Por Xunqueira de Ambía y Santa Mariña de Augasantas: misterios en los bosques OURENSE - Allariz


Xunqueira de Ambía, el Ecoespacio O Rexo, Santa Mariña de Augasantas, son lugares en los que se entremezclan historia, naturaleza, leyendas y misterios, en esta ruta que recorremos a pie por caminos tradicionales, muy cerca de la ciudad de Ourense.

Localización de la ruta

Nos encontramos en tierras del interior de Galicia. Tierras regadas por el río Arnoia, en los municipios de Allariz y Xunqueira de Ambía, a escasa distancia de la ciudad de Ourense.

Xunqueira de Ambía

Anoche sonaban canciones de Neil Young en el V Rust Fest de Xunqueira de Ambía, bajo un cielo adornado con infinidad de estrellas. Nuestros temores no se han cumplido, y los 40 ºC habituales en la zona en julio, se han quedado rozando unos agradables 30 ºC, y una noche de lo más fresquita y agradable.

En una tarde por Xunqueira de Ambía vamos descubriendo rincones plagados de historia. Por este pueblo pasa el Camino de Santiago Sanabrés. Crecido alrededor de un monasterio fundado en el siglo VIII, se sitúa a unos 20 Km de la ciudad de Ourense. Su Colegiata de Santa María, de construcción románica y con un claustro gótico, ha sido declarada Monumento Nacional.

Colegiata de Santa María de Xunqueira de Ambía

No suelo entrar en iglesias. Sólo me dejo convencer si cuentan con algo realmente distintivo. Y ésta lo tiene………su órgano es uno de los más antiguos y mejores en su tipo de Europa.

Órgano de la Colegiata de Santa María de Xunqueira de Ambía

Y de paseo por Xunqueira de Ambía recorremos calles empedradas, elementos históricos. Y, sobre todo, fachadas adornadas con flores, o banquitos a pie de las casas y bajo las parras, buscando ese verdor que ayude a soportar las altas temperaturas estivales.

Xunqueira de Ambía

 

Ecoespacio O Rexo

Después de un desayuno con vistas al jardín florido, desde la casa de turismo rural Vilaboa nos vamos andando hacia el Ecoespacio O Rexo, por pistas y caminos, con intención de llegar a Xunqueira de Ambía.

Tras el pueblo de Acea de Meire, donde cruzamos el río Arnoia que tan generosamente riega estas tierras, seguimos caminando por un estrecho senderito siguiendo el curso del río. Un río sereno, que se deja acariciar por el follaje de los árboles.

Río Arnoia

Nuestros pasos nos guían hasta el Ecoespacio Os Rexos. En este lugar, a orillas del río Arnoia, algún molino de agua rehabilitado y el bucólico entorno ponen la nota rústica, mientras que podemos descubrir el toque más moderno en las obras del artista vasco Agustín Ibarrola. Piedras pintadas de colores al aire libre, y sobre todo, los troncos de los árboles pintados y reflejándose en el río crean estampas realmente fotogénicas.

Además, aquí se elaboran artesanalmente los únicos quesos de leche de oveja de Galicia, de excelente calidad.

Ecoespacio O Rexo

Continuar caminando a orillas del Arnoia por su margen derecha se convierte en una odisea a lo Indiana Jones, que nos obliga a dar vuelta con unos cuantos arañazos en brazos y piernas por gentileza de las silvas que cierran el camino. Está intransitable.

Sendero de O Rexo a Santa Mariña de Augasantas

De vuelta en O Rexo, descartamos la idea de ir hasta Xunqueira de Ambía. Se ha hecho tarde y no llegaríamos al concierto de órgano. Así que, cambiamos de rumbo para dirigirnos a Santa Mariña de Augasantas.

Para ello, cruzamos de nuevo el rústico puente sobre el Arnoia. Ahora seguimos por la senda de la margen izquierda del río, alejándonos del mismo.

Tras un tramo de sendero por el bosque, desembocamos en una pista asfaltada que nos pasa por las aldeas de Fondevila y A Tellada. No faltan las flores y las parras en ningún rincón de las aldeas, ni hórreos, que son muy pequeños en esta zona.

El bosque de robles está presente en la siguiente parte del recorrido. Estamos teniendo suerte con las temperaturas, que resultan muy agradables con cielos nublados. También tenemos suerte con los mosquitos, que son escasos gracias a las suaves temperaturas. Recuerdo haber venido a esta zona en otros veranos en los que era imposible enfrentarse a las nubes de mosquitos.

Y así llegamos a la aldea de Vilar de Flores, con encantadores rincones rurales, de los que a mí tanto me gustan. Desde aquí divisamos Allariz, que queda más bajo.

