Trek EBC. De Dingboche a Lobuche - Más rutas y menos rutinas

Menudo día tan impresionante hemos vivido. Esta etapa del trek del EBC transcurre de Dingboche a Lobuche (de 4350 m a 4920 m). El desnivel es considerable teniendo en cuenta la altitud a la que nos encontramos. Dormiremos casi 600 m más arriba que la noche anterior, y me preocupa pasar la noche a tanta altitud.

Con un porteador menos partimos de la agradable Dingboche en un día espléndidamente soleado. Las paredes de hielo de las cumbres brillan intensamente bajo un cielo azul.

Nada más subir por un sendero para alcanzar la morrena glaciar, ya divisamos el valle que vamos a recorrer sobre la morrena glaciar, rodeado por las cumbres del Tabuche y Cholatse. Mirando atrás, relucen el Ama Dablam, el Tanserku y el Kangtega. El pueblo de Periche reposa en el fondo del valle. Parece mentira poder cultivar la tierra en este lugar. Las verdes parcelas resaltan sobre la sequedad del valle. La vegetación es prácticamente inexistente en esta zona. Apenas algunas florecillas ya marchitas en esta época sobreviven en estos parajes altos.

La caminata discurre en un ascenso muy paulatino por la morrena, gozando de vistas superiores del valle de Periche. Caminamos muy tranquilamente, parando montones de veces a deleitarnos profundamente y a tomar montones de fotos. Yo he disfrutado muchísimo el día.

Al final del valle debemos cruzar el río para descansar en Thukla (o Dugla), la única concentración de lodges intermedia en esta etapa. Paramos a comer antes de emprender la parte más dura del día, una fuerte pendiente que subimos penosamente. El aire no entra a esta altitud y el esfuerzo es tremendo. Varias estupas y banderas de oración nos reciben al terminar la subida. Las vistas son prodigiosas. Es el inicio del Dugla Pass, donde nos recibe un conjunto de Chortens en homenaje a los fallecidos en el Everest. Nos detenemos a echar un nuevo vistazo al frente de cumbres que hemos llevado de espaldas: Ama Dablam, Kangtega, Thamserku.

Girando la cabeza al otro lado se abre un nuevo panorama, desconocido por nosotros hasta entonces y empiezan a asomarse montañas gigantes entre las que sobresale la blanca estructura piramidal del Pumori.

Viene a continuación un tramo al lado del río. El terreno es muy pedregoso, carente totalmente de vegetación, y parece que estemos en otro planeta. A pesar de que la pendiente es suave, cuesta caminar a más de 4800 m de altura.

Finalmente alcanzamos Lobuche, una pequeña agrupación de alojamientos en una zona de praderas en las que pastan caballos y yaks. Estamos a 4920 m de altitud y la noche promete ser incómoda. Nos alojamos en Ecolodge Lobuche, uno de los mejores de Lobuche. Habitación doble. Ducha, lavabo y retrete están fuera de la habitación aunque dentro del edificio. Al menos hace calorcito en el interior. Lobuche está a tope y los lodges ya no saben cómo acomodar a todos los que llegan, a veces incluso apretujándose 4 personas en una pequeña habitación doble, colocando colchonetas adicionales en el suelo.

Tras instalarnos nos disponemos a subir a la morrena del glaciar del Khumbu a su paso por Lobuche. Las vistas son espléndidas: la blanca pirámide del PumoRi, el Lingtren, Khumbutse………….. El glaciar Khumbu queda abajo, cubierto de tierra. De vez en cuando escuchamos crujidos del hielo. La tarde nos concede hermosos momentos, con la niebla entrando por el valle glaciar y colándose por las montañas.

Estos valles glaciares repletos de rocas son un espacio virgen y salvaje que el hombre no ha sido capaz de colonizar. No hay rastro de vida, en contraste con los pueblos y parcelas agrícolas que veíamos días atrás.

Mi cena está riquísima: huevos fritos con patatas y verduras salteadas.