Navegar por los backwaters de Kerala es una experiencia encantadora y casi mística. Crecen palmeras en las orillas de los canales de agua donde transcurre la vida cotidiana de varias familias. Pasamos una noche en un house-boat privado y tanto el atardecer como el amanecer resultan cautivadores. Estamos en el sur de India.
De Munnar a Alleppey
Llegar desde Munnar a Alleppey nos lleva 5 horas. Tenemos por delante una larga y sabrosa jornada, por lo que madrugar se impone y a las 6:30 estamos partiendo de Munnar con una bolsa llena de cubetas de aluminio que contienen el desayuno que nos han preparado en el hotel.
La carretera desciende de las montañas de Munnar hasta la costa de Cochin, pasando por diferentes hábitats conforme varía la altitud. Dejamos atrás los campos de té modelados en las laderas para internarnos en el bosque tropical que crece a unos 1000 m de altura. Es un paisaje precioso de abruptos valles y montañas recubiertas de espesa vegetación nativa entre la que se alternan plataneras y algunas casas.
Contemplando estos lugares se me ocurre que hubiera estado bien quedarnos una noche intermedia entre Munnar y Cochin para explorar esta zona que desde el coche parece tan bonita. Tiene un potencial tremendo para hacer rutas de senderismo, aunque seguro que no está en absoluto explotado en este aspecto.
La vida parece discurrir apaciblemente por estos lares. Siempre hay tenderetes al borde de la carretera, incluso en las zonas menos pobladas, aunque todavía cerrados a estas horas. Paramos para tomar un té en el primer pueblo grande que encontramos, donde por fin conseguimos sentarnos en la misma mesa que Prabhu. Se lo hemos ofrecido varias veces, pero él opina que no está bien compartir mesa con sus clientes. Después de varios días nos hemos ganado su confianza y hemos logrado que se siente a comer con nosotros. Es un bar para oriundos pero todo está limpio. Él se pide un desayuno indio de arroz y sopa de lentejas y nosotros sacamos el desayuno empaquetado que nos han preparado en el hotel, y como siempre, rechaza compartirlo con nosotros.
Paramos de nuevo para fotografiar la cascada Valara Waterfalls al borde de la carretera. El salto de agua se despeña por un cortado del terreno envuelto en frondosa vegetación. Los monos vigilan cualquier movimiento, siempre dispuestos a robar a los despistados.
Valara Waterfalls
Prepárate en las curvas……….continuamente nos tenemos que echar al arcén de tierra. Los camiones y autobuses le echan mucho morro circulando por medio de los carriles y cuando nos los encontramos de frente al salir de una curva no podemos evitar el sobresalto.
Carretera de Munnar a Cochin
A menor altitud predominan los cultivos y la zona está cada vez más poblada. Alucino con los enormes caserones que se gastan por aquí. Los cocoteros han vuelto a protagonizar el paisaje. Son tan comunistas como el estado de Kerala. Crecen tanto al lado de lujosas mansiones como de humildes casuchas.
Atravesar Cochin (también denominada Kochi) es un caos. El tráfico es intenso y la guerra al volante la gana el vehículo más grande o el que tiene el claxon más potente. Da igual que la carretera tenga 2 carriles pintados. El número de carriles lo fija el número de vehículos capaces de ponerse en paralelo, pasando a pocos centímetros unos de otros. Las motos llevan las de perder, nadie las respeta.
Entre Cochim y Allepey hay una carretera de 2 carriles por sentido que llaman autovía, aunque motos, bicis, richshaws se cruzan por cualquier parte o pueden sorprenderte viniendo en sentido contrario. Seguramente podría ser peor y no es el colmo del caos, pero intenciones no le faltan.
Navegando por los backwaters deKerala en house-boat
Embarque en Alleppey o Alappuzha
A las 11:30 estábamos en el embarcadero de Alleppey para iniciar la excursión en barco. Pasaremos una noche en el house-boat Marvel Cruise. Sinceramente, no me esperaba que esto fuese tan turístico. Desde el principio vemos muchísimas barcazas atracadas en el embarcadero en espera de turistas o ya surcando las aguas. Seguro que en otra época del año es todavía más concurrido, pues ahora se quedan muchos barcos amarrados.
