Última etapa del Camino de Santiago francés para llegar a Santiago de Compostela desde O Pino. En Compostela tendremos ocasión de visitar la Catedral en la Plaza del Obradoiro y recorrer las calles del centro histórico.
Localización de la etapa: Llegar a Santiago por el Camino francés
Iniciamos la última etapa del Camino de Santiago francés en Cimadevila, límite entre el municipio de O Pino y el de Santiago, muy cerca del aeropuerto de Lavacolla, punto donde habíamos terminado la etapa anterior.
Descripción de la última etapa del Camino de Santiago: De Cimadevila a Santiago
- Longitud: 15 Km
- Lineal
- Dificultad: fácil
- Señalizada con flechas amarillas o los mojones del Camino.
Hemos dormido en Santiago, en plena Plaza del Obradoiro, hasta donde llegaremos caminando dentro de unas horas. Así que, después de un buen desayuno en el Hostal de los Reyes Católicos cogemos un taxi para llegar hasta el inicio de nuestra etapa, que será en el mismo punto donde habíamos terminado la etapa anterior, justo en el límite de los concellos de O Pino y Santiago, desde donde nos quedan menos de 15 Km hasta la Catedral.
Mucha gente inicia esta última etapa en O Pedrouzo, desde donde faltan 20 Km hasta Santiago. Otros prefieren avanzar más en la penúltima jornada y así hacer una etapa más corta el último día para tener más tiempo en Santiago.
Comenzamos a caminar, teniendo a un lado la autovía y al otro el aeropuerto de Lavacolla (ahora denominado Rosalía de Castro), lo que significa que ya estamos en la Galicia que vive a alta velocidad. Nada que ver con el ritmo sosegado que percibimos al recorrer la Galicia rural durante las 7 jornadas anteriores.
Sin embargo, el entorno arbolado nos aísla moderadamente de la vorágine y nos proporciona cierto recogimiento que permite abstraer nuestros pensamientos y rememorar mentalmente las experiencias vividas a lo largo de 160 Km. Me acuerdo de las montañas del Cebreiro y Triacastela, de sus iglesias de xisto. También de las aldeas de pizarra apartadas del mundo cuando pasamos por San Xil. Recuerdo montones de corredoiras, de caminos tradicionales que antaño comunicaban aldeas y ahora reviven en este camino de peregrinación que pronto se volverá a llenar de gentes venidas de todas partes del mundo. Bosques y más bosques, aldeas de xisto y de granito, praderas, los valles del Oribio, de Ulloa, el pueblo de Portomarín anegado bajo el embalse en el río Miño. Son muchas vivencias que provoquen que el Camino te enganche para siempre de verdad.
Última etapa del Camino de Santiago francés
En esta etapa, nada más comenzar nuestros pasos, de inmediato nos encontramos el monolito que nos anuncia la entrada en el concello de Santiago.
Monolito en la entrada al concello de Santiago
Avanzamos bordeando el aeropuerto hasta que llegamos a la aldea de San Paio. Es puro relax. Es un núcleo muy pequeño, compuesto por una iglesia y unas cuantas casitas rodeadas de árboles.
Aldea de San Paio
Continuamos nuestros pasos y pasamos por otras casas que componen el núcleo de A Esquina, antes de llegar a la aldea de Lavacolla. Rodeando su iglesia de San Pelayo prosigue el Camino que nos exige cruzar la carretera.
Nos dirigimos a la siguiente aldea, Vilarmaior, aunque antes de alcanzarla nos encontramos con el rego Lavacolla, en un frondoso entorno. En estas aguas se aseaban los peregrinos para preparar su visita a la ya cercana tumba del Apóstol Santiago.
Unas praderas nos dejan paso de nuevo al bosque para subir por una pista asfaltada hasta Vilarmaior. Como es habitual en el Camino, en todas las aldeas hay alojamientos y bares.
En esta última etapa del Camino de Santiago también nos encontramos un mural de la colección «Estrellas del Camino» que se han pintado con motivo del Xacobeo 2021/2022.