Nuestro camino prosigue entre muros de cierres, caminando entre carballeiras. Estamos en el Camino de Santiago, Vía de la Plata, que también pasa por Allariz. La ruta no está homologada, aunque sí señalizada, ya que se trata de uno de los 3 circuitos de Andainas que se organizan anualmente saliendo de Allariz.

Acumulamos 10 Km recorridos cuando pasamos por la aldea de Espiñeiros.

Entre caminos umbríos llegamos a la siguiente aldea, Turzas, otro ejemplo de arquitectura rural. Ahora los mosquitos parecen haberse despertado con ganas de guerra.

Tras un corto tramo por asfalto, otro sendero que nos conduce hasta Santa Mariña de Augasantas, pasando antes por A Vila.

 

Santa Mariña de Augasantas

Desde Santa Mariña llegamos a divisar la ciudad de Ourense, y una panorámica del entorno, de suave relieve.

La aldea de Santa Mariña de Augasantas fue restaurada hace unos años, y ha quedado preciosa. Su iglesia románica, del siglo XII, es muy parecida a la de Santa María de Xunqueira de Ambía. Alberga el sepulcro de esta santa, protagonista de una historia de leyenda convertida en religiosidad. Un lugar que conjuga historias paganas con fervor cristiano.

A su lado, encontramos el Pazo de verano del obispo, del siglo XVIII.

Varias edificaciones están rehabilitadas. Una funciona como casa de turismo rural, otra como taberna, e incluso se ha conservado la tradición cestera del pueblo manteniendo un taller de cestería.

También destacan los canales de agua dispuestos por la aldea. El agua milagrosa y sanadora está muy ligada a la leyenda de la santa.

La historia de Santa Mariña se remonta a la época de ocupación romana, en tiempos de Adriano. La joven Mariña se resistió de todas las formas posibles a las pretensiones de un poderoso romano. Después de múltiples torturas fue condenada a morir abrasada en un horno, por negarse a cumplir los caprichos del individuo. Aunque, consiguió salir viva, siendo rescatada por San Pedro. Después ordenaron decapitarla, y empezó a manar agua en cada uno de los 3 rebotes que la cabeza dio al caer.

Por ello, se consideró santa, y en el lugar donde se produjeron estos acontecimientos fue construida una iglesia para rendirle culto. Se denomina Basílica de la Asunción, aunque nunca fue terminada.

Basílica de la Asunción y Forno de Santa Mariña de Augasantas

Este lugar, conocido como Forno da Santa, se ubica a algo más de un kilómetro del pueblo, al cual accedemos por un camino en medio de una carballeira. El horno se sitúa en la cripta de la basílica de la Asunción y se cree que se trata de una construcción muy antigua, correspondiente a la cultura castreña, ya que existen símbolos de cultos de la época de los celtas. Todo ello combinado con posteriores símbolos romanos, y también cristianos.

La Basílica de la Asunción se encuentra en ruinas. Pero, disponiendo de linterna y bajando unas escaleras, nos encontramos con unas cuantas sorpresas. Losas funerarias grabadas, un altar, y restos de un horno crematorio de enorme antigüedad. Símbolos misteriosos en este lugar donde antiguamente se celebraban rituales paganos.

Es un lugar donde se notan sensaciones realmente extrañas. Asusta estar dentro.

En el exterior se pueden observar cavidades en las rocas. Son otros símbolos celtas, que se usaban para recoger la sangre de sacrificios.

Hay quien opina que en este lugar se realizaban estudios astrológicos. De lo que no cabe duda es de que estamos en uno de los lugares más misteriosos de Galicia, que todavía no ha sido estudiado en profundidad.

Ciudad de Armea

Historias de celtas, de romanos y de cristianos. De hecho, por aquí pasaba una calzada romana. Y muy cerca, llegamos a un antiguo castro, que después fue romanizado, lugar conocido como Ciudad de Armea.

La concentración de mosquitos comienza a incordiar. Continuando nuestra ruta, pasamos por la aldea de Armea. Aquí podemos observar petroglifos.

Con otro cruceiro y peto de ánimas, tan frecuentes en la zona, nos topamos en nuestro camino. Laioso queda a nuestra derecha.

Sendereando por el bosque alcanzamos el lugar de O Pazo.

Los últimos kilómetros nos llevan por las aldeas de Rubiás y Roiriz de Arriba.

Al final, desembocamos en un polígono industrial. Menos mal que habíamos sido precavidos anotando los números de teléfono de los taxis de Allariz y pudimos llamar a uno para que nos fuese a rescatar. La ruta se había hecho muy larga y esta parte no tenía ningún interés.

Vieiras, chipirones, cordero y tarta de milhojas para reponernos, porque por la noche nos vamos de nuevo de conciertos.

 

Track de la ruta

Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7284853

 

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