Montañas volcánicas del Saghro en el sur de Marruecos

Montañas volcánicas del Saghro: de Agdz a Tinerhir MARRUECOS


Alucinante itinerario entre Agdz y Tinerhir atravesando las montañas volcánicas del Saghro, macizo montañoso del sur de Marruecos que compone formaciones rocosas y conos. Es un trayecto bastante solitario, aunque en ocasiones pasamos por algún pueblo en los oasis. Finalizamos la excursión acercándonos a las famosas Gargantas del Todra, cerca de Tinerhir.

Cruzando las montañas volcánicas del Saghro de Agdz a Tinerhir

Iniciamos la ruta del día desde Hara Oasis Lodge, en Agdz. Las mujeres recogen dátiles y hojas de palma en el palmeral.

La población de Agdz está concurrida, se ve movimiento de gente. Pasamos de largo, siguiendo la carretera nacional hacia el sur, como ya hicimos hace unos días. El palmeral se extiende longitudinalmente al lado del río Draa, al igual que la carretera, por lo que las palmeras nos van acompañando, así como la silueta del monte Kissane, que preside la estampa por el este.

Palmeral del Valle del Draa en Agdz

Palmeral del Valle del Draa en Agdz

Tras varios kilómetros por la carretera nacional, la dejamos en un cruce cogiendo una desviación hacia Knob. Nos adentramos en parajes desérticos y despoblados. Recorremos el valle de otro río seco, y a veces aparecen oasis. En pequeños pueblos aún se mantienen huertos verdes, sobreviviendo milagrosamente a la sequía que asola el desierto. También difícil debe de ser la supervivencia para algún rebaño de ovejas que vemos rebuscando vegetación entre el desierto de piedras. Su pastor lleva todo su cuerpo cubierto de telas para soportar el sol.

Carretera a Knob en el sur de Marruecos

Carretera a Knob en el sur de Marruecos

Nos rodean paisajes casi irreales. Hay que estar aquí para creérselos, para sentirlos, para apreciar sus dimensiones, formas y colores.

Carretera a Knob en el sur de Marruecos

Carretera a Knob en el sur de Marruecos

Knob es un pueblo nuevo y bastante grande. Parece mentira que exista en medio de la nada. Está bastante animado. Aquí cogemos la desviación a Tinghir por una carretera que asciende paulatinamente y nos va acercando a las montañas volcánicas del Saghro. Empiezan las curvas y los paisajes cambian de planicie a montañoso.

Carretera a Knob en el sur de Marruecos

Nos topamos con un alucinante oasis encajado en un cañón rodeado por montañas de colores. Desde lo alto somos espectadores de la vida que se desarrolla en el poblado de casas de barro rodeadas de huertos y palmeras. Sus habitantes viven ajenos al resto del mundo, realizando sus faenas cotidianas. Las mujeres lavan, cuidan los huertos……… Es un sitio fantástico.

Oasis en cañón

Oasis en cañón

Bouazar es el siguiente pueblo, cruzado por la carretera. Después se suceden otros diminutos poblados aprovechando el valle del río. A veces aparecen extrañas formaciones rocosas. Los colores de la tierra cambian: rojizos, marrones, anaranjados, negros.

Macizo del Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

Macizo del Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

Jebel Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

Macizo del Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

No paramos de flipar en la subida al puerto y de parar repetidamente. La carretera se presta a ello, está muy preparada con espacios para detener el coche y asomarnos a miradores naturales espectaculares en lugares totalmente solitarios que nos regalan paisajes surrealistas en formas y colores. Son parajes volcánicos muy antiguos de las montañas del Saghro.

Cono redondeado en Jebel Saghro

Jebel Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

En la subida al puerto encontramos primero un albergue con una terraza que tiene vistas impresionantes a un valle de formaciones rocosas. El cono redondeado nos ha acompañado durante gran parte del recorrido atrapando nuestras miradas.

Jebel Saghro: montañas volcánicas en el sur de Marruecos

En el puerto Tizi N’Tazazert hay otro albergue con vistas Paramos a tomar algo a 2300 m de altura. La temperatura es más fresca y agradable, apenas llega a 20 ºC, lo cual agradecemos, puesto que los días anteriores superábamos los 30 ºC en el valle del Draa.

Tenemos enfrente una cadena rocosa en la que destaca una cumbre cónica que sobresale a mayor altura. Toda la zona está deshabitada y el albergue se emplaza en medio de la nada. Me gusta parar a tomar algo en sitios así para contribuir a que estos negocios localizados en emplazamientos tan especiales y apartados puedan sobrevivir. Los precios son muy razonables, teniendo en cuenta lo apartado del lugar.

Puerto Tizi N’Tazazert en las montañas del Saghro

Puerto Tizi N’Tazazert en las montañas del Saghro

En la bajada del puerto se destapan paisajes  más verdes. Se nota que hemos pasado a la vertiente norte de las montañas. Un cruce a la izquierda se dirige a Boulmalne Dadés. Nosotros cogemos a la derecha para dirigirnos a Tinerhir por carretera más estrecha. Los niños han salido de la escuela y vuelven a casa caminando distancias considerables.

