Ruta en coche por el Valle del Medio Rin ALEMANIA


En esta ruta en coche por el Valle del Medio Rin recorremos la zona entre Bacharach y Boppard. Castillos, pueblos y miradores. Es un paisaje cultural declarado Patrimonio de la Humanidad. Pueblos históricos descansan en el valle arropado por laderas boscosas o cultivadas de viñedos sobre las que se asientan una gran dosis de castillos.

El floreciente comercio a través de esta avenida fluvial suscitó el interés de muchos pueblos, y por eso, desde tiempos remotos, el Valle del Medio Rin ha sido territorio de conquistas. Los castillos son su principal seña de identidad, y actualmente un potente reclamo turístico. Se considera la zona con mayor concentración de castillos del mundo.

Bacharach, Oberwesel, St. Goar, Boppard, son los pueblos que visitamos en esta ruta. Además, nos asomamos a varios miradores con vistas panorámicas al valle fluvial.

A la zona llegamos desde el aeropuerto de Hahn, bastante cercano.

Oberwesel

Este pueblo a orillas del Rin estaba amurallado y actualmente se conservan algunos restos de la muralla. Uno de esos vestigios es Oschsentrum, una torre cilíndrica que se ha convertido en un elemento característico de Oberwesel.

La Markplatz se sitúa junto a la calle central, y aunque contiene algunas casas de entramado, es diminuta. Menuda decepción. Más lejanos se emplazan otros monumentos destacados:  la iglesia de Nuestra Señora  y la de St. Martin o el castillo de Schönburg que se alza sobre el pueblo, restaurado y reconvertido en hotel.

Markplatz de Oberwesel

 

Mirador de Gunderodehaus en Oberwesel

Desde varios miradores se pueden obtener vistas panorámicas en el Valle del Medio Rin. Uno es el de Gunderodehaus. Tomando una carretera que parte de Oberwesel, llegamos hasta el mirador en una tarde desapacible y oscura. A pesar de la escasa luz nos ofreció una buena panorámica, permitiéndonos apreciar el enclave de Oberwesel a orillas del Rin y los monumentos que sobresalen en el pueblo. El castillo Schonburg se emplaza sobre un promontorio.

Al día siguiente repetimos la visita para poder apreciar la panorámica con más luz.

 

Bacharach

Es considerado por muchos el pueblo más bonito de esta zona del Valle del Rin. Aparcamos fácilmente al borde de la carretera, y únicamente cruzando una de las puertas accedemos a la ciudad medieval antiguamente amurallada.

El pueblo de Bacharach desprende encanto. Pasear por las calles empedradas me resulta muy agradable. Todo está muy tranquilo y apenas encontramos ajetreo. Observamos numerosas casas de entramado que dibujan geometrías sobre las fachadas blancas o beis. Los tejados de pizarra se encajan a dos aguas en pendiente rampa. Hay numerosos alojamientos y restaurantes. Creo que hubiera sido muy fácil encontrar habitación en caso de no traer reserva.

Bacharach fue fundado por los celtas. En el siglo XIV se construyeron las murallas y torreones que la fortificaban. Intramuros destaca la iglesia de St. Peter que se comenzó a construir en el siglo XII y se completó en el XIV.

La capilla de Werner encierra varias historias. La primera es la de su construcción, dedicada a Werner, un adolescente que fue supuestamente fue ahorcado por conflictos religiosos. La otra es la de su destrucción en el siglo XVIII durante la Guerra Palatina de Sucesión. Ahora la iglesia está en ruinas.

Un cartel en la oficina de información turística anunciaba que guardan equipajes y bicis gratuitamente, incluso por las noches.

Casco medieval de Bacharach

Callejeando encontramos un sendero que accede a los viñedos y nos acerca a una torre de observación. Es un estupendo mirador, aunque mejor venir por la tarde. Por la mañana está el sol de frente y hacer una foto digna es misión imposible. Pero nos quedamos con el recuerdo grabado en la memoria. Los viñedos crecen en hileras sobre las empinadas laderas.

