Cabo Caccia en el Parque Natural de Porto Conte

Cabo Caccia y La Pelosa desde Alguero ITALIA: CERDEÑA


Nos quedamos un par de noches en Alguero para conocer la ciudad amurallada y recorrer en coche varios lugares costeros del Parque Natural de Porto Conte. Visitamos la Cueva de Neptuno en el Cabo Caccia, para después llegar hasta La Pelosa parando en Porticciolo y Porto Ferro.

La ciudad de Alguero es una de las más bonitas de Cerdeña. Se emplaza en la costa noroeste de la isla, al borde de una amplia ensenada, la Rada di Alghero. Las algas que el mar arrastra a la costa son el origen del nombre de la ciudad, que es denominada Alguero, Alghero, Alguer, L’Alguer o S’Alighéra.

A finales de octubre nos encontramos un clima muy agradable, con temperaturas en torno a 24 ºC, sin fuertes descensos por la noche, e incluso permitiendo cenar al aire libre con ropa ligera.

Cabo Caccia

Al Cabo Caccia se tarda una media hora desde Alguero y son varios los puntos de interés en los que conviene detenerse. Forma parte del Parco Naturale Regionale di Porto Conte, que se fundó en 1999. En la oficina del parque organizan excursiones.

Hacemos la primera parada en el punto panorámico Bélvedere Foradada, que nos ofrece una vista de los acantilados de roca caliza blanca y de la Isola Di Foradada, una roca desgajada que emerge del mar. No tenemos más que girar la cabeza para divisar al otro lado la Bahía de Porto Conte.

Bahía de Porto Conte desde Cabo Caccia

Bahía de Porto Conte desde Cabo Caccia

Bélvedere Foradada en Cabo Caccia

Bélvedere Foradada en Cabo Caccia

Bélvedere Foradada en Cabo Caccia

La Grotte di Nettuno es la principal atracción turística de la zona de Alghero, e incluso de toda la isla de Cerdeña. Al menos es mi impresión, ya que es el lugar donde más gente nos hemos encontrado durante todo el viaje, con mucha diferencia. La entrada cuesta 14 €/persona y las visitas son guiadas cada media hora, en grupos bastante numerosos, en italiano o inglés.

Se trata de la cueva más accesible de las que se localizan en el Cabo Caccia. La roca caliza tan erosionable que compone esta costa ha originado numerosas cuevas. A la gruta de Neptuno es posible llegar en alguno de los barcos que zarpan del cercano embarcadero de Cala Dragunara (en verano también salen desde el puerto de Alghero), o bien se puede llegar en coche hasta el aparcamiento y después bajar a pie las más de 600 escaleras que conducen desde el acantilado hasta el nivel del mar, escaleras que después habrá que subir.

Escaleras a la Gruta de Neptuno

Escaleras a la Gruta de Neptuno

He estado en muchas cuevas kársticas, pero sin duda, ésta tiene algo especial, y es que, su localización costera provoca que el mar penetre en la cueva formando un lago de agua de mar en su interior. Sin embargo, las formaciones calcáreas no han sido creadas por el agua del mar, sino por agua dulce que reacciona con los minerales de estas rocas calizas, formando estalagtitas, estalagmitas, columnas, cortinas, todo ello en varias galerías. También hay excéntricas.

Grotte di Nettuno – Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Grotte di Nettuno - Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Grotte di Nettuno - Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Grotte di Nettuno - Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Nos extrañó el clima cálido que sentimos en el interior de la cueva, ya que las cuevas subterráneas suelen mantenerse frescas todo el año. Llevábamos ropa de abrigo, pero incluso en manga corta se notaba calor. Sin embargo, tiene su explicación, ya que el lago salado se encarga de templar el ambiente. Es una cueva realmente sorprendente.

Grotte di Nettuno - Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Grotte di Nettuno - Gruta de Neptuno en el Cabo Caccia

Conviene tomar con calma la subida de las 654 escaleras, y así apreciar el emplazamiento de este lugar en los verticales acantilados de Cabo Caccia.

Cabo Caccia

Cabo Caccia

Nos hubiese gustado subir al faro de Capo Caccia, que se alza sobre el peñasco, pero el acceso estaba cerrado. También estaba cerrada la vía ferrata a la Grotta del Vasi Rotti, un sitio espectacular a juzgar por las fotos. Existen otras grutas de difícil acceso en los acantilados.

 

Regresamos por la carretera y nos detenemos en el mirador que encontramos antes de coger la desviación a Cala Dragunara. Esta cala es una playita diminuta en una bonita ensenada. Desde aquí seguimos a pie por el camino que conduce a la Torre del Bollo. El paseo, de unos 700 metros de longitud, transcurre con vistas al mar, abriéndose a la bella ensenada de Alghero.

