Uno de los valles alpinos cercanos a Innsbruck es el Valle de Otztal, que puede presumir de tener la carretera más alta de la Unión Europea, la Otztaler Gletscherstrase, carretera panorámica que parte de Sölden y alcanza 2800 m de altitud llegando hasta los glaciares. Estamos en la región austríaca del Tirol.
Recorrido en coche por el valle de Otztal
Proveníamos del valle de Stubai, donde pasamos los días anteriores, y al llegar al Valle de Otztal nos encontramos un valle más angosto y encajado, por el que fluye el río Otztaler. A pesar de su mayor estrechez, la franja al lado del río es suficiente para el asentamiento de pequeñas poblaciones.
Aunque hoy las nubes bajas tapan las cumbres, y el día parece más propicio para quedarse en las zonas bajas del valle, más soleadas, decidimos probar suerte y subir a las cimas por la carretera que recorre el valle. Atravesamos los primeros pueblos del valle: Oetz, Umhausen. Aunque pasamos de largo, hay que señalar que a Umhausen acuden muchos excursionistas para realizar el corto sendero que conduce a las Stuibenfall, las cascadas más altas del Tirol. Existen varias alternativas para acercarse a las cascadas y contemplarlas desde la plataforma metálica.
Nosotros seguimos avanzando por el valle, pasando por los pueblos siguientes: Längerfeld, Huben, Sölden. Por momentos nos toca circular detrás de un autobús con carrito a remolque para llevar bicis. De las cumbres no hay rastro, quedan ocultas por las nubes. El río Otztaler baja agitado, formando continuos rápidos en tono gris lechoso.
Hasta Sölden la subida es muy suave, la carretera es casi llana. En Sölden empiezan las rampas fuertes de subida al paso de montaña que comunica con Italia, pero nosotros cambiamos de dirección, y en vez de dirigirnos a la frontera con Italia, cogemos la carretera panorámica a los glaciares. Esta carretera arranca en Sölden y es la carretera de montaña más alta de los Alpes y de toda la Unión Europea, alcanzando 2800 m de altitud.
Solden en el Valle de Otztal
Otztaler Gletscherstrase: carretera panorámica de Solden
La Otztaler Gletscherstrase es una carretera turística de peaje. Cuesta 21 € por coche. Nos ofrece en su primera parte unas espléndidas panorámicas del valle de Otztal.
Vistas del Valle de Otztal desde el inicio de la Otztaler Gletscherstrase
Subimos por esta carretera de montaña que describe lazadas y va trepando por el valle glaciar que configura el torrente Rettenbach procedente de los glaciares. Al ganar altura desaparece el bosque, la hierba es cada vez más escasa, hasta que por encima de 2500 msnm nos situamos ya en paisaje de alta montaña, en parajes compuestos únicamente por roca y hielo.
Otztaler Gletscherstrase: carretera panorámica de Solden en el valle de Otztal
Dos son los glaciares que se pueden alcanzar por la Otztaler Gletscherstrase. Nos acercamos primero al Rettenbach Gletscher. El glaciar colgante ocupa la parte superior de la montaña, a casi 3000 m de altitud. Las gotas de deshielo se acumulan en lagunas para formar un riachuelo que fluye por el valle ocupado en otros tiempos por la lengua glaciar.
Glaciar Rettenbach
Paramos primero en el aparcamiento inferior y caminamos al borde del glaciar, pero sin tocarlo para no derretirlo más. Hay que proteger los glaciares. El deshielo ha formado lagunas y estamos en la orilla de la laguna superior, de color verde grisáceo. Nos quedamos contemplando los desprendimientos de trozos de hielo cayendo sobre la laguna. Es un escenario majestuoso.
Las montañas austríacas están llenas de instalaciones de esquí y este lugar no iba a quedarse atrás. Aunque están cerradas en esta época, desnaturalizan el entorno. Estamos a casi 2700 msnm y todavía se podría subir más arriba mediante unos teleféricos que parten de Sölden.
Seguidamente nos dirigimos al aparcamiento superior, el más alto dentro de la Unión Europea, a 2798 m de altitud. Aquí es donde descubrimos que no hay sólo una laguna, la cual veíamos desde el aparcamiento superior, sino que divisamos cuatro lagunas. El color verde grisáceo de dos de ellas contrasta con el verde intenso de las otras dos. Este punto es un mirador con vistas panorámicas al glaciar, las montañas y las lagunas desde una posición superior. Impresionante, lástima que esté afeado por la estación de esquí.
Otztaler Gletscherstrase: carretera panorámica de Solden en el valle de Otztal
Casi no te lo puedes creer, pero una capilla cercana se eleva en estas montañas. Aparcamos a su lado y nos dedicamos a contemplar el valle glaciar y las altas cumbres que asoman al fondo cerrando el valle. En sólo un minuto ha subido la niebla y arruina toda la visibilidad.
Capilla en la carretera panorámica de Solden
Nos dirigimos a continuación al otro glaciar, el Tiefenbach Gletscher, donde se emplaza otra estación de esquí. Hay que pasar un túnel que atraviesa la montaña y nos deja en otra vertiente. Este glaciar no es tan vistoso porque queda más alejado, colgado en la cima. Aquí hace mucho más frío, 10 ºC. Sin embargo, gozamos de espectaculares vistas a la cadena montañosa de altas cumbres de más de 3000 m de altitud.
Vistas desde el aparcamiento del glaciar Tiefenbach
Finalmente nos acercamos a una de las lagunas verdosas del primer glaciar, el Rettenbach Gletscher, y a continuación buscamos un sitio con vistas para el picnic.
