Si no dispones de vehículo propio, no te puedes marchar de Villa O´Higgins cuando quieras. Un pequeño autobús recorre, 2 veces por semana, los 155 km de distancia a Caleta Tortel, en 5 h. Se trata de un autobús “directo”…., ¡Claro!, no hay nada en medio, ni una aldea, ni una casa.
La Villa O’Higgins es el último pueblo de la Ruta Austral, asentada en la desembocadura del río Mayer hacia el lago O´Higgins. Para entender la vida en la Villa, hay que ser conocer su lejanía. Y a eso dedicamos un par de días de nuestro viaje, sin maletas.
Pasar una noche en Candelario Mancilla es toda una experiencia. Hemos llegado a pie hasta el borde del lago O’Higgins desde Argentina para embarcarnos en la Quetru rumbo al gigante Glaciar O’Higgins, que nos deslumbrará con sus colores azulados y el sonido de los desprendimientos de hielo sobre el lago.
Una auténtica aventura nos espera en el cruce fronterizo de Argentina a Chile, desde El Chaltén a Villa O´Higgins, pasando por el Lago del Desierto. Un cruce que requiere una buena planificación, combinando autobuses, barcos y un tramo a pie por paisajes absolutamente impresionantes.
¡Qué impresionante ha sido esta caminata por el Valle Eléctrico, en El Chaltén! Pura Patagonia. Cualquier plano impresiona de verdad, como la nueva perspectiva del Fitz Roy, o la visión del Glaciar Marconi al final del amplio valle.
Bastante bruta resultó esta ruta por El Chaltén. Comenzando en el pueblo, realizamos el recorrido hasta la Laguna Torre, continuamos por las Madre e Hija hasta la Laguna de los Tres, y finalizamos en la hostería El Pilar. En camiseta de tirantes, los paisajes son tan brutales como las energías que necesitamos para completar tan largo recorrido.
Llega el momento de cerrar una etapa de esta aventura. Tras 10 intensísimos días en el sur de Chile, volvemos a nuestra querida Argentina. Nos resulta interminable seguir disfrutando de sus paisajes, de su gente, de su comida…… Y este nuevo contacto nos lleva en primer lugar a conocer el glaciar Perito Moreno de forma inesperada.
