Durante nuestro viaje a Croacia en primavera visitamos el centro histórico de Split, que es Patrimonio Humanidad desde 1979. Atesora monumentos romanos en admirable estado de conservación, junto con edificios góticos, renacentistas, que convierten a esta ciudad costera en un destino muy turístico.
Split está a media hora en coche de Trogir (donde nos alojamos), a no ser que vayas por la carretera de la costa que es más lenta. Es la principal ciudad de la costa Dálmata y capital de la región de Dalmacia. Tiene unos 350.000 habitantes y es la segunda ciudad el país después de la capital Zagreb.
Split se emplaza en una península, o sea, está muy integrada en el mar, por lo que su puerto siempre ha aportado suculentos recursos económicos, como puerto comercial en siglos pasados y como puerto de pasajeros en la actualidad.
Si por algo destaca Split por encima de todo es por haber sido elegida por el emperador romano Diocleciano como lugar de descanso. Aunque Diocleciano llegó a ser emperador de Roma en el año 284 d.C., su origen era croata y ordenó construir un gran palacio en Split para establecer su residencia de vacaciones y retiro. Este Palacio de Diocleciano es el monumento más relevante de Split………sus 2000 años de antigüedad bien merecen la visita.
El Palacio se fortificó posteriormente en el siglo VII y Split se convirtió en una ciudad amurallada que usaron los habitantes para vivir protegidos frente a las invasiones.
Después de los romanos pasaron los bizantinos, húngaros, venecianos, austríacos, napoleónicos, aunque la ciudad siempre mantuvo cierta autonomía frente a cada uno de los imperios. Tras la I Guerra Mundial pasó a Yugoslavia, después volvió a ser ocupada por Italia en la II Guerra Mundial, después pasó a Yugoslavia y actualmente pertenece a Croacia desde la independencia de dicho país a finales del siglo XX. En fin, una completa amalgama de invasores que han dejado su huella y su cultura.
Visitando el centro histórico de Split
Aparcamos a la primera en un aparcamiento cercano al centro. Aunque indicaba cero plazas vacías, la rotación era continua y no tuvimos que esperar.
Llegamos en pocos minutos a la plaza Narodgi Trg, construida en la Edad Media durante el florecimiento económico y la expansión de la ciudad fuera de murallas. Está ocupada por palacios renacentistas y góticos de familias patricias. También se denomina Plaza del Pueblo, como ya hemos conocido en otras ciudades croatas.
Narodgi Trg en el centro histórico de Split
Callejeando por calles peatonales del centro histórico de Split vamos encontrando fachadas venecianas, arcos, columnas, ventanas artísticas, capiteles, montones de detalles en los que fijarse.
Sin necesidad de mapa, simplemente dejándonos llevar, llegamos al Peristilo, plaza principal del Palacio de Diocleciano. El Peristilo estaba rodeado de templos y palacios de familias nobiliarias. Se conserva todavía la arcada sobre columnas con capiteles corintios, que le confiere una belleza singular.
Por el Peristilo pasamos varias veces. Es inevitable, es el corazón de la ciudad romana y punto de encuentro de turistas de todas las nacionalidades. Es un lugar lleno de vida y se usa como escenario de diversas actuaciones. Nosotros coincidimos con una corta representación teatral gratuita de romanos, la cual congregaba a la multitud.
Peristilo del Palacio de Diocleciano en el centro histórico de Split
El Palacio de Diocleciano se construyó en el siglo III y es toda una ciudad en sí misma, ahora rodeado de altas murallas de 24 metros de altura. Por tanto, el palacio fue el origen de la ciudad cuyo topónimo, Split en croata, proviene del latín Spalatum (palacio). Del conjunto monumental original se conservan el Peristilo, el Mausoleo (que ahora es la catedral), Baptisterio, Vestíbulo, Templo de Júpiter.
Lo más increíble del palacio es su buen estado de conservación tras 17 siglos. Falta mucho de lo que era en la antigüedad, pues muchas piedras fueron extraídas y usadas para construcciones posteriores y así, aquellas decoraciones romanas en capiteles, relieves, columnas, han quedado integradas en otros edificios de la ciudad. Pero en cualquier caso, su estado de conservación es admirable.
Integración de elementos arquitectónicos en el centro histórico de Split
Diocleciano también quiso construir su mausoleo en Split, y aquí está enterrado. Posteriormente, el Mausoleo de Diocleciano pasó a ser la Catedral. Se accede pasando bajo la arcada del Peristilo.
Siguiendo la creencia de los egipcios, Diocleciano también quiso colocar una esfinge frente a su tumba como símbolo de divinidad y protección. Y por eso, una esfinge egipcia de basalto negro con cabeza humana y cuerpo de león se encuentra en el Peristilo. Existen otras esfinges en otras ubicaciones de la ciudad, una en la entrada del Templo de Júpiter.
En la oficina situada frente a la catedral compramos los billetes para visitar los monumentos de la época romana que permanecen en pie. Existen varias modalidades según el número de monumentos que se quieran visitar. Compramos el “yellow ticket” por 13 €/persona para visitar 4 monumentos: la Catedral, la Torre, Templo de Júpiter y un museo que alberga los restos de un templo de Diocleciano. No visitamos la cripta, pues estaba cerrada, aunque según comentaban, no tiene gran interés.
