El Teixadal de Casaio es una joya botánica, un espeso bosque de tejos que pueblan una garganta en los montes de Trevinca. Exploramos este lugar único y mágico mediante una ruta de senderismo que parte de Fonte da Cova, puerto de montaña situado en una carretera que comunica la provincia de Ourense con la de León.
Localización de la ruta
Iniciamos la ruta en la pista de acceso al Alto da Cabrita, a donde llegamos desde Fonte da Cova, (donde está el el Hotel Peña Trevinca), en la provincia de Ourense. Se emplaza en la parroquia de Casaio que pertenece al municipio de Carballeda de Valdeorras. Santa María de Casaio se localiza en la carretera de O Barco de Valdeorras (Ourense) a La Baña (León). Esta carretera de montaña es muy frecuentada por camiones que trabajan en las explotaciones pizarreras excavadas en las montañas.
Coordenadas GPS: 42.319329,-6.7398839,17
Descripción de la ruta al Teixadal de Casaio desde Alto da Cabrita
- Circular
- Distancia: 14 Km con 800 m de desnivel
- Dificultad: Media-Difícil
- Señalizada parcialmente
Existen distintas posibilidades para conocer el Teixadal de Casaio. La más habitual es acceder desde el pueblo de Santa María de Casaio, pero supone caminar 13 Km sólo ida, y después regresar. Esta opción está señalizada.
Nosotros elegimos otra opción que empieza en la pista de acceso al Alto da Cabrita. Para llegar hasta allí, desde el Hotel Peña Trevinca cogemos la pista de tierra perpendicular a la carretera asfaltada. Se trata de una pista que da acceso a canteras de pizarra. Aparcamos en la base de la Cabrita, donde los camiones trabajan en las canteras de pizarra a 1700 m de altitud.
Comenzamos la caminata por la pista, la cual todavía continúa, pero ya sólo es apta para 4×4 después del punto donde aparcamos.
Pronto dejamos la pista cogiendo un camino a la derecha. Siguiendo este camino es la forma más fácil de subir a Peña Trevinca, cuya cumbre vemos enfrente. Nosotros hemos subido anteriormente a la cima de Galicia desde distintos puntos.
Al avanzar se abren vistas al valle del río Valborraz, en cuya ladera se asienta el pueblo de Casaio. Aunque muy horadado por canteras, el paisaje es bonito, y en mayo está muy florido de brezos, piornos…….
Valle del río Valborraz
Tras caminar 1,8 Km por la pista, la abandonamos para coger una desviación por sendero que está indicado al Teixadal con letrero de madera. Este es un mirador natural a Trevinca. Estamos a 1830 msnm y ahora toca bajar hacia el bosque del Teixadal que todavía está oculto.
Camino al Teixadal de Casaio
Nos dirigimos al Campo de Valborraz. Ahora avanzamos mucho más despacio por el sendero, hay que cuidar los tobillos. Vamos totalmente rodeados de brezos en flor. Llevamos a un lado el desolador paisaje de canteras horadadas en las montañas y al otro la belleza del cordal de Trevinca.
Hacia el Campo de Valborraz
Al llegar al Campo de Valborraz giramos a la izquierda y encontramos un letrero de madera que indica el sendero al Teixadal y a Foio Castano, que es la garganta contigua. Desde aquí divisamos ambas gargantas pobladas de bosque que ocupan la falda de las montañas.
Seguimos bajando, ahora en continuo, rodeados de flores de brezos y retamas, con espléndidas vistas al Macizo de Trevinca. Avanzamos por una senda que abrieron hace pocos años y que vemos perfectamente.
Pasamos por un tramo de bosque en el que nos arropan árboles caducifolios (abedules, fresnos…..) y vamos cruzando varios regatos. No hay problema, los arroyos son estrechos y hay piedras para pisar y cruzar.
Después pasamos otra zona de brezales, de paisaje abierto con imponentes vistas a las montañas.
Cuando llevamos 5 Km, a 1480 m de altura, obtenemos una vista panorámica del Teixadal de Casaio poblando la garganta. Escuchamos el sonido del río que fluye inmerso en la vegetación. Todavía tenemos que bajar un poco más.
