En el monasterio de Carboeiro comenzamos y terminamos esta caminata de 15 Km, por bosques, ríos, aldeas, siendo los puntos culminantes la espectacular fervenza do Toxa y el propio monasterio de Carboeiro que ha sido medio restaurado. Una ruta que merece la pena.
Localización de la ruta Fervenza do Toxa
Para iniciar la ruta de la cascada do Toxa, nos dirigimos al Monasterio de Carboeiro, en el municipio de Silleda, a unos 30 Km de Compostela. Estamos en la comarca del Deza.
Las indicaciones por el método tradicional: Desde la autopista de Santiago a Ourense, tomamos la salida a Bandeira. 3 Km después está el pueblo de Bandeira, donde cogemos la desviación a Merza, (también hay señales en Bandeira indicando a la Fervenza do Toxa). A 2 Km de Bandeira, nos desviamos hacia Breia/Manduas, y después por la desviación A Moa a la izquierda, hacia el Monasterio de Carboeiro. En los siguientes cruces seguimos las indicaciones al monasterio.
Y las indicaciones por el método tecnológico: coordenadas GPS 42º 45′ 19.34″ N / 8º 14′ 46.08″ O.

Descripción de la ruta Monasterio de Carboeiro y Fervenza do Toxa
40 de mayo, y todavía no nos podemos quitar el sayo, en un fresquito y nublado día del junio.
Monasterio de Carboeiro
Al lado del monasterio iniciamos la caminata, encontrando un panel informativo justo al inicio de la senda.
Desde el monasterio descendemos por un camino empedrado en medio de un bosque de gran biodiversidad, que nos lleva a orillas del río Deza. En este hábitat conviven 16 especies de peces de río, suponiendo una de las mayores diversidades de los ríos gallegos.
Tras cruzar el puente (Ponte do Demo) entramos en el concello de Vila de Cruces, por donde continúa la senda.
Comprobamos la gran variedad arbórea que puebla las orillas del río Deza.
«El monasterio de Carboeiro, en su época uno de los más ricos de todo el país, pasó por grandes dificultades en su origen. No era fácil encontrar hombres que supieran trabajar la tierra, el dinero era escaso y los monjes pasaban grandes dificultades.
Hartos de soportar estas penalidades, decidieron hacer un trato con el demonio, del cual se encargó el hermano Ramón un viernes.
El demonio, como buen constructor, levantaría un monasterio de sólida piedra entre el viernes y el domingo por la mañana; a cambio, llevaría consigo todas las almas que falleciesen ese domingo.
El demonio aceptó, con reticencias, pues era conocedor de que los monjes poseían el salterio de San Cipriano, el cual lo espantaba y lo atormentaba si se presentaba. Pero la sinceridad del hermano Ramón lo convenció.
El demonio construyó el hermoso santuario y se puso a la espera de su recompensa. Lejos de cumplir el trato, el abad mayor echó mano del salterio, produciendo tal enfado en el demonio por sentirse engañado que intentó derribar el monasterio, pero entre el miedo al salterio y la buena obra que había hecho le resultó imposible.
Cuando, siglos más tarde, el salterio fue llevado a Toledo, el demonio sopló una pavorosa tempestad sobre el monasterio que lo convirtió en las ruinas que vemos hoy en día, cumpliendo su venganza»
Así, el Ponte do Demo invita a iniciar una ruta tan misteriosa como esta leyenda.
Este cartel también indica las 2 opciones de las rutas:
Opción A: caminando por bosques. Un poco más larga (sólo 0.5 Km más), y es la que intentamos seguir.
Opción B: pasando por pueblos rurales
Aunque los senderos estaban inicialmente marcados, como no podía ser de otra manera, las marcas han desaparecido en muchos lugares. La vegetación lo invade todo. En algún sitio perdimos el rumbo, y al final no hicimos ni la opción A ni la B, sino no se sabe cuál, llamémosla opción X.
