Visitar el pueblo de Olhao y la preciosa costa de Albufeira son las actividades que realizamos el segundo día de estancia en el Algarve. El circuito peatonal por el barrio de pescadores de Olhao tiene cierto encanto, mientras que la costa de Albufeira se debate entre zonas altamente urbanizadas y otras más despobladas.
Olhão, un pueblo del Algarve entre el tipismo y el turismo
La primera impresión al llegar a Olhão no fue muy favorable. Entramos por el paseo marítimo, y todo parecía muy artificial y turístico. Muchos restaurantes, puestos de venta, coches, gente………. Esperaba encontrarme un puerto de pescadores, pero resulta que lo hay son puertos deportivos.
En cuanto aparcamos en el paseo nos asomamos a la Ría de Formosa, un apacible estuario separado del Atlántico por la estrecha lengua arenosa que vemos enfrente. Se trata de la Ilha da Armona. Desde el embarcadero de Olhão parten barcos para llegar a esta isla, donde hay playas para tostarse al sol, así como senderos para recorrerla. Como ya habíamos visitado la Isla de Tavira y nos habían picado tanto los mosquitos, decidimos no repetir la experiencia y prescindir de visitar la Ilha da Armona.
Sin embargo, nuestra impresión cambia al adentrarnos en las estrechas callejuelas que se esconden tras la fachada marítima. Existe un circuito peatonal por el barrio de pescadores de Olhão que permite conocer 5 plazas que han rehabilitado y adornado con estatuas. Se conoce como Ruta de las Leyendas y tiene bastante encanto. Cada una cuenta su propia leyenda, de amores o de personajes que quizá existieron o quizá no. Recorremos callejones que conservan su esencia de antiguo pueblo pesquero con calles adoquinadas y casas de fachadas blancas que se adornan con puertas y ventanas pintadas de vivos colores. Algunas calles son tan estrechas que casi puedes tocar ambos lados si extiendes los brazos.
Menino de Olhos Grandes en la Ruta de las Leyendas de Olhão
Fachadas de Olhão
Calles de Olhão
Costa de Albufeira
Si el oriente del Algarve se caracteriza por la dulzura y sosiego que compone el Parque Natural da Ria Formosa, la costa comienza a ser más acantilada y erosionada en Albufeira. Son múltiples las cavidades y arcos, así como playas entre acantilados.
Praia dos Aveiros
Para empezar a explorar la Costa de Albufeira nos dirigimos a la Praia dos Aveiros, desde donde recorremos un corto sendero circular hasta la Praia dos Alemaes. Fuimos primero al borde del mar y regresamos por senderos que transitan por la parte superior de los acantilados. La Praia dos Aveiros es pequeña y recogida, con escaso oleaje, mientras que la de los Alemaes es extensa.
No me extraña que esta costa esté tan erosionada. Está compuesta por roca arcillosa que, con el embate constante de las olas se va desgastando y componiendo arcos, cuevas y pináculos.
Alrededor de la Praia dos Aveiros
Ponta do Castelo, sendero a la Praia de Pedras Amarelas
El siguiente destino nos conduce a un sendero más largo por los acantilados. Mirando el mapa me llamaba la atención la zona de Ponta do Castelo, entre Albufeira y Carvoeiro. La verdad es que no había investigado nada. Era sólo intuición. Y es que este viaje ha sido totalmente improvisado. Y en esta ocasión, la intuición resultó completamente acertada.
Ponta do Castelo se compone de tantas formas erosionadas en los acantilados que no puedo describirlo. Son montones de orificios y cuevas excavados en la roca calcárea. Es un paraje realmente curioso. Junto a la Ponta do Castelo se emplaza la Praia do Castelo.
Ponta do Castelo en la Costa de Albufeira
Después de asomarnos a la Ponta do Castelo y observar las sorprendentes formaciones, comenzamos el paseo por el borde de los acantilados, inicialmente en dirección al este. Esta costa es una pasada y vamos descubriendo calas encerradas entre acantilados, cada cual más bonita. La que más me gusta es una que exhibe un pináculo en medio, que, al parecer se conoce como Praia da Fraternidade.
Praia da Fraternidade
Nos tropezamos después con la Praia da Maré das Porcas y la Praia da Coelha, hasta llegar a la Praia da Ponta Grande, desde donde regresamos a la Praia do Castelo para sobrepasarla y seguir en dirección oeste.
Costa de Albufeira
Pasamos a continuación por acantilados y varias playas y pequeñas calas que se nos van presentando: Praia do Evaristo, Praia da Balbina, Praia Manuel Lourenço, Praia Tomás Franco, hasta llegar a la Praia das Pedras Amarelas. Son alucinantes las casas frente al mar, algunas en rincones escondidos por donde sólo pasan escasos caminantes. Ya me gustaría quedarme a vivir una temporada. Todo el tramo es muy bonito, aunque me pareció más espectacular la parte que recorrimos hacia el este.
Praia do Castelo
Costa de Albufeira
Estas últimas playas son muy curiosas, ya que presentan formaciones rocosas muy llamativas. En la Praia das Pedras Amarelas es turno para un baño entre las formaciones rocosas amarillentas. El agua no está muy fría, pero el vientecillo y el oleaje no animan mucho. De lujo se está en el chiringuito de la playa. Sirven cócteles, batidos……… Menudos chiringuitos tan chulos se gastan por aquí. Es una delicia descansar mirando al mar.
Praia das Pedras Amarelas
Track de la ruta por la Costa de Albufeira, de Ponta do Castelo a Pedras Amarelas: Enlace a wikiloc
Ermida de Nossa Senhora da Rocha (Lagoa)
Continuamos en coche para acercarnos a la ermita de Nossa Senhora da Rocha. La ermita blanca se alza en el acantilado de un pequeño cabo que penetra en el mar. Es otro lugar magnífico, que ejerce de mirador hacia la costa acantilada. A un lado contemplamos la Praia Nova y al otro la Praia da Senhora da Rocha, muy bonitas ambas. Los senderos continúan por la parte superior y es una lástima no tener más tiempo para explorarlos. Disfrutamos del lugar con una preciosa luz del atardecer.
En tan espléndido lugar damos por finalizadas las excursiones del día para dirigirnos a nuestro alojamiento en Ferragudo, donde pasaremos varias noches.
Ermida da Nossa Senhora da Rocha
Alojamiento en Ferragudo
Hotel Vitor´s: es un complejo de apartamentos con piscina y restaurante en una urbanización muy cuidada y tranquila. Es un lugar excelente.
Cenar en Ferragudo: O Barril. Cataplana de pescado y marisco con una salsa muy rica, aunque la calidad del pescado dejaba mucho que desear. El postre de la casa no me gustó. Camareros muy atentos.
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: ALGARVE Y ALENTEJO. COSTA SUR DE PORTUGAL
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