El invierno trae muchas cosas buenas, y, entre ellas, ríos vigorosos y cascadas copiosas. En este día de finales de enero nos acercaremos a las fervenzas de Raxoi, en el municipio pontevedrés de Valga. El río Valga desciende dinámico por un valle angosto, formando diversos saltos de agua de gran belleza.
Localización de las fervenzas de Raxoi
Acceder hasta las cascadas de Raxoi no supone ninguna dificultad. En Valga, un cartel en la N-550 indica la desviación hacia las fervenzas. La estrecha carretera comarcal nos conduce por el entorno rural hasta el núcleo de Raxoi, donde aparcamos el coche para bajar caminando hasta el río.
Descripción de la ruta de las fervenzas de Raxoi
No debemos caminar ni siquiera 1 Km para llegar al primer molino, donde comienza una pasarela de madera por un entorno mágico. El vigor del río Valga se cuela entre las rocas y los troncos recubiertos de musgo que ocupan su cauce. Paisaje en verde y blanco, uno más de los parajes fluviales de los muchos que tenemos, que nos recuerdan la pasada actividad humana, herencia de nuestros antepasados, y un presente para el disfrute de la naturaleza.
Fervenzas de Raxoi
El entorno está pletórico en esta época. La humedad es extrema y lo embarga todo.
El invierno es la época en la que naturaleza habla de otra forma. Sus sonidos son los de la potencia del agua y el silencio de los pajarillos. Es también la época en la que no te cruzas con nadie, o acaso con aquellos que están dispuestos a escuchar la sonoridad del invierno.
Subiendo por una senda que resbala de lo lindo a la izquierda de la cascada que cae sobre una poza, el espectáculo continúa. Meigas y trasnos a punto de aparecer…….cascadas y más cascadas, y un segundo molino. Se trata de los molinos de Parafita, que han sido restaurados.
Molinos de Parafita
Así llegamos a la cascada más alta, que, desde este punto vemos lejana, sin poder acercarnos a su base. El río Valga desciende dinámico y decidido por este valle profundo y estrecho, donde la orografía manda y lo hace encajonarse.
Río Valga
Regresando al primer molino que habíamos visto, y cruzando el puente de madera sobre el río Valga, seguimos por la senda de la orilla izquierda , corriente abajo, que nos dirige a otro punto de acceso a las cascadas, que queda todavía más cerca en coche si se aparca aquí.
Molinos en el río Valga
Nuestro relajado paseo prosigue por una estrecha pista asfaltada sin tráfico, entre un robledal escuchando el sonido del río, que va quedando más alejado.
Si se quiere caminar menos, también se puede llegar hasta aquí regresando por nuestro camino de ida junto al primer molino, en dirección a la aldea de Raxoi, pero sin alcanzarla. Habría que tomar hacia la derecha, y seguir los carteles que indican la ubicación de las fervenzas.
Por unas escaleras de madera bajamos hasta la orilla del río, y nuevo turno para fotos. Estamos muy cerca del otro lado, por donde estuvimos antes, y quizá cuando el río baja con poca agua, incluso podrían enlazarse haciendo alguna pirueta.

Petroglifos Pedra da Serpe
A escasa distancia se encuentran los petroglifos de Pedra da Serpe. Podríamos haber llegado caminando, pues la ruta de senderismo está señalizada para ello, pero la verdad es que no nos parecía nada interesante caminar por asfalto entre montes de pinos y eucaliptos. Así que, en coche nos acercamos hasta la piedra granítica que los antepasados labraron con petroglifos. La luz era nefasta para observarlos. Aún así podíamos contemplar círculos concéntricos, e intuir los grabados de líneas que se cree que representan serpientes, con unos 5 milenios de antigüedad.
Probablemente, se trataba de un lugar de culto relacionado con ritos a la fecundidad, a la caza, a los astros.
Track de la ruta a las Fervenzas de Raxoi
Descargable para GPS: es.wikiloc.com/wikiloc… d=12122294
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