Pasar una noche en Candelario Mancilla es toda una experiencia. Hemos llegado a pie hasta el borde del lago O’Higgins desde Argentina para embarcarnos en la Quetru rumbo al gigante Glaciar O’Higgins, que nos deslumbrará con sus colores azulados y el sonido de los desprendimientos de hielo sobre el lago.
Tramo chileno del Paso de El Chaltén a Villa O’Higgins
De nuevo en Chile, en medio de la nada. Tras el hito fronterizo Chaltén-O’Higgins, quedan 15 km de caminata hasta la aduana.
Venimos de Argentina: Ver etapa anterior por Argentina
El belga que se nos había perdido, aparece, y en su compañía seguimos caminando por paisajes patagónicos absolutamente aislados.
Camino del Lago del Desierto (Argentina) a Lago O´Higgins (Chile)
Ya en Chile, nos despedimos de la silueta del Fitz Roy, que se va volviendo más tenue en la lejanía.
Los cantos de los pajarillos amenizan nuestro caminar. Alternando la sombra del bosque con paisajes más despejados, a pleno sol patagónico, ¡qué calor!
Unos km antes de llegar a Candelario Mancilla, empezamos a divisar el lago O´Higgins. Las flores primaverales adornan los campos.
Lago O´Higgins
Siempre caminamos a ritmo lento. Nuestro amigo belga sufre su tendinitis.
Sigue en nuestra cabeza: “Ojito con Hans, que os la puede jugar”.
Al borde del lago se sitúa la aduana chilena, y sólo nos queda 1 km más para llegar al hospedaje del lugar, en la casa de los descendientes de un pionero que dio nombre a este asentamiento, Candelario Mancilla.
Embarcadero de Candelario Mancilla en el Lago O´Higgins
Nos recibe Héctor, nieto del pionero, y hermano de Ricardo, el de los caballos, que no está en casa.
Esto es la auténtica Patagonia profunda, un lugar a 3 horas en barco del último pueblo de la Ruta Austral, Villa O´Higgins. No hay nada más, sólo una humilde casita con algunos anexos, en la que ofrecen alojamiento a turistas en habitaciones muy modestas o en camping. Una turbina hidráulica genera la electricidad. Habíamos pedido a Hans que llamase a la casa de Candelario Mancilla para reservarnos una habitación, pero….ni caso.
Hablamos sobre el equipaje, buscando alguna posible solución, pero a Héctor no le interesa ayudarnos.
Nuestro problema no parece tener resolución inmediata, y nos entretenemos charlando con turistas de varias nacionalidades, la mayoría de camping.
Héctor acaba de matar una vaca. Tendremos carne fresca para la cena.
Tras la cena, todos los días dispone de unos minutos de comunicación por radio, su único medio de conexión con el mundo exterior. Hablando por radio con su hermano encontramos una solución para recuperar nuestro equipaje, aunque no será inmediata. Nos obligará a quedarnos en Villa O´Higgins más tiempo del previsto.
Las gentes de la Patagonia profunda son de pocas palabras. Poco a poco conseguimos ganarnos la confianza de Héctor, y empieza a contarnos sus historias, curiosas, como corresponde a la experiencia de vivir en un lugar así.
También la historia de su abuelo, Candelario Mancilla, con mezcla de sangre mapuche. Fue el primero en llegar a estas tierras, y ostenta el honor de dar nombre al lugar.
Héctor estaba sorprendido por nuestra paciencia y tranquilidad ante estas circunstancias, pensando que esta situación pondría de los nervios a cualquiera.
Navegación por el Lago O´Higgins al Glaciar O’Higgins
Al día siguiente, nos vamos a visitar el glaciar O’Higgins.
Sólo un día por semana opera la navegación por el lago O’Higgins hasta el gran glaciar (hasta 3 días por semana en verano).
La nave Quetru sale temprano de Villa O’Higgins , recala en Candelario Mancilla, y continúa navegación turística hacia el glaciar O’Higgins, regresando de nuevo a Villa O’Higgins en un día completo de navegación.
Hemos programado nuestro mes de viaje tratando de encajar este traslado en este día. Un día crítico. Estamos sin maletas, pero no podemos esperar una semana más, ni conviene dar marcha atrás. O sea que, decidimos continuar adelante con los planes, con el compromiso de disponer de nuestro equipaje en 4 días, aprovechando una navegación especial para abastecimiento de suministros a los pobladores del lago.
Al organizar un viaje de este tipo, a lugares de tan difícil accesibilidad, con traslados críticos, con climatología incierta que puede obligar a suspender accesos…….ya habíamos asumido que algo podría fallar, que los planes podrían romperse en cualquier momento. Aceptar estos riesgos formaba parte de la aventura. Poner en marcha el plan B, tirando hacia atrás, sería un fracaso. Todo nuestro empeño estaba en seguir adelante, buscando la mejor solución.
