El casco histórico de Zamora ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico. Es la ciudad europea con mayor concentración de edificios románicos, muchos de los cuales están catalogados como Monumento Histórico Artístico. Zamora se alza en un pequeño cerro sobre el río Duero, por lo que aúna patrimonio monumental con espacios naturales.
Visitando Zamora: románico, modernismo y el río Duero
Nos quedamos en Zamora un par de noches, por lo que tuvimos oportunidad de recorrerla tanto de día como de noche, y pasar varias veces por algunos lugares.
Conviene conseguir un folleto con los horarios de visita de iglesias, que suelen entregar en los hoteles o en la oficina de información turística.
Comenzamos el paseo por Zamora en la Plaza Viriato, que está dedicada al héroe zamorano de origen portugués. Una estatua rinde homenaje a Viriato. En esta plaza se enclava el Palacio de los Condes de Alba y Aliste del siglo XV (edificio del Parador), y enfrente, el antiguo Hospital de la Encarnación, que actualmente es sede de la Diputación. En una esquina de la plaza se localiza el Museo Etnográfico.
Plaza Viriato de Zamora
Parador de Zamora en la Plaza Viriato
El conjunto monumental se completa con la antigua iglesia de la Concepción, que ahora alberga el Archivo Histórico provincial y la Biblioteca pública, cuya fachada ya se dirige hacia la plaza de Claudio Moyano, contigua a la Plaza de Viriato.
Plaza de Claudio Moyano
Continuando por la Plaza Claudio Moyano llegamos a una explanada conocida como Mirador de San Cipriano, donde encontramos la Iglesia de San Cipriano, románica del siglo XII. Se caracteriza por su triple ábside cuadrado.
Uno de nuestros paseos nocturnos nos regaló un buen premio. La Iglesia de San Cipriano se encontraba cerrada para visitas turísticas, ya lo sabíamos, y no contábamos con poder ver su interior. Pero por la noche estaba ensayando un coro y la iglesia estaba abierta. Qué sorpresa. Yo diría que es de las más bonitas de Zamora.
Hay que fijarse en las figuras de los relieves. Una representa una sirena, otra un herrero……y mucho más.
Iglesia de San Cipriano
Salimos de la Plaza Viriato en dirección a la cercana Plaza Mayor, caminando por la Calle Ramos Carrión, donde nos fijamos en la fachada azul del Teatro Ramos Carrión, uno de los edificios modernistas de Zamora. Ocupa unos terrenos que pertenecían al Palacio de los Condes de Alba y Aliste. El teatro ofrece una amplia agenda cultural, que abarca danza, teatro, actuaciones musicales, etc.
Teatro Ramos Carrión
La Plaza Mayor alberga otro grupo de edificios destacados, entre los que se encuentran tanto la antigua Casa Consistorial como la actual. La Iglesia de San Juan de Puerta Nueva reluce en medio de la plaza. Construida en el siglo XII, es un destacado edificio románico en el que sobresalen sus rosetones, característicos del románico zamorano. Su nombre hace referencia a una de las puertas de la primitiva muralla que se trazaba muy próxima.
Iglesia de San Juan de Puerta Nueva en la Plaza Mayor de Zamora
En la Plaza Mayor finalizaba antaño el casco medieval amurallado. Sin embargo, en siglos posteriores la ciudad fue creciendo y extendiéndose, siendo necesario construir una segunda muralla e incluso una tercera, de la cual ya no se conservan las antiguas puertas de entrada, como eran las de Santa Clara y San Torcuato.
Gracias a la llegada del tren, la ciudad gozó de un gran desarrollo en el siglo XIX. Durante esta época se construyeron numerosos edificios modernistas que ahora constituyen la Ruta Modernista de Zamora, que forma parte de la Ruta Europea del Modernismo.
Edificios modernistas de Zamora
La Calle Santa Clara concentra muchos ejemplos de edificios modernistas. Tanto de día como de noche nos vamos fijando en las fachadas que se van sucediendo, de edificios construidos por familias adineradas entre finales del siglo XIX y principios del XX.
Pero incluso entre el modernismo de esta calle, siempre aparece el arte románico. Es el caso de la Iglesia de Santiago del Burgo, que se emplaza en un ensanchamiento de la calle Santa Clara que forma la Plaza de Santiago. Esa zona se situaba antiguamente extramuros, y esta nueva zona del Burgo necesitaba su propia iglesia. Dependía originariamente del arzobispado de Santiago de Compostela. También posee un rosetón sobre la portada principal.
