El programa del día consiste en conducir de Chennai a Kanchipuram para conocer los principales templos de Kanchipuram de la dinastía Pallava y visitar algún taller artesanal de seda, y después desplazarnos a la costa de Mamallapuram donde pasaremos la tarde y la noche.
Llegada al aeropuerto de Chennai y alojamiento
Ya estamos en India. No hay duda. Vamos en taxi del aeropuerto de Chennai al hotel y los coches no paran de tocar el claxon. Nuestro taxista contribuye en aumentar la huella sonora sin que nosotros sepamos entender el motivo, ya que a estas horas tardías apenas hay tráfico y no parece necesario hacerse notar.
En el aeropuerto de Chennai las formalidades de ingreso resultan rapidísimas. Me esperaba horribles y lentas colas, como sufrimos en otras ocasiones en aeropuertos indios cuando estábamos en tránsito. Pero en absoluto es el caso. La mayoría de los pasajeros del avión son indios y sólo unos pocos extranjeros nos dirigimos a los mostradores de ingreso con e-visa, donde los trámites avanzan extremadamente ágiles. Por eso es importante solicitar la e-visa con antelación.
Nos alojamos la primera noche en el Hotel Quality Inn, cerca del aeropuerto de Chennai, localización perfecta al llegar nuestro vuelo tan tarde. Pillamos un taxi prepagado en una ventanilla del aeropuerto por 300 rupias, seguro que demasiado caro dada la escasa distancia, pero bueno, la primera noche no hay que andar buscando la oferta del día. Incluso siendo habitación deluxe se ve bastante cutrecilla y escasa de mantenimiento. Le falta también un colchón más cómodo. Por lo demás, tiene de todo, y lo más importante: aire acondicionado. También TV, caja fuerte, cafetera, gel, etc. En el desayuno casi todo tiene pinta extraña bañado en salsas de sospechosos colores, así que nos limitamos a pan, tortitas, huevos cocidos, fruta y café.
Chennai es la capital del estado de Tamil Nadu, al sur de la India. Es un estado con lengua propia, el tamil, y con una cultura muy tradicional y enfrascada en la religión, distinguida por los templos hinduistas de varias dinastías y diferente arquitectura.
Chennai es una gran ciudad comercial, cultural y dinámica de más de 7 millones de habitantes, antes denominada Madrás. Del granjero Madrasan tomaba su nombre Madrás, en torno a cuyas plantaciones de plátanos se establecieron los cimientos de la ciudad cuando llegaron los británicos y construyeron el Fuerte de San Jorge en 1644. El Océano Índico baña esta ciudad situada en la costa oriental de India.
De Chennai a Kanchipuram
Con Prabhu habíamos quedado a las 10 en el hotel para comenzar el circuito en coche con conductor por el sur de India, recorriendo diversos puntos de los estados de Tamil Nadu y Kerala.
Itinerario del día: Chennai-Kanchipuram: 70 Km, 1h 30’ / Kanchipuram – Mamallapuram: 70 Km, 1h 30’. Es un día bastante relajado.
Tardamos un buen rato en salir de Chennai. Es una ciudad enorme que parece que nunca se acaba. El tráfico no es tan caótico como me había imaginado. Eso sí, ruidoso es un rato. Tocan continuamente el claxon para avisar “estoy aquí” y el tráfico avanza a golpe de pitidos. Los intermitentes no son visuales ni luminosos, aquí son sonoros, a toque de bocina.
Las orillas de la carretera son una continua sucesión de puestos callejeros y tiendas que venden de todo…………. costureros con sus máquinas de coser en la calle, perros, cabras, vacas, gente, bicis, motos…… Mientras Prabhu paró a desayunar cinco minutos en un bar de la carretera, nosotros observábamos el panorama circulatorio, y en hora y media estábamos en Kanchipuram.
Templos de Kanchipuran, ciudad sagrada de India
Kanchipuram es una de las 7 ciudades sagradas de India. Es lugar de culto y peregrinación para los hinduistas. De los más de 1000 templos que alberga Kanchipuram, nosotros sólo vamos a visitar los tres principales. Fueron construidos por los pallawa, quienes habitaban este lugar entre los siglos VI y VIII. Además, es una ciudad reconocida por su artesanía en seda, por lo que después visitaremos algunos talleres artesanales.
La ciudad de Kanchipuram fue la capital de la dinastía Pallava entre los siglos VI y VIII. Aunque esta dinastía pugnaba con sus vecinos Cholas, Pandyas y Chalukyas, eran por otra parte grandes comerciantes que establecieron vínculos con el Sudeste asiático.
