Entre viñedos de La Rioja transcurre este itinerario en coche, en el que visitamos varios pueblos íntimamente ligados a la viticultura, apreciando los paisajes desde varios miradores y recorriendo carreteras inmersas en los viñedos.
Ruta en coche por pueblos y miradores entre viñedos de La Rioja
Para explorar pueblos dedicados a la viticultura, miradores y carreteras panorámicas entre viñedos de La Rioja nos quedamos dos noches en Briones. Aprovechando su cercanía a la Rioja alavesa, también nos acercamos a algunos pueblos vascos. Estamos en antiguas tierras fronterizas entre el reino de Castilla y el de Navarra, por lo que son característicos los pueblos amurallados para defenderse de invasiones.
Briones
Esta población histórica ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico y uno de los pueblos más bonitos de España. Su casco histórico se sitúa sobre un cerro que domina las vegas del río Ebro, en las que se cultivan viñedos. Briones posee además un castillo, que se construyó para reforzar su posición defensiva en la antigua frontera entre Castilla y Navarra.
La villa conserva varios edificios históricos construidos en piedra, como el Palacio del Marqués de San Nicolás (sede del Ayuntamiento), la Casona más antigua de Briones, el Palacio de los Quincoces, el Palacio de los Gadea, la Casa de los Arcos. También posee varias iglesias, restos del castillo, puertas medievales en la muralla………
Gracias a su situación sobre el cerro, podemos considerarlo un mirador sobre las extensiones de viñedos. Asomándonos a las antiguas murallas, divisamos el Castillo de Davalillo alzado sobre un promontorio. Su altura no es elevada; sin embargo, sobre el paisaje plano destaca cualquier pequeña elevación. El río Ebro forma un amplio meandro a su paso por Briones que presenta el paisaje humanizado de las alineaciones de viñedos. Al fondo se divisa la Sierra de Cantabria, que pertenece a Euskadi.
En Briones se localiza el Museo del Vino Vivanco, que atrae a numerosos visitantes. Se puede visitar por libre o guiado, con y sin cata, o bien visitar la bodega.
Briones
Nos alojamos en Casa rural El Mesón, que está muy bien, habitación cómoda y aparcamiento privado. El desayuno es muy completo: tostadas, jamón, embutidos, queso, zumo natural, fruta cortada, bizcocho casero de nueces, café con leche, mermelada casera de uvas. Por un suplemento se pueden tomar huevos fritos.
Lo malo es encontrar algún sitio para cenar en el pueblo, ya que por la noche no abren los restaurantes, al menos fuera de temporada alta y sólo estaban abiertos los tres bares de la plaza. De los tres bares, el que más nos gustó fue el Gastrobar Abadía, donde ofrecían platos diversos y todo estaba muy rico y bien preparado.
Castillo de Davalillo
El Castillo de Davalillo se sitúa sobre un promontorio que domina la llanura en la que se extienden los viñedos.
Se cree que fue construido en el siglo XII para defender la posición fronteriza del reino de Castilla.
Su imagen está presente en casi todas las panorámicas de la zona. Una de ellas fue la que captamos cuando nos desviamos a San Asensio por una carreterilla totalmente inmersa en viñedos.
Castillo de Davalillo entre viñedos de La Rioja
Cenicero
El pueblo de Cenicero se sitúa a 15 Km de Briones en dirección a Logroño. Accedemos desde la carretera nacional N-232. Es uno de los pueblos vitivinícolas de La Rioja Alta, sede de las bodegas de Marqués de Cáceres.
Haro
La ciudad de Haro se sitúa en la confluencia de los ríos Turón y Ebro, a 8 Km de Briones. Es una población más grande y dispone de todos los servicios. Considerada la capital del vino Rioja, la cultura del vino está presente en cada rincón. Las bodegas se emplazan en el barrio de La Estación, mientras que las tascas y las tiendas que venden botellas de vino ocupan calles del centro histórico.
