Isla Cortegada: el Bosque flotante RIAS BAIXAS. Islas 2


¿Sabes dónde encontrar el bosque de laureles más grande de Europa?
¿Has oído hablar de una isla conocida como “el bosque flotante”?
¿Y sabes que ahora ya se puede visitar, después de permanecer como propiedad privada durante un siglo?……Así es la Isla Cortegada, en las Rías Baixas.

Localización de Isla Cortegada

Coordenadas GPS: 42.6155181,-8.7909349,14

Nos vamos a Cortegada, donde un bosque de laureles aromatiza una isla rodeada por parcelas de cultivo de almejas. Una excursión para todos los públicos

La Isla Cortegada se sitúa frente a la costa de Carril, pueblo del concello de Vilagarcía de Arousa, en plena ría de Arousa. Esta isla es una de las que están protegidas dentro del Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia. Estamos al norte de la provincia de Pontevedra.

Cómo llegar a Isla Cortegada

Varias son las formas de llegar a la isla de Cortegada, la cual se localiza muy cerca de la costa:

– A pie en bajamar. Existe un camino, visible en marea muy baja, por el que se puede cruzar a pie, ya que queda prácticamente seco. Pero, hay que tener en cuenta que, o te apuras mucho, o la siguiente bajamar será dentro de 12 horas. Además, a los vecinos de Carril, no les gusta nada ver a la gente caminando sobre sus bancos marisqueros.

– En barco propio. Esto requiere solicitar un permiso de fondeo en la administración del Parque Nacional. De lo contrario, las multas son de aúpa.

– Si le caes bien a algún pescador de Carril, puedes conseguir que te lleve y te traiga en su barca.

– Mediante visitas guiadas que, en periodo de verano, organiza una empresa de Vilagarcía, de nombre Corticata. Las visitas duran 2 horas y media. La navegación hasta la isla se realiza en zodiac, ya que el escaso calado no permite navegar en embarcaciones más grandes. A veces, si coincide bajamar, ni siquiera la zodiac puede llegar y se finaliza a pie. Por tanto, los grupos son muy reducidos. La visita incluye un paseo por los senderos de la isla acompañados de un guía que explica la botánica, la historia y las leyendas de la isla. Habitualmente, el horario de salida es a las 4:30 de la tarde, aunque si forman grupo, pueden salir a otras horas.

Nosotros elegimos esta última opción, más cómoda, práctica e instructiva.

Paseo por Carril

Llegamos a Carril a última hora de la mañana, con la intención de dar un paseo por Carril y Vilagarcía, y de comer tranquilamente disfrutando de la gastronomía de las Rías Baixas.
Carril apenas ha cambiado en años, y sus típicas imágenes siguen siendo iguales a las que mi memoria recuerda de siempre.

La bajamar deja al descubierto las parcelas de marisqueo. Las famosas almejas de Carril se cultivan con mimo en estos “huertos marinos”, y después se convierten en manjares que deleitan nuestros paladares. Las parcelas se otorgan a los mariscadores en concesión y suponen la fuente de vida de muchas familias del pueblo, quienes protegen con esmero su principal recurso, sembrando las crías de almejas y berberechos, protegiéndolas de furtivos, y extrayéndolas manualmente en los meses permitidos.

Parcelas marisqueras de Carril

Playa de Carril

Pero nuestro paseó terminó pronto. El sol abrasaba, y los 30 ºC de mayo podían con nosotros. Así que, nos dedicamos a terracear buscando la sombra.

En la terraza del restaurante A Esmorga, en el paseo marítimo de Carril, nos pasamos un buen rato, al borde de la playa. Por nuestra mesa desfilaban zamburiñas, xoubas, tostas de pulpo con queso de tetilla…..…Aunque las almejas son las reinas de las mesas en Carril, sabemos que no están en su mejor época…….. El mar servía de telón de fondo, y mientras algunos permanecían tumbados en la playa para tostarse al sol, algunos remaban en kayak, y otros se refrescaban en las terrazas.

 

Visita a la Isla de Cortegada

Pasadas las 4 de la tarde, y ya con la marea más alta, quienes formábamos parte del pequeño grupo que queríamos conocer la Isla Cortegada, nos empezábamos a reunir en el puerto de Carril. Era la primera salida de la temporada, y por ello, un par de periodistas de La Voz de Galicia preparaban un reportaje. Nos hicieron una entrevista……..y nos montamos en la zodiac!!.