Vaikunta Perumal Temple
Comenzamos la visita al Vaikunta Perumal Temple, ya que de los tres principales templos de Kanchipuram es el primero que cierra a mediodía (a las 12:00). Se conoce también como Thiru Parameswara Vinnagaram. Prabhu nos acompaña caminando alrededor del pórtico de columnas que rodea el recinto. El templo contiene incontables esculturas que adornan las columnas, así como bajo-relieves que embellecen las paredes. El templo fue construido por un rey Pallava en el siglo VIII y está consagrado a Visnú.
Vaikunta Perumal Temple en Kanchipuram
Ekambareshwarar Temple en Kanchipuram
Continuamos la ronda de templos de Kanchipuram visitando el Ekambareshwarar Temple o Ekambaranathar Temple, que cierra a las 12:30.
Prabhu nos advierte que hay mucho timador de turistas por aquí. Un avispado tipo nos estaba esperando para salirnos al encuentro alegando que la entrada costaba 200 rupias por persona y además 40 por cámara. Ya sabíamos que era mentira y sin sentirnos intimidados en absoluto, ignoramos sus palabras respondiéndole que sólo teníamos que pagar 20 rupias por la cámara, que así nos lo había asegurado un amigo indio que nos esperaba en el coche. Pero el tipo tenía un plan B, ofreciéndose de guía, a lo cual contraatacamos diciéndole que nuestro amigo ya nos había explicado todo lo que queríamos saber sobre el Ekambareshwarar Temple.
Este templo del siglo IV dedicado a Shiva es muy venerado por los hinduistas, quienes acuden a recibir las bendiciones de los brahmanes como pudimos comprobar al asomarnos a un altar al que sólo pueden acceder los hinduistas. No lo sabíamos hasta que nos invitaron a marcharnos.
Recorremos entonces la zona permitida a visitantes, consistente en varias naves columnadas, donde percibimos el dramático fervor. El templo Ekambareshwarar fue construido originalmente por los reyes pallava, aunque posteriormente remodelado por otras dinastías, como los cholas. Dicen que el mango sagrado que se yergue en un patio es milenario (unos 3000 años). Por el espesor de su tronco no lo parece, aunque es la causa de la creencia de que la diosa Kamakchi tomó su tierra para construir el linga de tierra.
Los cinco lingas son los elementos que el hinduismo considera como origen del universo: aire, agua, fuego, tierra y éter. A cada uno de estos elementos se le dedica un templo, y éste de Kanchipuram corresponde a la tierra.
Ekambareshwarar Temple en Kanchipuram
Kailasanathar Temple en Kanchipuram
El último de los templos de Kanchipuram que visitamos es el Kailasanathar Temple, también de entrada gratuita. Al igual que en los anteriores, hay que descalzarse; nosotros nos dejamos puestos los calcetines.
Este monumento corresponde también al periodo pallava, antiguos reyes de la zona, y éste es el más antiguo, fechado en el siglo VII. A pesar de su antigüedad, se conserva en muy buen estado, y al igual que los demás, no es sólo monumento turístico, sino que además es un lugar vivo y usado por los fieles para hacer sus ofrendas. La piedra está tallada en esculturas, columnas y bajo-relieves.
Templos de Kanchipuram: Kailasanathar Temple
La seda de Kanchipuram
Para depurarnos del hartazgo de templos decidimos acercarnos a unos talleres artesanales de seda en un barrio en el que 300 familias viven de los telares. Un tipo que hablaba medio inglés, medio italiano, medio español, se autoproclamó guía de la barriada llevándonos primero a un telar muy antiguo totalmente artesanal en el que el tejedor creaba sus propios diseños.
Visitamos a continuación otro taller que estaba algo más mecanizado, mientras el tipo nos explicaba la artesanía en seda, la elaboración de saris, especialmente para bodas, y la importancia de esta actividad económica en la ciudad.
Los saris que se elaboran en Kanchipuram se venden en todo el país, principalmente para celebraciones importantes. Como era de suponer, la finalidad de tan esmerado peloteo no era absolutamente altruista, sino abrirnos camino hacia la tienda donde esperaban varias vendedoras. Su insistencia no atosigaba, pero de todas formas no me pude resistir a la tentación de comprar un pañuelo……..es que el tacto era tan suave y los colores tan bonitos!
Talleres de seda de Kanchipuram
Vageando en Mamallapuram
Sin nada de hambre ponemos rumbo a Mamallapuram, a donde llegamos hora y media después. El aguacero que nos recibe obliga a cambiar planes, y apenas tras un corto paseo hasta la playa cercana nos refugiamos en el bar del hotel antes de un baño en la piscina.
Playa de Mamallapuram
La tarde estaba tan desapacible que no apetecía salir a cenar fuera. Cenamos en el hotel y todo estaba muy rico. Tenían platos sin picante, misión casi imposible en esta zona de India, aunque lo que más destacaría es el servicio, continuamente preocupados porque todo fuera de nuestro agrado.
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: INDIA SUR- TAMIL NADU Y KERALA