Murales en el Camino de Santiago francés
Seguimos un rato más entre árboles hasta que el entorno se despeja cuando pasamos al lado de las instalaciones de la televisión en San Marcos.
Cómodamente avanzamos pasando por las casas de San Marcos, donde hay varios bares y tiendas.
La pequeña capilla de San Marcos nos anuncia la llegada al Monte do Gozo. El Camino señalizado pasa por un lateral del Monte do Gozo, aunque nosotros decidimos subir a un punto alto para obtener la vista de las torres de la catedral, que tanto suele emocionar a los peregrinos.
Nos acercamos a echar un vistazo a la situación actual de las instalaciones del Monte do Gozo, recordando los conciertos que hemos disfrutado en el auditorio al aire libre: Prince, Rolling Stones, Bruce Sprinsteen………¡qué grandes!……..y tantos otros……
Capilla de San Marcos en el Monte do Gozo
Monte do Gozo
En el Monte do Gozo existen varios pabellones con servicios para peregrinos que fueron inaugurados en el Xacobeo 93: albergue, cafetería, tiendas. Parece que ahora se está reacondicionando de nuevo en espera de que la pandemia remita y se permita de nuevo la llegada masiva de visitantes. En cualquier caso, es un parque con senderos y zonas verdes que disfrutan las familias compostelanas, especialmente los fines de semana.
Descendemos del Monte do Gozo y nos encontramos una pasarela peatonal para cruzar encima de la autovía.
Estamos ya claramente en zona urbana cuando avanzamos por San Lázaro, a punto de llegar a Santiago. Las terrazas están a tope en este domingo de Pascua. Somos unos paseantes más que nos mezclamos con los domingueros que han salido a pasear disfrutando del buen tiempo. Y es que recién estrenado abril vamos en manga corta acariciados por el sol a más de 20 ºC.
Iglesia de San Lázaro en Santiago de Compostela
Torcemos a la Rúa de Fontiñas por una zona ajardinada con árboles en flor.
Proseguimos por Concheiros, y cruzamos la circunvalación antigua, Avenida de Lugo, para coger la Rúa de San Pedro, divisando ya las torres de la Catedral. Llevamos un rato buscando una terraza para comer, pero todas están llenas. En la Rúa de San Pedro encontramos mesa vacía y ni nos lo pensamos. Se trataba de Bodegón Casas Chico, y hay que decir que comimos de maravilla: pulpo y pluma ibérica a la brasa con patatas y verduras. Lugar recomendable.
Llegar a Santiago por el Camino de Santiago francés
Proseguimos por la mítica Porta do Camiño y después por la Plaza de Cervantes para descender por la Acibechería a la Plaza de la Inmaculada, donde el Monasterio de San Martín Pinario reluce al sol y la Catedral nos muestra su fachada de la Acibechería.
Monasterio de San Martín Pinario
Ni siquiera me fijo en los escaparates de azabaches, que cada vez son menos. Llevo la mirada fija en el Arco de Palacio para pasar bajo el Palacio de Gelmírez escuchando la música del gaiteiro,…….. y de pronto, al bajar las escaleras, noto una sensación extraña que no podría describir. Por docenas, o tal vez cientos de veces que he pasado bajo este arco, y conociendo de antemano el escenario que me voy a encontrar, esta vez es diferente. Es emocionante y excitante. Y ahí me encuentro una vez más en la Plaza del Obradoiro, pero nunca como ahora, después de haber caminado 166 Km desde O Cebreiro.
Catedral de Santiago en la Plaza del Obradoiro
Compostela conseguida. Visitamos la Catedral entrando por la puerta santa en la Quintana, y paseamos una vez más, pero diferente, por las calles del casco histórico.
Catedral de Santiago en la Plaza de Platerías
Catedral de Santiago en la Plaza da Quintana
Interior de la Catedral de Santiago
Hostal de los Reyes Católicos
Rúa do Vilar