Eduardo Avaroa (II): Laguna Verde y Desierto de Dalí BOLIVIA - Tour Uyuni 2


Nunca me había alegrado tanto de madrugar y así salir de aquel frío y horrible camastro. Eran apenas las 4:30 cuando ya estábamos en pie para partir hacia los géiseres “Sol de mañana”. Durante este día, la Laguna Verde, el Desierto de Dalí, y otros lugares del Altiplano Boliviano nos ofrecerán imágenes de fantasía, recorriendo la Reserva de Fauna andina Eduardo Avaroa.

Geiseres Sol de mañana

El espectáculo de la naturaleza está servido en forma de geiseres y fumarolas que desprenden los cráteres de colores. La tierra emana sus gases a primerísima hora del día, antes de que el calor apacigüe sus humos.

A 5000 m de altitud, el frío a estas horas tempraneras es terrible.

Géiseres Sol de mañana. Uno de los espectáculos del desierto boliviano

 

Desayuno en el desierto. 

Desierto de Dalí

La Laguna Verde será nuestro próximo destino. Pero además, es que el camino para llegar es una auténtica galería de arte compuesta por cuadros surrealistas. Quizás por eso lo llaman el Desierto de Dalí. Una completa gama de ocres, amarillos, anaranjados, está presente en los óleos de rocas y montañas.

Laguna Verde

En un lugar tan fantástico como es al pie del volcán Licancabur se emplaza la Laguna Verde, otra de las lagunas altiplánicas de colores, a 4350 m de altitud. Tan caprichosa es respecto a su intimidad, que ni siquiera le apetece compartir espacio con los flamencos o con las vicuñas.

Se ha tomado una buena dosis de sales minerales (especialmente magnesio), que impiden el desarrollo de cualquier tipo de vida y le aportan su color verde esmeralda. Menos mal que nos permite recorrer sus orillas durante unos instantes.

 

El Lincacabur me encanta. Un atardecer desde Atacama contemplando su forma cónica iluminada por los últimos rayos de sol se convierte en un momento realmente bonito. Esa otra cara desde Chile ya la conocíamos.

Ahora sólo nos falta ascender a los 5868 m de su cumbre para poder ver la laguna que contiene en su cráter. Ello sólo es posible en expediciones aventureras, y no creo que nunca lo logremos. Aunque sí que lo consiguieron los incas, quienes realizaban sacrificios humanos allá arriba como ofrenda a sus dioses, al igual que en otras tantas montañas andinas.

Aguas termales de Polques

Dejando atrás la Laguna Verde, nos concedemos un momento de relax. Un bañito en las termas naturales, en medio de aquel entorno increíble. (No hay fotos, estábamos dentro del agua a 38ºC)

Salar de Chalviri

Más salares y más lagunas siguen ofreciéndonos imágenes de fantasía intercaladas entre el desierto y los volcanes, alejadas de cualquier atisbo de civilización, como el Salar de Chalviri o la Laguna Morejón.

Región de Lípez

La mayoría de tours regresan a Uyuni en el tercer día. Nosotros gozaremos de un cuarto día que nos llevará hasta Tupiza. Así que, a partir de ahora, la soledad será todavía más intensa. Ya casi nadie pasa por aquí. Nos adentramos en la región de Lípez, al sur de Bolivia, muy cerca del noroeste argentino.

 

Recorriendo paisajes inimaginables, pasamos por diminutos poblados (Quetena Chico, Quetena Grande, San Antonio de Lípez, San Pablo de Lípez). Pequeñísimos pueblecitos, donde el día a día es una dura prueba de supervivencia en condiciones extremas.

Inimaginables son también para un europeo estas alturas. Seguimos por encima de los 4000 m de altitud, llegando a casi a los 5000 m en algunas zonas……………..más alto que cualquier montaña de Europa!!.

Las hojas de coca siguen siendo nuestras compañeras de viaje. De vez en cuando, una tras otra a la boca.

 En otra de las paradas nos trasladamos en el tiempo para deambular por el pueblo abandonado de San Antonio Viejo, un antiguo poblado minero que quedó deshabitado hace unos 50 años al finalizar la explotación de oro.

 Esa noche, en el hotel Tayka de los Volcanes, éramos los únicos huéspedes. Y eso que no hay otro hotel en cientos de km. Eso de idea de los pocos visitantes que vienen por aquí.

Carmen no había dejado de sonreír todo el rato, además de cocinar muy bien, aunque no era una mujer de muchas palabras, supongo que debido a su escaso dominio del idioma español.

Alfredo había ido ganando confianza con nosotros día tras día. Yo creo que el carácter boliviano es desconfiado al principio, y necesitan un tiempo para observar y adaptarse. Pero al fin conseguimos mantener una larga conversación y nos enteramos cómo funciona el tinglado de los tours. Los guías son los propietarios de sus coches, y por tanto, corren con todos los gastos de reparaciones y demás. No tienen un sueldo fijo, y muchas agencias les obligan a firmar un contrato de exclusividad, impidiéndoles trabajar por libre. Las agencias los contratan y les pagan por tour una cantidad mínima. A veces sólo los llaman para un tour al mes. Conclusión: la agencia siempre gana y el guía sobrevive cómo puede.

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Bolivia y Noroeste argentino


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2 ideas sobre “Eduardo Avaroa (II): Laguna Verde y Desierto de Dalí

  • Fernando

    Impecable relato y sublimes las fotos, mis más sinceras felicitaciones!

    Consulta, desde la ruta que va a San Pedro de Atacama hacia Laguna Verde, cómo está el camino? Es posible transitarlo en forma particular? Vale la pena?

    Saludos
    Fernando
    Argentina

    • Kami Autor

      Hola Fernando,
      Agradezco tus comentarios y felicitaciones.
      El camino a la Laguna Verde, dentro de la Reserva Eduardo Avaroa, es de huella. No diría que es imposible llegar de forma particular, pero requiere un alto nivel de aventura. Se necesita 4×4 para transitar por el desierto, y como digo, aventura para encontrar y seguir la huella adecuada. Hoy en día, disponiendo de GPS, tal vez sea posible.
      Por otra parte, deberías investigar los requisitos para cruzar la frontera boliviana en vehículo. Yo los desconozco.
      Realmente no conozco a nadie que se haya embarcado en esa aventura de forma particular, o sea que, si te decides, ya me contarás.
      Saludos,
      Kami