Por muy super-vip asientos-cama del autobús, yo no conseguía dormir más que a ratos, entre el movimiento y el ruido del motor. Mi noche transcurría contemplando las estrellas, asustándome con las curvas que tomaba el bus y repasando mentalmente las experiencias vividas…….. Viajábamos desde Chiclayo a Chachapoyas, hacia la catarata Gocta.
Cuando llegamos a la localidad de Pedro Ruiz a las 5 de la madrugada, pensaba que la única persona despierta a esa hora era el tipo de MovilTours que saca las maletas del autobús. Pero….., no……, por suerte para nosotros. También lo estaba un joven mozuelo que se acercó a ofrecernos su mototaxi. 30 soles a Cocachimba, que pronto quedaron en 25……… No eran horas de discutir, así que nos montamos. Y así comenzaban nuestras aventuras por el Departamento de Amazonas, que poco tiene que ver con cultura de la selva amazónica, paisajes amazónicos, fauna o flora amazónicas. Es la región donde nacen los ríos que después darán origen al Amazonas, y de ahí su nombre.
Era todavía de noche. El periplo tenía un cierto aire de viaje romántico, entre montañas que se asomaban espectrales en oscura tonalidad. El fresco se notaba y nos espabilaba, mientras empezaba a clarear. ¡Y pensar que, los guantes que no habíamos necesitado al lado del hielo, nos hacían falta en la ceja de selva!.
Ya había amanecido cuando nos desviamos de la carretera asfaltada para emprender la subida a Cocachimba por una pista de tierra embarrada………el día anterior había llovido de lo lindo. Sólo que……….se quedó en un intento……….La moto no subía. El jovenzuelo buscaba alternativas, primero en la casa de su primo, que vive justo en el cruce………..pero, su primo no estaba. Después, en un grupo de casas, unos metros más adelante……….un tipo que disponía de mototaxi aceptó vestirse y llevarnos, y entre ellos repartieron beneficios. Una cuesta y otra iba salvando…..¡ay!!, pero cuando llegó el barro de verdad, se atascaba………Aunque, allí apareció otro paisano para empujar, y, renqueantes conseguimos llegar al Gocta Lodge………..Claro que cuando uno llega ahí,……….. ante semejante atrezzo, la vida se ve de otra forma…..¡Qué paraíso!!
Aquella piscina frente a la cascada gigante me había enloquecido nada más verla en fotos, y allí estábamos………¡era real!…………La catarata Gocta, al fondo.
Valle de Gocta
No era sólo Gocta……..contamos 8-10-12 altísimas cascadas. Es lo que tiene la época de lluvias.
Un poema nos recibía………de nubes cabalgando sobre las montañas, …….de cascadas, de montañas, de un valle verde, de un río que sonaba pero apenas se veía. Observar todos los verdes de la vegetación que te rodeaba podía convertirse un pasatiempo interminable en el valle del Gocta. Pero, entonces, uno puede perderse alguno de los movimientos sensuales que las nubes despliegan para coquetear con las montañas.
Estamos en la región Amazonas, en los bosques lluviosos de montaña. Dicen que su historia está tan escondida entre las nubes como sus paisajes.
Vistas desde Gocta Lodge
Desayuno descomunal: pollo, patatas, verduras, fruta, yogur, pan, dulces, zumos, café……..terminamos con energías suficientes para enfrentarnos a la caminata a Gocta, que, por muy embarrado que estuviera el camino, no iba a haber quién nos parase.
Alimento para el cuerpo sobre la mesa, y para el alma en el horizonte.
Desayuno en Gocta Lodge
Ruta de senderismo a la Cataraga Gocta
Ruta al salto inferior de la Catarata Gocta desde Cocachimba
Iniciábamos la ruta a la catarata Gocta en Cocachimba, después de pagar la cuota de admisión a la comunidad local (10 soles), quienes han habilitado los senderos. También es posible contratar guías locales.
Haremos la ruta completa a los 2 saltos de agua. Comenzando en Cocachimba, nos dirigiremos al salto inferior. Después subiremos un empinadísimo y estrecho zigzag que nos conducirá al salto superior. Regresaremos bordeando la ladera por la zona alta hasta San Pablo. La mayoría de visitantes sólo se acercan a uno de los dos saltos de agua.