Zodiaz a Isla Cortegada

En sólo 5 minutos llegamos a la isla Cortegada desde el puerto de Carril. Nada más llegar ya te sientes en un lugar especial. Árboles que llegan hasta la orilla del mar, playas de blanca arena, y un mar de color verdoso.
Apreciamos la notoria diferencia de esta isla con las demás que componen el Parque Nacional das Illas Atlánticas. El archipiélago de Cortegada está situado más al interior de la ría, por tanto, menos expuesta a los vientos, y por ello es menos pedregosa, y con diferencia, la más arbolada.
Por ello, se denomina “el bosque flotante”.

Isla Cortegada

Habitada hasta 1910, los primeros indicios humanos los encontramos nada más desembarcar: un lavadero y un pozo de agua dulce.

Lavadero en Isla Cortegada

Al lado del punto de desembarque está la ermita da Virxe de Cortegada, que correspondía a un antiguo monasterio. Ahora se cae a pedazos y va siendo invadida por la vegetación.

Ermita da Virxe de Cortegada

El sendero continúa hacia el sur de la isla, entre pinos, robles y helechos, que han crecido espontáneamente en los antiguos terrenos de cultivo, los cuales quedaron abandonados hace más de 100 años. Aún hoy en día se ven los antiguos muros de separación de fincas.
Otros islotes también pertenecen al archipiélago de Cortegada, y por tanto, al Parque Nacional. El mayor de los islotes es del Malvosa Grande.

Costa de Cortegada

El sendero bordea la costa. Desde la zona sur de la isla divisamos la ría de Arousa y la costa norte de la ría, con las playas de Rianxo y la sierra del Barbanza al fondo. También oímos los ruidos que llegan del exterior de la isla. Y es que la costa está tan cerca, que nunca te llegas a sentir aislado.

Olorosos bosques de laureles

El bosque de laureles de Isla Cortegada comienza, y notamos el cambio de ambiente, más sombrío y fresco…………….y el olor.

El bosque de laureles es el elemento más distintivo de la isla. Esta reducida área es zona de especial protección, por lo cual no está permitido adentrarse en ella. Se considera una extrañeza botánica. Los espigados laureles pueblan el interior de la isla. Su forma no es la habitual; se han alargado muchísimo buscando la luz, ya que crecen muy juntos y espesos.

Es también zona de anidamiento de numerosas aves. Dicen que es el bosque de laureles más grande de Europa, pero a estas cosas nunca les hago mucho caso. Pienso que esas frases no son más que reclamos turísticos. He estado muchas veces en sitios que califican como “el más grande del mundo”, “el más alto del mundo”,………….y después resulta que siempre hay algo más grande o más alto en otro lugar.

Bosque de laureles de Isla Cortegada

 

Espacio para la historia y la botánica en Isla Cortegada

Eplinio I, el mismo romano que puso nombre a la ría de Arousa (por ser un lugar arenoso), también fue quién puso nombre a Cortegada (Corticada para los romanos), que significa confluencia de aguas dulces y saladas. De hecho, existen restos romanos en la ría: un pecio, ánforas…….

Cruzando el sendero que cruza el interior de la isla, el bosque es el protagonista: robles, castaños, espiños, laureles, algunos pinos,……….……..el sotobosque……….y su vida animal, los cantos de los pajarillos que vamos escuchando, el aroma de los laureles.

Visita guiada a Isla de Cortegada

Conocimos al roble comepedras, que, viendo su forma, parece realmente que ha tragado piedras. Eva nos contaba su historia, que suele encandilar a los niños. Cuentan que el árbol era muy feliz cuando los niños de la aldea jugaban a su alrededor. Se puso muy triste cuando los niños se marcharon, y a partir de entonces, lloraba y lloraba. Las piedras cercanas, apenadas por tanto llanto, se fueron acercando para darle cariño, y el árbol se las fue comiendo.

Roble comepedras

Pero es sólo uno de los árboles mágicos de Cortegada. Otro es el gran pino sanador. Para gozar de su efecto curativo, hay que dar varias vueltas a su alrededor.

El tamaño de la isla es tan reducido que llegamos muy pronto de nuevo a la costa norte.

Finalmente pasamos por el antiguo poblado, actualmente abandonado, cuyas casas de piedra están ahora en ruinas y la vegetación crece salvaje. Todavía se pueden apreciar los faladoiros, especie de bancos en las ventanas, donde se sentaban antiguamente para coser, hablar, o simplemente para ver y ser vistos por la gente que pasaba.