Cuando llevamos 5,5 Km, a 1470 m de altitud, se inicia el bosque del Teixadal. Nos reciben inicialmente grandes acebos, vemos también algunos pequeños tejos. En este umbrío entorno cruzamos el Rego do Penedo y a continuación salimos a un claro donde se asienta la Mallada do Penedo con un chozo de pastores. En la campa hay muchas orquídeas diminutas y vemos letreros de la ruta.
Mallada do Penedo
A continuación nos adentramos en el Teixadal, un bosque espectacular compuesto por infinidad de especies vegetales. Un entorno umbrío y mágico. Nos compaña el Rego do Penedo que forma cascaditas.
Teixadal de Casaio
La bajada por el bosque es más empinada, y por tanto, algo más complicadilla. A 1370 m de altura, los tejos se espesan y se adueñan del entorno. He estado en otros tejedales, y éste se lleva la medalla de oro. Es asombroso, mágico de verdad. Las ramas se entrelazan creando marañas vegetales. En este bosque viven más de 300 tejos que en algunas zonas se concentran casi en solitario, mientras que en otras coexisten con otros tipos de árboles.
Tejos en el Teixadal de Casaio
Ahí en medio está un chozo que fue usado como refugio por los maquis durante la Guerra Civil. Es realmente un lugar escondido. Ahora sólo se oyen pajaritos y el rumor del regato.
Refugio de los maquis en el Teixadal de Casaio
Desde el antiguo refugio de los maquis subimos para buscar el roble gigante milenario, y después regresamos. En esta espesura de troncos y ramas no sentamos a comer la empanada.
Tejos en el Teixadal de Casaio
Junto a un gran tejo dejamos el bosque de tejos y bajamos para cruzar el regato. Lo hacemos con cuidado por las resbaladizas piedras de su cauce. Estamos a 1330 m de altura e iniciamos la subida. La parte más difícil de la ruta transcurre dentro del Teixadal, debido a su escarpado relieve. El resto no tiene dificultad.
Hay que tener en cuenta que en las partes altas de la ruta hay red móvil, dentro del bosque no, por lo es aconsejable caminar por aquí en compañía.
Una vez que salimos del bosque avanzamos por laderas forradas de brezos por sendas bien visibles, con vistas estupendas. Esta senda es más ancha, fácil y visible que la que usamos antes para bajar. Ambas son muy panorámicas, con vistas al bosque de tejos, al valle y a las montañas.
Pasamos por una bocamina de wolframio y la senda se convierte en pista, la cual lleva a Casaio. Pero nosotros no la seguiremos hasta el final, ya que queremos hacer ruta circular. El camino desde Casaio es más fácil, aunque mucho más largo, 13 Km sólo ida.
Nosotros dejamos la pista en una curva y empezamos a subir monte a través. Esta subida es dura, aunque nos resulta bastante llevadera, ya que ascendemos despacio buscando estrechas sendas que apenas vislumbramos en el terreno pizarroso. Como hay mucha roca de pizarra, tratamos de pisar sobre las piedras, evitando dañar la vegetación. En kilómetro y medio subimos casi 300 m de desnivel con estupendas vistas a las montañas y a las gargantas forradas de bosque del Teixadal y del Foio Castaño. Una serpiente serpentea entre mis pies.
Regreso ruta del Teixadal al Alto da Cabrita
La subida nos lleva al Campo de Valborraz, enlazando con el camino de ida. Sólo nos queda volver a la pista y regresar al coche por camino ya conocido y fácil. Todavía tenemos que subir hasta 1835 m de altura, punto más alto de la ruta, y después bajar por la pista hasta el coche, donde completamos los 13,5 Km de esta espectacular ruta tras 7 horas de memorable jornada montañera.
Alojamiento
Nos alojamos en Hotel Peña Trevinca (antes Hotel Fonte da Cova). Se ubica en el lugar de Fonte da Cova, un sitio en plena montaña, apartado de pueblos, aunque al lado de la carretera. No hay señal telefónica. Es un lugar frío y habitualmente ventoso.
La cena en el hotel es de menú, a un precio muy asequible. Cocinan bien y está rico.
La verdad es que el hotel está en un sitio privilegiado para hacer rutas de montaña, y eso de ver los caballos salvajes corriendo desde la terraza es un puntazo.
El desayuno es buffet y lo dejan en una salita para autoservicio.
Hotel Peña Trevinca
Track de la ruta al Teixadal de Casaio