Hoy cambiamos de alojamiento, del Valle de Paul a la costa. También cambiamos de paisajes, dejando el verde interior de la isla de Santo Antao para recorrer un vistoso tramo de costa configurada por acantilados y pequeñas aldeas. La ruta costera de Cruzinha a Ponta do Sol es muy popular y codiciada por los senderistas que visitan Santo Antao.
Traslado en coche a Cruzinha
En Casa Cavoquinho encontramos inmediatamente un aluguer. Qué suerte, porque nos lleva directamente a Ponta do Sol, cuando habitualmente es preciso hacer 2 conexiones (Vila das Pombas y Ribeira Grande).
Tras dejar las maletas en el hotel que reservé ayer buscamos un transporte para desplazarnos de Ponta do Sol a Cruzinha. Es difícil encontrar vehículo compartido, por lo que contratamos un taxi (1 hora, 3000 CVE). Alucinante trayecto durante una hora atravesando la Serra de Garça. Había oído de las maravillas de Santo Antao, había visto algunas fotos, pero no me la imaginaba tan tan espectacular. Menuda sorpresa. No había interiorizado su verdadera dimensión hasta que me situé en medio de sus fértiles valles labrados por el hombre y rodeados por una corona de espigadas crestas montañosas.
Las laderas de la Serra de Garça encierran aldeas que se encajan en el escaso espacio plano. Coculí y Garça son las principales. Las siluetas de las montañas son imponentes; se yerguen altivas encerrando el valle. Los bancales de cultivo trepan montaña arriba.
Tras superar Cha de Igleja parece que nos dirigimos al fin del mundo. Se acaba la carretera y la furgoneta circula despacio por las cerradas curvas que describe la pista de tierra que finaliza en Cruzinha. Cruzinha es un puerto pesquero dominado por el sosiego. Su playa negra de cantos rodados se apoya en altos acantilados. Es también el punto de inicio de esta ruta de senderismo que nos conducirá a Ponta do Sol.
Descripción de la ruta de Cruzinha a Ponta do Sol
El primer tramo de la ruta es una oda al desaliento. Paisaje desolado, sol insolente, viento en contra, arenas voladoras que nos dejan rebozados………….Pero, todo cambia superada la media hora inicial. Nos internamos en un camino excavado en la roca que se encaja en los acantilados. Una auténtica obra de ingeniería popular que nos hace gozar de un paisaje magnífico. Por el camino empedrado protegido por un murete de piedra pasamos de uno a otro acantilado, y así sucesivamente. Subiendo y bajando, subiendo y bajando, hasta que a lo lejos divisamos Formiguinhas. Formiguinhas nos sentimos nosotros caminando entre los altos acantilados. Nunca dejamos de ver el mar, que desata su furia contra la costa.
En Formiguinhas paramos a comer en un humilde chiringuito con grandes vistas. Aquí vive gente aislada, sólo comunicada por caminos pedestres……..contemplando siempre la inmensidad del Océano Atlántico, escuchando siempre sus rugidos que se funden con la música que suena en la radio.
Pescado azul frito y múltiples acompañamientos se despliegan en la mesa: mandioca, patata, batata, plátano frito. Muy risueña la señora que nos comenta que todos los días y todo el año pasan turistas por aquí. El niño empezó a bailar conmigo tratando de retenerme, supongo que para entretenerse más tiempo. En un lugar apartado del mundo no hay muchas distracciones y los caminantes levantamos expectación.
Escuchar música y mirar el mar………era para quedarse, pero hay que desperezarse para continuar la ruta.
A Corvo es media hora más de camino. Cuando llegamos a las primeras casas de esta pequeña aldea pensé que estaba deshabitada. Pero pronto descubrí que me equivocaba. La vida se manifiesta en sus terrazas de cultivo y en los campos de ñame inundados que reverdecen en medio de los áridos acantilados. Los establos se sitúan en la ladera de enfrente. Corvo se empotra en la desembocadura de una ribeira. Es pura esencia de Santo Antao: campo, mar y montaña fusionados.
El camino asciende brutalmente a continuación para remontar el acantilado siguiendo un Vía Crucis. También nuestra penosa subida parece un via crucis. Es desde lo alto cuando reparamos en la pintoresca estampa de Fontainhas, otra aldea. Se encaja en un profundo valle escondido entre los acantilados. Toda la montaña está cincelada en terrazas de cultivo, muchas de ellas abandonadas ahora. Hay vida en Fontainhas, la gente quiere charlar y nos cuentan mil y una historias. A Fontainhas llegan los vehículos, por lo que su aislamiento no es tanto.
Nosotros continuamos la marcha. Ya estamos a menos de una hora de Ponta do Sol, y la siguiente subida nos ofrece como premio unas imágenes impactantes de Fontainhas. Sus casas de colores quedan suspendidas sobre el risco.
El tramo final es más cómodo en suave descenso hasta Ponta do Sol. Percibimos los diferentes tonos de las rocas: rojizas, marrones, ocres, de origen volcánico, que componen los acantilados.
En Ponta do Sol se percibe animación. Un grupillo está enzarzado en una partida de cartas en la calle. Algunos pescadores lanzan sus cañas, mientras otros arreglan las redes. La mayoría sólo miran, sentados en el puerto. Los turistas contemplan las estampas de la vida local, de las olas y de las barquitas de colores.
El atardecer se ha puesto muy bonito y la puesta de sol sobre el mar enmarcada por los acantilados de fondo pone la guinda a un día estupendo.
Donde comer y dormir en Ponta do Sol
Hotel en Ponta do Sol: Kasa Tambla. A un paso del puerto. Estupenda terraza con vistas al mar. Amplia habitación, aunque incómodo colchón. Baño muy nuevo.
Desayuno: fruta, pan, queso zumo, mermeladas, pancaques, café
Para cenar en Ponta do Sol: Restaurante La Caleta. Croquetas de pescado, garoupa grelhada, atún en salsa de mango, crema de limón con salsa de chocolate. Músicos tocando en vivo.
Fotos de la ruta costera de Cruzinha a Ponta do Sol
Trayecto en coche por la Serra de Garça
Acantilados de Cruzinha
Saliendo de Cruzinha
Biblioteca geológica
Acantilados de Cruzinha a Ponta do Sol
Ya vemos enfrente la aldea de Formiguinhas
En el pueblo de Formiguinhas
La cocinera
Escultura en roca en el camino de Cruzinha a Ponta do Sol
Acantilados entre Formiguinhas y Corvo
Aldea de Corvo
Acantilados entre Corvo y Fontainhas. Al fondo, Ponta do Sol
Aldea de Fontainhas
Última subida entre Fontainhas y Ponta do Sol
Nos acercamos a Ponta do Sol
Recogiendo las redes en Ponta do Sol
Balanza a la antigua usanza para pesar el pescado en Ponta do Sol
Puerto de Ponta do Sol
Calle de Ponta do Sol
Puesta de sol en Ponta do Sol
Track de la ruta
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/cabo-verde-santo-antao-cruzinha-ponta-do-sol-23572563
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Cabo Verde. Senderismo y música