Iglesia de Santiago del Burgo
Al igual que la Calle de Santa Clara, la calle San Torcuato también parte de la Plaza Mayor. Ambas son calles comerciales y de bares, muy animadas para los paseos de la tarde.
En la Calle San Torcuato, a la altura de la Plaza de Zorrilla, nos encontramos el histórico Palacio de los Momos, que actualmente es sede del Palacio de Justicia. En estilo renacentista, su fachada luce relieves y escudo de armas. El edificio se levantó en el siglo XVI como residencia de un marqués y más adelante incluso llegó a funcionar como mesón y casa de huéspedes.
Palacio de los Momos
Muy cerca está la Iglesia de San Vicente (Calle San Vicente), cuya fachada encontramos en obras. Esta iglesia luce un espigado campanario de 6 pisos y planta cuadrada. Su portada de varias arquivoltas está siendo restaurada. Al lado se sitúa el histórico Teatro Principal.
Iglesia de San Vicente
Una noche nos acercamos hasta la Plaza de San Esteban, que está próxima a la Calle San Torcuato para conocer la Iglesia de San Esteban. Es otro ejemplo de románico del siglo XII, en este caso con ábsides rectilíneos.
Tenemos que atravesar la Plaza de Viriato para acercamos a la Iglesia de Santa María la Nueva, cercana al Museo de Zamora y Museo etnográfico. Ocupa la plaza del mismo nombre y su ábside semicircular luce esplendoroso. Estaba cerrada y nos contentamos con admirar su exterior que presenta un campanario de espadaña.
Iglesia de Santa María la Nueva
De nuevo en la Plaza de Viriato, nos disponemos a realizar un recorrido bastante completo por el centro de Zamora. Recorremos la Rúa de los Francos y nos topamos con la iglesia románica de Santa María Magdalena, del siglo XII, que estaba abierta. Su interior alberga un sepulcro románico, supuestamente perteneciente a la reina Doña Urraca. Exteriormente presenta un ábside semicircular. La portada que mira a la Rúa de los Francos es muy hermosa, representando el paraíso con diferentes motivos vegetales.
Iglesia de Santa María Magdalena
Enfrente se sitúa el Convento del Tránsito. Era inicialmente un palacio residencial de una familia noble, que en su testamento donaron para fundar un monasterio de las Clarisas en el siglo XVI. Y así, sigue siendo actualmente, un monasterio de clausura de las monjas Clarisas Descalzas.
Continuamos por la Plaza de San Ildefonso, donde se enclava la Iglesia de San Pedro y San Ildefonso, que presenta dos llamativos arbotantes apoyados sobre el edificio señorial que se sitúa al otro lado de la estrecha Calle San Pedro. El edificio se construyó en el siglo XII sobre una anterior iglesia visigoda
Iglesia de San Pedro y San Ildefonso
Cerca está el Convento de las Religiosas Marinas, en la Plaza de Fray Diego de Deza.
Tras pasar la Plaza de Arias Gonzalo nos desviamos de rumbo para asomarnos al Mirador del Troncoso desde donde contemplamos una panorámica del río Duero. Las orillas del río se han convertido en un parque, estupendo lugar de esparcimiento. Desde el mirador apreciamos el emplazamiento de la ciudad en lo alto, elevando sus murallas defensivas sobre el río.
Mirador del Troncoso: vista del río Duero y Puente de Piedra
Sólo necesitamos unos cuantos pasos más para llegar a la Oficina de información turística, donde nos atendieron muy gentilmente, nos entregaron mapas y folletos y nos facilitaron valiosa información para organizar nuestra visita a Zamora.
Ya sólo queda un paso hasta la Catedral. No hay pérdida. La Plaza de la Catedral nos ofrece una visión exterior del edificio, en el que destaca el cimborrio de estilo bizantino. El otro edificio notable de la plaza alberga el Museo Baltasar Lobo, artista zamorano del siglo XX que se dedicaba principalmente a la escultura y estuvo exiliado en París.