Cala Dragunara en Cabo Caccia

Cala Dragunara en Cabo Caccia

Ensenada de Porto Conte

Ensenada de Porto Conte

La Torre del Bollo fue construida a finales del siglo XVI como parte del sistema defensivo que se extiende por la costa de Cerdeña para proteger la isla de los ataques de piratas, principalmente del norte de África. Estas torrecitas usaban un sistema de avisos luminosos para alertar a la fortaleza principal de la ciudad de Alghero del avistamiento de buques sospechosos. Las vistas a la Bahía de Porto Conte son estupendas.

Torre del Bollo

Torre del Bollo

 

Porticcciolo

Continuamos la ruta en coche para dirigirnos hacia el norte, con intención de llegar hasta La Pelosa, aunque nos iremos desviando cada vez que encontremos una carretera que se acerca a la costa.

La primera ocasión nos la ofrece PorticcioloVaya sitio tan bonito. Nos encontramos ante una pequeña ensenada con una playa semicircular y una especie de cono volcánico rojizo en el extremo, sobre el que se alza una torre de vigilancia, la Torre de Porticciolo. Sus aguas tranquilas parecen ideales para nadar o hacer snorkelling. Me encanta esta imagen de colores azul del mar, rojo de la tierra y verde de la vegetación que puebla el litoral, donde crecen palmitos y otras plantas autóctonas.

Merodeamos por las sendas para acercarnos a distintas panorámicas. Al otro lado divisamos los acantilados rocosos que se elevan verticalmente sobre mar. Un sendero permite recorrer toda esta costa a pie.

Porticciolo, en la costa de Alguero

Porticciolo, en la costa de Alguero

Porticciolo, en la costa de Alguero

Porticciolo, en la costa de Alguero

Porto Ferro

Retrocedemos a la carretera y tomamos la siguiente desviación a Porto Ferro. Desde lo alto del acantilado gozamos de unas vistas excelentes. Aquí se sitúa otra torre de vigilancia costera, la Torre Bianca di Porto Ferro. Recorremos a pie un tramo de la senda costera por la parte superior de los acantilados y gozamos del paisaje costero. Una extensa playa de arena dorada ocupa una media luna de 1 Km de longitud. Es una playa salvaje con dunas y vegetación autóctona, por lo que está protegida. Esto no es impedimento para que existan varios chiringuitos.

Bajamos a la playa en coche y nos llaman la atención sus colores, tanto en la vista que ofrece la parte superior de los acantilados como abajo en las rocas que rodean la playa. Ocres, amarillos, rojos, grises, nos hacen sospechar que su origen es volcánico. Según leemos en los carteles, esta zona fue originada por deposición de sedimentos que contienen metales, de ahí su colorido. Este es el único sitio del Parque Natural de Porto Conte que alberga algunas especies botánicas endémicas.

En las rocas rojizas de la playa nos sentamos a comer el bocata, mecidos por un suave viento.

Porto Ferro

Porto Ferro

Porto Ferro

Lago Baratz

Regresamos a la carretera y nos volvemos a desviar para aproximarnos al Lago Baratz. Este lago natural está rodeado de vegetación, y también forma parte el Parque Natural de Porto Conte. Dejamos el coche en el aparcamiento y caminamos unos 200 m para alcanzar la orilla del lago. Nuestra llegada asustó a un grupo de garzas que nadaban tranquilamente y remontaron el vuelo al detectar nuestra presencia. Pudimos contar al menos unas 2 ó 3 docenas de garzas, mientras que montones de patos nadaban en las tranquilas aguas.

Después de alejarnos del lago, emprendemos rumbo directo a La Pelosa. Nos habría encantado parar en muchos más sitios, pero nos habíamos entretenido bastante y nuestro tiempo era limitado. Nos saltamos la desviación a Argentiera para no andar apurados de tiempo.

La Pelosa y Stintino

La playa de La Pelosa se emplaza en la costa oriental del Cabo Falcone, la punta noroeste de la isla de Cerdeña. Cuanto te aproximas y ves la cantidad de velas de kite-surf ondeando, ya te das cuenta de que este territorio está dominado por el viento. Hay mucho aparcamiento, y, aunque repetidas señales advierten que hay que recoger ticket y pagar, no hay parquímetros en esta época.

Un extenso paseo recorre la costa. Caminando con vistas al mar llegamos a la playa. Es un precioso rincón que hace las delicias de windsurferos y kitesurferos. Los colores de las velas alegran la playa, el mar y el aire. Hay que ponerse una chaqueta, porque los 21 ºC son engañosos y el viento provoca que la sensación térmica sea mucho más baja. La blanca arena es muy fina y las olas baten con ganas.

Frente a la playa se localiza el pequeño Islote de La Pelosa en el que se yergue la inconfundible silueta de una torre defensiva, la Torre della Pelosa.

