Recorrimos la carretera que atraviesa el Parque Nacional Monfragüe parando en varios miradores, como los emblemáticos del Castillo y Mirador del Gitano. La principal atracción son las colonias de buitres que anidan en los peñascos, así como los paisajes conformados por los ríos Tajo y Tiétar cuyas laderas están pobladas por vegetación mediterránea, principalmente encinas y alcornoques.
Visita al Parque Nacional Monfragüe
Desde Trujillo tardamos una media hora en llegar a Torrejón el Rubio, población que da entrada al Parque Nacional Monfragüe por el sur. Es una carretera llana entre dehesas con olivos y alcornoques. A partir de entonces, entramos en la Sierra de Monfragüe y el relieve se escarpa, al mismo tiempo que la carretera empieza a describir curvas entre encinas o alcornoques.
En la primera parada nos disponemos a subir al castillo. Hay amplio aparcamiento abajo y un autobús (furgoneta) gratuito para subir al castillo. Supongo que es la mejor opción en época de alta afluencia, pero no es el caso. Como no había nadie, subimos en nuestro coche hasta arriba, donde hay sitio para aparcar un par de coches, junto a la parada superior del autobús, dejándole espacio para que pueda maniobrar.
Desde aquí hay que subir a pie una leve cuesta y después un montón de escaleras para llegar al Castillo de Monfragüe. El edificio se encuentra en ruinas y únicamente queda una torre completa y otra a medias. El antiguo castillo dominaba el entorno y vigilaba las apreciadas aguas del río Tajo. Nos asomamos a distintos miradores que presentan distintas perspectivas del embalse formado en la confluencia de los ríos Tajo y Tiétar a su paso por este Parque Nacional.
Mirador del Castillo de Monfragüe
Descendemos en coche, y en una curva de la carretera vemos una indicación de pinturas rupestres en un abrigo rocoso. Nos acercamos, pero la verja estaba cerrada. Sin embargo, un muchacho que ya se marchaba nos preguntó si queríamos visitarla. Era el guía y guardián de las llaves. Nos ofreció una visita guiada de media hora por 3 € y resultó totalmente personalizada porque no había nadie más, e incluso nos extendimos 45 minutos.
Resultó una visita muy interesante y entretenida. Una cosa es ver las pinturas por tu cuenta e imaginarte las siluetas, y otra es que te lo expliquen, entendiendo qué representa cada figura según las interpretaciones de los arqueólogos…………………, como vivían, cazaban, ofrendaban estas gentes nómadas hace milenios en este espacio natural.
Pinturas rupestres en el Parque Nacional Monfragüe
Regresamos al coche y continuamos recorriendo la carretera del Parque Nacional de sur a norte, la cual está repleta de miradores.
El siguiente es el Mirador del Gitano, otro de los lugares más emblemáticos de Monfragüe. Me da la impresión de que el aparcamiento puede quedar escaso si se viene en días muy concurridos. Hoy está muy tranquilo, aunque aquí nos encontramos varios vehículos.
La estampa desde el Mirador del Gitano es llamativa, destacando el farallón rocoso en forma de aguja que se alza sobre el río Tajo. Se conoce como Peñafalcón. Avistamos muchos buitres y otras aves rapaces que tienen su hogar en los roquedos. Es impresionante. Pasan volando tan cerca que casi las podemos tocar. En los banquitos nos sentamos a contemplar el espectáculo mientras una torta del Casar se derrite en nuestros paladares.
Mirador del Gitano
Buitres en el Parque Nacional Monfragüe
Proseguimos la ruta en coche pasando por sucesivos miradores, y ya no volvemos a encontrarnos a nadie. Los pocos visitantes con los que hemos coincidido se agrupaban en el Mirador del Gitano.
Miradores en el Parque Nacional Monfragüe
En el pueblo de Villareal de San Carlos se ubica otro Centro de visitantes del Parque Nacional. Desde este punto parten varias rutas senderistas, pero hace demasiado calor para ponernos a andar. Estamos a 30 ºC y las sombras son escasas. Lo mejor que podemos hacer es seguir la ruta en coche y parar en los miradores al borde de la carretera.
Una sorpresa de la visita ocurre al poco tiempo de dejar el pueblo. Nos la ofrece un ciervo solitario que vemos subiendo por la ladera y se queda un rato a la sombra. Son otros de los habitantes de la Sierra de Monfragüe.
Los siguientes miradores se emplazan hacia el río Tiétar, que es afluente del Tajo: Mirador El Pliegue, Mirador La Tajadilla. En este último, ya cerca de la presa hidroeléctrica, vemos un ave rapaz que parece un alimoche. También observamos muchos pequeños pajarillos y peces nadando en el agua transparente.
En el Mirador de La Higuerilla, que tiene un solitario banquito bajo un árbol, nos sentamos un rato a contemplar los vuelos de los buitres sobre el paisaje del río Tiétar sobre el que sobrevuelan buitres.
Mirador de La Higuerilla
El último mirador es el de Puertas del Tiétar frente a otro farallón rocoso. Se supone que es otro buen punto de avistamiento de aves, aunque nosotros no vemos gran cosa y damos por finalizada la visita al Parque Nacional Monfragüe, sin haber tenido suerte con las cigüeñas negras.
Mirador Puertas del Tiétar
Pájaro en Parque Nacional Monfragüe
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