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Iniun es un pueblo bastante grande. Hay varias tiendas que sirven para aprovisionarse en caso necesario. Los paisajes son más suaves y redondeados en esta vertiente, más frescos también, nos quedamos en unos ideales 22 ºC.

Avanzamos un tramo por el altiplano, a unos 1700 msnm, compuesto por amplios parajes y montañas redondeadas.

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Después descendemos por un cañón, el valle se estrecha, la carretera se curva y las montañas se pintan de colores que acrecientan su intensidad con la luz de la tarde.

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Bajada del Tizi N’Tazazert hacia Tinghir

Cuando divisamos al fondo Tinerhir, el valle se vuelve a ensanchar. La ciudad nueva es extensa, con una avenida principal ancha y moderna, flanqueada por palmeras y edificios modernos. Están construyendo muchos edificios de ladrillo de varias plantas. Hay todo tipo de comercios, bares, bancos, gasolineras. Y por supuesto no pueden faltar talleres de reparación de vehículos, tan numerosos en Marruecos. Todo se ve ordenado y el tráfico es muy tranquilo. Y además se produce un milagro, el río lleva agua y las mujeres aprovechan para lavar coloridas telas. Se denomina Tinerhir, Tineghir o Tinghir.

Gargantas del Todra en Tinerhir

El río Todra pasa por Tinerhir y forma un oasis con palmeras que dan cobijo a esta ciudad y a otros pueblos. El río se va encajonando cauce arriba y las gargantas del Todra son un conocido punto turístico a 20 Km de la ciudad.

Atravesamos la ciudad nueva de Tinerhir para coger la desviación al valle del Todra. El primer tramo nos ofrece una panorámica del palmeral y del viejo ksar de casas de barro abandonadas.

Ksar de Tinerhir

Ksar de Tinerhir

Ascendemos por la carretera obteniendo vistas del valle repleto de palmeras y de las coloridas laderas en tonos anaranjados, en las que cuelgan las casas de varios pueblos.

Palmeral de Tinerhir

Palmeral de Tinerhir

Al ganar cierta altura observamos el emplazamiento de Tinghir en una zona más llana, mientras que al fondo asoma el macizo del Saghro. Existen varios puntos al borde de la carretera donde se puede parar y apreciar las panorámicas.

Poco a poco nos vamos internando en las Gargantas del Todra hasta que llegamos a la zona más estrecha por la que circula la carretera pegada al río rodeada de paredes verticales de roca de más de 100 m de altura. Al parecer, se concentran muchos turistas durante el día e incluso vienen autobuses. Ahora, a última hora de la tarde, no hay muchedumbres y está muy tranquilo.

Aparcamos en una de las zonas donde es posible dejar el coche y paseamos por la carretera al lado del río. Por la tarde, apenas queda nadie y ya están recogiendo los tenderetes que montan para vender recuerdos turísticos o chiringuitos para tomar algo.

Gargantas del Todra

Gargantas del Todra

A esta hora ya gana la sombra en gran parte de las paredes rocosas, resaltando más iluminadas las puntas altas por los rayos de la tarde, creando un bonito efecto de roca dorada. En cualquier caso, no me parece que las Gargantas del Todra merezcan mucho la pena, aunque es verdad que son muy famosas y viene mucha gente. O quizá por eso no me terminaron de convencer, porque ver todo esto lleno de tenderetes parece una romería. Pero bueno, no hay que desviarse mucho y no lleva mucho tiempo.

Volvemos a Tinghir, donde nos alojamos. La ciudad está animada a última hora y salgo a pasear. No se ven turistas por la calle. La ciudad se ve muy nueva y ordenada en las avenidas principales, llenas de tiendas y bares (a los que sólo van los hombres). Sin embargo, el aspecto cambia en calles secundarias, incluso en las que parten de la avenida principal, donde hay casas muy viejas y humildes, y las calles son de tierra.

Tinerhir

Tinerhir

Dónde dormir en Tinerhir

Alojamiento en Hotel Tombouctou. Es propiedad de un catalán, Roger Mimó, un estudioso de las kasbahs y sus tradiciones, que ha escrito libros al respecto. El hotel ocupa una antigua kasbah rehabilitada, que interiormente está decorada de forma apropiada. Las habitaciones son confortables, las camas tienen edredón, y el precio es bueno. Tiene piscina, garaje privado en un bajo frente al hotel, y una terraza en la azotea.

Cenamos bien en el restaurante del hotel. Había leído que el restaurante era muy flojo, pero no sé si habrán cambiado de cocineros, ya que la comida nos gustó. Tajín de ternera con ciruelas, calabaza y dátiles. Tajín de pollo al limón con hortalizas. Lo más flojo fueron los postres.

El desayuno es buffet, más o menos lo de siempre: zumo de naranja natural, fruta, yogur, pan, tomate, tortitas, bizcocho, mermeladas, té, café.


 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: SUR DE MARRUECOS

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