Normalmente, la ruta completa se recorre al revés, comenzando en San Pablo y terminando en Cocachimba. De esa forma resulta más suave, salvando más desnivel de bajada que de subida. Sin embargo, las intensas lluvias de los días anteriores nos hacían pensar que bajar el zigzag podría resultar resbaladizo y peligroso. Preferimos subirlo. Resultará más cansado, pero más seguro.
Otros prefieren la opción más descansada de acercarse sólo a uno de los dos saltos de agua. Para ello, existen las siguientes alternativas:
– Ruta al salto inferior desde Cocachimba (ruta lineal, ida y vuelta por el mismo camino)
– Ruta al salto superior desde San Pablo (ruta lineal, ida y vuelta por el mismo camino)
Las vistas a las montañas selváticas eran nuestra compañía durante la ascensión. Una efervescencia de olores penetraba por nuestros olfatos. Cada planta desprendía sus aromas en el húmedo ambiente. Multitud de aves no dejaban de trinar, camufladas entre las ramas. Florecillas, insectos, mariposas revoloteando……….
Era junto al río donde la vegetación se espesaba y diversificaba hasta límites insospechados, conformando túneles vegetales.
El puente colgante La Golondrina nos facilitaba el cruce del río, aunque, menos fácil era la subida que venía a continuación, por terreno muy embarrado y pesado.
La vegetación se tupía tremendamente, helechos arbóreos, lianas colgantes, altísimos árboles que ensombrecían la vida de plantas más menudas, flores, líquenes, enredaderas…….y muchísima agua, que formaba briosos torrentes.
Ante semejante espectáculo, no podía más que alegrarme de haber venido en época de lluvias.
Salto inferior de la Catarata Gocta
Nunca había estado bajo una cascada tan gigante, la tercera más alta del mundo, que nos recibía con un rociado completo. Hace unos meses nos quedamos sin ver la caída de las Tugela Falls en Sudáfrica, las segundas más altas del mundo……estaban secas. Bajo Gocta, las personas parecían diminutos seres (se pueden ver en el sendero junto a la cascada en la primera foto).
Ruta que comunica el salto inferior con el salto superior de la Catarata Gocta
Retrocediendo sobre nuestros pasos, teníamos que sobrepasar el último puente y tomar un sendero más estrecho que parte a la derecha. Tras un corto descenso, pronto comenzábamos la subida de los caracoles, de 1700 m a 2250 m en sólo 2 Km. Lo normal es hacer esta ruta al revés, y bajar la pronunciada pendiente en vez de subirla. Pero menos mal que decidimos hacerla así, porque a ver quién bajaba aquellas cuestas tan húmedas y resbaladizas después de un día tan lluvioso. Además,…..nuestros glóbulos rojos estaban reforzados tras varios días en altitud.
Absoluta jungla. Absoluto bochorno. El sendero estaba tan inmerso en la vegetación que nos sentíamos totalmente envueltos por la selva, incluso a veces teníamos que apartarla del camino. ¡Qué bien huele esta selva!
771 m de caída de agua, que tenemos el privilegio de contemplar en esplendor. Junto a un mirador finalizaba la subida brutal, que después continuaba más suave hasta alcanzar los 2300 m de altura, junto a la caída de agua superior. La selva seguía igual de exuberante y densa.
Bajo el chamizo, aguardando que escampe el chaparrón.
También brutal es la caída superior, con tantísima agua que empapa, que vuela pulverizada por cientos de metros. Y con preciosas vistas hacia el valle del río Gocta y las montañas teñidas de verde.
Salto superior de la Catarata Gocta
Caída superior de la catarata Gocta
Vistas desde el salto superior de la Catarata Gocta
Ruta desde el salto superior de la Catarata Gocta hasta San Pablo
Un árbol tendido sobre el camino nos hacía sospechar que el mayor peligro que nos podríamos encontrar que se nos cayera un árbol encima. La vegetación tan apelotonada pugna por la tierra y el aire. Digo yo que sus raíces no deben de estar muy arraigadas. A la ida, el camino estaba limpio. A la vuelta, el árbol cerraba el paso. El último chaparrón consiguió lavar sus raíces y arrancarlo de cuajo.
