Esta ruta entre Muxía y Cabo Touriñán pertenece al Camiño dos Faros de la Costa da Morte. Ruta que a lo largo de 200 km entre Malpica y Fisterra, recorre esta abrupta, mágica, hermosa, y salvaje costa. Acantilados, playas, faros, ríos, rías, penedos…….. y sobre todo, sintiendo el aliento del mar……..y la fuerza del viento…………sintiendo la Costa da Morte.
Localización de la ruta
Caminata de 5 + 20 Km. Este ruta transcurre entre Muxía y Cabo Touriñán, siguiendo el Camiño dos Faros da Costa da Morte. Sin embargo, nosotros solemos realizar adaptaciones al «Camiño oficial», y por tanto esta ruta incluye:
- el tramo final de la etapa 6 del Camiño dos Faros da Costa da Morte: alrededores de Muxía
- gran parte de la etapa 7, de Muxía a Nemiña, llegando sólo hasta Touriñán en nuestro caso. La etapa de Muxía a Nemiña consta de 25 Km, que se convierten en más si a uno le gusta investigar un poco el entorno, desviándose algunos metros de la ruta, acercarse un poco al mar, subir a algún pequeño promontorio………….Si a esto unimos la dureza de esta ruta, subiendo y bajando cabos, caminando por estrechísimos senderos entre tojos al borde del acantilado……….resulta una etapa excesivamente larga y dura. Si se quiere disfrutar de verdad, yo pienso que hay que acortarla. Y eso hemos hecho nosotros.
Coordenadas GPS: 43.1040355,-9.2215228,16
Descripción de la ruta de Muxía a Cabo Touriñán
Muxía
Iniciamos nuestro recorrido en la playa da Cruz, de Muxía. Es una playa de aguas bastante tranquilas, en el interior de la ría.
Pronto llegamos al centro de Muxía. De corazón marinero y trazado desordenado, en este pueblo de la Costa da Morte se mezclan casas de arquitectura tradicional marinera con otras más modernas.
Y así alcanzamos el paseo marítimo que bordea el litoral hasta la Punta da Barca. Pasando por los secaderos de congrio, disfrutando de estupendas vistas a la ría y al Cabo Vilano. Las berzas crecen en las leiras con aroma a mar. Las gaviotas revolotean por doquier.
Secaderos de congrio en Muxía
Punta da Barca
En la Punta da Barca se alza el santuario da Virxe da Barca. La ermita parece pasmada mirando al temible mar de la Costa da Morte, en una grandiosa costa de granito. A su lado, los turistas se reparten el turno de fotos entre la archifamosa Pedra de Abalar y la Pedra dos Cadrís. No hay ni que mencionar la leyenda de estas piedras mágicas y la del barco que trasladó a la virgen.
En esos momentos continuaban las obras de restauración de la ermita, herida por un rayo durante los fuertes temporales (ahora ciclogénesis) de unas navidades. (Actualmente la ermita ya está completamente restaurada).
Cabo Vilán a un lado y Cabo Touriñán al otro…………¡grande!
Faro da Barca en Muxía
Santuario da Virxe da Barca en Muxía
Punta da Barca en Muxía
Una corta subida por un camino empedrado nos conduce a un promontorio, el mirador del Monte Corpiño. No son ni 5 minutos de subida, y merece la pena contemplar las vistas.
“Penedos, altos penedos, do Corpiño vixiante, sodes com´o meu amor, tristes, barudos e grandes”.
Mirador do Monte Corpiño en Muxía
Retomando el paseo marítimo, continuamos bordeando esta pequeña punta, sintiendo el poderoso Atlántico.
Playa do Codio
Entre secaderos de congrio y costa pedregosa vamos recorriendo el litoral de Muxía. La playa do Codio está llenita de codios.
Más adelante, desde la punta de Bol Virón, otro entrante en el mar, disfrutamos de otra buena panorámica de Muxía y del océano.
Y esta tarde ya no da para más que pararnos a contemplar la puesta de sol sobre el mar de la Costa da Morte.
Mirando al cielo, por la noche, distinguimos perfectamente la Vía Láctea desde el pueblo de Lires……..el Campus stellae marca el Camino de Santiago, que pasa por aquí.