Plaza de la Catedral de Zamora
La entrada a la Catedral de Zamora incluye también el Museo Catedralicio. Ver horarios y tarifas: Enlace
Al museo se accede desde el claustro de la catedral y en su interior sobresale la exposición de tapices antiguos.
Exposición de tapices en el Museo Catedralicio de Zamora
La catedral de San Salvador es pequeña. Su origen se remonta al siglo XII en estilo románico. En el exterior destaca su torre románica, además del cimborrio bizantino.
El interior posee un claustro, varias capillas y un impresionante órgano de dos plantas, esculturas, pinturas, etc. Se funden diferentes estilos arquitectónicos y artísticos.
Interior de la Catedral de Zamora
Salimos de la catedral para coger la calle del Postigo que nos acerca a la Iglesia de San Isidoro o del Carmen del Castillo, que estaba cerrada. Varias cigüeñas se afanaban por arreglar sus nidos en el campanario de espadaña. Mientras tanto, las nubes se han ido difuminando y el cielo clarea.
Iglesia de San Isidoro y del Carmen
Por el Parque del Castillo accedemos al viejo Castillo de Zamora del siglo XI, que ahora está en ruinas. Domina el entorno desde su posición más elevada sobre la llanura. La entrada es gratuita, aunque con horario limitado. Su función era defensiva y se elevaba sobre el cerro en el que se sitúa Zamora dominando el Duero y las vegas.
El recinto está acondicionado con pasarelas para poder recorrerlo y explorarlo. Desde el castillo divisamos gran parte de la ciudad de Zamora, el río Duero, la Catedral en primer término, y los campos que se pierden en la meseta.
Castillo de Zamora
Regresamos a la Plaza de la Catedral para descender por la Calle Puerta del Obispo. En uno de los edificios de esta calle fue hospedado El Cid en su visita a la ciudad.
Antes de cruzar bajo el arco de la Puerta del Obispo nos asomamos a la fachada sur de la Catedral para admirar su portada. ¡Es magnífica!
Fachada sur de la Catedral de Zamora
Bajo el arco de la Puerta del Obispo descendemos al río. La puerta data del siglo XI y se incrustaba en la muralla primitiva. Permitía entrar en la ciudad en las cercanías de la catedral. Nosotros la usamos para salir de la antigua zona intramuros.
Puerta del Obispo
En el río Duero se ubican las Aceñas de Olivares, antiguos molinos de agua en el cauce del Duero. Estacionalmente están abiertos a visitas, pero en invierno los encontramos cerrados.
Nos dirigimos a otra iglesia románica, la de San Claudio de Olivares, muy cerca de los molinos y del Duero. Estaba abierta y pudimos acceder a su interior. La chica que atiende las visitas de esta iglesia es encantadora. Este barrio de Olivares se situaba extramuros.
Iglesia de San Claudio de Olivares
Continuamos a la pequeña iglesia de Santiago de los Caballeros, que ya encontramos cerrada, porque no llegamos dentro del horario de apertura. Está fuera de murallas, rodeada de campo en una situación más baja que el casco histórico. Tanto el entorno como su tosca construcción le otorgan carácter de iglesia rural.
Iglesia de Santiago de los Caballeros
Desde aquí es fácil acceder al Puente de los Poetas (puente nuevo de 2013), por el cual cruzamos el Duero, regalándonos unas vistas muy bonitas de la catedral sobre las murallas y del río.
Vista de Zamora sobre el río Duero
A orillas del río se trazan senderos peatonales y parques. Es una maravilla tener sitios de esparcimiento en la naturaleza al lado de la ciudad. Recorremos los senderos y disfrutamos de las panorámicas que nos regala el paseo, contemplando la ciudad y los montones de torres de iglesias que sobresalen por encima de las murallas.
La playa de los Pelambres, el Mirador de Puente Viejo, son los lugares que nos vamos encontrando mientras nos dirigimos al Puente de Piedra.
Vista de Zamora sobre el río Duero
Son casi las tres de la tarde y el estómago reclama, por lo que cruzamos el viejo puente de arcos románicos (Puente de Piedra) para irnos al centro a buscar un sitio para comer. Llegamos a la Plaza Mayor y encontramos mesa en una soleada terraza del Restaurante Metro Zamora. Se estaba muy a gusto al sol de enero frente a la Iglesia de San Juan. Nos atendieron muy bien y nos tomamos unas ensaladas muy completas.
