Parque Nacional Volcán Isluga. De Cariquima a Iquique CHILE: NORTE


Sin haberlo planificado previamente, realizamos una ruta en coche por el altiplano de la provincia de Tarapacá. Partiendo de Cariquima visitamos el Salar de Coipasa, los poblados de Puchuldiza y Mauque, y la laguna de Arabilla dentro del Parque Nacional Volcán Isluga. Finalizamos en Iquique tras recorrer la Quebrada de Tarapacá.

Cariquima

No teníamos clara la ruta para hoy ni dónde íbamos a dormir. Así que, nos dejamos aconsejar y escuchamos varias propuestas. Aunque me apetecía quedarme otra noche en Cariquima, me dejé sucumbir a la tentadora comodidad y acordamos reservar hotel en Iquique.

Tras desayunar juntos nos despedimos de nuestra amiga alemana intercambiando datos de contacto y comprometiéndome a seguir sus aventuras. Hemos estado muy a gusto en esta aldea que se asienta al pie del Cerro Cariquima o Mama Huanapa, pero toca seguir viaje. Aunque finalizaremos el día en Iquique, no nos apetece empezar a bajar de buena mañana. Todavía tenemos gusanillo de altiplano y queremos una ración más. Lagunas saladas en las que habitan flamencos, vicuñas que corretean por las pampas, cóndores que elevan el vuelo, llamas y alpacas que pastan en los bofedales, suris que viven en independencia, aldeas de adobe abandonadas, viejas iglesias coloniales, cerros de colores, volcanes que humean……………. Composiciones increíbles.

Iglesia de Cariquima

Salar de Coipasa

El Salar de Coipasa es compartido por Chile y Bolivia, y su mayor superficie se halla en territorio boliviano. Nos han contado que la zona es conflictiva, especialmente de noche, ya que esta frontera ilegal es usada por los traficantes bolivianos para introducir drogas en Chile y pasar vehículos robados a Bolivia. Nos dirigimos al salar con los ojos muy abiertos, por si observamos alguna maniobra rara.

Para acercarnos al Salar de Coipasa debemos enfilar hacia la diminuta aldea de Paravinto por una pista de tierra en estado regular, entre campos habitualmente plantados de quinoa.

Cuál es nuestra sorpresa al llegar al poblado y ser abordados por una llorosa mujer. Estaba desesperada porque un perro había matado y devorado un cordero que ella había criado con mucho esfuerzo. Si me pasa esto en otro sitio me creo que es una cámara oculta. La mujer aymara me pedía que le ayudase a telefonear por su móvil a su hermano. Desde luego no era un móvil de última generación. Estaba empeñada en deshacerse del perro asesino cuanto antes, no quería volver a verlo y por eso pretendía que su hermano fuese a buscarlo. Todavía lloraba más fuertemente cuando consiguió hablar con el tal Armando. Una desconcertante experiencia que nos hizo entender aún más el apego que los aymaras tienen a los animales.

Tras este inesperado episodio, echamos un vistazo al Salar de Coipasa antes de regresar a Cariquima, aunque sin atrevernos a subir al bosque de cactus por miedo, posiblemente infundado, a que nos robasen la camioneta.

Salar de Coipasa

 

Quebrada de Aroma

Nuestra intención era hacer un bucle por el altiplano, según nos habían explicado. Se trataba de tomar dirección a Ancuaque para desviarnos a la carretera internacional poco antes de llegar a Ancuaque. Después torceremos a Puchuldiza, seguiremos a Mauque, Ancuyo, Laguna Arabilla, Caraguano, Escapiña.

Con ganas de tener una despedida redonda del altiplano chileno emprendemos rumbo a Ancuaque por carretera asfaltada. La carretera asciende hasta 4100 m para atravesar la Quebrada de Aroma. Es un paisaje rojizo y rocoso muy bonito, por donde no circula nadie más. Los únicos inquilinos son los animales que pastan en el bofedal.

Quebrada de Aroma

Colorada y rocosa es también la Quebrada de la Felicidad, por la cual pasamos poco después.

 

Parque Nacional Volcán Isluga

Cuando desembocamos en la carretera internacional, pronto nos desviamos hacia el Parque Nacional Volcán IslugaPuchuldiza será nuestro siguiente destino. Ver un cóndor tan cerca, apostado al borde del camino, nos ayuda a apreciar más su envergadura. La fauna sigue presente y en el descenso a Puchuldiza nos encontramos un grupo de vicuñas.

Parque Nacional Volcán Isluga: Camino a Puchuldiza

Cóndor en el PN Volcán Isluga

Es recomendable visitar Puchuldiza a primera hora de la mañana, cuando los géiseres de su campo geotermal están muy activos. Llegamos demasiado tarde para asistir al espectáculo de los chorros de vapor y sólo permanecían ligeras fumarolas. Es propiedad privada y se paga 1000 CLP por persona. Aunque no era nuestra intención, al ver que estábamos solos decidimos zambullirnos un rato en las termas. Están bien estas experiencias en plena naturaleza a 4100 m de altitud, y mejor si no hay nadie alrededor.