Antiguo poblado de Cortegada

Es buen momento para recordar la historia de la isla de Cortegada.

La isla estuvo habitada desde tiempos remotos y hasta principios del siglo XX. Se supone que los pelotas de la época pretendían algún favor real, pues decidieron regalar la isla al rey Alfonso XIII para que construyese su palacio de verano. Era conocida la predilección del rey por la comarca, ya que veraneaba en Vilagarcía. Alfonso XIII aceptó el regalo, pero no quería vecinos. Y así, comenzó la expulsión de los habitantes de la isla. Esta idea del palacio de verano no sólo afectaba a los colonos de la isla, sino también a todas las familias que vivían del marisqueo. El rey planeaba construir un puente para poder acceder a la isla cómodamente y esto afectaría a los bancos marisqueros. Incluso se elaboraron los planos del proyecto.

Unos años después, Alfonso XIII decidió construir su palacio de verano en Santander (Palacio de La Magdalena), por lo que el proyecto no llegó a materializarse. Después llegó la República, el franquismo……….. La isla pasó a ser propiedad de D. Juan de Borbón, quien vendió la isla (el regalo del pueblo) a una inmobiliaria en 1975.

Los vecinos de Carril lo consideraron una traición. Debido a su fuerte oposición, consiguieron frenar e incluso impedir el negocio inmobiliario. Hasta que en 2002 se declara el Parque Nacional das Illas Atlánticas, y se incluye la isla de Cortegada. La Xunta inicia las gestiones para su compra, que se efectúa en 2007, pasando a ser de dominio público y a partir de entonces comienza a ser visitable.

Antiguo poblado de Cortegada

Finalizamos el recorrido circular en el embarcadero, para montar en la zodiac que nos lleva de regreso a Carril. Ha subido la marea.

Costa de Cortegada

La pleamar nos deja unas imágenes de la ría desde el puerto de Carril muy diferentes a las que vimos por la mañana en bajamar.

Carril en pleamar

Carril en bajamar

 

Monte Lobeira. Un mirador a la ría de Arousa

Un buen complemento a la visita de la Isla Cortegada es contemplarla desde. Para ello no hay mejor mirador que el Monte Lobeira, en Vilagarcía de Arousa.

Desde el aparcamiento de Monte Lobeira hay que subir unas cuantas escaleras para llegar hasta el mirador. Una cruz se alza sobre el lugar que antaño ocupaba un castillo.

El Mirador de Monte Lobeira nos ofrece estupendas vistas sobre la ría de Arousa, amplia y suave. Los polígonos de bateas son parte inseparable de la ría desde hace muchas décadas. El contraluz en intenso y no es buen momento para fotos.

Divisamos el bosque de Cortegada flotando sobre la ría. Además, contemplamos las demás islas que se emplazan en la ría de Arousa: A Toxa, Illa de Arousa, Sálvora. Y también alcanzamos a divisar Ons y Cíes, más lejanas. La Sierra del Barbanza aporta mayor relieve en la orilla norte de la ría. Tierra adentro, el valle del Salnés, tierra de albariño, nos ofrece su verde estampa.

Vistas desde el Mirador de Monte Lobeira en Vilagarcía de Arousa

Muy cerca está el mirador Faro das Lúas, a donde también nos acercamos. Adornado con una estructura que finaliza con 3 lunas en cuarto menguante, es obra de un artista de Vilagarcía. Su autor quiso caracterizarla por los diferentes reflejos del sol sobre las lunas en cada momento del día, o el reflejo de la luna por la noche. Está un poco más bajo que el mirador de Monte Lobeira, y las vistas son similares, aunque no permite contemplar Cortegada entera.

Faro das Lúas en Vilagarcía de Arousa

Vistas desde el Faro das Lúas en Vilagarcía de Arousa

 

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2 ideas sobre “Isla Cortegada: el Bosque flotante

  • Joseli

    Lo del «bosque flotante»» no lo había escuchado nucna, pero tiene mucho sentido. Hay mucho desconocimiento sobre esta isla, la mayoría de los Vvilagarcianso no saben que tienen ahí el mayor bosque de laureles de Europa, es un poco triste, pero es así.
    Esperemos que poco a poco se vaya dando a concocer sin que llegue a perjudicarla.

    • Kami Autor

      Hola Joseli,
      Yo también espero que sea como tú dices, y sobre todo que no se llegue a perjudicar la isla. Al menos, al pertenecer al Parque Nacional se regula por una normativa que asegura en cierto modo su conservación.
      Gracias por comentar.