La ciudad portuguesa de Bragança es el punto de partida de este circuito en coche para visitar aldeas del Parque Natural Montesinho, donde se conservan elementos tradicionales de la vida rural. Se ubica en la región de Trás-Os-Montes al noreste de Portugal, limitando con Ourense y Zamora. Conoceremos palomares típicos, hornos comunitarios, hornos de cal, molinos de agua………..
Visita a Bragança
La ciudad se sitúa muy cerca del Parque Natural Montesinho, al norte de Portugal, y está bañada por el río Fervença. Es buena base para conocer la zona si se prefiere disponer de todos los servicios.
La impronta medieval está presente en el casco histórico de Bragança, aunque su origen es muy anterior, ya que se remonta al siglo II a.C., cuando los celtas la llamaron Brigantia. Después pasaron los romanos, visigodos, musulmanes y cristianos.
El Castillo de los duques de Bragança domina la ciudad desde la parte alta, rodeado por murallas. Hasta el castillo se puede llegar a pie desde el centro, o bien en coche, ya que existe amplio aparcamiento gratuito dentro de las murallas.
A la fortaleza subimos por una empinada calle adoquinada de casas blancas, que nos conduce a los jardines que rodean las murallas.
Subida al Castillo de Bragança
Varias puertas en las murallas dan acceso al interior de la ciudadela, cuyo interior alberga no sólo el castillo, sino también otros edificios medievales y un barrio de casas blancas, muchas de las cuales albergan ahora establecimientos turísticos o de servicios.
Murallas de Bragança
Por unas escaleras subimos a la parte superior de la muralla para recorrer un tramo de su perímetro, contemplando el paisaje de suaves ondulaciones pobladas por bosques o por cultivos agrícolas.
Paisaje de Bragança desde las murallas
El Castelo de Bragança se sitúa en el centro de la fortaleza. El origen del castillo medieval se remonta al siglo XII y posteriormente sufrió varias remodelaciones.
La visita es gratuita los domingos.
Castelo de Bragança
Además de la muralla exterior que protege la ciudadela, la Torre del Homenaje cuenta con otra muralla que rodea el recinto central. Al acceder al interior del recinto nos encontramos una explanada. A un lado se sitúa la Torre del Homenaje y al otro la Torre de la Princesa. Una leyenda cuenta la historia de una princesa que vivía en cautiverio en esta torre.
Torre del Homenaje a la izquierda y Torre de la Princesa a la derecha
Los forofos de la temática militar disfrutarán aquí, ya que el interior de la Torre del Homenaje alberga un museo militar en varias plantas. Es un completo repertorio de armas y demás objetos bélicos de diversas épocas. A mí me gustó una colección de objetos de Angola realizados en madera por las tribus nativas.
Al lado del castillo se emplaza la Iglesia de Santa María de Bragança, originaria del siglo XIV, es la iglesia más antigua de la ciudad. Su interior alberga columnas mudéjares y pinturas murales.
Iglesia de Santa María de Bragança
Otro monumento del que puede presumir Braganza es el Domus Municipalis, ubicado también dentro de la muralla. Es el ayuntamiento) más antiguo de Portugal, donde tenían lugar las asambleas municipales, ya que es un edificio medieval del siglo XII. Una característica curiosa es que tiene forma pentagonal. Esta construcción de arquitectura civil en estilo románico se única en la Península Ibérica. La planta inferior contiene una cisterna para almacenar agua, mientras que la planta superior alberga un salón con arcos de medio punto, que se conoce como la Casa de la Cámara.
Domus Municipalis de Bragança
Descendemos del castillo y nos dirigimos a la Praça da Sé, alrededor de la cual se concentra la vida actual. La iglesia de San Juan Bautista es la Sé o Catedral Vieja, que fue erigida en el siglo XVI en estilo renacentista, protagoniza la plaza luciendo fachadas blancas. En el exterior del edificio destaca la Torre del Reloj, mientras que su interior se decora con azulejos.
Un cruzeiro preside el centro de la plaza.
