Bolonia es la capital de la región italiana de Emilia Romaña y se sitúa al norte del país. Visitamos la ciudad en invierno y recorrimos sus calles, plazas y monumentos. Además la usamos como base para explorar otras ciudades de la región que son muy accesibles en tren.
Llegó a ser la segunda ciudad más grande de Europa. Ahora suma unos 500.000 habitantes, además de muchos estudiantes. Aquí nació la Universidad en Europa, y actualmente todavía sigue siendo conocida por los estudios universitarios que muchos estudiantes eligen en su Erasmus, además del plan Bolonia. Por eso siempre se ve mucha gente joven en la ciudad.
Los soportales son su seña de identidad, suman 40 Km de longitud en el centro histórico y 60 Km en toda la ciudad. Están por todas partes y, aunque no nos tocó ningún día de lluvia, no importa que llueva, puedes salir a pasear igual. En el centro de Bolonia todavía se conservan los pórticos más antiguos construidos en madera.
Soportales de Bolonia
La Rossa, la Docta y la Grassa son los tres calificativos que se suelen aplicar a Bolonia.
- La Rossa por su tendencia política de izquierdas, y también por el color rojizo de sus edificios.
- La Docta por su Universidad y cultura. Origen de la primera universidad de Europa, y del polémico plan Bolonia.
- La Grassa por su gastronomía: pasta con ragú (a la boloñesa), tortellinis, mortadela………….
Es la ciudad de los «Siete secretos», que iremos descubriendo al visitar la ciudad.
Visitando Bolonia
Via dell’Independenza
La Via dell’Indipendenza es una gran arteria que conduce desde la estación de tren a la Piazza Maggiore. Es una vía comercial por excelencia que comienza en el arco de Porta Galliera situada en la Piazza XX Settembre y llega hasta la Piazza del Nettuno.
La calle es una exposición de elegantes edificios, numerosos palacios de siglos pasados, con bonitas fachadas, ventanas, arcos, balcones y enormes puertas. Caminamos por los interminables pórticos a lo largo de toda la calle, bajo arcos de medio punto o apuntados. Muchos bajos están ocupados por bares y tiendas, y el bullicio es constante.
Los fines de semana la cortan al tráfico y se llena de paseantes.
Catedral de Bolonia
En plena Via dell’Independenza está la Catedral de Bolonia, dedicada a San Pedro.
La entrada es gratis, mientras que la subida a la torre es de pago. Fue románica en origen y en el interior se puede ver algún dibujo de su antiguo aspecto, muy sobrio. Ahora nada se parece, su interior es barroco y ostentoso, con columnas de mármol, estatuas, pinturas, retablos, capiteles. También bajamos a la cripta, hay capilla subterránea, ruinas, osario.
Piazza Maggiore de Bolonia
La Piazza Maggiore es un amplio y hermoso espacio lleno de arquitectura y de vida, rodeado de edificios históricos: la Basílica de San Petronio, Palazzo Comunale, Palacio del Rei Enzo, Palazzo Potestá. La gente joven predomina, pues es un punto de encuentro de universitarios. Obviamente, también hay turistas. Cada edificio tiene sus escalinatas en las que te puedes sentar a contemplar el ir y venir de la gente, y los imponentes edificios. Nos sentamos en los soportales del Palacio del Rei Enzo para contemplar de frente la Basílica de San Petronio.
Pasamos montones de veces por aquí. A veces tocan músicos callejeros por la noche, y una vez coincidimos con un grupo que no lo hacía nada mal.
Fontana del Nettuno
La Fontana del Nettuno ocupa el centro de la Piazza de Nettuno, contigua a la Piazza Maggiore. Todo el mundo se para a fotografiar la fuente con estatua del dios Neptuno. Dicen que hay que dar dos vueltas a la fuente en sentido antihorario si quieres que se cumpla tu deseo. La fuente esconde uno de los siete secretos de Bolonia que tenemos que descubrir.
Basílica de San Petronio
La Basílica de San Petronio no es la catedral, y sin embargo, es la iglesia más impresionante y visitada de Bolonia, dedicada al patrón de la ciudad.
Estaba proyectada para ser la mayor iglesia de Italia. Esto no gustó al poder religioso de Roma en aquella época medieval y su construcción tuvo que ser interrumpida, quedando finalmente con ese aspecto inacabado que su fachada muestra hoy en día.
Cuando entras en su interior, impresiona la altura de sus columnas y arcos. Es la quinta iglesia católica más grande del mundo. Está decorada con pinturas, esculturas, y guarda otro de los secretos de Bolonia.
El acceso está controlado por militares. Allí descubrirás el motivo.