Playa de La Pelosa

Playa de La Pelosa

Playa de La Pelosa

La alargada figura de la Isola Plana, es también visible desde la playa, mientras que la Isla Asinara se muestra por detrás, mucho más montañosa y extensa, causando que visualmente parezcan una única isla. Hay que subir a un punto más alto para distinguir que ambas islas están separadas. El Parque Nacional dell’Asinara protege el territorio de Isola Asinara, habitada por burros blancos. Se puede visitar en verano mediante excursiones en barco. Desde luego, el oleaje que nos encontramos no era propicio para la navegación.

Islote de La Pelosa, Isola Plana e Isla Asinara

Islote de La Pelosa, Isola Plana e Isla Asinara

Como viene siendo tradicional en este viaje, nos sentamos a tomar unos helados, en este caso con las privilegiadas vistas al mar desde la terraza del restaurante La Peloseta.

Playa de La Pelosa

Playa de La Pelosa

Desde la playa de La Pelosa tenemos una hora de viaje de vuelta a Alghero. Todavía nos queda tiempo antes de oscurecer y nos acercamos al pueblo de Stintino, un puerto de pescadores de atunes. Las casas pintadas en diferentes colores ocupan una estrecha ensenada que sirve de resguardado puerto natural. En homenaje a sus habitantes, han decorado fachadas con fotos de gentes del pueblo y carteles que explican sus vidas ligadas al mar.

Puerto de Stintino

Puerto de Stintino

Qué atardecer tan bonito pillamos por la carretera. Hubiera estado genial contemplarlo desde una playa.

Alguero

Llegamos a Alguero anocheciendo y aparcamos en el centro (fuera de murallas) para pasear por el casco histórico. Tanto el paseo marítimo como las animadas calles del centro amurallado la convierten en una ciudad muy agradable para pasear.

Alghero era una antigua ciudad fortificada para protegerse de las incursiones piratas. Todavía se conservan trozos de murallas y otros elementos defensivos, existiendo diversas torres.

Por la Torre de Porta Terra accedemos al casco histórico. Fue construida en el año 1500 y era la principal puerta de acceso al interior de la ciudad.

Torre de Porta Terra

Torre de Porta Terra

Intramuros, las calles empedradas están muy animadas, llenas de bares y comercios. En algunas tiendas venden objetos fabricados con coral, que incluso tiene protagonismo propio en el Museo del Coral. Unos coloridos y llamativos farolillos iluminan las calles por la noche, mientras que las terrazas ocupan las plazas.

Casco histórico de Alghero

Casco histórico de Alghero

Varios palacios, algunos restaurados y otros en peor estado de conservación, se asientan dentro de las murallas, recinto que acoge también a la Catedral de Santa María del siglo XVI y otras iglesias.

Casco histórico de Alghero

También tuvimos oportunidad de pasear por Alghero de día. Tremenda cantidad de embarcaciones de recreo se agolpan en La Marina. Parece una ciudad muy agradable para vivir, al lado del mar, con un largo paseo marítimo, muchos restaurantes y un animado centro histórico. Eso sí, en verano debe de ser la locura, pero fuera de temporada alta siempre encuentras sitio para aparcar en cualquier parte.

Puerto de Alguero

Puerto de Alguero

Alojamiento y restaurantes en Alghero

  • Hotel  Villa Piras. Está algo viejillo, pero bueno, puede pasar. Tiene una terraza en la planta alta con jacuzzis y tumbonas. Reservamos habitación con vistas parciales al mar y la terraza privada era enorme, casi más grande que la habitación, y eso que la habitación era amplia, con gran cama, armario, mesa.

Es fácil aparcar en la calle cerca del hotel. La zona es nueva y tranquila, la circulación es escasa y no hay ruidos por la  noche.

El desayuno es buffet. Hay mucha variedad de dulces (distintos tipos de tartas, bizcochos, cruasanes), pero no tanto salado (huevos, salchichas, salami, queso loncheado), también fruta y yogurt.

  • Restaurante Lo Romaní, situado en el centro. Cenamos muy bien. El comedor es muy bonito, con arcos, en un edificio histórico. Pasta con mejillones y crema de calabacín. Raviolis con ricota y gambas.
  • Restaurante Aragón. Nos lo recomendaron en el hotel. Pedimos risotto al fruti di mare, pero nos ofrecieron cambiarlo por fregola, una pasta típica de la isla en trocitos muy pequeños, casi como arroz, y la elaboran con la misma preparación que el risotto. Estaba riquísima con mejillones, almejas, pulpo, cigalas……….. la salsa deliciosa. Era nuestra primera fregola en Cerdeña, y después vendrían unas cuantas más.

El tercer restaurante que nos habían recomendado en Alghero era Il Cavour, pero ya no tuvimos ocasión de probarlo.

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: CERDEÑA, VUELTA A LA ISLA

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