Boquiabiertos nos quedamos al contemplar las vistas desde Piedra Pérez. En el Cerro Tronador, aquellas cascadas que caían desde al glaciar Castaño Overa a un valle habitado por bosque patagónico componían un paisaje impresionate. Suponía culminar un día repleto de escenas maravillosas en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
De Lago Puelo al Parque Nacional Nahuel Huapi
Claudia nos desaconseja la caminata al Cajón del Azul. El lugar se ha hecho famoso y se han producido varios asaltos a turistas, principalmente extranjeros. Se ha vuelto peligroso. Nos recomienda conocer Puerto Patriada (por El Hoyo), en coche, paisaje de montaña, llegando a un lago precioso. Supone desviarnos de nuestro camino, por lo que quedará pendiente.
Mi tobillo sigue un poco negro, pero ya sólo tengo molestias ligeras, hay que continuar adelante.
Tras desayunar en Lago Puelo, emprendíamos rumbo hacia el norte, hacia el Cerro Tronador.
Cruzamos el paralelo 42, que sirve de límite provincial, y entramos en la provincia de Río Negro. Y mi estómago todavía peleándose con el bife de anoche.
Tal como nos aconsejaron, pasado El Bolsón, nos desviamos de la ruta principal por una ruta de ripio por Mallín Ahogado. Al parecer tenía mejores vistas de las montañas, y circula próxima al río Azul, aunque la verdad es que no me gustó demasiado. Está señalizada como ruta turística, con desviaciones a cascadas, la costa del río Azul, un centro de esquí………..pero nosotros no queremos entretenernos demasiado, para poder llegar a la base del Tronador antes del cierre del sentido de subida.
Cabañas aisladas, vegetación poco interesante, y algunas vistas lejanas de montañas, que no creo que sean mejores que las que se ven por la RN-40. Al final tuvimos que vadear un pequeño curso de agua, que tal vez en época de lluvias o de deshielo baje más crecido.
Retomando la ruta 40, avanzábamos por el kilómetro mil novecientos y pico…….Pude hacer una foto en el punto kilométrico de mi año de nacimiento.
Por esta zona está el Bosque Tallado, del cerro Piltriquitrón. Supongo que la desviación para llegar parte de algún tramo de la RN-40 que nos saltamos, ya que no la encontramos.
La carretera asfaltada por la que ascendíamos era sinuosa, alcanzando 1000 m de altura. Poco después de comenzar el descenso, aparecía al fondo de la carretera un hermoso lago enmarcado entre montañas………el Lago Guillelmo.
Carretera al Cerro Tronador, en el Parque Nacional Nahuel Huapi
En Villa Mascardi, tomamos la desviación al Cerro Tronador. Para ingresar al Parque Nacional Nahuel Huapi, nosotros teníamos nuestro bono por quince días. Y ya de inmediato entramos en un paraíso………..en ese tipo de paisajes que a mí me gustan: boques, montañas, lagos, ¡oh, qué delicia!
Mapa del parque Nahuel Huapi, el primer parque nacional argentino, creado a principios del siglo XX.
La gente se divertía en el Lago Mascardi, remando, paseando o montando en bici. Yo me sentía feliz.
Carretera ripiada, estrecha y sinuosa en medio del bosque. Por eso, sólo permiten el acceso en sentido único en las horas de mayor afluencia. Ver horarios de acceso
Cuando pasamos el lago Mascardi, y en cuanto se abre el Valle del río Manso…….¡uffff!…. aparece ahí enfrente la gran mole del Cerro Tronador, con sus 3 picos y su cima cubierta de varios glaciares. Imposible apartar la vista, ¡imponente!
Y, siguiendo encantados con lo que estábamos viendo, llegamos a Pampa Linda, donde está nuestra hostería para las próximas tres noches…..¡buf! ¡alucinamos!