Tras este momento de descanso regresamos al Puente de Piedra para continuar el paseo fluvial, pasando antes por la Plaza de Santa Lucía, donde se emplazan varios edificios históricos: la Iglesia de Santa Lucía y el Palacio del Cordón, que alberga el Museo de Zamora.
El Palacio del Cordón (Palacio de Puñonrostro) luce un cordón franciscano labrado en su fachada. Era propiedad de los condes de Puñonrostro y data del siglo XVI.
Palacio del Cordón en la Plaza de Santa Lucía
Reanudando el paseo fluvial, continuamos por las sendas a orillas del Duero hasta el Puente de Hierro, pasando por las Aceñas de Cabañales, otro grupo de molinos cuyo acceso también estaba cerrado en esta época.
Aceñas de Cabañales en el río Duero
Cruzamos el Puente de Hierro y proseguimos por la otra orilla hasta que nos alejamos del río para visitar la Iglesia de Santa María de la Horta (estaba cerrada) situada en la Plaza de la Horta, al lado de una vieja chimenea industrial que se conserva. La iglesia pertenecía a un convento y fue construida en estilo románico, aunque también contiene características góticas.
Iglesia de Santa María de la Horta
Escasa distancia nos desplazamos para llegar a la Iglesia de Santo Tomé, que alberga el Museo Diocesano. Es una de las iglesias más antiguas de Zamora y pertenecía a un monasterio.
Iglesia de Santo Tomé
Regresamos a la Plaza de la Horta para subir por la Cuesta del Piñedo hasta la Plaza del Seminario, donde, además del Seminario, se emplaza la iglesia de San Andrés, que inicialmente era románica, aunque sufrió una intensa reconstrucción en el siglo XVI.
Plaza del Seminario
Continuamos a la Plaza de la Constitución, en la Calle Santa Clara, para visitar la Iglesia de Santiago del Burgo, que ayer vimos exteriormente por la noche y ahora está abierta. La escasa iluminación interior crea un ambiente de intimidad y recogimiento, pero no permite apreciarla bien.
Iglesia de Santiago del Burgo
Cerramos el itinerario siguiendo por la Calle Santa Clara hasta la Plaza Mayor. Ya habíamos pasado varias veces por la Plaza Mayor, y ahora tenemos la oportunidad de visitar el interior de la Iglesia de San Juan, también con pobre iluminación interior.
Al atardecer se crea un efecto muy chulo sobre la fachada porticada del Ayuntamiento viejo con el sol iluminando entre los arcos.
Ayuntamiento viejo de Zamora
Bastante cansados y con empacho de románico volvemos al Parador para tomar algo en la terraza de la cafetería, descansar y después cenar.
A la Iglesia del Espíritu Santo nos dirigimos en coche al día siguiente, ya que se sitúa fuera de murallas, en el barrio del Espíritu Santo. También presenta campanario de espadaña y lo más curioso es que está encastrada entre casas, las cuales han sido construidas a un lado y otro aprovechando muros de la iglesia.
Iglesia del Espíritu Santo
Alojamiento
Parador de Zamora. Se emplaza en un edificio histórico (Palacio de los Condes de Alba y Aliste) en la Plaza de Viriano, en pleno centro histórico.
La habitación está fenomenal, muy amplia, con cama enorme, zona de saloncito y ventana con vistas a la piscina y a la iglesia románica de San Cipriano. Este Parador es estupendo.
El desayuno, como ya viene siendo habitual en Paradores, resulta flojillo para el dinero que se paga, muy por debajo del nivel que sirven otras grandes cadenas hoteleras.
Todo el tiempo (2 días) dejamos el coche aparcado en la plaza lateral del Parador. Es zona ORA y el tiempo máximo de aparcamiento es de 3 horas, pero mediante una aplicación se puede renovar desde el móvil sin necesidad de volver físicamente a poner ticket.
Cenamos las dos noches en el restaurante del Parador, por lo que probamos varios platos: habones de Sanabria con oreja y chorizo, hamburguesa de cordero, arroz zamorano, cañitas zamoranas de crema……Muy rico todo, aunque el arroz zamorano estaba demasiado grasiento, lo comimos más rico en otro sitio.
Parador de Turismo de Zamora: Palacio de los Condes de Alba y Aliste