Mañana continuaremos………………
Mirador Monte Facho de Lourido
Al Monte Facho de Lourido subimos en coche por una estrecha pista. Se sitúa sobre Muxía. El paisaje que divisamos representa una buena síntesis de lo que es la Costa da Morte. De los agrestes entornos de Cabo Vilán y Cabo Touriñán, a los más sosegados de la ría de Camariñas, pasando por los valles suaves y los pequeños montes ondulados……….Y el inmenso Atlántico perdiéndose en el horizonte.
Distinguimos Muxía, Punta da Barca, la playa de Lourido, y al otro lado llegamos a divisar el Monte Pindo.
Continuamos el Camiño dos Faros. De Muxía a Cabo Touriñán
Playa de Lourido
Para retomar la etapa 7 del Camiño dos Faros, aparcamos al lado del campo de fútbol de Muxía, al borde del mar y cerca de la playa de Lourido, donde vamos a iniciar la caminata.
Pasamos por una pequeña cala, y después por la hermosa playa de Lourido. Se extiende al pie del Monte Facho protegida por dunas de varios metros de altura. Sobre uno de los acantilados están construyendo el Parador de Muxía, como promesa de revitalización de la zona tras el desastre del Prestige. Un poco tarde……….después de tantos años, los pescadores han vuelto al mar.
Playa de Lourido en Muxía
Tras recorrer la playa, desde el otro extremo entra en escena el Cabo Vilán, asomando por detrás de la Punta da Barca.
Las playas de la Costa da Morte, en agosto, tan paradisíacas y sin conocer la masificación.
Playa de Lourido en Muxía
Continuamos por un sendero que bordea la costa. Como siempre, yo asomándome a cada rincón.
El Camiño está pensado para caminar hacia el oeste. Está señalizado mediante flechas verdes, aunque no confío en que resulte fácil seguir la ruta sólo con las señalizaciones. En cualquier caso, la dificultad de esta etapa no es apta para cualquiera.
Monte Cachelmo
Nos espera la subida al Monte Cachelmo.
Pero, antes de emprender la subida, nos asomamos a la pequeña cala de codios de Río Escuro. Aquí el mar se embravece.
El día resulta ideal para caminar. Un sol de finales de agosto ya menos potente, mezclado con algunas nubes, y una ligera brisa. Temperatura perfecta.
Y a partir de ahora, lo que parecía un tranquilo paseo por la costa, se convierte en una pronunciada subida, semejante a una ruta de montaña. Pero, ánimo que no es para tanto, son sólo 170 m de ascensión. Y lo bueno es que nos podemos parar en cualquier momento, ya que lo que nos rodea no tiene desperdicio. Y estas vistas nos animan a continuar subiendo. La recompensa merece la pena.
Vistas desde el Monte Cachelmo
Desde lo alto del Monte Cachelmo, …………….. Cabo Vilán a un lado, Cabo Touriñán al otro, Punta da Barca en medio, y la ermita mirando al mar.
Este es el marco de la leyenda de Buserana, de amores que terminan en tragedia. Una ola que arranca del acantilado a la joven hija del caballero de un castillo, cuando buscaba a su trovador amado, desterrado a una gruta por su amor imposible.
Playa de Arnela
La bajada hasta la playa de Arnela se las trae. Mala idea la mía de venirme con unas zapatillas viejas de suela gastada.
Nos dirigimos a la Playa de Arnela
Playa de Arnela
Punta Buitra
Y de nuevo otra subida a lo bruto, hasta el Monte Buitra. A Punta Buitra se puede llegar en vehículo por una pista de tierra. Y si ya es maravilloso recorrer Punta Buitra en coche, mucho más es hacerlo caminando.
Sospecho que ninguna guía turística lo menciona, ya que es improbable encontrarse con nadie……….….ni siquiera alemanes, que se las saben todas.
A donde ya no llegan los coches, y nosotros sí, es a lo más alto del Monte Buitra. Un agreste entorno granítico, casi dramático, dominado por el viento, donde sólo algunos tojos y brezales consiguen sobrevivir, aunque sin levantar más de 10 cm del suelo. Hasta nuestros oídos llega la música de la romería de San Xiao de Moraime, que se está celebrando.
Una piedra plana en un sitio abrigado mirando al mar y al Cabo Touriñán es el lugar perfecto para saborear nuestra empanada de zamburiñas. El océano, habitualmente traicionero, está muy tranquilo hoy. Estamos en una de las zonas más bravas de la costa da Morte.
