Amanece un día fantástico en La Cueta, ideal para nuestro objetivo del día……..subir al Montihuero, uno de los dosmiles de Babia. Pero, el Montihuero no es un dosmil cualquiera. Es una montaña de peculiares formas, cuyo aspecto varía radicalmente en función del punto de vista. Estamos en Babia (León).
La comarca de Babia está espléndida este junio, con la primavera recién asomada. Más verde que nunca, tras un mes de mayo casi invernal recibiendo copiosas nevadas.
Parece mentira que praderas cubiertas de nieve apenas un par de semanas antes, ahora están tapizadas de flores multicolores.
El río Sil baja más caudaloso que el año pasado por estas fechas. Y es que, hace un año, también en junio, estuvimos en Babia. También en aquella ocasión el fin de semana resultó espléndido, tanto en meteorología, paisaje y hospitalidad.
Por la carretera que cruza la comarca leonesa de Babia nos desplazamos hasta La Riera (a 1340 m de altitud), donde comenzamos la ruta de subida al Pico Montihuero.
La amabilidad y las ganas de conversación de las gentes de la montaña son infinitas. Al poco tiempo de partir de La Riera se nos acercó un lugareño para interesarse por nuestro destino. Nos dio unos cuantos consejos, deseándonos disfrutar de su tierra. ¡Es que hace un día maravilloso!
Realizamos la aproximación por el Valle de Fonfría, avanzando por una pista de uso ganadero, en una subida cómoda y ligera. La Peña La Grachera encuadra la delantera de la postal.
Las praderas de Fonfría resultan deliciosas, mullidamente floreadas, entre Peña Crespa y La Malvosa.
Sobre el prado tapizado de flores se ubica la majada de Fonfría.
Tras pasar por la siguiente majada (previa pérdida de GPS, vuelta atrás 1 Km, ¡increíble, que lo encontramos!) se acaba el camino y seguimos por una sendita de montaña. Unas montañas que imponen con su porte vertical: Peña Picón y compañía.
Se incrementa la pendiente y a 1700m, las orquídeas de montaña se mezclan con muchas otras flores silvestres.
Y empieza, de verdad, la subida montañera. A 1800 m, todavía quedan algunos neveros.
1900 m, paisaje cada vez más grandioso. Distinguimos alguna aldea a lo lejos, refugiada en el valle, creo que Cabrillanes. Baja una corriente de agua, y podemos rellenar las botellas.
A partir de entonces es cuestión de buscarse la vida para subir por las piedras sueltas. Una subida muy vertical. Por sitios así, yo subo, pero no bajo………ya veremos.
Alcanzamos la cumbre del Picón, 2080 m, ¡qué espectáculo!, rodeados de montañas: el Montihuero a nuestro lado, Peña Crespa, Malvosa …………Más allá, las cumbres de Somiedo, dominadas por el Cornón. Al sur, los valles de Babia que acogen sus pequeños pueblos ganaderos.
Vistas desde la cima del Picón
Desde el Picón, seguimos cresteando, …….¡imponente!. Divisamos la Laguna de las Verdes en este imponente paraje, al pie del Montihuero.
Ya parece a nuestro alcance la cima del Montihuero.
Un último esfuerzo, y llegamos a la cumbre del Montihuero, 2180 m. Miremos a donde miremos, en 360 º a nuestro alrededor, ¡cuánta belleza!. Quedan neveros en las montañas, montones de picos, los valles verdes…el Morronegro, las Ubiñas al este. Peña Orniz al norte, en cuya cumbre ya hemos estado (en su falda nace el río Sil). Los valles de Babia al sur, Peñas los Años cerquita, y el Cornón al oeste.
Toca reponer fuerzas, bocata ante este paisaje que divisamos desde la cima. Una película de naturaleza en vivo y en directo. Oyendo sólo los sonidos de corrientes de agua, de pajarillos, y de algunas moscas pesadas.
Vistas desde la cima del Montihuero en Babia
¡Qué pereza da bajar!……………. ¡qué día tan bueno!…………y….¡qué paisaje!
Pensábamos bajar por un sitio más fácil que el de subida, eso parecía desde arriba, pero…………..no resultó serlo en absoluto. Nos lanzamos por la arista sudoeste, y nos encontramos una bajada vertical, por piedras, que parecía no acabarse nunca, usando manos y culo…………. A esto, yo ya no lo califico como senderismo. ¡Qué alivio cuando se acaba esta tortura y llegamos a la hierba!
Pero, nuestro afán de aventura parece inagotable………..Al llegar a las praderas, en vez de seguir descendiendo para regresar a la majada de Fonfría, se nos ocurre encaminarnos al Pico El Rastrillo, el cual vemos de frente. Esto nos exige una nueva subida, a 1930 m, con buenas vistas.
El Montihuero queda atrás.
La siguiente bajada es también fea, aunque corta, hasta llegar a las praderías del valle de Corralines. El día primaveral nos sigue regalando bellas imágenes.
Lo peor es que este camino nos ha conducido a una ladera llena de escobales. Cuesta mucho pasarlos, y cuánto más abajo, más grandes y espesos. ¡Qué tortura!. Abriéndonos paso entre las ramas, pisándolas, y con una pendiente considerable………..parecía que no íbamos a salir nunca de allí. Y así durante una hora. Que a nadie se le ocurra hacer semejante barbaridad.
Desde el Rastrillo deberíamos haber continuado casi hasta el final de la cresta por El Rozo. Allí hay una pista ancha de pradería con algo de inclinación que llega a Villargüey.
Por fin conseguimos llegar a las praderas de Villargüey, en la parte baja de El Rozo, y enlazar con el camino de ida hacia la majada Fuenfría. A partir de entonces, el camino de regreso al pueblo de La Riera de Babia es muy fácil.
Nos hemos ganado una buena cena. En el Rincón de Babia, nos cuidan con exquisitos manjares: picadillo con compota de manzana, combinados de morcilla, lomo ibérico en salsa de naranja, tarta de chocolate…..¡rotundo!
En la casa rual, coincidimos con un grupo de vascos con ganas de fiesta, y con un matrimonio andaluz, alucinados con la belleza del paisaje: “¡Pero, qué bonito es todo esto!”, no dejaba de repetir el hombre.
Track de la ruta al Montihuero (Ruta 15 Km)
Descargable para GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4695896
Ver más excursiones por Babia: Aquí