Monsanto

Monsanto, Penha García, Idalha-a-Velha: aldeas del Naturtejo PORTUGAL: CENTRO


El municipio de Idanha-a-Nova acoge tres aldeas históricas que pertenecen al Geoparque Naturtejo. En Monsanto sorprenden las construcciones apoyadas en las rocas del terreno. En Penha García recorrimos la senda de los fósiles, y en Idanha-a-Vella respiramos la paz de una aldea que tiene siglos de historia.

Monsanto

Monsanto es la primera de las aldeas históricas que visitamos este día. Se emplaza sobre un promontorio granítico, en el interior de la región Centro de Portugal. Resultan llamativos los grandes bolos graníticos que se han usado como parte de las construcciones. Pueden hacer de techo, de paredes, o a veces incluso forman cuevas. Algunos penedos incluso tienen nombre, como el Penedo do Pé Calvo, una gran roca partida.

Comenzamos la visita a Monsanto recorriendo la Rúa do Marqués da Graciosa. Es la calle principal, en la cual se  establecieron casas solariegas. En una de ellas, el Solar do Marqués da Graciosa, se sitúa el la oficina de turismo, donde nos entregaron un mapa de la aldea y alrededores. El palacete data de los siglos XVII-XVIII y su fachada luce un blasón de la familia Andrade. Otra casona reseñable es el Solar dos Pinheiros e Chafariz Mono, casa barroca del siglo XVIII. Existen también varias tiendas que venden quesos o artesanías.

Por la calle que sube al castillo caminamos cuesta arriba fijándonos en las casas tan peculiares que se integran con las rocas del terreno. También las pocilgas de los cerdos están totalmente camufladas entre los grandes bloques rocosos. Por motivos higiénicos, las pocilgas fueron reunificadas en una ubicación única, puesto que antes se encontraban dispersas por el pueblo.

Monsanto cuenta con varios miradores. Uno nos lo encontramos en la cuesta que sube al castillo, la Rúa do Castelo. Nos permite apreciar las casas colgadas sobre el promontorio y el paisaje llano de los alrededores. Hay muchas cigüeñas en la zona, y desde los miradores nos deleitan con sus vuelos.

Me llama la atención el paisaje que divisamos. Es una llanura, ahora bastante verde, y a lo lejos se levanta algún pequeño montículo. No hay bosques, sólo algunos árboles bajos, desperdigados, que no llegan a componer un bosque espeso. Tampoco hay prados ni huertos, sino que se trata de campos de hierba con árboles dispersos. Está bonito porque se divisa una vasta amplitud.

Por una cuesta adoquinada muy empinada llegamos al castillo, el Castelo de Monsanto que se emplaza en la zona más alta. No hay nadie y recorremos el solitario recinto. La fortaleza se edificó sobre un antiguo castillo musulmán.

Aunque está en ruinas, me sorprenden sus dimensiones, que permiten apreciar la gran magnitud que tuvo en tiempos pasados. La Capela de Santa María do Castelo se ubica en su interior. Fue edificada en el siglo XVIII, cerca del pozo que abastecía de agua a la ciudadela. Se conoce como cisterna, aunque en realidad no es tal, sino un pozo.

El castillo posee una única puerta de acceso, además de la “puerta falsa” o de la traición, como era habitual en las fortalezas para engañar a los enemigos.

Como curiosidad, antiguamente celebraban el día de Santa Cruz (3 de mayo) arrojando un becerro desde lo alto del castillo. Menos mal que ahora lo que tiran son flores.

Subimos y bajamos escaleras para acceder a distintas zonas de la muralla y apreciamos la dimensión del castillo. Su situación en el punto más alto del promontorio, en una zona cuyos alrededores son llanos, ofrece una vista amplísima. La situación de Monsanto es, defensivamente, excepcional e inexpugnable. Sin duda, es un lugar que hay que conocer.

No es el castillo la única construcción que existía en la zona más elevada. Fuera de murallas observamos la Capela de Sao Miguel, que data del siglo XII, junto a una necrópolis con sarcófagos antropomorfos y la Torre do Pião. Las tumbas antropomorfas excavadas en la roca son, según se cree, incluso más antiguas que la iglesia. La Torre do Pião (o Torre do Peão) era una atalaya que permitía vigilar zonas que quedaban fuera del ángulo de visión del castillo.