Sé de Bragança: Iglesia de San Juan Bautista
Como no podía ser de otra manera en una ciudad medieval que se precie, la Sé y la Iglesia de Santa María no son los únicos templos católicos de Bragança. Son varias las iglesias que se desperdigan por la ciudad. Una que nos llamó la atención es la Iglesia de la Misericordia, que presenta sus fachadas gemelas revestidas de azulejos. No era igual su aspecto original cuando se construyó en el siglo XVI, ya que los azulejos fueron colocados en el siglo XIX.
Iglesia de la Misericordia en Braganza
La Praça Camões, antigua Plaza del Mercado, se emplaza cerca de la Praça da Sé. Se localiza en una amplia explanada y está dedicada al gran poeta Portugués. Luis de Camões.
Plaza del Mercado de Bragança
Dónde cenar y dormir en Bragança
Cenamos en Solar do Bragançano, un excelente restaurante ubicado en una bonita casona de la Praza da Sé. Nosotros cenamos al aire libre en un coqueto patio interior de frondosa vegetación. Caldo verde, sopa de castañas, bacalhau da casa (rebozado, con patatas y verduras), todo muy bueno, excepto la calabaza dourada que tomamos de postre, que no nos gustó (calabaza con huevo).
Restaurante Solar do Bragançano
Hotel Tulipa, en Bragança. Muy buen precio. Céntrico, en una calle tranquila con facilidad para aparcar en la calle. Hotel sencillo, las habitaciones no son muy amplias, pero es suficiente. Cuarto de baño con una gran ducha. Tienen una salita con café de cortesía y máquina para rellenar agua filtrada.
El desayuno es buffet y suficientemente completo: café, pan, dulces, fruta, yogur, embutido, queso.
Ruta en coche por el Parque Natural Montesinho: De Bragança a Moimenta
Partiendo de Bragança nos vamos a recorrer las pequeñas aldeas del Parque Natural Montesinho en coche. Varias carreteras lo atraviesan para poder llegar a sus pueblos y descubrir sus atractivos naturales. Nosotros decidimos coger la carretera que cruza el Parque en diagonal, de Bragança a Moimenta, estrecha y sinuosa.
El Parque Natural está compuesto por la Serra de Montesinho y la Serra da Coroa, bosques de castaños y robles, valles regados por varios ríos, pequeñas aldeas. Es un territorio que conjuga la naturaleza con la vida rural, y permanece alejado de los circuitos turísticos más populares, ya que las comunicaciones no son muy cómodas.
Explorar estos lugares nos permitirá descubrir construcciones rurales que son características de la zona. En las aldeas hay palomares semicirculares, antiguos hornos de piedra comunitarios, cruceiros, molinos de agua, poldras sobre los riachuelos, fornos de cal…………incluso una cueva neolítica… Es una auténtica recopilación de cultura popular.
Además, existen caminos vecinales que comunican aldeas, y que hoy en día se pueden utilizar para realizar rutas de senderismo.
Pombal (palomar) en el Parque Natural Montesinho
La primera aldea en la que paramos es Cova da Lúa. En esta pequeña freguesía observamos muchas casas abandonadas. Sólo vemos gente mayor acudiendo a coger agua a la fuente próxima al lavadero público, manejando el tractor, o trabajando en el campo.
Cova da Lúa en el Parque Natural Montesinho
Lavadero en Cova da Lúa
Después nos desviamos a Gomesende, aunque antes de llegar a dicha aldea nos paramos en Espinhosela, donde hay un cruceiro en la plaza de la iglesia.
Un cartel anuncia la Rota dos Soutos, que enlaza a pie varias aldeas del Parque Natural Montesinho, entre ellas Cova da Lúa y Espinhosela.
Espinhosela en el Parque Natural Montesinho
Gomesende es una de las aldeas tradicionales mejor conservadas del Parque Natural Montesinho. Sus casas de fachadas de piedra, tejados de teja, puertas y ventanas de madera, muestran la arquitectura típica. Muchas han sido restauradas y están muy cuidadas. Los huertos siguen cultivados, y los frutales y nogales están cargados de frutos.
Gomesende en el Parque Natural Montesinho
Desde Gomesende retrocedemos 7 Km por la carretera entre robles y castaños para regresar a la carretera de Moimenta. La siguiente parada es Zeive, aldea preservada. Sí que hay casas arregladas y rincones pintorescos, aunque no está tan conservada como anuncia el cartel.
