En nuestro paseo por Florencia iremos descubriendo el arte y la belleza que atesora en iglesias, plazas, puentes, museos………..Visitar la capital de la Toscana, la ciudad del Renacimiento, es fascinante en cualquier época del año.
Ruta para visitar Florencia
Florencia es Patrimonio Mundial desde 1982. Pocas ciudades pueden competir con Florencia en arte. La capital de la Toscana es la cuna del Renacimiento y alcanzó su mayor apogeo durante el dominio de la poderosa familia Médici, Duques de la Toscana. Ellos actuaron como patrocinadores de los más destacados artistas del Renacimiento italiano: Miguel Ángel, Botticelli, Leonardo da Vinci. Ya desde antes, durante la Edad Media, la ciudad disfrutaba de prosperidad y llegó a tener su propia moneda, el florín de oro.
Actualmente posee una población de casi 400.000 habitantes y su principal recurso económico es el turismo. Miles de personas de todo el mundo la visitan cada año.
Llegamos en tren desde Bolonia. Apenas 38 minutos en tren de alta velocidad con la compañía Italo, que ofrece sustanciosos descuentos por compra anticipada (5 días antes). La estación de tren de Florencia está céntrica, apenas dista 800 metros de la Piazza del Duomo, por lo que resulta estupenda la opción de viajar en tren si se procede de otras ciudades italianas.
Una ruta de un día por Florencia nos mostrará muchos lugares hermosísimos de la ciudad, aunque ciertamente será insuficiente para visitar la mayoría de museos e iglesias. Es muy recomendable quedarse al menos 2 ó 3 días en Florencia. Yo ya había estado anteriormente, por lo que nos dedicamos a pasear y visitar algunos lugares pendientes.
Visitamos la ciudad en febrero, con una temperatura baja a pesar del sol que brillaba en el cielo azul. Recordaba el calor que pasé cuando la visité en un mes de junio de hace muchos años. Ahora hay que abrigarse.
Desde la estación de tren “Firenze Santa Maria Novella” vamos a comenzar nuestra ruta para visitar Florencia dirigiéndonos hacia la Catedral, cuya cúpula y torre vemos a lo lejos, sirviéndonos de punto de referencia.
Iglesia de Santa María Novella
Esta iglesia con hermosa fachada de mármol está muy cerca de la estación de tren. Se trata de una antigua iglesia medieval que fue reformada durante el Renacimiento, época en la que se añadió la fachada de mármol formando dibujos en blanco y verde.
Se puede visitar su interior para conocer las obras de arte que alberga: frescos, estatuas…. (de pago).
Iglesia de Santa María Maggiore
La iglesia de Santa María Maggiore es una de las más antiguas de Florencia, ya que se inició en el siglo X. Su exterior es muy austero, elaborado en piedra sin apenas decoración, en contraste con las fachadas bellamente decoradas que lucen otras iglesias renacentistas de la ciudad. La cabeza esculpida en piedra de una mujer que está incrustada en la fachada encierra una leyenda.
La iglesia estaba abierta y entramos a su interior en penumbra, por lo que cuesta apreciar los cuadros oscuros que decoran las paredes.
Piazza del Duomo de Florencia
Doblamos a la izquierda para dirigirnos a la Plaza de la Catedral.
La Plaza de la Catedral es tan impresionante como la recordaba de mi visita anterior. El conjunto arquitectónico se compone de tres edificios separados: la Catedral de Santa María del Fiore, la Torre-campanario (Campanile di Giotto) y el Baptisterio. Se pueden visitar individualmente o comprar entrada conjunta.
Los edificios de fachadas de mármol formando dibujos en verde, rojo y blanco componen un lugar imponente. Hay que pasar por esta plaza a distintas horas del día con distinta luz y apreciar su majestuosidad desde distintos ángulos.
Piazza del Duomo de Florencia
El Duomo de Florencia fue construido en los siglos XIII-XIV en estilo gótico y cuando se terminó era la iglesia más grande del mundo. Se puede entrar gratis al interior de la Catedral, que no es tan deslumbrante como exteriormente. El acceso a la cúpula es de pago, hay que subir un montón de escalones para acercarte a la fantástica cúpula de Brunelleschi, magnífica obra arquitectónica. En esta ocasión no subimos, yo ya lo había hecho anteriormente.
Duomo de Florencia
La torre Campanile di Giotto es altísima y está separada del edificio de la Catedral. Se puede subir para contemplar la vista de Florencia, son más de 400 escalones.
Campanile di Giotto
El Baptisterio de San Juan tiene forma octogonal y son famosas sus puertas doradas esculpidas en bronce representando escenas religiosas. Se conocen como Puertas del Paraíso. Su interior alberga mosaicos.
Puerta del Baptisterio de Florencia
Piazza de la Signoria
Otra de las plazas emblemáticas de Florencia es la Piazza della Signoria, a la que llegamos atravesando la Via dei Calzaiuoli, avenida comercial repleta de tiendas que la une con la Piazza del Duomo. Florencia es de esos lugares que no se olvidan por más años que pasen y recordaba perfectamente este trayecto.
