De paseo por Ponte de Lima PORTUGAL - NORTE


De paseo por Ponte de Lima, tranquila localidad del norte de Portugal, donde encontramos un compacto y acogedor centro histórico, elegantes edificios, excelente gastronomía, y agradables paseos a orillas del río Lima, aunque lo que destaca por encima de todo es el puente medieval.

Estoy de acuerdo con quienes piensan que los españoles acudimos a Portugal buscando el sosiego y el ritmo tranquilo que desprende, como volviendo varias décadas atrás. En cambio, los portugueses vienen a España para acelerarse unos cuantos años y unirse a nuestro palpitar más trepidante. Pero cuando vuelven a su país, siguen apostando por el lento fluir.

Así lo percibimos en cualquiera de sus pueblos o aldeas. Y Ponte de Lima no iba a ser diferente. Llegamos por la noche y la iluminación navideña destacaba en el puente, en sus iglesias, y en sus calles adoquinadas del centro histórico.

El puente y el río Lima dan nombre a la población. El Lima, que en Galicia conocemos como Limia, en su trayecto desde su nacimiento en el Monte Talariño (Ourense) hasta su paso por la Serra do Xurés, desemboca después en Viana do Castelo formando una pequeña ría.

Si de algo presume Ponte de Lima es de ser la villa más antigua de Portugal, título que ostenta a la vez con orgullo y con modestia, balanceándose entre lo rural y lo urbano. También se enorgullece de su puente de casi 400 metros de longitud, construido inicialmente por los romanos hace 2000 años, y reconstruido en la Edad Media, uno de los más vistosos de Portugal.

En tiempos de los romanos, el río Lima se conocía como “río do esquecemento”, corriendo la creencia de que cualquiera que lo atravesase lo olvidaría todo. Así lo pensaba el ejército romano que encomendado de conquistar estas tierras, hasta que el general Décimo Juno Bruto se atrevió a cruzarlo, y,  llamando a cada soldado por su nombre desde la otra orilla, demostró a sus tropas que mantenía la memoria.

Este puente formaba parte de la Vía Romana de Braga. Más tarde, en la Edad Media, era notable la afluencia de peregrinos que seguían el Camino de Santiago. Ahora es lugar de paseo de locales y visitantes, con el fin de cruzar a la otra orilla para visitar los afamados jardines, la iglesia de Santo Antonio, o continuar pedaleando por la Ecovía a orillas del Lima. Nosotros también lo cruzamos, y creo que mantengo la memoria.

El Largo de Camões es tanto un lugar de paso como un espacio donde quedarse un rato. En esta plaza frente al puente se disponen terrazas, o banquitos en los que tomar asiento para sentir el pulso de la vida diaria. Es también una puerta de entrada a las estrechas callejuelas con suelo adoquinado del casco medieval, antiguamente amurallado.  Un par de torreones de la antigua muralla todavía se conservan hoy en día.

La arquitectura medieval está presente en cada rincón del centro histórico, tanto en casonas nobles y palacios como en viviendas más modestas.

Como no podía ser de otra manera en Portugal, varias son las iglesias que se esparcen por Ponte de Lima, de diferentes épocas históricas y en diferentes estilos arquitectónicos.

Junto a la Iglesia Matriz, construida en el siglo XV en estilo gótico, una estatua rinde homenaje a la fiesta más destacada de la villa, la Vaca das Cordas. Guiada por cuerdas, la vaca que se suelta la víspera de Corpus Christi  corre por las calles en dirección a la Iglesia Matriz, para después encauzarla al Largo de Camões.

La estatua de la vaca no es la única en Ponte de Lima. Dispersas por calles y plazas encontramos unas cuantas más, con diferentes significados.

Estatua de Alegoria às Feiras Novas e ao Folclore de Ponte de Lima

Las mañanas son animadas en Ponte de Lima, marcadas por el bullicio de las compras, que tanto se pueden realizar en tiendas tradicionales que ofrecen productos artesanos, como en modernos supermercados. La orilla del río Lima se convierte en un enorme aparcamiento.

El atardecer es el momento álgido para dejarse ver por el Paseo dos Plátanos, a orillas del Lima. Los paseantes lo copan a última hora del día para sacar partido a sus centenares de metros de longitud, por un tramo del Camino de Santiago. Es la ocasión para hacer hambre, y así poder gozar después de la gastronomía que ofrecen docenas de restaurantes. En las mesas sirven platos de cocina local, como arroz con sarrabulho (matanza de cerdo), así como gastronomía regional y nacional, siendo el bacalhau el rey indiscutible.

Por la noche, perdura ese aire del pasado en su iluminación mediante farolillos, que crea un ambiente íntimo.

Numerosas son las ferias que se celebran en Ponte de Lima, congregando el interés de locales y de visitantes que se acercan a comprar o a curiosear.

Feira de Antiguidades e Velharias de Ponte de Lima

En resumen, Ponte de Lima es una apacible villa en la que pervive un ambiente tranquilo y amable. Sin grandes monumentos, no atrae a demasiados turistas, convirtiéndose en un lugar agradable en el que percibir el lento transcurrir de la vida portuguesa.

Pasear por sus calles, comer en sus restaurantes, recorrer los paseos, o curiosear en sus ferias, son actividades placenteras. Además, ofrece una modesta, aunque interesante agenda cultural.

La población cuenta con numerosas áreas de esparcimiento:

  • El Paseo de los Plátanos a orillas del río Lima.
  • Parque do Arnado y el Festival Internacional de Jardins.
  • La Ecovía, apropiada para montar en bici al borde del río Lima.
  • Lagoas, a las afueras. Se accede desde la antigua carretera a Viana, en el pueblo de Bertiandos. Se trata de una zona boscosa que refugia varias lagunas, como la de San Pedro. El área ha sido declarada Paisaje Protegido y ofrece varias rutas de senderismo de escasa dificultad. La más corta, de sólo kilómetro y medio, bordea la laguna de San Pedro y dispone de puntos de observación de aves.

Lagoas, refugio de aves

 

Para dormir y comer en Ponte de Lima

  • Hotel Imperio do Norte: confortable, moderno, luminoso y silencioso, céntrico y con aparcamiento. Excelente opción.
  • Restaurante O Brasão Do Lima:  cataplana de bacalhau, una receta diferente y muy rica.
  • Restaurante Sabores de Lima: Sopa de verduras, cabrito asado, flan.
  • Restaurante Encanada: Caldo verde y bacalhau con broa. Un poco desalado de más, pero en cualquier caso, muy bueno……….y enorme. Es uno de los pocos restaurantes de Ponte de Lima que sirven bacalhau con broa.

Cataplana de Bacalhau

Cabrito asado

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