Viajar a Colombia: mis impresiones e itinerario COLOMBIA


La heterogeneidad es uno de sus principales encantos y tal vez un motivo para viajar a Colombia: montaña, selva amazónica, bosque tropical, páramos, desiertos, costa……….. Entre semejante diversidad converge un elemento común que nunca he perdido de vista, las palmas. Desde las altas palmas de cera del Eje Cafetero a las docenas de diferentes especies de palmeras del Amazonas, pasando por los cocoteros del Caribe.

Viajar a Colombia: Palmas de cera en el valle de Cocora

Al contrario del resto de países sudamericanos, Colombia carece de un atractivo estrella o icónico a nivel mundial, y por eso muchas veces queda rezagado en las preferencias. En mis viajes por Sudamérica he conocido a muchos viajeros que recorrían varios países durante meses. Me sorprendía que muchos coincidían en su respuesta cuando les preguntaba cuál era su país favorito: “Colombia”. Sin embargo, no fundamentaban un motivo claro: “No sé. Nada destaca especialmente, sólo sé que te encuentras a gusto y te querrías quedar a vivir”. Tal vez no sea necesario tener razones para viajar a Colombia. Sólo hay que dejarse llevar y “vivir Colombia”.

Seguridad en Colombia

Su historia reciente ha sido tan truculenta y violenta que la desconfianza invade a quiénes se planteen viajar al país: ¿Es seguro viajar a Colombia?, nos preguntamos todos. Y es que resulta inevitable partir con el pensamiento lleno de recelos. Cocaína, guerrilla, violencia, serían tal vez las primeras palabras que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en Colombia. Pero también café, cumbia y alegría caribeña.

En Colombia no te puedes perder por cualquier rincón del país. Gran parte de su territorio permanece todavía inseguro. Los campesinos son quienes más han sufrido la violencia, los robos, los asesinatos y la expulsión de sus tierras y de sus casas.

Para un turista que se mueva por los lugares turísticos “permitidos” no hay especialmente problemas de seguridad hoy en día, incluso se puede percibir el estado de paz. 

Un poco de historia

El territorio de la actual Colombia ya estaba habitado desde miles de años antes de Cristo por comunidades aisladas que desarrollaron costumbres y culturas propias. La llegada de los españoles en 1599 supuso el comienzo de la época colonial, pasando a formar parte del virreinato de Nueva Granada hasta que consiguió la independencia en 1819.

Tanta huella ha dejado la colonización española que puede presumir de una de las ciudades coloniales más bellas de América, Cartagena de Indias. Y no sólo eso, sino que el propio nombre del país rinde recuerdo a Cristóbal Colón.

Todos conocemos la dureza que golpeó al país durante el siglo XX, aunque entre las sombras siempre brotan luces como García Márquez y Fernando Botero. Ahora Colombia parece respirar tranquilamente hacia un futuro esperanzador.

Cartagena de Indias: cultura criolla

 

Colombia hoy en día

El petróleo, el café, el turismo y las flores son sus principales recursos económicos, según me comentaron.

Si me preguntan cuál es el aspecto prototipo de un colombiano, probablemente no sabría describirlo. En Colombia habitan cerca de 100 etnias indígenas, además de una mezcolanza de gentes de origen europeo y africano, muchos de estos últimos descendientes de los esclavos. Aunque algunas comunidades nativas permanecen aisladas sin mezclarse con nadie, si una palabra define la mezcla racial sería mestizaje.

Salen a comer o a cenar, viajan por su país, dedican tiempo al ocio. En definitiva, hay una clase media acomodada.

Su pasión parece ser la bicicleta. Cantidad de ciclistas circulan por ciudades, valles y montañas, mientras que las carreras ciclistas ocupan pantallas de televisión.

Hospitalidad y buena acogida es lo que hemos vivido durante todo el viaje. Los colombianos están encantados de recibir visitantes, se esmeran en hacerte sentir a gusto y demandan que proclames al mundo que la Colombia de hoy es amable, segura y generosa.

Naturaleza

Si algo destaca en Colombia, aparte de la hospitalidad de sus habitantes, es su naturaleza y biodiversidad. Es el país con mayor número de especies vegetales del mundo, algunas todavía sin catalogar en áreas impenetrables. Su territorio contiene la mayor variedad de especies animales del mundo por km2, sólo superado en número absoluto por Brasil.