La senda empieza a subir por el bosque, perdiendo de vista el monasterio al poco tiempo. Sin saber cómo, aparecemos en el balneario y después en la aldea de Paradela.
De allí nos dirigimos a Reboredo, después de pasar por la playa fluvial, que queda al borde de la carretera.
Por el sendero nos dejamos envolver en la espesura de los bosques húmedos de ribera. Por veces te crees que estás en una selva tropical.
Muy cerca de la Fervenza do Toxa, observamos una fuente cubierta con una losa en la que han grabado varias figuras: una concha de vieira, un aguilucho y una rama de roble.
Y llegamos a la preciosa cascada, la Fervenza do Toxa, donde el río Toxa se precipita desde una altura de 30 metros, por una pared de roca, sobre una poza, en un entorno rodeado por frondosa vegetación. Y no estamos en ningún país tropical, todo ello está muy cerquita de casa. Los recónditos lugares de Galicia.
Fervenza do Toxa
Yo me preguntaba si sería posible llegar a la parte alta de la cascada, o a algún mirador superior. Así que vamos a investigar. Subimos por la pista que conduce al acceso en coche, hasta que descubrimos un canal de agua que cruza esta pista. Y así, girando a la izquierda, seguimos una casi imperceptible senda al lado del canal.
Peleando contra zarzas, helechos, ortigas de 1 m de altura, y en ocasiones contra el vértigo, llegamos a un mirador. Esta primavera tan lluviosa y cálida ha hecho crecer la maleza de forma desmesurada por doquier.
Desde la distancia, observábamos bastante diminuta la cascada do Toxa en su parte superior.
Además, también divisábamos el paisaje de esta comarca del Deza: bosques, montes, el río, y algún pueblo.
Mirador de la parte superior de la fervenza do Toxa
Pienso que este punto es menos conocido que la parte inferior de la cascada del Toxa. Así como allí continuamente llegaba y marchaba gente, aquí no nos encontramos a nadie. En cualquier caso, me imagino que es fácil acceder desde la carretera.
Para continuar, teníamos 3 opciones, coger el camino fácil, volver por donde habíamos llegado, o continuar avanzando al lado del canal. Elegimos esta última opción, aunque un cartel advertía de la peligrosidad de andar al lado del canal, lo cual sólo está permitido a personal de mantenimiento del canal de Merza. Eso sí, avanzamos con precaución.
Lo más complicado es pasar agachados por un par de túneles. Las ortigas ya no son de 1 m, sino de 2 m. Además, no hay senda, sino que caminamos por el borde del canal.
Por debajo del viaducto del AVE nos salimos del canal. Por camino de tierra entre árboles que después desemboca en una pista asfaltada, llegamos a la aldea de Pazos. Allí conversamos con una mujer que nos indicó el camino y nos comentó que sólo habitan 10 personas en Pazos.
Tras llegar a un puente y cruzar el río, seguimos de frente, subiendo, según nos habían indicado. Alternando pistas asfaltadas y caminos por el bosque conseguimos avanzar. No hay indicaciones y puede ser fácil perderse, por lo que el GPS es aconsejable
Otra vez se espesa el bosque: robles y helechos. Y oímos muchos pájaros.
Por una pista asfaltada llegamos a la aldea de Martixe de abaixo, que tras cruzarla, abandonamos por la carretera.
Empezamos a divisar el monasterio de Carboeiro entre la vegetación.
Al lado de la carretera también se desarrolla vegetación espesa.
Y tranquilamente llegamos de nuevo al monasterio de Carboeiro.
Visita al Monasterio de Carboeiro
Aprovechando que el monasterio estaba abierto, entramos a visitarlo (1 € por persona), al menos para contribuir un poco a su mantenimiento.
Actualmente se conservan una iglesia y una casa anexa. Nos explicaron que fue reconstruido hace unos años, ya que estaba totalmente en ruinas.
La iglesia tiene planta de cruz latina, con 3 naves y un crucero. En su momento, fue centro de peregrinación, como indica la girola de su cabecera.