Embarcadero de Alleppey
Hemos elegido la opción de navegar un día completo por los backwaters de Kerala, durmiendo una noche en el barco. Embarcamos por la mañana y desembarcaremos en la mañana del día siguiente. El barco privado para nosotros solos está genial, muy limpio, confortable, e incluso elegante. Por 13.000 rupias incluye todas las comidas: almuerzo, merienda, cena y desayuno. Tiene habitación con baño y un saloncito en la parte delantera con sillones, tumbonas y mesa de comedor.
Existen además otras opciones para navegar por los backwaters de Kerala:
- Paseo turístico por el río de unas horas en grupo
- Pasar una noche en barco compartido tipo hotel
- Pasar varias noches en barco y hacer un recorrido más largo, ya sea privado o compartido
Hemos pasado muchas horas en barco y sin embargo no me ha resultado cansado ni aburrido. En realidad, hemos tenido varias oportunidades para desembarcar y no hemos estado todo el tiempo a bordo.
House boat en Alleppey
Primer día de navegación por los backwaters de Kerala
La tripulación, que consta del capitán y un ayudante cocinero, nos recibe con un zumo de bienvenida y una cesta de frutas.
Rechazamos la primera parada que nos ofrecen, que consiste en acercarnos al mercado de pescado por si queremos comprar pescado o marisco para cenar. Pero no, ya que el crucero incluye todas las comidas, estamos dispuestos a comer lo que nos sirvan.
El almuerzo no tarda en llegar y la mesa parece un expositor de diferentes platos: pescado frito, potaje de verduras, repollo troceado y salteado, judías verdes salteadas, otro plato de diferentes verduras salteadas y por supuesto, arroz. He insistido en que no pongan nada de picante ni especias, y lo han respetado. Y la verdad es que la comida está deliciosa. Es comida india pero preparada sin picante, éxito rotundo.
Un aspecto a tener en cuenta es que la barcaza navega todo el tiempo por el canal principal, debido a su gran tamaño. Por eso nos embarcamos a continuación en una barquita más pequeña para navegar por los canales más estrechos. Es una experiencia más íntima y cercana que nos aproxima a la vida local en los backwaters. Humildes casitas ocupan las orillas de estos estrechos canales. Las mujeres lavan la ropa o los cacharros en el canal, mientras otras limpian el pescado que los hombres acaban de capturar.
Las palmeras pueblan las orillas reflejándose en el agua y el silencio invade el ambiente creando escenas de postal. Todo el paisaje es muy relajante. Observamos bajo los cocoteros lujosas mansiones que se alternan con casas muy modestas de pescadores que faenan en canoas de madera. Las aves nos acompañan y continuamente vemos cormoranes, murciélagos, garzas… Lo malo es que la basura se acumula por todas partes, todo termina en el agua.
En otra breve parada nos acompañan a un mercado de artesanía. No hacemos caso a los vendedores y yo me asomo al patio de un colegio que desprende algarabía. Se celebra un partido de voleibol y mientras unos juegan, el resto de niños y niñas animan y siguen atentamente la competición celebrando cada punto.
La navegación continúa y la luz del atardecer convierte el lugar en un escenario muy especial. La puesta de sol es todo un espectáculo que contemplamos embelesados desde la perspectiva del agua.
Atracamos tras la puesta de sol en la orilla para engancharnos al tendido eléctrico y así tener electricidad y aire acondicionado regulable toda la noche. Tenemos oportunidad de desembarcar para explorar la vereda, y un paseo antes de la oscuridad total nos acerca a la forma de vida de estas gentes entre plataneras y cocoteros.
La cena está deliciosa. Vuelve a ser una exposición de platos indios: pollo frito, judías con coco verde, salteado de verduras, sopa de lentejas, arroz, chapati y piña. Todo riquísimo. El cocinero se lo ha currado y es un gusto degustar las viandas contemplando las lucecitas de las casas que se reflejan en el agua. En el saloncito del barco comentamos lo fácil que ha sido este viaje donde nos han llevado de aquí para allá sin preocuparnos de nada y han pasado los días sin darnos cuenta.