La Plaza de la Paz es el centro de actividad en el barrio antiguo. Alberga el edificio del Ayuntamiento y el Palacio Paternina o de Bendaña, sede de la oficina de turismo. No es el único palacio de Haro, también están el Palacio de los Condes de Haro, de la Cruz, de los Condestables, Tejada………edificios que exhiben sus escudos heráldicos en las fachadas.
Cuesta arriba se sitúa el pequeño barrio de La Herradura, con sus estrechas callejuelas de bares de vinos y tapeo. Al final de la calle Santo Tomás nos encontramos la iglesia de Santo Tomás con su vistosa portada. Fue construida en los siglos XVI-XVII en estilo gótico florido.
Se conservan algunas puertas de la antigua muralla que controlaban la entrada a la villa medieval. Un antiguo torreón del siglo XIV ha sido transformado en el Museo Riojano de arte contemporáneo.
Desde Haro se puede hacer una ruta senderista por los viñedos, Ruta Hondón, de 8 Km. Se puede iniciar en el barrio de la Estación o en el Puente de Briñas. Se trata de un puente medieval que cruza el río Ebro, con siete arcos apuntados y de medio punto. El Camino del Norte pasa por aquí.
Nosotros hicimos un paseo de unos 3 Km por los viñedos con vistas a Haro y Briñas. Incluso encontramos restos de sepulcros antropomorfos. Es un paseo tranquilo y agradable.
Briñas
Coqueto pueblo medieval a orillas del Ebro. Se articula en torno a dos plazas: la de la Iglesia y la Plaza Mayor. Observamos grandes palacetes con escudos heráldicos. Hay algunos bares y un hotel de lujo, además de otros alojamientos.
Encima de la iglesia de altísimo campanario se ubica el Mirador del Ebro. No tiene mucha altura, por lo que el paisaje no destaca mucho, pero en cualquier caso, nos permite contemplar el río Ebro y los viñedos que se extienden en las llanas vegas. En el mirador nos fijamos en las numerosas chimeneas de piedra que se levantan sobre el suelo. Son respiradores de cuevas que están bajo nuestros pies y se usaban como bodegas.
Vistas a los viñedos de La Rioja desde el Mirador del Ebro en Briñas
Calles de Briñas
Ermita de San Felices
La ermita de San Felices se encarama sobre los riscos de Bilibio y es visible desde los alrededores. A este lugar se retiró San Felices en el siglo V, cuyo discípulo San Millán seguiría sus pasos.
Tras la muerte del santo se convirtió en lugar de peregrinación a su tumba que se localizaba en una cueva. Con el paso de los siglos fue ganando popularidad hasta que se convirtió en una romería popular que celebraban el 29 de junio (día San Pedro y San Pablo). En el siglo XVIII se construyó la ermita. Posteriormente derivó en la Batalla del Vino que actualmente es una fiesta de interés turístico nacional, en la que todos terminan bañados en vino.
Se accede en coche por una estrecha carretera. Desde el aparcamiento hay que subir a pie, ya sea por escaleras o por rampa de fuerte pendiente. Dicen que el último tramo de subida es muy empinado. No pudimos hacerlo, ya que el acceso estaba cerrado por obras. Al situarse en un sitio tan alto sobre la llanura, las vistas son muy extensas. En el parking hay área de picnic en un entorno arbolado.
Labastida / Bastida
El río Ebro divide las provincias de Álava y La Rioja, y en ambas márgenes la economía de los pueblos gira en torno al vino. Es el caso de Labastida, población de la Rioja Alavesa.
Por la Calle Mayor observamos palacios y casas señoriales mientras subimos a la Plaza de la Paz, en la cual se sitúa el Ayuntamiento y la Iglesia de la Asunción. Ambos edificios de piedra se sitúan uno frente al otro. El Ayuntamiento ocupa un antiguo palacio declarado Monumento Nacional.
Numerosas bodegas, vinotecas, tascas, se suceden en las calles cercanas a la plaza para degustar vinos de la zona. Además, algunas paredes de los edificios están decoradas con murales relacionados con el vino.