Si la Piazza del Duomo era el centro del poder religioso en Florencia, la Piazza della Signoria era el corazón del poder político durante la Edad Media y el Renacimiento. También era el lugar en el que se realizaban ejecuciones públicas.
Aquí vivieron los Medici, en el Palazzo de la Signoria o Palazzo Vecchio, edificio construido en el siglo XIII. Los Medici actuaron como mecenas de destacados artistas promoviendo el desarrollo de sus obras, entre ellos Miguel Ángel. Pasamos de día y de noche.
Palazzo Vecchio en la Piazza de la Signoria
Estaba abierto el acceso al Palazzo Vecchio y entramos a deleitarnos contemplando el patio porticado pintado con frescos de diversas escenas.
Palazzo Vecchio de Florencia o Palacio de la Signoría
Una réplica del David de Miguel Ángel se exhibe en la plaza, es una de las esculturas más famosas del mundo. No es la única, toda la plaza en sí es una obra de arte, con palacios y varias esculturas expuestas al aire libre. Además del David, está la estatua de Neptuno, la de Hércules.
Estatua de David en la Piazza della Signoria
Más estatuas que pertenecían a los Médici encontramos bajo el pórtico de la Logia de la Señoría o Loggia dei Lanzi, entre ellas la de Perseo. Es como un museo abierto, situado en un lateral de la Piazza de la Signoria.
Galería de los Uffici
Muy cerca de la Plaza de la Señoría está la entrada a la Galería de los Uffici, museo de pintura y escultura que exhibe obras de los grandes artistas del Renacimiento.
En cuanto a la compra de entradas, hay que tener en cuenta que se pueden comprar allí mismo en taquilla o reservarlas online con antelación (aunque la reserva online supone un pago adicional). Hay dos colas, una para cada modalidad. Nosotros hicimos la cola para comprar las entradas en taquilla y resultó más corta que la cola para retirar billetes de compra online. Tardamos unos 3 minutos. No quiero decir que esto ocurra habitualmente, pero ese día era así. Después hay que hacer otra cola para entrar al museo y pasar control de seguridad por escáner.
De noviembre a febrero la entrada es más barata, aproximadamente el 60% del precio que tiene el resto del año. La entrada es gratuita los primeros domingos de cada mes, y no me quiero imaginar la cantidad de gente, si ya un día de semana de febrero había mucha gente.
El museo alberga una impresionante colección de pinturas del Renacimiento, además de estatuas romanas de mármol. Hay obras de Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Tiziano, Rafael, y algunos extranjeros como El Greco o Van Dyk. La segunda planta es la más destacada y a la que dedicamos más tiempo, mientras que por la primera pasamos más de puntillas, echando un vistazo más rápido para no saturarnos de arte.
Permiten hacer fotos a las obras de arte, pero sólo para uso propio.
Dedicamos dos horas y media porque ya nos cansaba ver tantos cuadros, pero los amantes de la pintura supongo que podrían pasarse días entre estas obras artísticas.
Galería de los Uffici
Ponte Vecchio
Nada más salir de la Galería de los Uffici nos topamos con el río Arno y una estupenda vista del Ponte Vecchio, otro de los emblemas de la ciudad, aunque ya habíamos gozado de una buena panorámica desde las ventanas de la Galería Uffici. El Ponte Vecchio es un lugar siempre frecuentado por turistas.
El viejo puente medieval se caracteriza por sus casitas que alojan joyerías, sustentadas sobre tres arcos. A este lugar hay que venir de día y de noche.
Los paseos a ambas orillas del río Arno congregan a mucha gente, especialmente en días soleados. Los puentes se suceden, comunicando ambas riberas de la ciudad. Fueron construidos en distintas épocas, cada uno con su propia personalidad.
Puentes de Florencia
Barrio de Oltrarno, el otro lado del río Arno en Florencia
Como su nombre indica, al otro lado del río Arno se extiende el barrio de Oltrarno, menos lujoso en general que el centro histórico de Florencia.
Sin embargo, un palacio destaca sobre el resto de edificios. Se trata del Palazzo Pitti, enorme edificio renacentista construido por el acaudalado comerciante Pitti en el siglo XV. Posteriormente fue propiedad de los Medici cuando decidieron mudarse a este lado del río y dejar el Palazzo de la Signoria (Palazzo Vecchio). El palacio Pitti llegó incluso a ser residencia del rey de Italia durante el corto período del siglo XIX en que Florencia fue capital de Italia.
El Palazzo Pitti es actualmente de propiedad estatal y se ha convertido en museo. Se puede visitar para admirar las estancias del edificio y las obras de arte que alberga, tanto colecciones de los Médici como otras más modernas.
