municipio independiente. Dedicamos media jornada a la visita, paseamos por sus empinadas calles adoquinadas descubriendo su arquitectura, bordamos la catedral y visitamos el castillo.
Silves fue antigua capital del Algarve y alberga el castillo más importante de la época musulmana de Portugal. Es Monumento nacional de Portugal desde 1910. La entrada cuesta 2,8 € y abre diariamente. En el interior hay bar.
Castillo de Silves
Las murallas rojizas de la fortaleza se alzan sobre una colina que domina el pueblo y los terrenos agrícolas de la planicie. Junto a la puerta de entrada nos da la bienvenida una estatua de bronce de Sancho I en homenaje a este personaje histórico que asedió la fortaleza durante 3 meses en el siglo XII sin lograr conquistarla. Los árabes fueron definitivamente derrocados en 1243.
En su interior acogía un palacio árabe, del cual ahora sólo quedan ruinas.
Bajo el suelo, el aljibe o cisterna de paredes blancas se sostiene sobre columnas y permitía acopiar agua para resistir los largos asedios. Actualmente alberga una exposición sobre el lince ibérico, especie que se trata de proteger y recuperar en el Centro Nacional del Lince.
Cisterna del castillo de Silves
La visita al castillo de Silves es entretenida, ya que se puede recorrer todo el perímetro de la muralla por la parte superior. Nos brinda una ocasión para contemplar los terrenos sembrados de naranjos y aguacates que ocupan el valle del río Arade, y también para conocer la historia de la Puerta de la Traición, por la cual huían los enemigos con la ayuda de los traidores.
En Silves existe también una catedral construida sobre una antigua mezquita. Sufrió enormes daños durante el terremoto de 1755, pero fue reconstruida posteriormente.
Catedral de Silves
No queda duda de la importancia de la población durante la ocupación musulmana, época de floreciente actividad comercial.
Ventana en el pueblo de Silves
Monumentos megalíticos de Alcalar en Portimao
Otro interesante lugar en los alrededores de Portimao es el conjunto de monumentos megalíticos de Alcalar, a pocos kilómetros hacia el norte. Se trata de monumentos funerarios del Neolítico, consistentes en un grupo de mámoas que recubren dólmenes con corredores internos.
Nos acercamos a conocer el yacimiento arqueológico en el límite de la hora de cierre, en un momento en que no había más visitantes. Es una visita instructiva que comenzamos en el centro de visitantes, donde nos proyectaron un vídeo que explica las características del yacimiento. A continuación visitamos las dos mámoas que se encuentran en el recinto, así como un antiguo horno de cal.
Dolmen y mámoa en los Monumentos megalíticos Alcalar
Esta zona ya estaba poblada desde milenios antes de Cristo, cuando el territorio estaba ocupado por bosques en los que vivían ciervos y otros herbívoros, cuya caza servía de sustento a los pobladores. Muestra de los antiguos asentamientos es que existen numerosos monumentos funerarios desperdigados por la zona, varios de ellos en propiedades privadas.
Corredor interior del dolmen en los Monumentos megalíticos Alcalar
Torre da Lapa
La Torre da Lapa era un antiguo punto de guardia costera, que se construyó para vigilar la llegada de piratas o navíos que pretendían saquear estas tierras. Dicha vigilancia era especialmente importante en la época de recogida de higos, cuando los lugareños estaban más ocupados y dejaban desatendidas sus propiedades, las cuales eran blanco de los asaltadores. Los higos eran uno de los principales recursos económicos de la zona hace siglos.
Se sitúa en la costa de Lagoa, cerca de Ferragudo. Desde Torre da Lapa caminamos hasta la Praia dos Caneiros pasando varias playas solitarias e inaccesibles, además de acantilados con arcos, cuevas y pináculos que emergen del mar, fragmentados de la costa. Es un paseo de apenas 3 Km solitario y precioso que forma parte del Caminho dos Promontorios, y del cual recorrimos otro tramo unido al Sendero Sete Vales Suspensos.
