En un día de gran simbología para las culturas andinas, emprendía una excursión a Chinchero, Maras y Moray, para terminar en Ollantaytambo, emplazado en el Valle Sagrado de los Incas. Interesante excursión, conociendo diversos lugares. En Chinchero visitaremos un taller artesanal de tejidos. Maras nos ayudará a entender la ingeniería agrícola de los incas. Conoceremos el peculiar paraje de las salineras de Moray.
En Ollantaytambo tomaré el tren para llegar a Aguas Calientes. Es el preámbulo al gran día, que culminará en Machu Pichu.
Excursión a Chinchero, Maras y Moray
Por la noche caían chuzos de punta. Amanece muy nublado, pero poco a poco va abriendo el cielo.
Han llegado las vacaciones para mi maleta, que se queda en el hotel por unos días. Mi maleta ya sabe de abandonos, jeje, pero sabe que siempre la dejo en buenas manos y que volveremos a encontrarnos.
1 de noviembre, día de los vivos, y mañana, día de los muertos. En los Andes, estos días se celebran con una fusión de tradiciones de la religión católica y la religión andina. Los vivos acuden a los cementerios a llevarle a sus muertos sus comidas favoritas. Porque, en la cultura andina, la vida no termina con la muerte. Los muertos continúan entre nosotros para siempre.
A las 9 de la mañana, me recoge una furgoneta para hacer la excursión a Maras y Moray, que contraté en una agencia turística de Cusco. Mijail es el guía del grupo y nos va explicando curiosidades de la zona, su economía, sus tradiciones, costumbres, historia.
Una región con mezcla de recursos económicos: turismo, agricultura, ganadería, minería.
Y con una gran esperanza de vida (por encima de 80 años en hombres y 85 en mujeres), gracias a su hábitos saludables. Alimentación de autoconsumo a base de productos naturales, no existe el estrés, no se pagan impuestos, no se usan teléfonos móviles, ni automóviles, a todas partes van caminando……¡son expertos en trekking! Su dentadura es perfecta gracias al consumo de hojas de coca….nunca van al dentista.
La furgoneta sube perezosa las pendientes que nos llevan hasta los 3750 m de altura de Chinchero.
El paisaje lo forman grandes praderas onduladas, plantaciones de eucaliptos, montañas al fondo……algunos nevados.
Paisaje de Chinchero
Tintes naturales en Chinchero
Chinchero es uno de los últimos reductos de la cultura inca, sus habitantes conservan la lengua quechua. Siguen usando ropas tradicionales, con colores vivos, que consiguen con productos naturales.
Conocida como la población del arco iris, una deidad andina que conecta al inca con el mundo superior, formado por el sol, la luna y las estrellas. Por ello, Chinchero era el lugar elegido por el Inka para su descanso. En su palacio apareció muerto en extrañas circunstancias. Según los cotilleos de la época, se cree que fue asesinado por una de sus concubinas, fruto de los celos. Hoy en día es posible visitar las ruinas arqueológicas de este palacio, aunque nosotros únicamente hacemos una parada para visitar un taller de tejidos y teñidos.
La explicación y demostración de los tintes naturales nos sorprende, yo creo que a todos. Obtienen todos los tintes a partir de productos que encuentran en su entorno, en su mayoría plantas y animales. Sólo con la cochinilla, mezclándola con diferentes productos (por ejemplo, con sal), consiguen más de 30 tonalidades diferentes de rojos!!!
Artesanía textil en Chinchero
Ingeniería agrícola en Maras. El conocimiento inca
A partir de Chinchero el paisaje es…………, impresionante, con vistas a los nevados de la sierra andina.
Nos desviamos de la carretera para tomar una pista de tierra a Maras. El paisaje es precioso. Ya ha empezado la temporada de lluvias, y por tanto, comienzan los cultivos. Y por ello, nos vamos encontrando campesinos preparando las tierras con el arado tradicional.
Yo querría parar a cada instante para ver toda esta barbaridad de paisaje, para sentirlo y para fotografiarlo. Pero, las excursiones organizadas es lo que tienen, que sólo puedo hacer fotos desde dentro del coche en movimiento.
Me habría encantado hacer una caminata por este lugar para poder disfrutarlo con mayor intensidad. Es la espinita que me queda, pues al final, ha sido el lugar que más me ha gustado paisajísticamente del viaje.
Paisajes de Maras
Pasando la aldea de Maras, llegamos al sitio arqueológico, formado por terrazas de cultivo. Terrazas que no se dedicaban a la explotación, sino a la investigación agrícola. Algo así como un centro de investigaciones científicas a nivel agrícola. Un laboratorio-invernadero gigante y al aire libre !!!
El guía nos va explicando los entresijos. Es increíble que cada terraza supone una diferencia de 1 ºC de temperatura. Así, en la parte más baja la temperatura es unos 10-15 ºC más alta que en la parte superior………. esto lo vamos notando en cuanto bajamos!. De esta forma, investigaban los cultivos de plantaciones de diversos hábitats. Una gran obra de ingeniería agrícola, muy adelantada para su época, en torno al año 1300.