La noche es de ensueño. Suena la música a lo lejos, el firmamento se llena de estrellas, las siluetas de las palmeras se reflejan en la oscuridad,……….. somos testigos de estos momentos para recordar. Qué bonita y relajante es la región de Kerala.
Navegando por los backwaters de Kerala
Atardecer en los backwaters de Kerala
Amanecer en los backwaters de Kerala, segundo día de navegación y desembarque
Un poético amanecer despierta un nuevo día en los Backwaters de Kerala. Con la primera claridad del alba empieza a sonar la melódica música. El cielo se tiñe de anaranjado, después rosado,……. son matices y más matices que cambian a cada instante sobre el espejo de agua que refleja los cocoteros, ofreciéndonos imágenes de belleza inolvidable. El sol se va asomando y cada minuto es diferente. Es un amanecer prolongado que desde el barco nos deja embelesados, mientras los backwaters recobran la vida que la oscuridad les había robado. Para sus habitantes son escenas que se repiten cada día, para ellos es su rutina habitual, y en cambio nosotros sólo tenemos el privilegio de vivirlo una vez en la vida. Prometo no olvidarlo en mucho tiempo.
Las aves también se revitalizan. Enormes bandadas de cormoranes describen coreografías en el cielo……….garzas, patos y otros pájaros chillones se unen a la celebración de un nuevo día. Los niños comienzan a pasar en bici cuando nosotros hemos salido del barco a dar un paseo tras el espectáculo del sol emergiendo. La luz es preciosa e invade de calidez la vegetación de las orillas de los canales.
El camino nos conduce por pequeñas casas cuyas gentes empiezan a desperezarse. Su rutina diaria se inicia con su baño en el canal. Casi dormitando se acercan al agua con toalla y cubo en la mano. A continuación comienzan a remar en canoa, ya sea para salir a pescar, para ir al cole y a trabajar. Vivimos escenas de delicada sutileza.
Amanecer en los backwaters de Kerala
Aves en los backwaters de Kerala
La vida en los backwaters de Kerala
Nos sirven el desayuno a las 8 en el barco al mismo tiempo que comienza la navegación de regreso a Alleppey: tortilla, tostadas, frutas, zumo, café, té…….es mejor no acostumbrarse al “servicio princesa” porque después nos daremos de bruces con lo cotidiano. Está genial tener un mayordomo a tu disposición, aunque reconozco que este tipo de trato me produce cierta incomodidad.
Únicamente nos queda una hora de navegación, que a primera hora de la mañana nos hace vivir momentos de sosegada belleza. A las 9 am es el check out del house-boat y todos los barcos vuelven a coincidir en el embarcadero. Puntual como siempre nos espera Prabhu para continuar nuestro circuito por Kerala en este último día por el sur de la India. Tardamos casi 2 horas en llegar a Kochi con parada intermedia para tomar un coco por 40 rupias, algo así como 50 céntimos de euro.
Gran grupo de patos nadando en la superficie de los backwaters de Kerala (los patos son la mancha flotando sobre el agua)
Navegando por los backwaters de Alleppey
Nenúfares en los backwaters de Kerala
Nos vamos a Cochin
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: INDIA SUR- TAMIL NADU Y KERALA
Hola! En 1 mes viajamos a la India y solo nos falta cerrar los días en Kerala, pero tengo algunas dudas.
Como se llama des de donde alquilasteis la barca?
Y Prabhu, vuestro conductor, como contactasteis con el?
Gracias!!
Hola Montse,
Las barcas se alquilan en Alleppey, una población también llamada Alappuzha (allí casi todas las poblaciones tienen dos nombres) que está unos 50 Km al sur de Cochin. A nosotros, el barco nos lo reservó Prabhu.
Contactamos con Prabhu por email: info@prabhutours.com. Habla inglés y algo de español. A nosotros nos trató muy bien. Creo que también tengo su whatsapp, me dices si lo necesitas.
Saludos