Palacio del Podestá
Este palacio medieval era la sede del gobierno local de la ciudad, algo así como la alcaldía. Pero no era una alcaldía tal como la conocemos ahora, sino que durante siglos fue el centro del poder en Bolonia, funcionando autónomamente como una ciudad estado.
Se puede subir a la Torre del Reloj (de pago, cierra los lunes). La Torre dell’Arengo (del reloj) era el lugar desde el que sonaba la campana para comunicar los grandes acontecimientos a los ciudadanos.
Palacio Comunal
El edificio es inmenso. En su puerta es frecuente ver numerosos estudiantes que acuden a la biblioteca que alberga, con aspecto de teatro. Resulta curioso descubrir que mucha gente mayor se congrega para leer el periódico, mientras que los estudiantes ocupan las mesas de estudio.
Palacio del Rei Enzo
Este edificio que tiene fachada a la Piazza Maggiore y a la Piazza de Nettuno tiene aspecto de fortaleza. Sus soportales esconden otro de los siete secretos de Bolonia.
Il Quadrilatero de Bolonia
Las calles del centro histórico aledañas a la Piazza Maggiore están llenas de trattorías, tiendas de productos típicos y de gente en terrazas. Ni siquiera por la noche parece importarles el frío, se arriman a las estufas para soportar temperaturas en torno a 0 ºC.
El barrio se conoce como Il Quadrilatero. Eran las calles de mercados en la Edad Media, donde comerciaban carniceros, orfebres, etc.
Los fines de semana hay muchísimo ambiente a todas horas. Todo el mundo sale a la calle.
Due Torri de Bolonia
Continuamos paseando para llegar a las Due Torri, Asinelli la más alta y Garisenda más inclinada. Son dos torres que se conservan de las 200 que existían en Bolonia en la Edad Media, fruto de la rivalidad entre las familias poderosas que pretendían destacar construyendo la torre más alta. Eran símbolo de poderío económico en la época medieval. La mala calidad constructiva y las batallitas por el poder causaron el derrumbe de las demás. Bolonia era una ciudad de rascacielos medievales.
A la Torre Asinelli se puede subir (de pago), casi 500 escalones para disfrutar de una panorámica sobre los tejados de Bolonia.
Archiginnasio de Bolonia
En la Piazza Galvani, que está presidida por una estatua de Galvani, se localiza el Archiginnasio, antiguo edificio de la Universidad. Fue la primera universidad de Europa.
Piazza Galvani
Se puede entrar libremente al claustro del Archiginnasio y ya sólo esto merece la pena; es precioso. El edificio consta de dos plantas alrededor del patio, y ambas están porticadas y decoradas con pinturas y relieves. Dicen que la biblioteca es impresionante, pero no admiten visitas turísticas. Se pueden visitar otras estancias de pago: una sala y el teatro anatómico.
Los soportales exteriores albergan ahora locales comerciales y cafeterías. El Café Zanarini tenía muy buena pinta y entramos a merendar.
Cerca está la Plaza Cavour, donde están las tiendas de marcas caras y lujosos soportales.
Piazza Santo Stefano y las Siete Iglesias
La Plaza de Santo Stefano es muy bonita tanto de noche como de día, tal vez más de noche.
Los fines de semana, cuando montan el mercadillo de antigüedades y objetos usados en la plaza, está muy concurrida.
Aquí están las siete iglesias de Santo Stefano, pequeñas iglesias medievales de piedra. En realidad, son tres pequeñas iglesias comunicadas entre sí, con otras cuatro capillas adicionales, que suman un conjunto de siete lugares de culto. La visita es gratuita y muy interesante.
Se trata de pequeñas iglesias muy antiguas y de humilde belleza, muy bonitas, y entre ellas se puede pasar de una a otra. Hay un claustro, así como un museo de iconos y objetos religiosos.
Finestrelle
En la Finestrelle siempre hay gente asomándose a ver el canal por la ventana tan famosa. También se puede ver el canal de Reno desde otros sitios cercanos. La zona está llena de trattorías y cercana al barrio judío.
Un día comimos por la zona, en Il Piato Roto, pero estuvo bastante normal. Tomamos dos lasañas vegetales y aperitivo de mortadela con queso para probar la mortadela que dicen que en Bolonia es especial, pero me supo como todas, o sea, no me gusta.
Barrio hebreo de Bolonia
El barrio judío es un conjunto de callejones estrechos y casas más modestas pintadas en tonos pastel. Antes sólo tenía una puerta de acceso para tener bien delimitado el territorio habitado por judíos. La calle del infierno está ahí, al considerarse que eran “infieles” a la religión católica.
El barrio indica con el mapa en forma de mano que cuelga en sus calles. Callejeando descubrimos pequeñas placitas y tiendas originales.