Torre da Lapa
Caminho dos Promontorios
Praia dos Caneiros
Ferragudo
Pasear por este pueblo emplazado en la desembocadura del río Arade es una gozada. Enfrente, al otro lado de la ría, queda Portimao. En Ferragudo nos quedamos 5 noches. Pertenece al municipio de Lagoa.
Recorrimos varias veces por el paseo marítimo de Ferragudo observando las barquitas que reposan en la ría. En esos momentos llegaban pescadores con las capturas del día: lubinas y sardinas.
Subimos por las escaleras de los estrechos callejones hasta la iglesia, situada en la parte más alta del pueblo con hermosas vistas a la ría. Y es que este pueblo se empina, y más que calles, son escalinatas. Estando en una costa tan explotada turísticamente, no sé cómo ha logrado mantener su tipismo de desordenado urbanismo de pueblecito de pescadores. Es un auténtico laberinto de casas de fachadas blancas con puertas y ventanas pintadas de colores, adornadas con buganvillas que acrecientan el colorido.
En un par de ocasiones sorprendimos al sol escondiéndose tras los altos edificios de Portimao. Entonces, el cielo se empieza a teñir de anaranjado, después de un rosado que perdura y nos permite contemplarlo con detenimiento. El cielo se un puro incendio, y el espectáculo se prolonga más de media hora. Es una preciosidad.
Panorámica de Ferragudo
Calles de Ferragudo
Puerto de pescadores de Ferragudo
Atardecer en Ferragudo
Ponta do Altar (Ferragudo)
No podíamos haber elegido mejor lugar para poner el broche a este día que Punta del Altar, donde se sitúa un faro. Nos ofrece la oportunidad de contemplar un bonito atardecer mientras los acantilados se tiñen de anaranjado con las últimas luces del día y el sol se esconde por detrás de la Ponta da Piedade en Lagos.
Por este lugar pasa el Caminho dos Promontorios, sendero lineal de 7 Km que transcurre entre Ferragudo y Carvoeiro, en la costa del municipio de Lagoa. Nosotros recorrimos un tramo unido al Sendero dos Sete Vales Suspensos y otro tramo en torno a la Torre da Lapa.
Atardecer en Ponta do Altar
Praia dos Caneiros
Otro lugar que visitamos al atardecer fue la Praia dos Caneiros, cerca de Ferragudo. El sol se pone entre un pináculo que emerge del mar y el acantilado donde su ubica el Farol da Ponta do Altar. Menudo restaurante tan chulo (y tan pijo) hay en esta playa.
Praia dos Caneiros
Ponta de João Arens: PR-3 de Portimao
La ruta de pequeño recorrido PR-3 del municipio de Portimão comienza en la Praia de Vau y finaliza en la dos Tres Irmãos (Alvor). Nosotros la acortamos empezando en la Praia do Alemão para recorrer una ruta circular por la Ponta de João Arens, ya que, mirando el mapa, nos parecía el tramo más atractivo.
Aparcamos sin problema a la sombra en la Praia do Alemão, ubicada entre Portimao y Alvor, y tomamos el sendero que sube al acantilado. De nuevo nos vuelve a sorprender esta costa recortada tan bonita. En esta zona se acumulan especialmente numerosos peñascos desgajados, aunque también apreciamos cuevas y arcos.
Avanzando por el sendero al borde del acantilado descubrimos playas secretas que se esconden entre altas paredes de roca, en cuyas aguas fondean los yates. Otro aspecto positivo de este percurso pedestre es que hay algunos pequeños pinos que aportan sombra. Se agradece, porque el sol pega en esta costa tan rocosa que atrapa el calor y lo devuelve contra ti.
Observamos también un algar (cueva) compuesto por un pozo totalmente vertical. Hay una plataforma desde la que te puedes colgar sobre el agujero, y ver cómo el mar verdoso entra por el fondo del pozo.
Siguiendo el PR-3, llegamos hasta un mirador sobre la playa anterior a Prainha, divisando al fondo la Ponta da Piedade, y desde ahí regresamos por un sendero más interior entre pinos.
Praia do Alemão
Praia de Boião
Playas en la Ponta de João Arens (Portimao)
Gruta de Baratas
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: ALGARVE Y ALENTEJO. COSTA SUR DE PORTUGAL
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