Se ha producido el milagro. Mi tobillo, aunque algo ennegrecido, está menos hinchado. Es una pequeña pelotita, y puedo caminar un poco. Estamos en Futaulefú y, cojeando, nos dedicaremos a recorrer algunos de sus senderos por la Reserva Nacional Futaulefú y Piedra del Águila, en un día de sol radiante, en el que las montañas lucen lindas.
Futaulefú. Intento frustado de rafting
Desayuno en la Gringa Carioca. Adriana es un encanto.
Futaleufú es un pueblo que destila prosperidad y movimiento. Su cercanía a la frontera argentina, lo convierte en una puerta de entrada por tierra a la Patagonia chilena. La calidad de los rápidos del río Futaulefú para practicar rafting sirve de reclamo turístico, convirtiéndolo en la capital mundial de esta modalidad.
Se nota que el pequeño pueblo se orienta claramente hacia el turismo, disponiendo de variados servicios: alojamientos, restaurantes, tiendas, agencias. Claro que, todo es relativo. A nosotros nos estaba pareciendo civilización absoluta comparando con el resto de las provincias de Palena y Aysén. Sin embargo, no debió de parecerle igual a un tipo que nos encontramos al día siguiente, ya en Argentina, que nos preguntaba si había algún centro comercial grande donde escoger variedad de artículos. Y es que, Futaulefú no deja de ser un pequeño pueblo de casas de madera.
En sus calles proliferan las empresas que ofrecen descensos en balsa por los rápidos del río. Aseguran que disponen de grandes medidas de seguridad, en un tramo de dificultad intermedia-alta. ¡Habrá que probarlo!
Al cabo de 45 minutos volvíamos a la hostería, tras visitar 3 agencias de rafting. Todas las salidas para hoy están completas. Nuestra intención era dedicar medio día al rafting y el resto del tiempo a una caminata suave.
Pero, no va a poder ser. O sea que, intentaremos caminar.
En pocos minutos ya nos habíamos autoconvencido de que era mejor así. Después de tantos días mojándonos, nos sentaría bien secarnos un poco.
Nos hemos encontrado con las chicas israelitas que recogimos ayer. Quieren cruzar la frontera e irse hoy para Esquel, pero no sale ningún autobús hasta mañana. Menuda forma de viajar, de pueblo en pueblo, sin ver más que lo que pasa por la carretera.
Reserva Nacional Futaulefú
Siguiendo los consejos de Adriana, visitaremos los miradores en el momento adecuado en función de la posición del sol.
Así que, primero nos vamos a la Reserva Nacional Futaulefú, con miradores dirigidos hacia el noreste. En este día de verano patagónico, hemos cambiado el goretex por la manga corta.
Por el puente Gelvex, cruzamos el río Futaulefú, ¡increíble color!
Continuamos en coche hasta llegar a la caseta del guardaparques de Conaf, donde comenzamos la ruta de senderismo, guiándonos por el mapa que nos entregaron.
Sendero El Piedrero
Cojeando y despacito, iniciamos el Sendero El Piedrero, al lado del Río Futaulefú.
Subimos poquito a poco, por este bosque de la Reserva Nacional, donde la vegetación es menos frondosa que en la Patagonia costera.
Desde el primer mirador, el Piedrero, las vistas dominan el valle del Futaulefú, de intenso color azul, en contraste con el brillante verde de las matas de rosa mosqueta que ocupan sus orillas. Un valle enmarcado por montañas chilenas y argentinas. La frontera está a un paso.
El sendero sigue ascendiendo con muchas escaleras. Yo, con dos bastones, con mi dolor, y cojeando, me animo a continuar, hasta alcanzar el mirador El Cóndor, a 730 m de altura, en lo alto de un cerro. Disfrutamos de unas vistas magníficas, el valle, el pueblo del Futaulefú, picos nevados………. Muy bonito, en medio de esta Reserva Nacional, que fue creada en 1998 para proteger la flora y la fauna del área, en especial, el huemul y el ciprés de la cordillera. Este es el lugar más al sur en el que podemos encontrar este tipo de ciprés, que hacia el norte se extiende hasta el Aconcagua. Además, la Reserva Nacional también está poblada por lengas, coigües, canelos, arrayanes, y otras especies del bosque siempreverde. Y no dejamos de fijarnos en las flores.