Interior de la iglesia del Monasterio de Carboeiro
Yzquierdo Perrín afirma que «la complejidad arquitectónica de su planta y alzados sólo es comparable con la catedral de Santiago de Compostela y algunos otros edificios debido a los cistercienses».
Esta iglesia dispone de más de 40 puntos de luz, repartidos entre ventanas y rosetones, algo extraño en una construcción románica.
La fachada principal está adornada con relieves de músicos del Apocalipsis, al igual que el Pórtico de la Gloria, con la diferencia de que aquí hay 23 músicos en vez de los 24 de la catedral.
También bajamos a la cripta (recomendable llevar linterna para bajar por las oscuras escaleras de caracol).
La cripta sirve de apoyo a la cabecera de la iglesia, y fue construida para salvar el desnivel del terreno. Las bóvedas se realizaron con la técnica de cascajo, siendo, junto con la catedral de Tuy, los únicos lugares de Galicia donde podemos ver este tipo de técnica.
Después de la caminata, todavía nos quedaban ánimos para subir a la torre a ver las vistas del río y la fraga.
Casa anexa al monasterio, vista desde la torre de la iglesia
Iglesia del Monasterio de Carboeiro
En el exterior del edificio se sitúan las caballerizas y el palomar. También forma parte del conjunto un molino de agua ubicado al lado del río, al cual llegamos en 5 minutos caminando por un sendero.
Fue fundado a principios del siglo X (año 939) por los condes D. Gonzalo y Doña Teresa, a orillas del río Deza. De estilo románico, gozó de gran relevancia en el pasado debido a sus riquezas.
El conde Don Gonzalo falleció antes de finalizar la construcción del edificio, y la condesa continuó las obras.
Finalizada su construcción, se nombró abad al monje Félix. La iglesia fue consagrada por el obispo Hero de Lugo y por San Rosendo de Celanova. El monasterio se dedicó a San Lorenzo.
Las propiedades del monasterio continuaron incrementándose gracias a la protección del rey conseguida por la condesa.
En tiempos de los Reyes Católicos, el monasterio de Carboeiro pasó a depender de San Martiño Pinario de Compostela, perdiendo el título de abadía, y con ello perdiendo poder y riquezas.
En el siglo XIX, debido a la desamortización de Mendizábal, finalizó la actividad monástica y cayó en estado ruinoso.
En 1931 se designó Monumento histórico-artístico, permaneciendo abandonado, hasta que llegado el siglo XXI se inició su reconstrucción, ahora interrumpida.
Track de la ruta Ferveza do Toxa y Monasterio de Carboeiro
Descargable para GPS: es.wikiloc.com/wikiloc… id=2953937
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La vegetación hace mágico el lugar. Parece alejado de la civilización y sin embargo las aldeas están cerca. Hermoso!
Hola María del Carmen,
Gracias por tus comentarios. Sí, es un sitio muy bonito, con muchas vegetación y mucha agua. Merece mucho la pena.
Saludos
EXTRAORDINARIO REPORTAJE. MUCHAS GRACIAS
José, muchas gracias por tu comentario. Un saludo
Voy a visitar la cascada y el monasterio la tercera semana de agosto, evitando andar al máximo, es fácil acceder a ambos lugares en coche ?? Gracias por el reportaje, fantástico de veras
Hola Melchor,
Muchas gracias por tus comentarios. Sí, es fácil acceder en coche a ambos lugares. Hasta el monasterio se llega en coche. Para ir a la cascada hay que aparcar bastante cerca y acercarse caminando. Tengo que decirte que ahora mismo las cascadas están muy flojas. Hay muy poca agua. Espero que disfrutes igualmente de cualquier lugar que visites. Saludos
Muy interesante. En el Grove, hay una iglesia con el nombre de Toxa, igual que Tocha, esta de fundación gallega, en Portugal. Y, no lejos, Fervença, con água que viene de la profundidad y no del alto como em Fervenza deToxa.
Hola Antides,
Gracias por tus aportaciones. Interesante comentario.
Un saludo