Vistas desde Monte Buitra
Sortear estos acantilados es un auténtico rompepiernas……………subimos, bajamos, volvemos a subir, volvemos a bajar…………pero, la verdad es que este recorrido costero es espectacular.
Acantilados de Punta Buitra a Coido de Cuño
Coido de Cuño
Llegar hasta el Coido de Cuño ha sido muy chulo. La senda, muy estrecha, bordea los acantilados. Nos sentimos en un paraje muy agreste y escarpado, y notamos el espíritu de la Costa da Morte. Por aquí no pasa casi nadie.
Los contrastes de Galicia pueden sorprendernos en cualquier esquina. Y éste es uno de esos lugares donde se dan la mano lo agreste y la frondosidad. No hay más que caminar 100 m desde la orilla del mar para penetrar en un bosque frondoso, al borde del regato Cuño. Robles, alisos, laureles, helechos rebosan verdor. Restos de molinos embadurnados de musgo, el sonido del agua saltando………..
Entorno del regato Cuño
Monte Pedrouzo
Otra subidita, también matadora, esta vez entre un pinar………….y nos preparamos para subir al Monte Pedrouzo. A nuestras espaldas va quedando Punta Buitra, y vemos todo el acantilado que hemos recorrido.
La subida termina a 275 m de altura en lo alto del Monte Pedrouzo. Magnífica atalaya. Amplio panorama de la Costa da Morte. El Cabo Fisterra, el Monte Pindo, Touriñán, Cabo Vilano, Monte Branco………..y el viento…………..y el océano.
Vista de Punta Buitra desde Monte Pedrouzo
Playa de Moreira
La bajada del monte Pedrouzo cara a Touriñán es de vértigo…………muy vertical. El descenso hasta la playa de Moreira tiene también una verticalidad brutal. De verdad que las pendientes son una barbaridad en este tramo.
Bajada del Monte Pedrouzo a Playa de Moreira
Ahí se ve el surco por el que hemos bajado a la Playa de Moreira.
Otra vez a nivel del mar en esta cala de cantos rodados, la playa de Moreira.
Pero esto no dura mucho………..tenemos que volver a subir…..¡La ruta de Superman!
Cabo Touriñán
Acercándonos a Touriñán, las tierras más llanas permiten los cultivos. Verdes campos de maíz, que resaltan sobre el azul del mar. Verde intenso también de los prados donde pastan algunas vacas. Esto no es normal en esta época, ver todo tan verde a finales de agosto es increíble…….este verano tan fresco.
Tras enlazar con la carretera de acceso al faro de Touriñán, y recorrer un tramo por asfalto, nos desviamos por una senda que sube a la parte más alta del cabo. Las vistas son espléndidas.
Cabo Touriñán
Recorrer este sendero que bordea el acantilado del cabo Touriñán es dejarnos envolver de nuevo por la esencia de estas costas, por el poderío del viento y del océano que llega hasta el infinito, por los penedos graníticos que modela el viento, y la vegetación que ni se atreve a remontar altura.
Cabo Touriñán
En el Faro Touriñán damos por finalizada nuestra caminata, llamando a un taxista para que nos devuelva a Muxía. Ha sido una ruta fantástica, memorable.
Faro Touriñán
Donde comer y dormir
Para dormir: Casa Raúl, en Lires (cuando otros sitios están llenos, aquí solemos encontrar sitio)
Para cenar:
- As Eiras, en Lires. La caldeirada de sargo estaba muy rica, a pesar de lo tardones que fueron.
- Mar Viva, en Corcubión. Este restaurante-pescadería ya lo conocíamos. Los percebes, pequeños pero sabrosos. Las navajas mucho más pequeñas que las del año pasado y menos sabrosas. Los pescados (sanmartiño y salmonetes), excelentes, y el coulant de chocolate………¡de muerte!. Y los precios, yo diría que más altos que el año pasado. Menudo empacho……….
Tras la cena y de regreso a Lires, y ya que anoche distinguimos la Vía Láctea perfectamente desde el pueblo. Hoy nos paramos en un sitio de oscuridad total……..¡qué visibilidad de cielo nocturno!. ¡Qué impresionante es siempre contemplar un cielo tan estrellado y distinguir en medio ese fabuloso camino de estrellas que conduce a Compostela!!
Track de la ruta de Muxía a Cabo Touriñán
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7644349
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