Aunque al Parque Nacional Chiloé se puede ingresar por el norte desde Chepu, nosotros accedemos por la entrada de Cucao. El parque cuenta con varios senderos que permiten intimar con los bosques costeros y el salvaje litoral del oeste de la isla de Chiloé. Completamos el día con ese paseo tan místico al Muelle de las Almas.
Cómo llegar al Parque Nacional Chiloé
En un soleado y cálido día de principios de diciembre emprendemos rumbo a Cucao partiendo de Castro en nuestro coche de alquiler. Aunque en una hora se cubre el trayecto por la carretera que discurre por el interior de la isla, nosotros tardamos bastante más tiempo, ya que aprovechamos para realizar varias paradas por el camino.
Iglesia de Nercón (Nuestra Señora de Gracia)
Se sitúa en la aldea de Nercón, muy cerca de Castro. La iglesia construida en madera de alerce y ciprés es Patrimonio de la Humanidad.
Chonchi
También la iglesia de Chonchi es Patrimonio. Luce una fachada pintada de amarillo, azul y blanco. La arquitectura en madera alcanza en Chonchi diversidad decorativa en las casonas restauradas. La costanera ofrece un paseo muy apacible, y también vistoso, especialmente cuando dirigimos la mirada hacia el cordón montañoso de la Cordillera de los Andes que emerge en el continente.
En uno de los extremos de la costanera, visitamos el mercado artesanal, anexo al mercado del pescado construido en forma de palafito.
Iglesia de Chonchi
Costanera de Chonchi
Mercado artesanal de Chonchi
Lagos Huillinco y Cucao
Sobrepasado Chonchi, para llegar al Parque Nacional Chiloé tenemos que tomar la desviación a Cucao en la ruta 5, aproximadamente a unos 30 Km de Castro, atravesando todo el interior de la isla hasta la costa oeste del Pacífico.
Ni siquiera en el interior de la isla desaparece el agua. Desde Huillinco hasta Cucao bordeamos lagos. Son el lago Huillinco y el Lago Cucao. La vegetación es ahora más arbórea, más nativa que la que recubría la zona costera.
Cementerio de Cucao
Al ver el cementerio de casitas de madera de Cucao recordé los que ya habíamos conocido en la región de Aysén (conocida como el Chiloé continental). Supongo que siguen las mismas tradiciones. Tal vez pretenden que sus difuntos se sientan protegidos y por eso les construyen unas casas a reducida escala.
Visita al Parque Nacional Chiloé
La entrada al Parque Nacional Chiloé cuesta 4000 CLP para extranjeros. Está acondicionado con varios senderos cortos que se pueden enlazar para conocer los distintos hábitats de este parque. Es un espacio que preserva una reducida parte del bosque nativo que en siglos pasados desplegaba un gran manto arbóreo sobre la isla. La intervención humana ha causado su desaparición en la mayor parte del territorio insular.
Bosques chilotas de olivillos, arrayanes, canelos, tiacas, lumas y enorme variedad de especies nativas, así como humedales, y una playa salvaje con dunas acogen a diversidad de aves, mamíferos o anfibios que no gustan dejarse ver. En nuestra visita al Parque recorrimos todos los senderos que ofrece el sector de Cucao, excepto el sendero Tepual, ya que nos parecía que no nos aportaba nada más.
También existe una especie de museo al aire libre que exhibe construcciones tradicionales en madera, especialmente diferentes tipos de embarcaciones rudimentarias.
Web del Parque Nacional Chiloé: http://www.conaf.cl/parques/parque-nacional-chiloe/
Parque Nacional Chiloé
Playa de Huentemó
No me ha entusiasmado el Parque Nacional Chiloé. Será que no le he encontrado nada llamativo. Me ha gustado más recorrer la pista que bordea la playa de Hunetemó por fuera del parque. Queríamos avanzar lo máximo posible en coche para después intentar llegar caminando a la playa Cole-Cole, pero nuestras esperanzas se truncaron al comprobar que la pista vehicular desemboca en la playa Huentemó. Los lugareños conducen con plena confianza por la playa, pero nosotros no nos atrevimos sin conocerla. En cualquier caso, disfrutamos de esta playa inmensa, salvaje y solitaria. Caminamos por la arena, nos acercamos a la orilla, observamos las aves. Especialmente me llaman la atención los dibujos geométricos en blanco y negro que se forman en la arena. Es como una playa tatuada. Estos terrenos pertenecen a la comunidad nativa Huentemó. Sus miembros gestionan el sendero hasta la playa Cole-Cole.
Los únicos indicios del viento que suele soplar en esta costa oeste de Chiloé son los árboles inclinados. Hoy reina una calma total, 25 ºC y vamos en manga corta, algo inusual.
Tanto en el interior del Parque Nacional como en las inmediaciones hay alojamientos y cafeterías. Elegimos una para merendar antes de proseguir nuestras visitas. No podía faltar la dosis dulce de tarta, así como los jugos y café.
Playa de Huentemó
Paseo al Muelle de las Almas
El Muelle de las Almas es un lugar especial. La chica de Conaf nos recomendó prescindir de esta visita, y menos mal que no le hicimos caso. Desde Cucao hay que conducir varios kilómetros hacia el sur por una ruta de ripio costera que circula por terrenos privados. Se paga 1500 CLP por persona y 2000 por el aparcamiento.
Carretera hacia el Muelle de las Almas
El sendero de 2 Km al Muelle de las Almas es fantástico. Caminamos entre bosques nativos, pasamos por lomas revestidas de prados en los que pastan ovejas, disfrutamos de vistas a una costa absolutamente salvaje batida por el oleaje. Es casi como estar en la Serra da Capelada. Más íntima siento esta relación cuando llegamos al mirador del Muelle de las Almas y conocemos la historia del viaje de las almas al más allá. Es como trasladarnos a San Andrés de Teixido. Quizás para los antiguos chilotas, este lugar también representaba el fin del mundo.
El muelle de madera con sensación de caída al océano es un invento moderno. Sin embargo, las leyendas son un ingrediente intrínseco de Chiloé. Este día sí que estoy percibiendo más intensamente la mitología de esta tierra.
Una colonia de lobos marinos habita en los islotes, que junto con varios pajarillos te recuerdan que eres un intruso.
Sendero al Muelle de las Almas
Muelle de las Almas
Lobos marinos en el Muelle de las Almas
Pajarillos en el Muelle de las Almas
Creo que ya he entendido por qué la gente se enamora de Chiloé. La naturaleza es tan brutal en Chile que te supera en todo momento. No eres capaz de absorberlo todo. Los inmensos paisajes del altiplano, los gigantescos glaciares del sur, las colosales montañas de los Andes, los volcanes humeantes, los ríos vigorosos, las cascadas atronadoras…….Todo es superlativo en Chile. En cambio, cuando llegas a Chiloé, todo te parece más humano, los paisajes más dulces y asimilables, la gente derrocha encanto, el tiempo adquiere una dimensión más real. Te puedes relajar al sentarte en la terraza de un palafito por la tarde contemplando la quietud del estuario. Te podrías quedar todo el tiempo del mundo en Chiloé porque no te abruma como la naturaleza salvaje de otras regiones de Chile.
Track de la ruta por el Parque Nacional Chiloé
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/chile-pn-chiloe-34885917
Track de la ruta al Muelle de las Almas
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/chile-pn-chiloe-sendero-de-las-almas-34886046
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: CHILE. UN VIAJE ENTRE VOLCANES: NORTE, ARAUCANÍA Y CHILOÉ