Hasta San Pablo, la ruta es casi llana, con estupendas vistas y varios miradores, pasando por unas pinturas indígenas en rojo sobre la roca. El siguiente chaparrón ya no paraba y nos dejaba empapados por completo. Incluso el goretex se rendía ante tanta agua.
Pinturas indígenas
Buscando transporte para regresar de San Pablo a Cocachimba
San Pablo es la capital municipal, una pequeña población con un gran paisaje. Los huertos cultivados de frutas tropicales, plataneras, caña de azúcar, o cafetales, nos iban guiando hacia el pueblo. Empapados a tope llegábamos a la plaza. Aunque nos habían afirmado que encontraríamos transporte para regresar a Cocachimba, la aventura continuaba, porque el transporte público no existía.
Un policía nos invitó a llevarnos, pero en su moto sólo podía transportar a un pasajero. La ambulancia también se ofreció a llevarnos. Finalmente, unas mujeres pararon a un 4×4 que bajaba. Resultó ser del ingeniero de unas obras municipales que se realizaban en el pueblo para mejorar la posta de salud. Hizo pasar a sus compañeros al remolque para proporcionarnos sitio. Aunque, todavía tuvimos que esperar un buen rato porque el alcalde decidió sumarse al viaje. Días atrás nos habían pedido ayuda y la habíamos dado. Ahora se daba la vuelta a la tortilla; éramos nosotros quiénes necesitábamos ayuda, y nos la estaban proporcionando.
Vistas desde San Pablo
Aquel 4×4 bajaba por una pista embarrada. Entre el ingeniero, el alcalde, algún funcionario, y nosotros, hacíamos un brain storming para analizar el potencial turístico de la zona y las necesidades que habría que satisfacer a los turistas para que se hospeden en el municipio en vez de irse a Chachapoyas.
Nos contaban los inicios del lanzamiento turístico de la catarata Gocta. Para los locales, la catarata siempre había estado ahí, pero nunca le habían dado importancia. Hasta que un alemán casado con una mujer de Cocachimba, se acercó a conocer su aldea. Al ver aquella catarata gigante a lo lejos, quiso acercarse a conocerla. Cuando consiguió medirla, “descubrió” que era la tercera más alta del mundo. Y así empezó su vida turística. También empezábamos a escuchar las supersticiones de la zona, de los monstruos, de la sirena, de las tempestades que se desencadenaban cuando alguien se acercaba a la cascada…….historias que no conoceríamos en detalle hasta un par de días más tarde.
La catarata gigante se ha convertido en el reclamo para visitar este lugar. Sin embargo, nos dábamos cuenta de que, aunque adorna, no es lo principal. Lo realmente incomparable es el marco completo……..el cañón del río Gocta, las laderas revestidas de verde, las montañas del entorno……
Y resulta que existe gente que vive todo el año con esta visión, toda la vida. Una vista que, además, es diferente cada día, cada hora. Las nubes se encargan de ello, yendo y viniendo, danzando, pintando millones de cuadros únicos de un mismo paisaje. La naturaleza es la más creativa de todos los artistas.
Un sitio que quedará para siempre en la lista de lugares memorables.
Catarata Gocta entre nubes y montañas
Track de la ruta completa a la catarata Gocta
Descargable para GPS: es.wikiloc.com/wikiloc… d=11903064
me encantaría conocer ese hermoso lugar
Hola,
Estamos mirando para hacer esta ruta ahora en octubre. Estamos en Trujillo y quiero saber que compañía de bus cogisteis para poder llegar a Pedro Ruiz de madrugada. Seguiré leyendo tus post de Perú, para poder coger más ideas de que hacer en el norte.
Muchas gracias
Hola Laura,
La compañía a bus de Chiclayo a Pedro Ruiz fue movilbus si no me equivoco.
Buen viaje. Disfrútalo que es muy buen destino!!!