Descendemos del castillo para volver a curiosear por los callejones del pueblo y descubrir encantadores rincones de integración de las construcciones en los afloramientos graníticos del terreno.

Nos asomamos a cada uno de los miradores subiendo y bajando cuestas, y pasamos por varias iglesias. Cuesta creer que un pueblo tan pequeño albergue tantas iglesias. Nos encontramos la Iglesia Matriz (siglo XV-XVI), la Capela de Misericordia (renacentista), la Capela da Senhora do Socorro. Esta última es de estilo barroco y luce un rosetón en la fachada.

Otro monumento reseñable de Monsanto es la Torre del Reloj, que pertenecía a una estructura defensiva. También se conoce con el nombre de su arquitecto, Torre de Lucano. Muy cerca hay otro mirador.

Monsanto es una aldea realmente curiosa, y además ostenta el título de aldea más portuguesa de Portugal. Al parecer, consiguió esta distinción hace varias décadas al ganar un concurso resultando reconocida como la aldea más típica del país.

Alojamiento y cena en Monsanto

Nos quedamos a dormir en Monsanto, por lo que tuvimos oportunidad de conocer la aldea de noche y de día. Nos alojamos en Casa Pires Mateus. Es una casa de aldea que dedican a alojamiento. Esta es la opción habitual para alojarse en Monsanto, ya que apenas hay hoteles/hostales. Habitación decorada con muebles antiguos, terraza con vistas al entorno, pequeño baño. Desayuno bastante bueno: zumo natural, pan, jamón, bizcocho, fruta, café.

Cenar en Monsanto estuvo complicado. Todas las tabernas (Lusitana, Viriato) estaban llenas, con limitaciones de aforo y no podían atender a más clientes. Nos tuvimos que conformar con una cena ligera en una charcutería que dispone de unas mesas. Tomamos una tabla de quesos y embutidos y unos gazpachos. De postre nos prepararon unos pasteles de cereza al instante que estaban riquísimos, recién hechos y todavía calentitos.

Igreja Matriz de Monsanto

Igreja Matriz de Monsanto

Casas de Monsanto integradas en la roca

Casas de Monsanto integradas en la roca

Casas de Monsanto integradas en la roca

Cueva en Monsanto

Cueva en Monsanto

Mirador en Monsanto

Mirador en Monsanto

Mirador en Monsanto

Castelo de Monsanto

Castelo de Monsanto

Castelo de Monsanto

Castelo de Monsanto

Casas de Monsanto integradas en la roca

Casas de Monsanto integradas en la roca

Casas de Monsanto integradas en la roca

Casas de Monsanto integradas en la roca

Torre del Reloj de Monsanto

Torre del Reloj de Monsanto

Mirador de Monsanto

Mirador de Monsanto

 

Penha García

Después del paseo de 3 horas por Monsanto nos dirigimos a la aldea de Penha García, a unos 15 Km de distancia. Lo primero que sorprende al llegar al pueblo es el tanque de guerra que exhiben junto al aparcamiento. Es éste además un estupendo mirador donde se puede descansar en las mesas de picnic.

Aquí necesitamos al menos un par de horas para visitar el pueblo y hacer la Rota dos Fósseis, la más recomendada para una visita corta.

Con sólo 3 Km de longitud, es una ruta pedestre circular que merece mucho la pena. Iniciamos la ruta en el aparcamiento de la entrada del pueblo, donde existe un panel informativo. Emprendemos la subida por la cuesta que va a la iglesia. En esta calle empinada se ubica el puesto de turismo, donde nos facilitaron un mapa y nos dieron indicaciones útiles para localizar los fósiles.

La cuesta adoquinada nos lleva hasta la iglesia, de donde parten las escaleras para subir a las ruinas del castillo, el cual, lógicamente, se alza en el punto más alto, sobre un promontorio rocoso, desde el que divisamos los alrededores. A un lado se extiende la llanura y la silueta del montículo granítico de Monsanto. Al otro lado contemplamos toda la zona que vamos a recorrer a continuación y que es muy curiosa, ya que discurrirá por la garganta que forma el río Ponsul encajado entre plegamientos rocosos.

Descendemos del castillo, primero por escaleras y después por zigzags empedrados para acercarnos al fondo del valle. Nos vamos fijando en las rocas para descubrir fósiles del Paleozoico, época en la que el territorio estaba ocupado por el mar. Pero tampoco podemos dejar de fijarnos en los aventureros que practican escalada en los paredones rocosos verticales, especialmente en un niño que no tendría más de 3 años y hacía sus primeros pinitos agarrándose a la roca con manos y pies atado con una cuerda, animado por su madre.