Fueron los romanos quienes plantaron los primeros viñedos en estas laderas y desde entonces siguen formando parte del paisaje y del estilo de vida. En Bacharach adquiere todavía mayor relevancia, puesto que en la Edad Media era el principal centro de comercio de vino en la zona de Rin medio. En los escaparates vemos botellas de vino o diversos utensilios relacionados con la viticultura. Las viñas incluso se cultivan como plantas ornamentales en calles y fachadas.

Viñedos en Bacharach

El castillo de Bacharach, Burg Stahleck, se alza sobre una colina tapizada de bosque. Y abajo fluye el Rin, a cuyas orillas se asienta la pequeña ciudad. En el siglo XII, el castillo dominaba la zona de Bacharach en régimen feudal.

Es el momento de dirigirnos hasta allí. Se puede subir en coche o bien a pie por un sendero perteneciente a la extensa red de senderismo que recorre el Valle del Medio Rin. En un punto ligeramente superior al castillo nos encontramos un mirador desde el que podemos apreciar su porte.

Castillo de Bacharach

El castillo vigila desde lo alto y las laderas se forran de vegetación, ya sean áreas plantadas de viñedos o revestidas de bosques. El edificio se ha convertido en albergue, por lo que es posible alojarse, como hacía un grupo de escolares que en esos momentos estaba llegando. También dispone de cafetería.

Bordeamos el castillo para seguir por un sendero entre viñedos que nos lleva a un sitio con vistas estupendas, mejores que las que observamos desde el mirador anterior sobre el castillo. Divisamos una estampa muy bonita que el otoño se encarga de aderezar un poco más, aportando tonos cobrizos a los árboles. Los tejados de pizarra de Bacharach quedan a nuestros pies, sobresaliendo algunas torres rematadas en forma puntiaguda.

Castillo y ciudad de Bacharach

Castillo de Bacharach

 

Castillos de Kaub

Reemprendemos la ruta en coche tomando dirección hacia Koblenz. Poquísimos kilómetros tenemos que conducir para que nuestra vista se encuentre con los castillos de Kaub. Son dos los castillos que divisamos desde un mirador al borde de la carretera.

Uno es el Burg Pfalzgrafenstein, cuyas fachadas blancas y adornos rojos destacan en una pequeña isla del Rin. Funcionaba como aduana recaudatoria de los impuestos que se aplicaban al tráfico fluvial de mercancías. Actualmente se ha reconvertido en museo, al que se puede acceder en barco.

El otro castillo es el Burg Gutenfels, de fachadas de piedra, se encarama en lo alto de la ladera cultivada de viñedos.

Castillos de Kaub: Burg Pfalzgrafenstein en primer plano y Burg Gutenfels al fondo

 Burg Gutenfels 

 

Mirador de Maria Ruh

Haciendo caso de las recomendaciones que nos hicieron en el hotel seguimos por esta estrecha carretera hacia Urbar. Parece un mundo aparte, resguardado del resto de Alemania que circula a toda velocidad por las autopistas de la meseta. El ritmo del valle es el de las pedaladas de ciclistas, pasos de senderistas y paseos relajados por calles empedradas de pueblos medievales salidos de páginas literarias.

Tenemos que pasar el pequeño pueblo de Urbar para desviarnos al mirador de Maria Ruh. Está todo perfectamente señalizado como es habitual en Alemania. Este mirador ofrece unas vistas fabulosas hacia el Acantilado de Loreley, tramo en el que la pared rocosa se eleva verticalmente hasta 200 m sobre el agua. Las barcazas surcan incesantemente el río mientras que nosotros contemplamos el paisaje que desde lo alto nos muestra el meandro del Rin. Al lado del mirador hay un bar.