Zeive, en el Parque Natural Montesinho
De la carretera de Moimenta nos volvemos a desviar para ir a Dine, por una carreterilla entre castaños. Dine es otra de las aldeas tradicionales del Parque Natural Montesinho. Nos acercamos a ver los Fornos de Cal, escondidos en el bosque. Hay también una cueva prehistórica del Neolítico en una propiedad privada. Para entrar a verla hay que pedir la llave a una mujer que vive junto a la iglesia, en la parte alta, y en su casa ha montado una pequeña exposición de objetos extraídos de la cueva, a modo de museo.
Al igual que las demás aldeas que hemos visto, en Dine también han restaurado algunas casas, mientras que otras se encuentran en completo abandono.
Aldea de Dine en el Parque Natural Montesinho
Fornos de cal en Dine
Cueva prehistórica en Dine
La carretera a Moimenta se traza a continuación por la parte alta de la sierra, siguiendo la imaginaria línea de la frontera entre Portugal y España. Cruzamos el río Tuela (que aguas abajo se llama Tua, antes de desembocar en el Douro), y llegamos a Moimenta.
Moimenta es un pueblo de mayor tamaño que los anteriores. ¡Incluso hay taberna!, que es el lugar de reunión. No sirven comidas, sólo bebidas. Había animación y conseguimos sitio en una de las cuatro mesas exteriores.
El pueblo conserva su arquitectura tradicional de casas de piedra, galerías y escaleras exteriores. Varias construcciones populares de interés etnográfico están señalizadas para facilitar su visita. Es el caso de los antiguos molinos de agua, a los que nos acercamos. Se trata de tres molinos con tejados de pizarra, que se disponen escalonadamente para aprovechar la energía del agua para moler.
Molinos de agua escalonados en Moimenta
También tuvimos ocasión de conocer los antiguos hornos, que antes eran utilizados de forma comunitaria por las gentes del pueblo para cocer el pan. Uno está cerca de la iglesia y otro cerca de la taberna.
Por las calles adoquinadas llegamos hasta la Iglesia Matriz. A su lado hay una fuente muy vistosa, uno de los elementos destacados del pueblo.
Iglesia Matriz de Moimenta
Fuente de Moimenta
Es agradable el parque de merendas de Moimenta, enclavado en una zona arbolada a orillas del río. Además, podemos observar muy cerca unas poldras para cruzar el regato.
Área recreativa de Moimenta
Mirador de Moimenta
Cuando dimos por finalizada la visita al pueblo nos dirigimos al mirador situado en lo alto de un promontorio. Dejamos el coche donde se inicia el camino de tierra y recorrimos a pie los últimos cientos de metros.
Desde el mirador percibimos lo que es la tónica general del Parque Natural Montesinho, silencio y soledad. Contemplamos el Valle del río Tuela y el paisaje fronterizo de suaves ondulaciones entre España y Portugal. El pueblo de Moimenta da Raia queda rodeado de cultivos y bosques.
Rio de Onor y Guadramil, el este del Parque Natural Montesinho
Los pueblos fronterizos de Rihonor de Castilla y Rio Onor de Portugal son prácticamente una única entidad poblacional, aunque el primero pertenece a España (Zamora) y el segundo a Portugal. Se emplazan en la ribera del río Onor, donde el Parque Natural Montesinho da paso a la Sierra de la Culebra.
La arquitectura tradicional de casas de pizarra y balcones de madera está presente en estos pueblos, que conforman un pintoresco conjunto.
Rio Onor de Portugal
Decoración callejera en Rio Onor
Rhionor de Castilla
A sólo 6 Km de Rio Onor, en dirección a la Sierra de la Culebra, se localiza Guadramil, otra aldea portuguesa apartada del mundanal ruido. Al igual que ocurría en otras aldeas del Parque Natural Montesinho, la vida en Guadramil ha sido históricamente comunitaria, y por tanto, sus habitantes compartían las tareas agropecuarias y repartían el uso de horno y molino.
Guadramil
- Desde aquí se puede continuar hacia la Sierra de la Culebra para conocer sus pueblos y sus lobos:Ruta en coche por la Sierra de la Culebra.
- También se puede conocer el cercano Parque Natural del Lago de Sanabria
Ver más excursiones por Portugal continental: Aquí