Tal como habíamos planeado, nos embarcamos en Candelario Mancilla, rumbo al glaciar O’Higgins. En este mismo barco llegaba Ricardo, con quién terminamos de arreglar el transporte de nuestras maletas.
Un día muy nublado, que resta vistosidad a la navegación, aunque aceptablemente bueno en estas latitudes.
Necesitamos 2 horas para aproximarnos al frente del glaciar, durante las cuales navegamos por el lago O’Higgins.
Navegación por el Lago O’Higgins
Cuanto más nos adentramos hacia el Campo de Hielo Sur, más pensamos en lo lejos que estamos de todo.
Resulta escalofriante pensar que las montañas que tenemos ante nuestros ojos, no han sido exploradas jamás por seres humanos, que muchos de estos lugares están absolutamente vírgenes, sin ninguna pisada humana.
Desde el Campo de Hielo Sur se descuelgan varios glaciares sobre el lago. No hace mucho tiempo, la mayoría caían sobre el mismo glaciar O’Higgins, que sufre un fuerte retroceso En los últimos 100 años ha perdido 15 km.
Apreciamos la altura que ocupaba el glaciar observando sus huellas sobre las paredes rocosas.
Más escondido queda el glaciar Chico, cubierto por cenizas del volcán Lautaro.
La llegada al gran glaciar O’Higgins resulta imponente. Ver cómo va surgiendo ante nuestra vista ese gigante, con 2 lenguas cayendo desde los hielos continentales……¡tan lejano! ¡uf!
Glaciar O’Higgins
Casi 4 km de frente de glaciar, con paredes de hasta 80 m de altura. Impresionan las formas caprichosas del hielo, sus colores. Unas estructuras con grandes grietas, causando desprendimientos continuos, que contemplamos, que oímos, que sentimos en forma de olas. Estamos en el Parque Nacional Bernardo O’Higgins.
Por ello, no resulta extraño el retroceso tan rápido del glaciar………se desmorona en continuo.
Esto es tan lejano……….tan inaccesible…….¡Brutal!
Turno para la gracia típica: el whisky con piedritas de glaciar
Sólo nos permitimos ser visitantes por unos instantes, dejando que la naturaleza siga su ritmo, sin estorbos.
Es inevitable emprender rumbo de regreso a Candelario Mancilla.
Navegando por el Lago O’Higgins
Tras el breve atraque en Candelario Mancilla para embarque/desembarque de algunos pasajeros, continuamos nuestra travesía por el lago. Chile a un lado, y Argentina al otro. Pero, más allá de fronteras políticas, un territorio común de naturaleza salvaje: la Patagonia.
En dirección a Villa O’Higgins, el lago se estrecha. Las laderas se cubren de bosques, y las cumbres de nieve……..sin ningún indicio humano.
Desembarcamos en Bahía Bahamóndez, el punto donde finaliza la mítica Ruta Austral, que para nosotros será el punto de inicio para recorrerla.
Puerto Bahamóndez en Villa O´Higgins
Bus a Villa O’Higgins, a 7 km. ………Y, nuestras maletas, en Argentina.
Hans nos ofrece docenas de disculpas. Estamos obligados a quedarnos un día más en Villa O’Higgins, en espera de maletas, por lo que no dispondremos de medio de transporte para salir del pueblo un día más tarde (bus sólo 2 veces por semana). Hans se compromete a buscarnos un transporte.
Ecuador del viaje. En 2 semanas hemos caminado más de 200 km.
A partir de ahora, continuaremos aventuras por la Región de Aysén, en la húmeda Patagonia chilena.
Track de la ruta de Laguna del Desierto a Lago O’Higgins
Nuestra ruta para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3758791
(Ojo: al llegar a la Laguna Larga, en la zona argentina, hice un tramo incorrecto con el GPS, subiendo a una zona alta, y teniendo que bajar por unos precipicios de miedo. Lo adecuado es dejar la Laguna Larga a tu izquierda)
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Hola estoy planeando mi viaje desde colombia espero estar pronto en tu tierra. quisiera saber si hay posibilidad de pasar a la ruta 7 a la ruta 23, o como paso en camioneta de villa o higgins al calafate
Hola Alexander,
Mi tierra es España, aunque Sudamérica me encanta. Guardo muy buenos recuerdos de Colombia.
No se puede cruzar directamente en camioneta de la ruta 7 a la ruta 23, es decir, no hay ruta vehicular. Se puede cruzar andando en combinación con navegación por el lago O’Higgings. Para llegar de Villa O’Higgings al Calafate tendrás que regresar por la ruta austral, ruta 7, hasta Cochrane y cruzar a Argentina por Paso Roballos. Es una vuelta larga. Son lugares remotos.
Sin duda, cualquier opción que elijas será una gran experiencia. Saludos