Boudhanath y Swayambhunath: alrededores de Katmandu. Despedida de Nepal. NEPAL - Kathmandu


Visitaremos los recintos budistas de los alrededores de Kathmandu: la gran Estupa de Boudhanath y el Templo de Swayambhunath, conocido como Templo de los monos, antes de un último paseo por Kathmandu para despedirnos de Nepal.

Estupa de Boudhanath

La mirada de la estupa de Boudhanath es penetrante. 35 minutos tardamos en llegar desde Patan en taxi.

Estaba anocheciendo, y es en esos momentos cuando alcanza su máxima efervescencia. Patrimonio de la Humanidad.

Esta gran estupa de Boudhanath es el epicentro budista de Nepal. De blanco reluciente con adornos dorados, atrae a infinidad de fieles que acuden a caminar a su alrededor, especialmente al amanecer y al atardecer, como satélites inseparables de la órbita de su planeta. Y también, como no, a numerosos turistas.

Arropada por banderas de oración, conforma un conjunto armonioso, ausente de los bocinazos del tráfico. Mientras la rodeábamos por arriba y por abajo, entre monjes budistas, devotos y turistas, podíamos apreciar que todos los edificios que la rodean forman una plaza de locales turísticos, tiendas, hoteles y bares. Unos templos budistas de elaborada decoración con pinturas y estatuas completan el conjunto religioso.

Boudhanath es un lugar considerado protector, importante centro de peregrinación budista y declarado Patrimonio de la Humanidad.

 

Thamel

Ya había anochecido cuando regresamos en taxi a Thamel (250 rupias). Hora punta. Si el tráfico siempre es infernal en Kathmandu, en hora punta es el infierno con latigazos.

Sobresalto tras sobresalto, miles de luces venían hacia nosotros. No me explico cómo podíamos librarnos de chocar contra ellas. Las furgonetas parecían latas de sardinas estrujadas unas contra otras. Las bicis, daba igual si habían perdido algún pedal, aún así buscaban un hueco con valentía, entre coches, motos, furgonetas y autobuses. Y esta misma gente que disputa cada centímetro de asfalto en la ciudad son los mismos que después se paran en el campo para espantar a las vacas cuando ven que están pateando entre las cosechas de arroz de gente que ni conocen.

Al día siguiente………Último día en Nepal. Último desayuno en la terracita de Mi Casa, entre azaleas, hibiscos, geranios, camelios y un naranjo. Momentos de despedida que siempre me ponen triste. Aunque estar en casa tampoco está nada mal, lo malo es madrugar y tener que ir a trabajar.

Se va notando el fresco en Kathmandu, máximas de 20 ºC, diferente a los cerca de 30 ºC que teníamos los primeros días.

Callejeamos por un más tranquilo Thamel, tal vez por ser sábado, y pasamos a despedirnos de Gokul para agradecerle la perfecta organización del trekking.

Templo de Swayambhunath

Taxi a Swayambhunath, conocido como el Templo de los monos, que nos dejaba al pie de las escaleras. 425 escalones nos ascienden a este templo budista. Puede parecer mucho, pero se suben en un instante……¿Qué es esto comparado con los miles de altísimos e irregulares escalones del valle de Langtang?

Los monos jugueteaban a los lados de la escalinata, o se cruzaban por ella. A veces, se peleaban entre ellos, pero, afortunadamente, no parecían querer saber nada de los humanos.

Monos en el Templo de Swayambhunath

Escalinata de subida al Templo de Swayambhunath

Desde lo alto, vistas a la nube contaminante de Kathmandu, bajo la cual se desparrama el trazado desordenado de tan insufrible aglomeración inhumana.

Vistas de Kathmandu desde el Templo de Swayambhunath

La cera de las velas derretida se confundía con los excrementos de las palomas que por allí pululaban. Los perros dormitaban entre el gentío que acudía a elevar sus plegarias a los dioses.
Algunos hacían su agosto vendiendo productos para las ofrendas. Velas, flores, o inciensos que después quemaban para emanar humos supuestamente purificadores, aunque de desagradables olores.

Hay que rodear varias veces la gran y blanca estupa central para ganarse los favores celestiales. En torno a ella se disponen otras estupas menores, cilindros de oración, altares………Lugares que ocupan los rituales de los fieles concentrados y enmudecidos. Los ojos rasgados nos siguen mirando.

Estupa de Swayambhunath

Complejo religioso de Swayambhunath

Tampoco falta un monasterio budista y un buda del siglo VII elaborado de una única piedra.
Como siempre, tiendas y restaurantes intentan reclamar la atención de visitantes.

Menos escaleras nos encontramos bajando por el lado opuesto. Allí, los nepalíes montaban sus picnics. No me extraña, bajo los árboles y alejados del ruido de la ciudad. O bien se entretenían probando puntería con el moneda-cesto en el estanque.

Vistas de la colina de Kopan desde el templo de Swayambhunath

Despedida de Nepal

Taxi a Durbar Square, apenas 10 minutos. Al pasar por el río Bagmati percibíamos el repugnante olor del río-estercolero. La riada motorizada no amainaba, y las multitudes humanas seguían deambulando sin fin.

Ultima comida, y ya nada más que curiosear por las tiendas de ropa de montaña de Thamel para alguna compra que completaba el hueco de las maletas. Y sin detenernos en los montones de tiendas de baratijas, por las cuales no me suelo dejar engatusar.

Directos al aeropuerto. Escala en Doha, cambio de mundo. Lujo y ostentación.

Regresamos a casa más delgados, con algunos amigos más, e intentando digerir las experiencias vividas…….Grandes aprendizajes, de esos que te ayudan a afrontar los obstáculos de la vida con una perspectiva más amplia. NAMASTE NEPAL.

 

ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Nepal 2014: Langtang

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