Filandia y Salento forman parte de esta ruta en coche de alquiler por el Paisaje Cultural Cafetero (PCC). Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2011 reconociendo la adaptación de su producción sostenible a unas características geográficas y a un medio natural único en el mundo, integrando así un paisaje cultural.
Vuelo a Pereira
A las 8:55 parte puntualmente nuestro vuelo con Avianca de Bogotá a Pereira que dura media hora. Al aeropuerto El Dorado llegamos en taxi concertado con el hotel por 25000 pesos en menos de 20 minutos. El tráfico es muy fluido el domingo por la mañana. En el moderno y bien organizado aeropuerto de Bogotá realizamos todos los trámites de embarque con agilidad e incluso tenemos tiempo para comprar una tarjeta SIM.
Nota práctica: A la hora de comprar vuelos nacionales de Avianca hay que tener en cuenta que son mucho más caros si se compran desde la web de Avianca-España. El problema es que la web de Avianca-Colombia no admite pagos con tarjetas extranjeras. Lo que hice fue comprarlos mediante despegar.com. Tanto el equipaje de cabina como el facturado son gratuitos y además ofrecen bebidas durante el vuelo.
Ya desde el aire apreciamos la orografía montañosa de la región pintada de verde que vamos a explorar en los próximos días.
El pequeño coche de alquiler nos aguarda en el aeropuerto de Pereira (compañía Localiza) y será nuestro flexible medio de transporte durante 5 días. Ya habíamos alquilado con esta compañía en Ecuador con resultado correcto. Es la misma compañía con la que habíamos alquilado en Ecuador y nos preguntan si vivimos en Quito, ya que les constan los datos de nuestra estancia allí
Pereira es la capital del departamento de Risaralda, uno de los tres (junto con Caldas y Quindío) que constituyen el Paisaje Cultural Cafetero, también conocido como Eje Cafetero. Manizales es la capital de Caldas y Armenia es la capital del Quindío. La ciudad de Pereira tiene fama de motor económico de la región, aunque nosotros la pasamos de largo para dirigirnos a lugares más rurales.
La carretera asciende al dejar atrás Pereira en dirección a Armenia. No me extraña que los colombianos sean tan buenos ciclistas en los circuitos europeos. El ciclismo debe de ser el deporte nacional. Los vemos pedaleando por todas partes.
Filandia
Nuestro primer destino es Filandia, pequeño pueblo del departamento del Quindío, en el que la cestería se ha elevado a la categoría de herencia cultural.
A las afueras se emplaza el Mirador de la Colina Iluminada. Cobran entrada para acceder al recinto (8000 pesos), el cual está acondicionado con senderos, bancos y alguna cafetería. Una estructura de madera actúa de mirador al mismo tiempo que los paneles nos explican la historia y la cultura de los pueblos de los alrededores. El paisaje, sin llegar a deslumbrarnos ni por asomo, es bastante bonito. Las colinas suavemente onduladas se tapizan de verde, enmarcadas por la Cordillera Central al fondo. Después veríamos paisajes mucho más bonitos en la región.
Mirador de Filandia
Colombia es puro color, y Filandia es un buen ejemplo. Pasear por sus coloridas calles supone un subidón de alegría considerable. Las puertas y ventanas pintadas en vivos colores encierran el legado de la cultura cafetera. De clima agradable gracias a sus 2000 msnm, es delicioso pasear por sus calles. Las tiendas de artesanías y los restaurantes se agolpan en este pueblo tan turístico. Elegimos uno para el almuerzo, donde nos rodeaban montones de colombianos. Y es que se nota que hay una clase media que vive con bastante acomodo.
De todas formas, no tardan en acercarse buscavidas intentando ganar unos cuartos. Uno dibuja caricaturas, otro toca la guitarra, y algunos simplemente piden limosna.
Fachadas de Filandia
Salento
La carretera de continuas curvas que conduce a Salento es pura lujuria de vegetación. Bajo el intenso aguacero de la tarde avanzamos lentamente en caravana de coches que van y vienen.
Diluviaba cuando llegamos a Salento. Parecía que se iba a caer el cielo sobre nosotros. Daba miedo circular por aquellas cuestas convertidas en ríos. Descargan truenos, granizo y chaparrón de una magnitud realmente impresionante. Poco podíamos hacer esa tarde en semejantes condiciones, más que quedarnos en el hotel, leyendo y descansando, y esperando que el temporal amainase, hecho que ocurrió al cabo de un par de horas.
Salento se ubica a casi 2000 m de altitud entre verdes montañas y exuberante vegetación. Es uno de los pueblos más representativos del Quindío, y de todo el Eje Cafetero, donde la cultura del café se vive con devoción. Es además la puerta de entrada al Valle de Cocora, uno de los paisajes más fotografiados y emblemáticos de Colombia.
Habríamos aprovechado la tarde para visitar alguna hacienda cafetera, pero era ya demasiado tarde cuando el insolente diluvio concedió tregua. Nos entretenemos entonces paseando por Salento y subiendo a un par de miradores. Salento es un pueblo muy turístico, repleto de bares, restaurantes y comercios de artesanías, especialmente alrededor de la plaza y a lo largo de la Calle Mayor que es peatonal. Te puedes pasar el tiempo fijándote en sus fachadas porque no encontrarás dos iguales. Las más variadas combinaciones de colores decoran puertas y ventanas sobre el fondo blanco de sus fachadas, en ocasiones con balcones de madera y otras veces sin ellos.
Fachadas de Salento. Paisaje cultural cafetero
Al igual que en Filandia, los Willys se ordenan en hilera en la plaza principal. Estos legendarios jeeps tienen su historia, y son el medio tradicional para desplazarse por la zona.
Plaza Bolívar de Salento
Las vistas desde el Mirador de Salento no están mal. Se dibuja una orografía montañosa decorada en tonos verdes, que me recuerda mucho a su vecino Ecuador. En el Mirador Alto de la Cruz pillamos un inesperado atardecer tras el temporal.
Mirador de Salento
Mirador Alto de la Cruz
El pequeño pueblo de Salento se ha convertido en un pueblo admirado y codiciado por todos los visitantes. Así que, habíamos decidido que nos alojaríamos 2 noches y ya había reservado hotel con antelación. No sabemos dónde nos quedaremos los días restantes. Decidiremos sobre la marcha.
Dormir y cenar en Salento
Alojamiento en Salento: Hotel Terrazas de Salento, situado en la parte alta del pueblo, cerca del mirador. El edificio es muy bonito y las habitaciones son estupendas. El desayuno está muy bien. Preparan los huevos a tu gusto, con jamón, tomate, cebolla. Se completa con fruta riquísima, jugo, pan, queso, café, chocolate.
Cenamos en un restaurante cercano a la plaza, El Patio de mi casa, regular. Trucha asada que es de criadero y plato paisa, que es enorme y lleva frijoles, cerdo, arroz, plátano, aguacate.
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: COLOMBIA: EJE CAFETERO, CARIBE Y AMAZONAS