En lo alto, nos tomamos tiempo para apreciar el panorama. El río, con su azul profundo, surca el valle. La nieve brilla en las cumbres. La desaparición del bosque en amplios sectores del valle, que han sido transformados en praderas, llama nuestra atención.
Unas empanadas de carne que compramos en Futaulefú son las más ricas que he probado en Chile.
Vistas desde el Mirador El Cóndor
Yo bajaba con mucho cuidado. No podía permitirme ni un solo mal paso………..entre cipreses y compañía.
Sendero Los Líquenes
Una vez en la parte baja, enlazamos con el sendero Los Líquenes, que lleva al mirador Piedra Ventosa. Y sí que hacía viento……….un avance de lo que sospechamos nos puede esperar en la Patagonia argentina.
26 ºC, se está poniendo pesado el sol. Sí que nos estamos secando bien.
Mirador Piedra Ventosa
Sendero Piedra del Águila
Por la tarde, tras un necesario paso por el pueblo para recargar agua, nos dirigimos al mirador Piedra del Águila, desde donde las vistas se aprecian mejor con la luz de la tarde. No hay indicaciones para llegar en coche al inicio del camino. Por suerte, Adriana nos lo explicó con perfectos detalles.
Tenemos una buena subida por delante, desde 370 m de altura hasta 750 m. Casi 400 m de desnivel en 2.5 km. Yo tengo que caminar muy despacio. Acompañados del «beeebeee» de las ovejitas. Ya no queda casi nada de aquellos conciertos que miles de pajarillos nos obsequiaban en los bosques lluviosos costeros. Aquí, gran parte del valle ha sido convertido en praderas.
Me ha costado, pero he logrado subir, con 2 bastones e intentando no apoyar fuerte con mi pie perjudicado.
Dos pequeñas lagunas, encerradas en el bosque, reflejan la luz como espejos. A nuestros pies, el valle del Futaulefú, y muchas montañas chilenas y argentinas.
Estar sobre la piedra del águila da vértigo. Colgada sobre el valle a gran altura, con sólo un filo de apoyo. Me estoy empezando a marear del precipicio que veo en cualquier dirección.
Despedíamos los últimos rayos de sol en la laguna Espejo. Tienen suerte de tener un lugar así en pleno centro del pueblo, donde unos remaban, y otros, simplemente paseaban.
Para cenar en Futaulefú
Restaurante Andes Sur. Un chileno y una argentina bien avenidos y encantadores, que sirven productos de su huerta. Cenamos estupendamente, y disfrutamos del honor de las explicaciones del chef sobre las delicias culinarias patagónicas, más presentes en las ollas caseras de pequeños pueblos que en las mesas de los restaurantes.
Despedida de Chile, por el momento. Cruzamos a Argentina
¡Qué noche tan estrellada! Nos salimos del pueblo buscando oscuridad total. Divisamos Orion en el hemisferio sur, que muestra una forma inversa a cómo lo vemos habitualmente desde el norte. Un cielo con millones de estrellas, en el que la Vía Láctea guía el camino celeste. ¡qué bonito!
Al día siguiente, nos despedíamos de Chile por unos días, que pasaremos en Argentina.
Casi no nos marchamos, charlando y charlando con Adriana. Hablábamos de la Patagonia como región y sentimiento común, más allá de diferencias de países……..de sus lugares, de sus paisajes, de sus comidas, de su clima, de su irrefrenable atracción.
Y, aprovechando que Adriana es brasileña, también charlamos sobre Brasil, sobre su música, y nos quedamos con recomendaciones de lugares a visitar en Brasil que nos podrían gustar.
……..¡Ya es la segunda vez en este viaje que me dicen que debería comprarme un terrenito en la Patagonia!………..Tal vez tengan razón y me lo debería plantear. Últimamente no hago más que darle vueltas a esa idea. Me imagino en una cabaña al lado de un lago, oyendo los pajarillos, saliendo a pescar, paseando por los bosques, recorriendo las montañas, viendo pasar las estaciones, dejándome atrapar por una vida simple, por la paz de los paisajes, de los sonidos, de los colores, de los aromas……………
Mañana cruzaremos la frontera a Argentina, por donde continuaremos nuestro viaje, para regresar a Chile dentro de unos días por el Paso Samoré.
Tracks de las rutas por Futaulefú
Reserva nacional Futaulefú: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6206989
Piedra del Águila: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6207018
Pingback: Parque Nacional Los Alerces - Más rutas y menos rutinas