Aprovechamos para comer en Restaurante Ariño, en la Calle Mayor. Es un pequeño restaurante y acertamos de pleno porque todo estaba muy rico: menestra de verduras, judías rojas guisadas….
Curiosas son las cuevas excavadas en la roca que usaban los eremitas, o descubrir algún viejo lagar, como el Lagar de la Mota.
Hay que subir empinadas cuestas desde la Plaza Mayor para llegar a la Ermita del Santo Cristo construida en el siglo XVI. La terraza que la rodea es un mirador panorámico. Hacia el sur divisamos el pueblo de Haro y sus alrededores. Al este, Briones y San Vicente de la Sonsierra. Al norte se eleva la Sierra de Cantabria y el Monte Toloño. Los viñedos están siempre presentes en el paisaje.
Murales en Labastida
Calle Mayor en Labastida
Vistas desde el mirador de la Ermita del Santo Cristo
San Vicente de la Sonsierra
De los lugares que visité entre viñedos de La Rioja, San Vicente de la Sonsierra es mi sitio favorito. Este pueblo medieval se posiciona en un pequeño cerro sobre el Ebro. Sus calles son estrechas, y aunque es posible circular por algunas de ellas, es mejor olvidarse del coche y dedicarse a callejear a pie para impregnarse de su sabor medieval. En la Plaza Mayor se emplaza el Ayuntamiento con sus soportales y algunas terrazas. El pueblo sigue el modelo de arquitectura en piedra típica de la comarca.
Subimos por la Calle de la Fortaleza para llegar al recinto amurallado, que, en la parte más alta, contiene la Iglesia de Santa María La Mayor y los restos del antiguo castillo. La villa pertenecía al Reino de Navarra en la Edad Media, en línea fronteriza con el Reino de Castilla, de ahí la necesidad de defenderla. El río Ebro ejercía de frontera natural. Un camino bordea el recinto y existen paneles informativos que explican el panorama que contemplamos. Entre las extensiones de viñedos distinguimos Briones, Haro, Labastida, el castillo de Davalillo, y, por supuesto, las bodegas.
Subimos la escalera de caracol interior para llegar a la terraza de la Torre del Homenaje, punto que nos ofrece el mejor panorama sobre los tejados de las casas. El Ebro delinea el paisaje y los viñedos crecen en sus vegas. Desde lo alto observamos dos puentes que cruzan el Ebro, el medieval de piedra y el moderno por el que pasa la carretera.
Viñedos de La Rioja desde San Vicente de la Sonsierra
Plaza Mayor de San Vicente de la Sonsierra
Carretera de San Vicente de la Sonsierra a Baños de Ebro (LR-318 en La Rioja, A-3224 en Álava)
Este itinerario entre la localidad logroñesa y la alavesa discurre por una estrecha carretera entre viñedos de La Rioja. Además es fácil observar algunos chozos de servicio a las plantaciones situados al borde de la carretera. Circulamos tan inmersos en los viñedos que casi las podemos tocar.
Durante este trayecto conseguimos buenas vistas del Castillo de Davalillo situado sobre un promontorio también cultivado de viñedos en pequeñas parcelas.
Chozo en viñedos de La Rioja
Castillo de Davalillo
Elciego
De Baños de Ebro continuamos a Elciego, población de la Rioja alavesa, sede de la famosísima bodega de Marqués de Riscal. La bodega cuenta con tienda de venta de vino y otras delicatesen, así como vinoteca de degustación, y se puede visitar mediante visitas guiadas.
El edificio de la bodega es famoso por haber sido diseñado por el mismo arquitecto que el museo Guggenheim, y desde luego, su estructura lo recuerda mucho.
Un buen punto para verlo es el Mirador de San Vicente en Elciego, que también nos ofrece una visión del pueblo de color ocre, aunque se ha puesto a llover y las vistas no lucen mucho.
Bodega Marqués de Riscal en Elciego