Acantilado de Loreley y Valle del Medio Rin desde el Mirador de Maria Ruh

Sankt Goar

Nuestro siguiente destino es el castillo de St. Goar, Burg Rheinfols, al que llegamos circulando por las sinuosas carreteras que transitan por las laderas. Ya nos habíamos saturado de castillos y no teníamos intención de visitar su interior, medio ruinoso, aunque sí nos apetecía contemplar el panorama que se divisa desde el castillo, paisaje protagonizado por el pueblo de St. Goar que se asienta a orillas del Rin.

Castillo de St. Goar: Burg Rheinfols, en el Valle del Medio Rin

Precisamente el pueblo de St. Goar es nuestro siguiente destino. El pueblo es pequeño y alargado siguiendo la margen del río. Hay embarcaderos en los que se puede tomar un transbordador para cruzar a la otra orilla. Este servicio de ferry es habitual en esta zona del Rin, ya que no hay puentes entre Coblenza y Mainz.

La mayoría de establecimientos hosteleros de la calle principal estaban cerrados, tal vez por ser lunes. Encontramos un restaurante en la esquina que parecía el más animado y lo elegimos para comer, carne otra vez. Estaba rica, pero ya me he cansado de comer tanta carne. Yo me pedí una especie de rollo de cerdo con verduras que venía acompañado de patatas salteadas y col agria.

Frente a St. Goar divisamos el castillo Burg Katz, que después de ser destruido por las tropas de Napoleón fue reconstruido a finales del siglo XIX. No es visitable.

Vista de St. Goar

Vista de Burg Katz desde St. Goar

 

Boppard

Después de comer proseguimos nuestro itinerario para dirigirnos al pueblo de Boppard. Encontramos aparcamiento también fácilmente y gratuito cerca del río. Boppard es una localidad de considerable tamaño. Paseamos al borde del Rin, de donde vimos que partían numerosos barcos turísticos para navegar por el río. Recorrimos callejuelas, la principal calle comercial, la Markplatz…. Percibimos que la ciudad es una mezcla de estilos. No conserva un casco medieval tan claro como otros pueblos, sino que entre algunas casas tradicionales se han construido otras más nuevas. En algunas zonas observamos una parte de la muralla medieval.

Parece un sitio de veraneo, ya que está repleto de hoteles y restaurantes con amplias terrazas mirando al río, como si fuera un pueblo costero de veraneo. Con lo repleta que está la zona de castillos, es extraño no ver ninguno en la orilla de enfrente.

En la plaza anexa a la Markplatz estaban montando casetas para la Oktoberfest. Menuda fiesta les espera. Si es que las terrazas de las cervecerías ya estaban de lo más animado. Aunque para nosotros la temperatura estaba fresca, supongo que ellos querían disfrutar de los últimos días al aire libre antes de recibir el invierno, que imaginamos bastante frío en estos lares.

Boppard

 

Mirador de Gedeonseck

Nos quedaba subir en coche al mirador de Gedeonseck, cercano a Boppard. La carretera es muy angosta y circula por un bonito bosque en colores otoñales. Las vistas son preciosas, ya que divisamos el meandro de Boppard que describe el Rin, perfectamente semicircular. Además hay un restaurante con una enorme terraza desde donde disfrutar de estas vistas tomando una porción de kutchen.

El lugar es una perfecta combinación de los diferentes paisajes que componen el valle del Medio Rin: bosque caducifolio, viñedos y pueblos con encanto. Y es también un broche perfecto para esta excursión por el valle del Rin entre Bacharach y Boppard.

Mirador de Gedeonseck en Boppard

 

Alojamiento en el Valle del Medio Rin:

Landhotel Zum Kropintzen, en el pueblo de Delhofen, cerca de Oberwesel. Es un pequeño hotelito muy coqueto con restaurante.

Tiene un estupendo restaurante y la cena estaba riquísima. Cerdo en salsa de vino con patatas y verduras. Trío de carnes en salsa: cerdo, ternera y caballo, con patatas y verduras. Postre increíble, impresionante: coulant de chocolate con helado de chocolate negro, mus de chocolate, barrita de chocolate blando, nata y melocotón.

 

Puedes ver también la Ruta por el Valle del Mosela.

 

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