Los “pisos” climáticos son responsables de su variedad de ecosistemas, desde la selva amazónica hasta glaciares en montañas de más de 5000 metros. El paralelo del ecuador pasa por el sur de Colombia, por lo que el país posee territorio en el hemisferio norte y en el hemisferio sur. En Colombia nacen los Andes; son los Andes tropicales.

Colombia cuenta con más de 60 Parques Nacionales que protegen su diversidad biológica, tanto animal como vegetal:http://www.parquesnacionales.gov.co/portal/es/

Frailejones en el Parque Nacional Los Nevados

Gastronomía de Colombia

Las frutas tropicales están buenísimas. Qué sabor y variedad. Es uno de los placeres de viajar a Colombia. Aparte de las más habituales como papaya, mango, piña, maracuyá, guanábana, en Colombia también encontramos frutas más particulares, algunas de ellas oriundas de las regiones amazónicas. Camu-camu, acai, carambola, lulo, tomate de árbol, feijoa son nombres y sabores que vas descubriendo cada día. Tanto al natural como en jugos, son una delicia. El país está lleno de puestos donde se pueden comprar o degustar.

El café que se consume en Colombia no es todo lo bueno que cabe esperar. Los mejores granos se dedican a exportación. Ellos consumen un café aguado que llaman “tinto”.

La bandeja paisa es el plato tradicional en la región andina. Suele ocupar un lugar destacado en cartas y pizarras de restaurantes y tabernas. Es realmente nutritivo ya que consta de carnes, verduras, legumbres, cereales. Aunque he visto versiones con ligeras diferencias, la versión habitual contiene carne a la plancha, frijoles, arroz, plátano frito y arepa.

Una combinación curiosa es el chocolate con queso, típico del Quindío. Se trata de chocolate caliente que toman muy diluido acompañado de porciones de queso fresco, las cuales se mojan en el chocolate líquido.

En las regiones caribeñas destaca el sancocho, una sopa de gallina o pescado con patatas, maíz y otros vegetales. No suele apetecer tomarse algo tan caliente en un lugar tan caluroso, por lo que podemos recurrir a otra opción, la bandeja caribeña, que consta de pescado «apanado» con arroz, ensalada y plátano frito.

Precisamente el plátano constituye un ingrediente común de las recetas de distintas regiones, ya sea frito «húmedo» (como si estuviera glaseado), como más seco y tostado en los omnipresentes patacones.

Otra curiosidad son las hormigas culonas, típicas del departamento de Santander. No es necesario viajar a esa región montañosa para probarlas, ya que por las calles de Bogotá y en Cartagena de Indias merodean vendedores ambulantes que te ofrecen degustar semejante extravagancia.

La región amazónica destaca por sus pescados de río, entre los cuales el pirarucú es el rey. Este enorme pez puede sobrepasar los 200 kg de peso y es muy codiciado por los pescadores del Amazonas. El pirarucú u otros pescados, como dorado o pirañas se acompañan de arroz, ensalada y patacones.

Viajar a Colombia. Itinerario:

Reconozco que cada vez me da más pereza diseñar un itinerario por adelantado. El camino suele ofrecer oportunidades que no se pueden predecir y para poder aprovecharlas prefiero viajar con planes flexibles. Sin embargo, las distancias son largas en Colombia, los transportes terrestres insufribles, y a algunos lugares sólo se puede llegar en avión (es el caso de la Amazonía o de San Andrés). Esto imprimía considerable rigidez a nuestro itinerario, exigiendo comprar vuelos internos, aunque procuré mantener cierta capacidad de improvisación. Otra vez queremos probar el elixir del descubrimiento.

Colombia, el país de las palmas………empieza mi viaje.

Día 1: Llegada a Bogotá. Noche en Bogotá

Región andina

Día 2: Vuelo por la mañana de Bogotá a Pereira. Ruta en coche a Filandia y Salento. Noche en Salento.

Día 3: Caminata por el Valle de Cocora. Visita a una finca cafetera. Noche en Salento

Día 4: Parapente en Buenavista. Ruta en coche por Buenavista y Pijao. Noche en Santa Rosa.

