En Coimbra es inexcusable visitar la Universidad, que es Patrimonio de la Humanidad, donde destaca la Biblioteca Joanina, una verdadera obra de arte cargada de historia que se considera una de las mejores bibliotecas de Europa. Completamos la visita a la ciudad portuguesa recorriendo otros monumentos históricos, calles, plazas y parques.
Coimbra fue antigua capital de Portugal. La ciudad se asienta a orillas del río Mondego, que durante 100 años, en torno al siglo XI, fue línea divisoria de territorios cristiano y musulmán.
Para apreciar el emplazamiento de Coimbra nos dirigimos en coche al Miradouro do Vale do Inferno, que nos brinda una panorámica hacia Coimbra y el río Mondego. Observamos la Torre del Palacio Real de la Universidad que sobresale en lo alto de la ciudad.
Vista de Coimbra sobre el río Mondego
El centro histórico de Coimbra se divide en dos barrios: alto y bajo. En la Baixa se establecían los comerciantes medievales y así sigue siendo en la actualidad. Es la zona comercial y de hostelería. La Alta estaba ocupada por las clases nobles o más acomodadas, y también acogía la Universidad, por lo que los estudiantes residían en este barrio.
Iniciamos el paseo en el Lago da Portagem (Baixa), una animada plaza que da paso a la Rúa Ferreira Borges, calle comercial por excelencia que está llena de tiendas, y en la que observamos fachadas modernistas.
Fachadas modernistas en la Rúa Ferreira Borges
En esta calle encontramos el Arco de Almedina, que daba acceso a la ciudadela intramuros, y sigue siendo uno de los accesos peatonales a la zona alta. Sin embargo, no lo cruzamos, sino que continuamos de frente sin abandonar la calle comercial para dirigirnos a la Alta dando un rodeo por otro acceso.
Arco de Almedina
Bajando las escaleras de San Tiago llegamos a la Praça do Comercio, en la que se sitúa la Iglesia de Santiago construida en estilo románico en el siglo XII. Posee una elaborada portada de arquivoltas que unen cuatro columnas talladas a cada lado. En las columnas de la portada lateral observamos talladas las conchas de Santiago. Y es que por Coimbra pasa el Camino Portugués de Santiago.
Iglesia de Santiago en Coimbra
Por la Rúa Corpo de Deus vamos subiendo progresivamente hacia la Alta. Esta calle formaba parte de la antigua judería y a su vera encontramos la Capela de Nuestra Señora da Victoria, donde antes se situaba la Sinagoga de Coimbra. La iglesia se fundó en el siglo XIV (ermida do Corpo de Deus) como hospital y albergue de peregrinos del Camino de Santiago.
Seguimos las indicaciones hacia la Universidad y nos desviamos a una pequeña placita donde está la Torre de Anto, torre defensiva que pertenecía a la muralla de Coimbra, cuya finalidad era defender la línea divisoria del río Mondego. La torre toma su nombre de uno de sus ilustres habitantes, el poeta Antonio Pereira.
En la misma plaza se halla la Casa da Misericordia, cuyo museo se puede visitar por 2 €. El claustro está aderezado por un zócalo de azulejos.
Torre de Anto
Casa da Misericordia
Pasamos bajo el arco de la Casa da Escrita, y nos adentramos en el barrio donde tenían sus residencias los universitarios. Algunas calles incluso hacen referencia a ello, como la Rúa da Matemática.
Barrio universitario de Coimbra
En la Billetería de la Universidad compramos las entradas para la visita completa de la Universidad (12,5 €/persona) que incluye la entrada a la Biblioteca Joanina.
El Campus de la Universidad de Coimbra es Patrimonio de la Humanidad desde 2013. Fundada a finales del siglo XIII, es una de las más antiguas de Europa. La enseñanza se impartía antiguamente en latín.
Por la Forta Férrea, de estilo manierista, accedemos al Patio das Escolas, amplia plaza que da acceso al Pazo das Escolas. El pazo alberga varios lugares representativos de la antigua universidad, cuya visita está incluida en la entrada: Palacio Real, Cárcel (Biblioteca Joanina), Capela de Sao Miguel…………
Porta Férrea
El Pazo das Escolas fue originalmente la antigua Alcaçova, residencia del gobernador de la ciudad durante la ocupación musulmana. Posteriormente, en el siglo XII pasó a alberar el Palacio Real de la primera dinastía de reyes portugueses. La Universidad de Coimba se instaló en el edificio en el siglo XVI.