- La Catedral es muy pequeña, instalada en el Mausoleo de Diocleciano, el cual se convirtió en templo católico en el siglo VIII. El edificio es octogonal y se precede de un pórtico sobre columnas. Las puertas de madera se realizaron en el siglo XIII y son una magnífica obra escultórica en madera con escenas de la vida de Cristo. El interior del edificio es circular y la cúpula se sustenta sobre columnas corintias.
- Subir a la Torre supone enfrentarse a unos 200 escalones, los primeros peldaños son de piedra muy altos y después una especie de tramex. Merece la pena llegar arriba para contemplar la ciudad a vista de pájaro, y su emplazamiento en una bahía con los montes calcáreos a espaldas. Desde lo alto distinguimos las murallas, plazas, palacios, campanarios, iglesias, el puerto…… La Torre se construyó en el siglo XIII y se compone de varios pisos con arcos.
- El Templo de Júpiter es muy pequeño y mantiene la estructura romana. Diocleciano dedicó un templo al dios romano Júpiter, del cual se consideraba descendiente. Sus puertas talladas representan escenas de pájaros y niños recogiendo uvas. En su reducido interior echamos la mirada hacia arriba para apreciar el techo labrado y distinguir figuras de cabezas humanas. Tras la caída del imperio romano, el templo romano se transformó en baptisterio cristiano. El centro del templo está ocupado por la pila bautismal.
- En el museo se pueden ver cuadros bizantinos, códices, relieves y elementos romanos de un antiguo templo.
El Vestíbulo es otro de los elementos que se conservan de la época romana. Está al lado del Peristilo y la visita es gratuita. Se trata de un edificio circular con techo abierto, al modo del Panteón de Roma, que daba acceso a los aposentos del emperador. Antiguamente, la cúpula estaba cubierta por mosaicos.
Los subterráneos del Palacio comunican con el paseo marítimo y bajo las arcadas se instalan ahora puestos de venta. Antiguamente, al mar llegaba hasta aquí.
Varias puertas permiten cruzar las murallas que defendían la ciudad: Porta Aurea, Porta Argentea, Porta Férrea. Puerta de Bronce………..
La Porta Argentea está cerca de la Catedral, y cruzamos dicha puerta para observar la muralla.
La Puerta Aurea era la principal entrada al recinto amurallado y por tanto, la más monumental. En la parte exterior encontramos una enorme estatua de San Gregorio de Nin (obispo croata). Unos muchachos disfrazados de romanos trataban de ganarse un dinero buscando turistas para hacerse fotos.
La Puerta de Bronce daba acceso al puerto, actualmente a la Riva, y se usaba para abastecer mercancías a los sótanos del palacio de Diocleciano desde los barcos que llegaban al puerto.
Visitados los principales monumentos (1 hora o poco más), buscamos un sitio para comer y después se trata de callejear sin mapa ni rumbo, descubriendo la belleza de edificios góticos, renacentistas, estrechos callejones, ventanas, columnas, capiteles, palacios reconvertidos en bares, hoteles o tiendas. Cada rincón merece atención a pesar de la muchedumbre.
Centro histórico de Split
En la Plaza de la Fruta se conserva una torre de piedra octogonal que pertenecía a la muralla, pero no se trata de la muralla romana original, sino de una expansión del siglo XV durante el dominio veneciano. Debe su nombre a que se celebraba un mercado al que acudían las campesinas de los alrededores a vender fruta. Esta plaza también alberga el Palacio Milesi del siglo XVIII con fachada barroca.
La Plaza de la República, también conocida como Prokurative, se abre al mar por un lado, mientras que los otros tres lados se rodean de edificios porticados de fachadas rojas. Se construyó en el siglo XIX.
La Riva es el lugar para salir de las aglomeraciones y de la apretura de callejuelas del centro, buscando espacios más abiertos, más modernos, en compañía del mar. El paseo marítimo es largo y ancho, una sucesión de terrazas y bancos en un espacio ganado al mar, mar que antes llegaba hasta las murallas del palacio de Diocleciano. En cuanto a la arquitectura de la fachada marítima se entremezclan columnas romanas, murallas medievales, edificios venecianos, con otros más modernos.
La Riva de Split
En el puerto ofrecen excursiones náuticas a la gruta azul, a varias islas: Brac, Hvar, Korkula, son muy visitadas.
Puerto de Split
Nos tomamos unos helados riquísimos, los mejores, antes de recoger el coche en el aparcamiento y volver a Trogir.
De Split sólo visitamos el centro histórico y nos quedó pendiente el Parque Marjan, pulmón verde de la ciudad, con senderos y miradores.
Media jornada es suficiente para visitar el centro de Split y sus monumentos más relevantes. Si se quiere pasear por el parque Marijan, visitar museos o explorar otros lugares menos turísticos se puede ampliar a día completo, o varios días si se quiere usar como base para conocer otros sitios de los alrededores. Varias islas cercanas a Split son accesibles en ferry, pero ya no teníamos más tiempo.
Al salir de Split pillamos algo de atasco y en la espera pudimos ver el Acueducto de Diocleciano que suministraba agua a la ciudad.