Ruta do Bocelo. SM12 río Mandeo - Más rutas y menos rutinas

La ruta do Bocelo es una sencilla ruta de senderismo que se engloba en la red de senderos del río Mandeo, en este caso denominada SM12, la cual está señalizada. Transcurre por los municipios coruñeses de Coirós y Paderne. En su parte más bonita recorremos bosques de ribera a orillas del Mandeo, aunque otros tramos discurren por asfalto entre fincas de cultivo y aldeas.

Localización

Iniciamos la ruta do Bocelo en el coto de pesca de Chelo, donde existe un área recreativa y ahora también un Centro de interpretación de la Naturaleza. Los paneles informan sobre varias rutas de senderismo que se pueden realizar por la zona del Mandeo. Para llegar al punto de inicio de la ruta debemos desviarnos de la N-VI tras pasar Betanzos, siguiendo las indicaciones al área natural de Chelo. Estamos a unos 30 km de la ciudad de A Coruña.

Coordenadas GPS del inicio de la ruta: 43.2641735,8.1659731,18

La ruta es circular y la realizamos en sentido horario a principios de diciembre. Son 8 Km que se recorren en algo más de dos horas.

Descripción de la Ruta do Bocelo

Los primeros 500 m de camino transcurren a orillas del río Mandeo y coinciden con el SM13 (Ruta de Paderne). A continuación nos desviamos cuesta arriba siguiendo las señalizaciones. Este es un camino ancho, tipo pista de tierra, donde los eucaliptos hacen acto de presencia, mezclados con robles cuyas hojas empiezan a mostrar incipientes tonalidades otoñales. Estamos en diciembre y los robles todavía combinan verdes con dorados. Aquí el otoño llega tarde.

El camino nos lleva a la aldea de A Calzada, por donde también pasa el GR-55. Ha desaparecido el bosque y las áreas despejadas de pastizales y terrenos de cultivo nos permiten extender la vista a los alrededores. Este tramo transcurre por una pista asfaltada, pasando por las aldeas de O Furado y Medín. En Medín existe un área de recreo dotado de mesas, barbacoas y parque infantil.

La ruta desciende a partir de entonces al mismo tiempo que abandonamos el asfalto. Nos dirigimos de nuevo al bosque, bajando ahora por un camino que cada vez se va estrechando hasta convertirse en un angosto sendero.

Hasta este momento, la ruta podría habernos decepcionado. Pero esta percepción cambiará a partir de entonces. Primero es un bonito bosque de robles el que luce su belleza otoñal. Después nos adentramos en un bosque de ribera más diversificado a orillas del río Mandeo. Es un trocito de bosque mágico, cuya espesura explosiona en colores. En el ambiente húmedo y umbrío crecen helechos o hiedras mientras que los musgos tapizan los troncos de los árboles o las piedras del camino. Cruje la mullida hojarasca por efecto de nuestras pisadas, a la vez que observamos las variadas tonalidades de las hojas de los árboles: robles, abedules, fresnos………..en presencia del murmullo del río que fluye en sosiego. Son los últimos 2 Km los que discurren completamente a orillas del río Mandeo entre el bosque de galería.

Los caminos de los bosques siempre encierran sorpresas del pasado humano. En este caso nos tropezamos con antiguas construcciones correspondientes al balneario abandonado de O Bocelo. Más adelante, un puente metálico cruza el río, aunque nosotros debemos seguir por el mismo sendero.

Este último tramo no carece de ligeras dificultades, especialmente piedras resbaladizas. Hay que extremar las precauciones en temporada de lluvias y en ese caso yo recomendaría hacer la ruta en sentido inverso al que hemos hecho, es decir, antihorario, ya que si no está transitable este tramo de sendero a orillas del río es mejor regresar al principio que tener que dar la vuelta completa.

Y para después de la ruta, un cocido en el Mesón El Caserío de Tión, en Coirós.