Los plegamientos son bestiales. Llegamos hasta la presa que embalsa el río y que también se usa como lugar de recreo (Albufeira de Penha García). Seguimos atentos para localizar fósiles en las rocas, entre los que hay trilobites, y nos acercamos al conjunto de molinos a orillas del río. Los molinos hidráulicos de piedra están restaurados e incluso un hombre demuestra su funcionamiento, aunque en el puesto de turismo ya nos habían advertido que hoy no está.

Ahora estamos en el interior de la garganta junto al río y divisamos el castillo que queda en lo alto de los peñascos. Por los senderitos curioseamos entre los molinos y nos sorprende de frente una cascada que cae sobre una poza artificial. Seguimos las indicaciones del PR-3-IDN, ahora por un tramo a arbolado a orillas del río. Finalmente nos alejamos del río subiendo entre alcornoques para regresar de nuevo al pueblo.

Según nos comentó la mujer de la oficina de turismo, quién no consiga localizar fósiles durante la ruta, tiene otra oportunidad si visita un bar del pueblo donde exponen unos muestrarios.

Tanque de guerra de Penha García

Tanque de guerra de Penha García

Penha García

Penha García

Castillo de Penha García

Castillo de Penha García

Vista de Penha García

Vista de Penha García

Garganta del río Ponsul

Garganta del río Ponsul

Garganta del río Ponsul

Garganta del río Ponsul

Rota dos fósseis en Penha García

Rota dos fósseis en Penha García

Rota dos fósseis en Penha García

Rota dos fósseis en Penha García

Rota dos fósseis en Penha García

 

Idanha-a-Velha

A escasa distancia de Monsanto y de Penha García, Idanha-a-Velha es otra aldea histórica del Geoparque Naturtejo, la cual se asienta en un meandro del río Ponsul.

Aparcamos fuera de la muralla y accedemos a la aldea por una de las puertas de la muralla, la Porta Norte. El origen de este asentamiento es romano, la capital de Civitas Igaeditanorum, fundada en el siglo I a.C. Después fue ocupada por los musulmanes en el siglo VIII, y reconquistada por los cristianos cuatro siglos después. Los siglos de historia que ha vivido se manifiestan en diferentes vestigios.

Tras caminar por la plataforma que recorre la muralla llegamos a la plaza (Largo da Igreja) en la que se asienta la iglesia Matriz y el Pelourinho. Me llama la atención la animación que reina alrededor de la plaza y en otras calles, ya que los lugareños salen a sentarse en la calle y entablar conversación. Parece que nadie se quiere quedar en casa y todos desean tomar el aire y socializar. Eso sí, todos de avanzada edad.

Siguiendo las marcas del Camino de Santiago nos topamos con la Igreja de Santa María. En la explanada se conservan ruinas, consideradas suevas y visigóticas. Esta iglesia se cataloga como uno de los ejemplos más notables del prerrománico portugués.

Muy cerca visitamos la Almazara de varas, localizado en la oficina de turismo, a modo de museo. Con estos artilugios se molía la aceituna y después se exprimía para fabricar aceite. Disponía de una caldera que calentaba agua y permitía extraer mayor cantidad de aceite. 

Avanzando hacia el exterior de la aldea llegamos a la Torre de Homenaje que pertenecía a un castillo templario que fue edificado sobre antiguos restos romanos.

Retrocedemos hasta la calle principal que nos dirige de nuevo a la puerta de la muralla.

El río Ponsul pasa por Idanha a Velha, y un puente formaba parte de la calzada romana que unía Mérida con Braga.

Largo da Igreja de Idanha a Velha

Largo da Igreja de Idanha a Velha

Igreja de Santa María de Idanha a Velha

Igreja de Santa María de Idanha a Velha

Igreja de Santa María de Idanha a Velha

Almazara de varas de Idanha a Velha

Almazara de varas de Idanha a Velha

Torre del Homenaje de Idanha-a-Velha

Torre del Homenaje de Idanha a Velha

Idanha-a-Velha

Idanha-a-Velha

Porta Nova y muralla romana

Porta Nova y muralla romana

Ponte romana de Idanha-a-Velha

Ponte romana de Idanha-a-Velha

 

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