Día 5: Termales de San Vicente. Noche en Manizales.

Día 6: Excursión en coche al Parque Nacional Los Nevados (Nevado del Ruiz). Vuelo por la noche a Cartagena. Noche en Cartagena

Región caribeña

Día 7: Visita de la ciudad de Cartagena. Noche en Cartagena

Día 8: Excursión por agencia a las Islas del Rosario. Noche en Cartagena.

Día 9: Vuelo a San Andrés por la mañana. Vuelta a la isla en carrito de golf. Noche en San Andrés.

Día 10: Buceo doble en Isla San Andrés. Noche en San Andrés

Día 11: Buceo doble en Isla San Andrés. Buceo nocturno. Noche en San Andrés

Día 12: Excursión al Acuario. Vuelo por la tarde a Bogotá. Noche en Bogotá.

Región amazónica

Día 13: Vuelo por la mañana a Leticia (Amazonas). Paseo por Leticia y caminata nocturna por la selva

Día 14: Excursión a Puerto Nariño (isla de los Micos, Naturak Park, Comunidad Macedonia). Excursión a Lago Tarapoto. Noche en Puerto Nariño.

Día 15: Excursión a reserva Gamboa (Perú). Noche en comunidad Gamboa

Día 16: Excursión en canoa al lago Piraña. Barco a Leticia. Vuelo de Leticia a Bogotá

Día 17: Bogotá: visita barrio colonial de la Candelaria. Vuelo de regreso por la noche.

Día 18: Llegada a España.

6:35 salimos de Coruña. 12:10 salimos de Madrid hacia Bogotá con Iberia en un soleado día de finales de invierno, que más bien parece primavera. 10 horas es la duración del vuelo a Bogotá, y nosotros encantados de una duración más corta que la que estamos acostumbrados a otros países de Sudamérica.

 Colorida arquitectura en Salento

 

Llegamos a Bogotá

Puntual despega el vuelo de Iberia por la mañana. La costa portuguesa nos despide de Europa antes de dedicarnos a sobrevolar el Atlántico durante unas cuantas horas.

En Bogotá aterrizamos a las 16:30. Me sorprende la rapidez con la que pasamos los trámites de ingreso al país. No hay colas. Entre inmigración, recoger maletas y pasar aduana tardamos media hora, antes de dirigirnos a taxis Imperial para contratar el servicio de traslado al hotel. Es más barato coger un taxi en la puerta de la terminal, pero recién llegados todavía rige la desconfianza y no nos la queríamos jugar.

Nos comentaba el taxista que ya ha cambiado el tiempo y ha empezado el invierno, el cual se extiende entre marzo y mayo. En estos meses se producen chubascos y la temperatura refresca. Nos comentaba también el deseo común del fin de las guerrillas. Ya se ha avanzado mucho para conseguir acuerdos de paz, pero los enfrentamientos entre guerrillas y ejército todavía continúan en amplias áreas del país. Sin ir más lejos, a 8 horas en coche de Bogotá.

La primera impresión de Bogotá es buena. Su aspecto es moderno y bastante más organizado que el de otras capitales sudamericanas. Llegamos por la tarde, todavía de día, con tiempo para dar un paseo, hacer algunos recados, y tener nuestro primer contacto con la gastronomía colombiana.

Percibimos un tráfico ordenado en Bogotá. Por sus calles no circulan viejos autobuses ni ruidosas y contaminantes combis como ocurre en otros países de Sudamérica. Los autobuses son nuevos, los coches no tocan continuamente el claxon. Sobre todo, circulan muchas bicis por los cientos de kilómetros de carril bici que recorren la ciudad.

Sin duda, Colombia nos muestra evidencias claras de su avance y desarrollo.

Alojamiento en Bogotá

El Hotel Ibis Museo está bien situado, en el centro urbano y a un paso del barrio colonial de La Candelaria. Las habitaciones son pequeñas e impersonales, pero las camas son cómodas. El desayuno no está mal, es buffet, típico de hotel. Yo me abalanzo hacia las sabrosas frutas tropicales.

Es una zona con varios restaurantes. Elegimos uno para cenar pero no anoté el nombre.

 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE:  COLOMBIA: EJE CAFETERO, CARIBE Y AMAZONAS

 

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