Las Pozas de Mougás será uno de los puntos por los que pasaremos en esta ruta por el municipio de Oia. Inmersas en la naturaleza, los lugareños aprovechan para refrescarse en verano bajo las cascadas. También visitaremos el Monasterio marítimo de Santa María de Oia, o el Sobreiral de Faro, el bosque mediterráneo más occidental de Europa. Estamos al sur de la provincia de Pontevedra, en el Baixo Miño.
Localización
Oia es un pueblo marinero de la provincia de Pontevedra, situado en la costa sur de Galicia. Es un bonito lugar que equidista de Baiona y A Guarda, aunque de menor renombre que sus vecinas. Al abrigo de la Serra da Groba, la costa de Oia es rocosa, y la más salvaje de la provincia de Pontevedra.
Gracias a las óptimas condiciones de la Serra da Groba para practicar parapente, Oia se ha convertido en referente en Galicia para experimentar esa aventura.
La ausencia de playas le ha permitido librarse de la desmesurada fiebre inmobiliaria que invade las costas de la provincia de Pontevedra. El pueblo conserva su esencia, con su pequeño puerto, encantador, en el que sobresale el Monasterio de Santa María de Oia.
Oia será el punto de inicio de esta ruta al Sobreiral do Faro y a las Pozas de Mougás.
Coordenadas GPS: 42.0055885,-8.8779723,15.25
Monasterio de Santa María de Oia. Una visita cultural antes de la ruta senderista.
La principal particularidad del monasterio cisterciense de Santa María es su ubicación, justo pegado al mar. Esto lo convierte en algo único. Por ello, durante siglos actuó como fortaleza defensiva contra los ataques marítimos. Como el ataque de barcos turcos en el siglo XVII, que resultó vencido por los monjes encabezados por Fray Anselmo.
Exterior del Monasterio de Santa María de Oia
Los monjes realizaban diversas actividades, entre ellas, la pesca con “camboa” (una especie de trampa para los peces). En el puerto de Oia, todavía podemos ver hoy en día restos de este arte pesquero. Otra de las actividades monásticas era la cría de caballos salvajes en la cercana Serra da Groba, costumbre que permanece actualmente.
Resulta lamentable que el monasterio esté actualmente en manos privadas. En estado de abandono, suele encontrarse cerrado. Sólo es visitable la iglesia del monasterio. Para visitarla, preguntamos en el estanco del pueblo, según nos habían indicado. Allí contactamos con una vital nonagenaria que guardaba las llaves de la iglesia, y nos la enseñó a cambio de sólo 1 € por persona. (Según me han indicado, ahora la iglesia es de acceso gratuito).
Cierto es que iglesias hay muchas, y ésta es una más. Pero lo verdaderamente interesante son las historias que cuenta Ester, que durante sus 90 años ha vivido diferentes épocas, convirtiéndose en una de esas personas que conoce sucesos que no están escritos, y que muchas veces, tristemente, se van perdiendo con el tiempo.
Se ha escrito que el monasterio fue una cárcel durante la guerra civil. Sin embargo, Ester nos niega que esa afirmación sea cierta, y recuerda la hospitalidad de los lugareños, quienes siempre acogían a quiénes llegaban a Oia. En cambio, otros testimonios aseguran que el monasterio actuó como campo de concentración, existiendo evidencias contrastadas.
La arquitectura del edificio cisterciense es mezcla de 3 estilos. Sobre sus orígenes románicos se incorporaron más adelante elementos barrocos y renacentistas.
Tras la desamortización de Mendizábal, los frailes del monasterio, San Benito y San Bernardo, intervinieron para que la iglesia pasara a ser propiedad del pueblo (no así el monasterio), con la condición de que se celebrase misa todos los días. Y así perdura hasta hoy en día.
Interior del Monasterio de Santa María de Oia
Descripción de la ruta de Oia a las Pozas de Mougás
Desde Oia caminaremos por la Serra de Groba hasta las pozas de Mougás. Iniciamos la ruta en la carretera general, tomando la desviación (en sentido contrario al mar), que indica hacia Mavia/ Loureza/ Torroña/ Burgueira, por carretera asfaltada cuesta arriba.
Justo en el punto kilométrico 1 de esta carretera, EI-3202, tomamos un atajo a la izquierda, para seguir subiendo por una pista forestal. Primero los eucaliptos tapan las vistas, pero en poco tiempo llegamos a una zona de pinos jóvenes, gozando de un paisaje más amplio que nos permite ver el mar cuando ya hemos ganado cierta altura.
La subida se acaba después de media hora. A partir de entonces mantenemos nivel y con una vegetación baja, por lo que las vistas son constantes hacia la costa.
Vista de la costa de Oia desde la Serra da Groba
Varias son las corrientes de agua que nos cruzamos. Imagino que las cascadas deben de ser abundantes en otra época.
Serra da Groba
Sobreiras de Faro
La pista forestal empieza a subir con suave pendiente, dirigiéndonos a las Sobreiras de Faro.
No es que el entorno de las Sobreiras (alcornoques, en gallego) de Faro sea un lugar de destacada belleza. Su peculiaridad radica en que se trata del bosque mediterráneo más occidental de Europa, y por ello ha sido nombrado el “Primer espacio privado de interés natural” de Galicia, para otorgarle un estatus de protección.
Se encuentra en un lugar protegido de los vientos, y atravesado por el río Broi. Antiguo lugar de reunión de hombres y pastoras. Es zona de colmenas para aprovechamiento de miel y pertenece a la parroquia de Viladesuso.
