Hipopótamos en Santa Lucía – iSimangaliso SUDAFRICA - iSimangaliso Westland Park


En Santa Lucía nos quedamos un par de noches, queríamos conocer sus hipopótamos y sus playas. Este pueblo de Sudáfrica es la puerta de entrada al iSimangaliso Westland Park. Desde luego que no faltan oportunidades para disfrutar de esta zona en la costa de Indico: playas salvajes, fauna terrestre y marina, naturaleza. Aunque, si algo destaca son los paseos en barquita por su estuario para observar hipopótamos y cocodrilos. También es recomendable la visita al Cape Vidal. Lástima que no coincidimos con la época de avistamiento de ballenas o tortugas.

Santa Lucía. Un pueblo turístico en la costa del Indico sudafricana

Se nota que Santa Lucía es mucho más turística que los anteriores lugares que hemos visitado en Sudáfrica, aquellos lugares perdidos en las montañas. Numerosos alojamientos, restaurantes, mercados, tiendas, terrazas repletas, se extienden por este pequeño pueblo tropical.

En Santa Lucía se multiplican las agencias de servicios turísticos, que te pueden entretener durante varios días. Observación de aves, safaris, cabalgatas, kayak, snorkelling, avistamiento de ballenas o de tortugas, y, sobre todo, navegaciones por el estuario para observar hipopótamos …..son sólo algunos ejemplos de las actividades que proliferan en esta zona de la llamada Costa del Elefante.
Demasiado calor para nosotros. Para hacernos una idea, la posición del paralelo de Santa Lucía es equivalente al de Las Palmas de Gran Canaria en el hemisferio norte.

 

Cape Vidal. Fauna africana y playas salvajes en el Océano Indico

La cola en la puerta de acceso a Cape Vidal progresaba lentamente. El Cabo Vidal se ubica dentro del iSimangaliso Westland Park, Patrimonio de la Humanidad. El parque incluye diversos ecosistemas: lagunas, bosques, sabana, costa, dunas, estuario. Una rica diversidad natural que acoge variedad de animales terrestres, lacustres y marinos. Algo así como el milagro que creyeron ver los zulús al visitar por primera vez este territorio.

En nuestro lento conducir pretendíamos ir avistando la fauna salvaje que habita en este paraje llano, compuesto por praderas y bosques de árboles achaparrados. Y así íbamos descubriendo cebras, cerdos salvajes, antílopes…..

Desviándonos hacia Mission Rock, el bosque se espesaba. Por una pista de tierra llegábamos a la costa. El Índico batía con ganas contra las rocas.

Junto al área de picnic que se ubica en el camino a Mission Rock, parte el uMziki Lookout Trail. Un sendero extremadamente fácil que conduce a 2 miradores.

Alcanzábamos el mirador superior en menos de 5 minutos, escuchando los sonidos del bosque. Auténtico paisaje africano, que reúne los hábitats del parque: bosque, sabana, laguna y océano. Los insectos eran descomunales, y sobradamente coloridos.
Algunos grandes mamíferos avanzaban por la pradera. Con prismáticos conseguimos ver algún rinoceronte y algún búfalo desde el mirador inferior. ¡Su casa es gigantesca!.

Siguiente parada en Catalina Bay. Un mirador nos permite contemplar el lago de Santa Lucía. Los prismáticos resultaban imprescindibles para avistar las aves que se refugian en la laguna, y también los hipopótamos, que se sumergían y emergían.

Poco interés le encontramos al Dune Loop. Más bosque y más monos.
Desde el siguiente punto panorámico, el Mirador Mfabeni, podemos divisar las altas dunas rojas. Aunque, eso sí, a considerable distancia, más allá del bosque y de la sabana. Al otro lado, se extiende el campo forrado de flores amarillas.

Se notaba que era domingo. La playa de Cabo Vidal estaba frecuentada por bañistas domingueros. Predominaban las familias indias. También un chapuzón para nosotros. Con un agua ligeramente más fresca que en Tugela Mouth, el Índico demostraba poder. Impresionante playa salvaje. Es inmensa, escoltada por un cordón dunar al que se abrazan los árboles. Por mucho que camines, no consigues llegar al final.

La carretera finaliza en Cabo Vidal, a 30 Km de Santa Lucía. Más al norte, el parque iSimangaliso se prolonga hasta la frontera con Mozambique. Por allí se extienden los salvajes y kilométricos arenales de Sodwana Bay y de Kosy Bay, esta última a más de 200 Km de Santa Lucía y ya sólo accesible en 4×4. Dicen que sus arrecifes son impresionantes. Costa que, aunque actualmente dividida políticamente entre Sudáfrica y Mozambique, hasta finales del siglo XIX era el hogar de las tribus Tsonga.

Para acceder al loop más grande, el Grassland Loop, no encontramos la entrada. Tal vez sólo permiten safaris guiados.

Tres ñús descansaban cuando recorríamos el Vlei Loop, mientras varios jabalís se alimentaban.

Por el Pan Loop teníamos la oportunidad de encontrarnos con gacelas, búfalos y antílopes, que intentaban exprimir las charcas secas.