Patio das Escolas de la Universidad de Coimbra
La Biblioteca Joanina es la joya de Coimbra y se considera una de las mejores bibliotecas de Europa. Se accede por el edificio de la Prisión académica. Y es que la Universidad tenía su propia cárcel. La visita a la biblioteca tiene horario fijo y dura 20’. Está limitada a 60 personas por turno, aunque en nuestro caso sólo éramos 8. La primera planta acoge una colección de antiguos libros y manuscritos con mapas. Algunos servían como cartas de navegación que inspiraron a Magallanes a dar la vuelta al mundo.
Es al entrar en la planta superior cuando te quedas sin respiración al encontrarte en aquel antiguo punto de sabiduría con tan ostentosa ornamentación, un tesoro del barroco. Se supone que los libros permanecen igual que hace siglos, colocados en estanterías que llegan hasta el techo. Consta de tres salas de madera tallada, cada una decorada con distinto color de fondo: negro, marrón y verde. Los techos están embellecidos con pinturas al fresco que representan distintas escenas: cuatro figuras femeninas que representan cuatro continentes en la primera sala, los valores universitarios en la segunda y las áreas de conocimiento universal en la tercera.
Mientras observaba la estancia, trataba de imaginarme las horas de estudio y las tertulias que se celebraban en las mesas de madera repujada. Realmente, te abrumas en un lugar así. No permiten hacer fotos en el interior.
Visitamos a continuación el antiguo Palacio Real, al que se accede desde el Patio das Escolas. El edificio alberga ahora la Facultad de Derecho. Desfilan estudiantes que siguen luciendo las capas negras que forman parte de su atuendo. El palacio posee una torre campanario, cuyas campanas marcaban antiguamente los horarios académicos. Se pueden visitar varias estancias: Sala dos Capelos, Sala do Exame privado, Sala de armas..…La más impresionante es la Sala Capitular. Otras dependencias son exclusivas para uso de estudiantes y profesores de Derecho y no está permitido el acceso a visitantes.
Palacio Real de la Universidad de Coimbra
Desde el Patio das Escolas accedemos también a la Capilla de San Miguel. Es impresionante su recargada decoración, con frescos en el techo, azulejos en las paredes, el retablo barroco y el órgano colgante del siglo XVIII. Qué curioso encontrarnos las planchadoras realizando su trabajo sobre el altar.
Capela de Sao Miguel en Coimbra
La entrada combinada de visita turística incluye además el acceso al Laboratorio químico y Museo de la Ciencia, que ocupa un edificio neoclásico del siglo XVIII. Nos lo pasamos en grande entre los antiguos equipos de ensayo y los artilugios interactivos que ayudan a entender los principios de la física.
Laboratorio químico de la Universidad de Coimbra
El Museo Nacional de Machado de Castro tiene su sede en el Palacio Episcopal, edificio que posee un claustro del siglo XII. Expone principalmente objetos artísticos provenientes de iglesias o edificios religiosos. Está dedicado al escultor portugués Joaquim Machado de Castro.
Museo Nacional de Machado de Castro en Coimbra
Finalizada la visita a la Universidad nos dirigimos a la Sé Velha. Esta catedral se emplaza a media altura en la ciudad, entre la Alta y la Baixa, y para llegar hasta ella desde la Universidad tenemos que bajar por las callejuelas adoquinadas que componen el casco histórico.
La catedral vieja fue construida en el siglo XII en estilo románico y tiene aspecto de fortaleza. La entrada cuesta 2,5 €. Estamos ante la principal iglesia-fortaleza de Portugal, cuya construcción ordenó el primer rey de Portugal. El interior del templo es románico y está adornado con numerosos arcos. Posee un precioso claustro gótico con rosetones, arcos y columnas, al que podemos acceder con el ticket de entrada.
Sé Velha de Coimbra
Se ha hecho hora de comer y nos sentamos en una terraza de una pequeña placita del centro histórico mirando la Puerta de Almedina. Tomamos menú del día, sin pena ni gloria: caldo de gallina y bacalao à bras. Ya necesitábamos un descanso.
Continuamos la visita a Coimbra encaminándonos al Jardín Botánico, que ocupa una gran extensión. Es un apacible lugar para relajarse y abstraerse del dinamismo de la ciudad. Fue ideado por el Marqués de Pombal en el siglo XVIII y reúne especies botánicas de todos los continentes.