Al Sobreiral de Faro sólo se permite acceder andando, y en horario de 10 am a 6 pm. Una corta ruta de senderismo permite acceder.
Sobreiras de Faro en la Serra da Groba
Cano dos Mouros
Abandonando el Sobreiral elegimos la ruta que asciende (otra desciende). Nos conduce a un alto donde se sitúan unas antenas con buenas vistas de los montes y de la costa. Buen sitio para descansar y comer el exquisito manjar que conseguimos en la panadería de Oia, una empanada de chocos.
Tras el descanso, bajamos entre pinos. En el lugar denominado Cano dos Mouros encontramos curiosas formaciones rocosas.
Según la leyenda, aquí se encuentra la piedra del rey Sol, desde donde adoraba el atardecer.
Cano dos Mouros
Vistas desde Cano dos Mouros
Las Pozas de Mougás
Cruzando un pinar accedemos de nuevo a una pista forestal, la cual seguimos por la derecha, desembocando en otra pista asfaltada. Un letrero indica “Las Sobreiras de Faro”. Ahí seguimos a la derecha, ahora cuesta arriba, alcanzando el “Picadero O Rancho”, y desde ahí tomando el camino de la izquierda que baja suavemente.
Los árboles nos ocultan el paisaje durante un buen rato, mientras nos encontramos alguna cascada por el camino.
Un letrero indica el acceso a las Pozas de Mougás. Una gran poza, con cascadas cayendo sobre ella, y donde una veintena de chavales se lo estaban pasando pipa, saltando al agua, nadando, o poniéndose bajo las cascadas para sentir cómo el agua caía sobre sus hombros. Un sitio natural muy bonito.
Pozas de Mougás
En la poza grande se muere el camino, lo que obliga a regresar por el mismo sitio durante 500 m. Nosotros nos dirigimos a continuación a la aldea de Mougás. Todo este tramo, entre la poza grande y Mougás transcurre también entre árboles, sin vistas abiertas.
Un sendero parte a la izquierda poco antes de llegar a Mougás. Por ahí nos acercamos a otras pozas más pequeñas, y también más solitarias.
Bosques de Mougás
Este sendero discurre al lado del río. Según nos comentaron, siguiendo río arriba se llega a otras pozas. Era el camino usado antiguamente para acceder a los molinos de agua que se encontraban a lo largo del río.
Tomando una senda estrecha entre vegetación de ribera nos dirigimos a la aldea de Mougás. Desde Mougás ya volvemos a ver el mar desde una posición algo alta. Y, tras recorrer la aldea nos encaminamos hacia la costa.
Caminamos los últimos kilómetros hasta Oia al borde de esta costa tan pedregosa, ¡tan bonita!. Los días son muy largos en esta época y todavía tenemos tiempo para tomar algo en un bar con vistas a las fincas que se extienden hasta el mar.
Costa de Oia
Ha sido una buena caminata: 23.5 km, aunque por camino muy fácil y sin subidas pronunciadas.
En esta zona hay muchos petroglifos. Pero, aunque nos fijamos en algunas rocas, no conseguimos encontrar ninguno. La oficina de turismo de Oia organiza rutas de senderismo guiadas para ver algunos petroglifos.
Memorables puestas de sol en Oia
La costa entre Baiona y A Guarda, la costa más al sur de Galicia, está totalmente abierta al Atlántico. Las puestas de sol son memorables.
Algo más en los alrededores……….Cabo Silleiro
Tomamos la desviación hacia Baredo después de pasar Baiona, para subir hasta un mirador. Desde una cómoda estructura de madera divisamos bonitas vistas, aunque deslucidas por la meteorología del día. En la costa identificamos el Parador de Baiona, y también la zona de Panxón. Algo más lejos, el Cabo Home, las Islas Cíes…
Mirador de Cabo Silleiro
Faro de Cabo Silleiro
Para dormir y comer en Oia
Para cenar: Tapería Campoa (en el puerto de Oia). Comida tradicional, sin gran elaboración, pero excelente materia prima. Destaco las zamburiñas, también ricos percebes, y sobre todo el balacao a la brasa, ¡enorme y riquísimo!
Lo mejor es su ubicación, sobre el mar, en esta costa orientada al oeste, lo que nos permite disfrutar de unas puestas de sol espectaculares mientras cenamos.
Para dormir: Casa rural Puertas (en el puerto de Oia). Una casa muy cuidada y unas propietarias muy amables. Vistas parciales al monasterio de Santa María de Oia, y al mar. Rico bizcocho casero para desayunar. Desde el jardín de la casa de turismo rural tenemos salida directa al mar.
Track de la ruta
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3091976
Pingback: Cascadas de Galicia - Más rutas y menos rutinas
Me gustaría aclarar 2 cositas sobre el Monasterio de Oia.
Primero: lo que hacía Ester (cobrar 1€ por entrar a ver la iglesia) actualmente ya no lo hace porque la iglesia es parroquial (pertenece a la parroquia) no es privada como el monasterio. Por suerte, el párroco actual NO se lo permite.
Segundo: el Monasterio SI que fue campo de concentración durante la guerra civil. Dentro todavía se conservan las pintadas de los presos, hay fotografías, estudios, biografías, recuerdos de vecinas… ME PARECE UNA AUTÉNTICA FALTA DE RESPETO HACIA LAS VÍCTIMAS Y FAMILIARES NEGAR SU EXISTENCIA.
Hola María,
Gracias por tus aportaciones acerca del monasterio de Oia. Un saludo