Realmente, extraordinaria diversidad de ecosistemas en poco espacio.

 

Hipopótamos en el Estuario de Santa Lucía

Si habíamos dedicado la mañana a recorrer Cape Vidal, por la tarde era el momento para navegar por el estuario de Santa Lucía e intentar avistar hipopótamos y cocodrilos. Para ello, nos dejamos aconsejar por June, la propietaria de nuestro B&B, que nos recomendó un barco pequeño que se acerca más a los animales. Ella misma nos hizo las reservas en la compañía Shoreline.

El capitán explicaba las características del parque, la diversidad de aves, y en especial, las costumbres de los hipopótamos………
Buceaban o salían a respirar, exhalando bufidos. Dormitaban o se desperezaban emitiendo guturales ronquidos. Se encaramaban a las ramas de los manglares para alimentarse, levantando su enorme cuerpo soportado sobre sus cortas patas. Los hipopótamos eran la principal atracción. Parecía mentira que con su gran envergadura pudiesen erguirse tan hábilmente a las ramas. Algunos mostraban sus afilados dientes cuando abrían sus enormes mandíbulas.

Con los cocodrilos no tuvimos tanta suerte, y sólo se dejó ver un ejemplar tumbado en la orilla. Estaba allí tan tranquilote que nada hacía presagiar su supuesta agresividad.

La puesta de sol se iba adueñando del paisaje sosegado sobre el estuario. Los colores anaranjados incendiaban el cielo y se reflejaban en el agua. Atardecer africano. Buen momento. Encantadora excursión.

La temperatura seguía siendo cálida por la noche en Santa Lucía. ¡Con lo bien que se duerme con edredón!

 

Igwalagwala Trail. Por los bosques de Santa Lucía

Si no era un tucán, era de su familia. Gritaba desde lo alto de la copa de un árbol. Después alzó su considerable envergadura para salir volando. Habíamos salido a estirar las piernas antes de desayunar, paseando por el Igwalagwala Trail. Raíces aéreas, ramas, hojas, se mezclaban formando túneles vegetales que hacían más íntimo nuestro camino. La selva tropical exhibía su amplia diversidad. También algunos animalillos semejantes a hurones correteaban de un lado a otro.

Desde luego, Santa Lucía es un pueblo que no da la espalda a su naturaleza, y, aunque cada vez resulte menos frecuente cruzarse con hipopótamos paseando por sus calles, ellos siguen siendo los habitantes más respetados.

¡Qué gozada el desayuno al borde de la piscina! Los pajaritos de colores revoloteaban y se acercaban a picotear en los comederos que había colocado June.

Pasarelas a las playas de Santa Lucía

Pasábamos nuestros últimos momentos en Santa Lucía dándonos unos garbeos por las pasarelas junto al estuario. El agradable paseo sombreado transcurría entre la selvática vegetación tropical y los manglares. Las pasarelas nos guiaban cómodamente hasta el inicio de la playa…………kilómetros y kilómetros de arena y dunas. El Índico seguía aterrizando potentes olas sobre la orilla.

En las marismas se cobijaban las aves. Los hipopótamos emitían gruñidos que parecían lastimosos. Resoplaban, emergían y se sumergían.
Los cocodrilos holgazaneaban. Uno de los gigantes lagartos justo estaba sacando el cuerpo del agua para secar sus escamas. Los otros dos lucían palmito tumbados al sol.

Dentro de un par de meses llegarán las ballenas a pasar el invierno en estas costas. Las tortugas ya se han marchado, ellas son visitantes veraniegas.

Cuando el sol apretaba más fuerte, tomábamos rumbo a nuestro siguiente destino, el pequeño país de Swazilandia, que se cruzaba en nuestro camino hacia Kruger.

 

Comer y dormir en Santa Lucía

Alojamiento:

  • Zulani guest house:  era como un sueño, la casa ideal. Uno podría pasarse el día en el patio tropical con piscina, o en su salón africano.
    Genial desayuno al borde de la piscina, compartiendo mesa con un par de alemanes……….tan jóvenes……….tan guapos………..tan rubios. Su cuidada indumentaria delataba que todavía eran algo novatos en las aventuras de viajar.
    Completaban los huéspedes un matrimonio indio con nulas intenciones de socializar. Procuraban no coincidir con nadie. Esperaban a que hubiésemos terminado los demás, antes de sentarse a la enorme mesa de desayunos.

Cenar:

  • Restaurante Braza. Lenguado, que sabía a cualquier cosa menos a pescado, acompañado de patatas y verduras. Espetada de carne. Aquí se nota la influencia portuguesa, no sólo en el nombre de Santa Lucía, sino también en la gastronomía, aunque se quede únicamente en……………..una ligera influencia.
  • Restaurante Ocean Basquet: kingslip (dicen que es el pescado más apreciado en Sudáfrica), gambas, calamares, dorada. Insípidos pescados de aguas cálidas. Lo mejor, el pastel de mus de chocolate……riquísimo.

 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Sudáfrica, Lesotho y Swazilandia

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