Iglesia de San Bartolomé
La Iglesia de San Bartolomé está cerca de las Dos Torres. Es muy bonita y poco visitada. Sobrecoge su interior muy ornamentado en gris y dorado, con columnas en estos colores y completamente revestida de pinturas.
Iglesia se San Domenico
La Iglesia de San Domenico se sitúa en la plaza del mismo nombre. Terminaba una boda y entramos a ver su interior en blanco y granate. No destaca por interés artístico comparada con otras iglesias de Bolonia.
Iglesia de Santa María della Vita
Se trata de una iglesia de interior barroco muy cercana a la Piazza Maggiore. Su principal joya es el conjunto escultórico del “Compianto”, representando la pasión de Cristo en tamaño más o menos real. Existe otro en la Catedral, aunque el de Santa María della Vita se considera más valioso. El acceso a la iglesia es gratis, pero la visita a las esculturas es de pago.
Santuario Madonna di San Luca
Nos vamos a las afueras de Bolonia para conocer la Basílica de la Madonna di San Luca, que se alza en el Monte Albano. Para llegar hasta allí cogimos el autobús 20 en la Via Indipendenzza y bajamos en la parada Villa Spada, cerca del Arco del Meloncello, donde comienza la subida a la basílica.
Arco del Meloncello
A partir del Arco del Meloncello hay unos 2 Km caminando por la Via di San Luca en cuesta o subiendo escaleras en alternancia, bajo continuas arcadas que están decoradas con pinturas y relieves de escenas bíblicas. El paseo nos ayuda a entrar en calor en este frío día invernal y, por lo que vemos, es un trayecto frecuentado por los boloñeses para hacer ejercicio. Otra opción más comodona sería coger el trenecito turístico que sube al monte y te deja al lado del Santuario.
Via di San Luca
Además, durante el paseo disfrutamos de vistas.
El Monte Albano es un espléndido mirador con vistas a la ciudad y a los montes de los alrededores, cuyas cumbres vemos nevadas. El Santuario Madonna di San Luca, de color rosa, se rodea de jardín con bancos para sentarse a contemplar el exterior del edificio y descansar después de la subida. Hay baños.
Coincidimos dentro de la basílica con una misa especial cantada a la que asistía un grupo de sacerdotes venidos de otros lugares de Italia.
Para volver al centro de Bolonia, realizamos la misma operación a la inversa. Bajamos a pie los 2 Km de la Via di San Luca hasta el Arco del Meloncello, donde volvemos a coger el bus 20, que pasa con mucha frecuencia, y nos deposita en la Via Ugo Bassi.
Mercado dell Erbe
El Mercado dell Erbe es un mercado cubierto, con puestos de quesos, fruta, carne, aceitunas, etc. Se sitúa en la Via Ugo Bassi y está bien entrar a echar un vistazo. Además hay sitios para comer y lo hicimos en uno de ellos, aunque no nos gustó demasiado.
La Via Ugo Bassi es una arteria comercial que llega hasta la Piazza de Nettuno, contigua a la Piazza Maggiore.
Llegar a Bolonia desde el aeropuerto y alojamiento
Para llegar a Bolonia desde el aeropuerto usamos el Marconi Express, un tren directo muy rápido, aunque también muy caro, 20 € ida y vuelta por persona en 2023. Es la opción más rápida, ya que sólo tarda 7 minutos. Otras alternativas de transporte son el autobús, (más barato y más lento) y el taxi (más lento que el tren, aunque el precio puede compensar para 2 ó más personas).
La estación central de Bolonia siempre bulle de actividad, pues es un importante nudo de comunicaciones en Italia.
Nos alojamos cerca de la estación central de Bolonia, por lo que una vez que bajamos del tren sólo tenemos que caminar un par de minutos para llegar a nuestro alojamiento. Elegimos el alojamiento Amendola Central Station por ubicación, ya que la idea era hacer base en Bolonia y movernos en tren para conocer otras ciudades italianas. Se trata de varias habitaciones en una planta de un edificio y se accede mediante claves e instrucciones en remoto. La habitación es de tamaño mediano y todo se ve muy pulcro, limpio y cuidado. Dentro de la habitación hay cafetera nesspreso y una nevera en la que cada día reponen para tomar un desayuno básico en la habitación, donde también hay una pequeña mesita. Fuera de la habitación hay microondas y tostador comunitarios para todas las habitaciones. Es un lugar muy silencioso, no se oye ningún ruido.
En este barrio hacen pizzas muy buenas en Il Veliero.
Nos quedamos 7 noches en Bolonia y dedicamos 2 días (y algunos ratos de las tardes/noches) a visitar la ciudad.
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