También se pueden visitar los jardines contiguos, Jardines de Boboli, con entradas separadas del palacio. Los jardines pertenecían al Palacio Pitti y son inmensos, con estatuas, grutas, fuentes…..
No visitamos ninguno de los dos sitios. Hay tanto para ver en Florencia que hay que elegir o bien quedarse varios días para explorar más a fondo. Simplemente pasear por sus calles es recorrer un museo al aire libre de artísticos edificios, palacios, iglesias, esculturas.
Seguimos el paseo por el barrio de Oltrarno y llegamos a la Piazza Santo Spirito, en la que se erige la Basílica del Espíritu Santo que diseñó Brunelleschi en el siglo XV. Posee dos claustros. Sus capillas interiores alojan diferentes obras de arte. En la plaza se monta un mercado y hay varios restaurantes con terraza, además de talleres de artesanía. Es un lugar bastante animado.
Piazza Santo Spirito en Florencia
Por este barrio pasean menos turistas. Exploramos calles estrechas, descubriendo arcos-pasadizos.
Barrio de Oltrarno
Se ha hecho hora de comer y damos con una pequeña trattoría bastante escondida, I’Raddi, donde comimos de maravilla. Platos de pasta casera, sencillos y qué ricos.
Piazza de la República de Florencia
La que ahora se llama Plaza de la República fue antaño escenario de intensa actividad comercial de la ciudad. Ya en la época romana residía el foro y en la Edad Media se celebraba el mercado. Su aspecto cambió radicalmente en el siglo XIX y ahora es un amplio espacio social en el que destaca el gran arco ( l’Arcone), la Columna de la Abundancia, el tiovivo, las cafeterías históricas y los músicos callejeros que amenizan el ir y venir de la gente. Es una plaza con mucha vida. Especialmente animada está por la noche, momento para disfrutar de actuaciones musicales.
En las calles cercanas tienen su domicilio tiendas de importantes marcas con precios de escándalo.
Loggia del Mercado Nuevo
A corta distancia de la Plaza de la República (donde estaba el Mercado Viejo) está el Mercato del Porcellino o Loggia del Mercado Nuevo. Fue construido en el siglo XVI para dar cabida a las actividades comerciales de sedas y objetos de lujo de la época. Todavía se sigue manteniendo su función comercial, ya que bajo los arcos se instalan tenderetes turísticos. Hay que buscar la piedra “dello scandalo” en el centro de la plaza y descubrir cuál era su función en la Edad Media.
En esta plaza se localiza la Fontana del Porcellino, decorada con la estatua de un jabalí realizada en bronce. Los turistas han cogido la costumbre de frotar el hocico de la estatua del jabalí por si tiene razón la leyenda que asegura que si lo haces volverás a Florencia. Para cumplir el deseo no basta el frotamiento, después hay que poner una moneda en la boca del animal para que resbale hasta el agua.
Basílica di Santa Croce de Florencia
La Basílica di Santa Croce está llena de arte y de la historia de grandes personajes que han tenido un papel relevante en la historia de la humanidad.
Esta iglesia gótica sí que es bonita por dentro. También lo es por fuera, con su fachada de mármol blanco, rojo y verde, aunque más sencilla que el Duomo. Se emplaza en la Piazza di Santa Croce, una amplia plaza que suele ser punto de encuentro de tours guiados.
La visita al interior de la Basílica di Santa Croce es de pago (8 € en 2022). Su interior está decorado con pinturas al fresco, tiene un hermoso techo de madera, suelo de mármol, dos claustros, una capilla de Brunelleschi, cuadros e iconos de reconocidos pintores renacentistas, como Giotto. Pero además acoge las tumbas de ilustres personajes, como Maquiavelo, Galileo Galilei, Miguel Ángel Buonarroti. La verdad es que impresiona estar ante la tumba de Galileo. Hay mucho para entretenerse en esta iglesia, es una visita muy recomendable.
Piazza della Santissima Annunziata y Galería de la Academia
A unos 500 metros de la Piazza del Duomo está la Piazza della Santissima Annunziata, a la que vamos de noche. Está rodeada por edificios renacentistas construidos con pórticos: la Basílica de la Santissima Annunziata, el Hospicio diseñado por Brunelleschi (primer orfanato de Europa).
Muy cerca está la Galería de la Academia, uno de los museos más visitados de Florencia. Expone, además de pinturas y otras esculturas, el David original de Miguel Ángel, obra cumbre de la escultura renacentista (en la Piazza de la Signoria hay una réplica).
Iglesia de San Lorenzo
Otra de las iglesias destacadas de Florencia es la Basílica de San Lorenzo, localizada en la Plaza de San Lorenzo. El templo fue mandado construir por los Médici y fue diseñado por Brunelleschi en el siglo XV.
Su fachada tiene un simple aspecto inacabado, mientras que su interior está elegantemente decorado. Alberga la Capilla de los Medici, donde fueron enterrados los duques y sus familiares.
A esta iglesia no entramos por falta de tiempo, aunque todo indica que sería muy recomendable.