Gracias a sus investigaciones, los incas consiguieron hacer comestible la patata. ¡En estado salvaje era venenosa!!
El sitio es sorprendente, pero lo más espectacular es el entorno. Los campos agrícolas rodeados por la Cordillera de los Andes, donde destaca la figura triangular del nevado Salkantay de más de 6000 m de altura.
Salineras de Moray
De aquí regresamos al pueblo de Maras, y nos desviamos para dirigirnos hacia las salineras de Moray. Los paisajes son alucinantes, ¡¡y los tours sólo lo consideran sitio de paso!!.
Las salineras pertenecen a la comunidad indígena de Moray, y están en continuo crecimiento, ya que cada miembro de la comunidad tiene derecho a un pozo propio cuando cumple 18 años.
La extracción de sal es uno de los recursos de la comunidad, que compaginan con la agricultura cuando llega la época de lluvias.
¡Un calor de muerte emana de esta blanca superficie inundada!
Carretera a las Salineras de Moray
Salineras de Moray
Hacia el Valle Sagrado
El grupo regresa a Cusco, pero yo me quedo en “el ramal” para seguir camino hacia Machu Pichu. Así se lo indiqué al conductor al salir de Cusco, pues a veces pueden hacer el recorrido en un sentido o en otro. Este ramal es la confluencia de la pista que viene de Moray con la carretera que va a Cusco y a Urubamba. Varios taxis aguardan a la caza de turistas.
Tres campesinos peruanos esperaban el autobús a Urubamba, al tiempo que yo intentaba conseguir un taxi. En este lapsus, paró un taxista que llevaba a 2 turistas franceses, e intentaba completar el coche. En un pestañear me encontré bajando la cuesta hacia el valle del Urubamba en un taxi destartalado, y en compañía de 2 turistas franceses y 3 campesinos peruanos.
El paisaje de bajada hacia Urubamba es espectacular………campos de maíz del más intenso verde, el valle allá abajo cruzado por el río, y la Cordillera de frente.
En Urubamba, tanto los franceses como yo, pretendíamos encontrar un transporte hacia Ollantaytambo. Nuestro taxista no estaba dispuesto a perder este negocio, y se ofreció a llevarnos hasta Ollanta directamente por 10 soles por persona. ¡Podré resistir este olor media hora más!
La verdad es que Perú me está sorprendiendo muchísimo, no me imaginaba estos paisajes tan maravillosos. Quizá porque orientan el turismo más bien hacia la arqueología.
Ollantaytambo. Tren a Aguascalientes
Ollantaytambo es un pueblecito precioso, entre montañas, y con todos los servicios para turistas. Casitas pintadas de colores, con balcones de madera, calles empedradas, en un entorno idílico.
Un paseo por Ollanta, y todavía tengo tiempo para una merienda (zumo de mango recién hecho) en una terraza de la coqueta Plaza de Armas. Paseando al lado del río llego a la estación de tren para embarcar rumbo a Aguascalientes. (Piden estar media hora antes en el tren, pero es innecesario).
Se palpa en el ambiente la emoción de la gente por encaminarse hacia un sitio tan mítico como el Machu Pichu. Pronto podré descubrir yo también si realmente crea unas sensaciones tan inolvidables.
Tren a Machu Pichu
El tren Vistadome dispone de un techo medio acristalado que permite disfrutar del paisaje. Yo me estoy achicharrando, pues me ha tocado en la ventana soleada. Nueva merienda que me sirven en el tren.
El recorrido comienza siguiendo el curso del río Urubamba en su camino hacia el Amazonas. Por el amplio valle se salpican pequeñas aldeas y campos de cultivo. El maíz predomina, pero lo que no entiendo es a quién se le ha ocurrido plantar eucaliptos por aquí.
En Pisacucho, km 82, comienza el conocido camino inca hacia Machu Pichu. A partir de entonces, el valle se estrecha, el río baja marrón y revuelto. Las torretas eléctricas no encajan para nada en el paisaje.
A medida que desciende el tren, va apareciendo la ceja de selva, que cada vez se hace más espesa.
En realidad, yo me esperaba mucho más de este viaje en tren. Se nota mucho que es un lugar intervenido por el hombre.
Aguascalientes
Aguascalientes, a 2000 m de altitud, es un pueblo nacido exclusivamente como base para visitar el Machu Pichu. Su urbanismo no tiene ningún interés, y se ubica en un lugar nada recomendable para ser habitado, por riesgos de derrumbamientos. En un entorno precioso, envuelto en exuberante vegetación y acompañado por el sonoro descenso del río, es una sucesión de tiendas, restaurantes y hoteles. ¡El Benidorm de la cultura inca!!.
Pingback: Cusco: corazón inca y colonial - Más rutas y menos rutinas