Puchuldiza

Termas de Puchuldiza

Retomando la ruta en coche nos detenemos en el poblado de Mauque para conocer su iglesia del siglo XVII. Es Monumento Histórico Nacional. Curioseando por las casas de adobe en ruinas, nos preguntamos si queda algún habitante en este lugar.

Iglesia de Mauque

El Volcán Isluga se muestra altivo desprendiendo fumarolas sobre el paisaje. Los caminos de tierra son muy solitarios. Ya conducimos con confianza por los remotos territorios, aunque siempre cabe cierta intranquilidad.

Volcán Isluga

Cerro Carabaya y humedales de Arabilla

Tras pasar Ancuyo nos espera otro de los lugares de indescriptible belleza que hemos conocido estos días, y todavía sin explotar turísticamente. Se trata de la Laguna Arabilla, buen lugar para el picnic a 3800 m de altitud. Los flamencos rosados y blancos aportan vida a estos lugares que a lo lejos parecen desolados, pero que de cerca descubres que borbotean vida. Sobre la laguna y su costra salina se alza la silueta del Volcán Isluga y del Cerro Carabaya que pertenece a Bolivia. Hay un sendero para bordear un tramo de la laguna y deleitarse todavía más con el asombroso paraje. 

Volcán Isluga y Salar de Arabilla

Laguna Arabilla

Nuestra ruta prosigue hacia Caraguano y Escapiña por una pista horrible de tierra, arena y piedras sueltas, pero con unas vistas soberbias. Bordeamos los bofedales de Enquelga repletos de llamas y alpacas. De frente vislumbramos la mancha blanca del Salar de Coipasa y una cadena de volcanes bolivianos.

Cabañas de pastores en Caraguano

Iglesia de Caraguano

Si un ligerísimo sabor amargo, por decir algo, me quedaba de este viaje, era haber visto pocos suris. Y en este tramo se endulzó por completo el sabor. Los suris nos despedían de esta aventura por la puna chilena en grupos tan numerosos al lado del camino que no me lo podía creer. Podíamos elegir si preferíamos verlos sobre el blanco de un salar o sobre el verde de las pampas.  

Suris en el PN Volcán Isluga

Ha sido maravilloso estar ante estos paisajes incomparables que nos han dejado boquiabiertos. Son lugares de emociones a cada instante.

 

Carretera de Colchane a Iquique: Quebrada de Tarapacá

Tras sobrepasar Escapiña dejamos la tierra y el polvo y enlazamos con la carretera asfaltada para desplazarnos a Iquique. La carretera todavía discurre un tramo por el altiplano. Cuando nos internamos en la Quebrada de la Felicidad o de los Penitentes, las formaciones rocosas requieren nuestra atención. Todavía recorremos más paisajes colorados antes de pasar por la Quebrada de Ocharaza en la que se emplaza la aldea de Chusmiza. Este pequeño pueblo nos parece ahora tan diferente a lo que hemos visto estos días. Sus casas cuelgan de la ladera, rodeada de cultivos en terrazas.

Carretera de Colchane a Iquique

Quebrada de Ocharaza

Chusmiza

Un par de miradores al borde de la carretera nos invitan a contemplar el cambio de paisaje. En el fondo de los valles se asientan pequeños pueblos agrícolas que aprovechan la escasa agua para cultivos a modo de oasis en medio del desierto.

Quebrada de Tarapacá

Mirador de Pachica

Después atravesamos la Quebrada de Tarapacá, y los cerros erosionados se muestran cada vez más descoloridos hasta que llegamos al desierto. Es un desierto plano, amorfo, desteñido, insípido, muy feo. Ahí en medio, a 15 Km de Huara se alza un lugar de visita obligada. Se trata del Cerro Unita. El motivo son los geoglifos que se dibujan en sus laderas arenosas, especialmente el Gigante de Atacama o Gigante de Tarapacá, que es el geoglifo  más grande del mundo. Se cree que la figura corresponde a una divinidad Tarapacá que llegó desde el Lago Titicaca. Con 86 m de altura, mira al Océano Pacífico.

Geoglifo del Gigante de Atacama

Los pueblos de Huara y Pozo Almonte son feísimos, en medio del feísimo desierto costero del Pacífico. Por ellos pasamos antes de tomar la autovía que nos deja en Iquique. Iquique es una gran ciudad en la costa del Pacífico. Es impresionante verla desde arriba apoyada sobre una duna gigante. La carretera desciende dramáticamente desde Alto Hospicio hasta la costa.

Dormir y comer en Iquique

Nos alojamos en el NH Iquique, habitación superior con vistas al mar, para darnos un homenaje después de varios días de polvo y altitud. Piscina, tumbonas y palmeras, viva la comodidad.

Cenamos bien en el hotel. Congrio costrado con palmitos y espárragos. Hamburguesa completísima.

El desayuno del hotel NH Iquique está muy bien, aunque no llega al nivel de los NH de España que conozco. Se echa en falta el jamón ibérico.

Piscina del hotel NH Iquique

 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE:  CHILE. UN VIAJE ENTRE VOLCANES: NORTE, ARAUCANÍA Y CHILOÉ

 

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