Cerquísima de la base del Tronador, Pampa Linda es un lugar increíble. Y todavía hay más, es que nos dieron una habitación con vistas al Tronador. Yo estaba radiante, y ya me imaginaba despertar todas las mañanas con aquellas vistas. ¡Qué bárbaro!
Sendero a Piedra Pérez
Y así, felices de emoción, seguimos hasta el final del camino, a la base del Cerro Tronador, donde, después de tomarnos unas empanadas, estábamos preparados para empezar a disfrutar de caminatas por el Parque Nacional Nahuel Huapi. La elegida para esta tarde era la subida a Piedra Pérez, cortita, aunque muy empinada.
No sé si brillaba más el hielo reflejado por el sol o la enorme sonrisa que se nos dibujaba.
Llegábamos a Piedra Pérez después de hora y cuarto de endiablada subida, tras descalzarnos para cruzar un río de agua HELADA que bajaba del glaciar, cabalgar sobre varios enormes troncos caídos en el camino, y prácticamente gatear por un sendero de pendiente bestial. Y es que no se les ha ocurrido hacer un zig-zag para salvar el desnivel, sino que la senda sube la pendiente de la montaña tal cual, vertical. Por algo está calificada como difícil. Es una bestialidad. Se suben 500 m de desnivel en 2 km, sólo en pendiente, sin escaleras.
Bosques de lengas en el sendero a Piedra Pérez
Si ya durante la subida teníamos magníficas vistas entre el bosque de lengas, una vez arriba es para alucinar. ¡Es una auténtica pasada! Estamos al lado de uno de los glaciares que cuelgan del Tronador, el glaciar Castaño Overa, caen cascadas, la cima se ve muy cerquita. Estamos a 1550 m de altura. ¡Esto es brutal! Y oyendo la montaña tronando con cada desprendimiento de hielo, y el sonido de las cascadas que caen de los glaciares…….
Y, ¡ni un tábano!
Vistas del glaciar Castaño Overa desde Piedra Pérez
Y al otro lado, el valle del río Manso, el circo glaciar, espectacular, con el glaciar Manso colgando, y el ventisquero negro abajo, sobre la laguna. El contraluz y mi torpeza mataban las fotos. Impresionantes estampas desde Piedra Pérez.
La bajadita de marras también se las trae. La ruta de Piedra Pérez es complicada, no es apta para cualquiera.
Ha sido una caminata increíble, preciosa.
Los grados de las montañas patagónicas son muy raros, porque con 12 ºC, yo iba en manga corta.
Cerro Tronador. La Garganta del Diablo
Una vez abajo, y tras volver a descalzarnos en el río helado, todavía continuamos un poco más por el sendero de la Garganta del Diablo. Aquí también hay una garganta del diablo, como no podía ser de otra manera. Y ya conocemos unas cuantas en Argentina.
Éste es el sendero que recorren las excursiones organizadas que vienen hasta aquí, aunque a esta hora ya no quedaba nadie. Nos conduce hasta al pie del circo glaciar, desde donde vemos caer cascadas, aunque no divisamos los glaciares. Poco impactante comparado con lo que habíamos visto desde las alturas. Me gustó más la vista antes de llegar al final del sendero, con el bosque de lengas al pie del paredón glaciar.
La verdad es que El Chaltén es la capital del trekking en Argentina, pero el Parque Nahuel Huapi no se queda atrás. Hay unas rutas impresionantes.
Para dormir y cenar en Pampa Linda (Cerro Tronador – PN Nahuel Huapi)
Hostería Pampa Linda, donde nos quedamos 3 noches
Cenamos con vistas al Volcán Tronador y sus glaciares. No hay carta, sino menú fijo a elegir entre 2 ó 3 opciones. Todo estaba bueno, el struddel fue un auténtico vicio tras la sopa de calabaza y el bife mariposa.
Por la noche, desde mi ventana, Orion brillaba sobre el Cerro Tronador.
Track de la ruta. Sendero Piedra Pérez
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6207103