Jardín Botánico de Coimbra
La fuente del cuadrado central compone uno de los espacios más románticos. Paseamos por los senderos de los jardines y del bosque pasando por un bosque de altísimos bambús y descubriendo las capillas que se esconden entre la frondosidad. En los invernaderos se cultivan especies exóticas: plantas tropicales en el caso de la Estufa Grande, helechos arbóreos en la Estufa Fría.
Fontanario do Quadrado Central
Contiguo al Jardín Botánico se halla el Acueducto de San Sebastián, que fue construido para abastecer de agua a la ciudad en el siglo XVI. El agua procedía de una colina.
Acueducto de San Sebastián
Subimos de nuevo a mayor altura para conocer la Sé Nova. La catedral nueva se localiza muy cerca de la Universidad. Encontramos la fachada principal llena de andamios y por eso se nos había pasado desapercibida antes cuando pasamos por delante. Los andamios nos tapan las estatuas y detalles manieristas y barrocos que decoran la fachada. En su interior sobresalen algunos elementos que procedían de la Sé Velha: la pila bautismal tallada, los retablos…….
Sé Nova de Coimbra
Descendemos de nuevo por las empinadas callejuelas del barrio estudiantil, cuyas fachadas están llenas de pintadas reivindicativas, para llegar al Jardim da Manga o Claustro da Manga. Es un lugar un tanto peculiar. Desde luego, no es un jardín tal cual, sino una plaza con una especie de templete y varias fuentes. En realidad, la estructura corresponde a cuatro capillas en estilo renacentista ordenadas construir por D. Joao III como espacio anexo al Monasterio de Santa Cruz.
Jardim da Manga
El Monasterio de Santa Cruz se emplaza en la Praça 8 de maio. El edificio es de origen románico y acoge las tumbas de los primeros reyes de Portugal. La fachada llama la atención en la plaza, con una portada muy ornamentada. Es posible visitar gratuitamente la iglesia, que presenta un zócalo de azulejos en las paredes laterales. La entrada a otras dependencias es de pago (2,5 €): claustro, sacristía, tumbas reales.
Llamativa resulta también la fachada del histórico café Santa Cruz, que casi se confunde con la de la iglesia, pues está pegado.
Monasterio de Santa Cruz
Regresamos por la calle comercial, la Rúa Ferreira Borges, que va desde la Praça 8 de maio hasta el Largo da Portagem. No podemos evitar detenernos ante la Casa de las conservas, que nos parece sorprendente. Mantiene un orden increíble. Es la colocación de latas de conserva hecha arte.
Casa de las conservas
Cruzamos ahora el río Mondego por el Puente de Santa Clara para acercarnos al Monasterio de Santa Clara (Mosteiro de Santa Clara-a-Velha). El viejo monasterio se emplazaba cerca del río en la zona baja, pero las frecuentes inundaciones que sufría el edificio debido a las crecidas de río condujeron a su abandono en el siglo XVII y a la construcción de un nuevo monasterio en una zona más alta.
El edificio se construyó en estilo gótico entre los siglos XIII-XIV y, tras su abandono, está siendo sometido a excavaciones arqueológicas. Las ruinas lucen espléndidas en zona ajardinada al otro lado del río Mondego.
Mosteiro de Santa Clara-a-Velha en Coimbra
Dónde dormir y comer en Coimbra
Hotel Ibis, ubicado en la zona baja cerca del río. Dispone de aparcamiento privado por 7 €/día. Habitación compacta y funcional, como es habitual en la cadena. Cama cómoda. Está cerca del centro y es una buena opción en Coimbra si se busca algo práctico.
Restaurante Solar do Bacalhau, un local grande que tiene muchos platos de bacalao, además de otros platos de pescado y carne. Tomamos bacalao al horno con broa y arroz con bacalao. El bacalao es muy bueno, de lomos gordos.
Restaurante A Cozinha de María. Es un restaurante pequeñito y escondido en la Praça do Comercio, junto a la iglesia de San Sebastián. Bifinhos de porco con arroz de feixoes. Chanfana, (plato típico de la zona consistente en un guiso de cabra con patatas y espinacas), que estaba rico, aunque la carne me pareció un poco fuerte si se come mucha cantidad.
No dejo la recomendación de otro restaurante en el que comimos, ya que no vale mucho. Era sólo un sitio de paso para comer un menú del día rápido.
Como es habitual en Portugal, hay muchos cafés-pastelerías en Coimbra para desayunar, merendar o tomar algo a cualquier hora. Probamos varios, aunque por supuesto, no hay que perderse el histórico Café Santa Cruz.
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