Se puede recorrer esta carretera panorámica Otztaler Gletscherstrase en un autobús turístico que va haciendo paradas. También se pude subir en teleférico hasta una plataforma superior. Habría que comprobar ambas opciones, aunque a priori me parece más interesante ir en coche y parar donde quieras.
Valle de Otztal
Hochsölden
Bajamos la carretera de los glaciares y antes de llegar a Sölden cogemos una carretera que sube a la estación de montaña de Hochsölden. Esta carretera ofrece también vistas estupendas a escarpados valles y altas cumbres.
Carretera de Hochsölden
Timmelsjoch Pass
Antes de seguir en dirección a Italia nos paramos a tomar unos chocolates calientes con nata en Gasthof Neue Post, que está al lado de la carretera y se aparca bien al lado.
El paso internacional Timmelsjoch Pass comunica el Valle de Ötztal con Italia (Belprato), aunque no es una carretera de tráfico comercial, sino que se usa turísticamente y el paso de montaña permanece cerrado gran parte del año.
Carretera de Timmelsjoch Pass
A partir de Sölden, después de pasar unas curvas por un encajonamiento del río, el valle se ensancha y aparece Obergurgl, un pueblo alpino de montaña. Más adelante, a 2100 m de altura se emplaza el resort de esquí de Hochgurgl y la carretera sigue subiendo hasta alcanzar 2175 m en el Top Mountain Motorcycle Museum. No me extraña que exista un museo dedicado a las motos, sólo hay que ver la cantidad de moteros que frecuentan esta ruta. El museo es de pago y no es nada barato. Hay restaurante y un mirador protegido de la lluvia.
El peaje de paso por el puerto de montaña Timmelsjoch es de 17 € ida, o 24 € ida y vuelta, nada barato, y supongo que por eso circulan pocos vehículos por aquí. La frontera con Italia no queda en este punto, sino más adelante, pero en este día de tan mala visibilidad no merece la pena seguir. Queda para otra. Estamos a 9 ºC a finales de junio.
Regresamos hacia Oetz bajo una lluvia moderada. Es impresionante cómo se ha llenado todo de cascadas cayendo desde lo alto y el vigor con el que bajan los ríos.
Cascadas en el Valle de Otztal
Lago Piburgersee
Antes de retirarnos al alojamiento nos acercamos al Lago Piburgersee. Se llega desde Oetz cogiendo una estrecha carretera que en continuas curvas gana altura rápidamente sobre el valle. Aparcamos en el pueblo de Piburg, que consiste básicamente en un conjunto de hoteles tiroleses muy bonitos con balcones de madera llenos de flores. El aparcamiento cuesta 4 €. Después hay que caminar unos 400 m por un camino asfaltado que llega a orillas del lago, por el cual está prohibida la circulación de vehículos.
Todo el lago está circundado por un sendero que permite recorrer su orilla a pie. Su origen es glaciar y está rodeado de árboles. Es un lugar de recreo en el que la gente viene a bañarse o a remar, y a al parecer, a patinar sobre hielo en invierno, según dedujimos al ver un puesto de alquiler de patines. En la orilla de enfrente vemos un restaurante de madera sobre el lago, bajo la mole montañosa. Sin duda, el restaurante se emplaza en un lugar idílico, al que creo que sólo se puede llegar andando o remando, porque nadando sería muy cansado.
Donde dormir y comer en el valle de Otztal
Nos alojamos en el pueblo de Sautens, al principio del valle. Nos quedamos 3 noches en Gästehaus Wiesenheim. Habitación amplia con baño, que además de cama doble tenía sofá-cama y otra pequeña habitación anexa de 2 camas que no necesitamos. Balcón con sillas. La casa tiene un gran jardín con tumbonas y huerto. La ubicación de Sautens es idílica.
El jardín es una delicia, con huerto, zona de árboles, zona de juegos infantiles, y varios ambientes en porche y jardín con mesas, sillones, tumbonas. Las vistas son inolvidables, con el paredón rocoso de frente y una aldea encaramada en una ladera.
El desayuno estaba bien: pan, quesos, embutidos, fruta, yogur, café con leche o bebida caliente a elegir. También se puede tomar huevo, zumo.
Los dueños de la casa son muy atentos. Una noche nos invitaron a compartir una agradable velada tomando unos licores mientras iba oscureciendo. Broche perfecto para un día estupendo. Esto es vida, aunque el invierno debe de ser duro. Recuerdo cuando vinimos al Tirol a principios de primavera y la nieve lo cubría todo.
Vista desde nuestro alojamiento en Sautens: valle de Otztal
Restaurante Gasthaus Blaue Gaas, en el pueblo de Oetz. Estuvo bien, en una terraza agradable. Sólo tienen carta en alemán, por lo que nos resultó complicado elegir los platos. La chica nos iba explicando a qué plato correspondía cada foto que se veía en google. Lo mejor fue un entrecot de ternera con guarnición y salsa.
Restaurante Heyner, en el pueblo de Oetz. Es un restaurante-cafetería enorme con varios ambientes. Tiene una terraza muy agradable. No había casi nadie y nos atendieron muy rápido. Tienen carta en inglés y en italiano. Tomamos platos de carne que estaban ricos y bien preparados.
Gasthof Ambachjof (Pizzería Roberto) en Sautens al lado de la carretera. Cenamos muy bien. Tienen platos italianos y tiroleses. Nos decantamos por pasta y ensaladas.