Toca madrugar porque nos espera un día intenso en Sao Miguel. Navegaremos en zodiac para avistar ballenas, caminaremos por volcanes tapizados de vegetación cuyos cráteres albergan lagunas en la Serra Devassa. Disfrutaremos de las vistas desde el Pico do Carvao o del mirador Vista do Rei. Y como siempre en las Islas Azores, la costa estará permanentemente presente.
Avistamiento de ballenas en Villafranca do Campo
Rumbo a Villafranca do Campo partimos temprano porque hemos contratado una excursión en zodiac para avistar ballenas.
Las olas salpican sobre la zodiac y la navegación resulta de lo más excitante. ¡Y yo que pensaba que no había riesgo de tsunami!
Necesitamos únicamente media hora para llegar a una zona concurrida por ballenas. Al parecer, en mayo las ballenas se acercan mucho a la costa y es más fácil poder verlas.
Durante un buen rato nos entretenemos observando las ballenas que nos rodean. Hemos tenido suerte al encontrar varios ejemplares de ballena común y de ballena azul, la especie más grande del mundo. Mostraban su enorme envergadura al emerger a la superficie. Despedían surtidores de agua con sus soplidos. Los delfines también acompañaban la escena, brincando a derecha e izquierda. La zodiac se maneja a un lado y a otro buscando la mejor perspectiva, mientras la guía se entusiasmaba más que nadie cada vez que uno de aquellos gigantes lomos afloraba del mar.
La zodiac emprende la travesía de regreso más cerca de la costa, navegando al borde de los acantilados. Su finalidad era saludar a los individuos del puesto de observación de cetáceos. Sobre los acantilados se sitúan los vigías, quienes observan la costa con prismáticos para localizar la ubicación de las ballenas y avisan por radio-teléfono a la zodiac. Varios indicios les dan pistas: los soplidos, la acumulación de pájaros revoloteando en busca de pescado en superficie, o la presencia de delfines.
El Ilheu de Vila Franca forma parte del paisaje de la costa de Vila Franca. Lo hemos observado desde tierra, desde el mar, y ahora nos obsequian con una vuelta en zodiac a su alrededor. En verano se puede nadar en la piscina natural que ocupa su interior.
Tras desembarcar en el puerto nos obsequiaron con un té, para recuperarnos de la mojadura y el mareo. Aunque tal había sido el madrugón, que nos merecíamos sentarnos en una terracita al sol para disfrutar de un segundo desayuno y un momento de relax.
Tras desembarcar en el puerto nos obsequiaron con un té, para recuperarnos de la mojadura y el mareo. Aunque tal había sido el madrugón, que nos merecíamos sentarnos en una terracita al sol para disfrutar de un segundo desayuno y un momento de relax.
Pico do Carvao. Serra Devassa
Como hace un día tan bueno, sol y 19 ºC en la costa, decidimos probar suerte hacia el oeste, al Pico do Carvão. Allí habíamos estado el primer día, en aquella ocasión cerrado de niebla.
Nunca hay que hacerse excesivas ilusiones, pues esta sierra es el reino de las nubes. Hoy, al menos, las nubes altas no ocultan la visibilidad.
El paisaje de conos volcánicos tapizados de verde traslada mis recuerdos a la isla norte de Nueva Zelanda.
Vistas desde la Serra Devassa
Desde la Lagoa do Canario parte el PRC-5 de Sao Miguel (Serra Devassa), una ruta de senderismo corta y fácil, que nos permite alcanzar en menos de media hora la cima (880 m de altura), con fabulosas vistas de la costa oeste y noroeste, además de recorrer las lagunas de Eguas, Rasa y Empadadas, que ocupan sus respectivos cráteres. Merece mucho la pena.
Lagunas en la Serra Devassa
El camino de regreso pasa al borde de alguna de estas lagunas, realizando gran parte entre bosque. Aunque se trata de una ruta circular, en mi opinión, merece la pena ir y volver por el mismo sitio, por espacios abiertos con vistas impresionantes, evitando el tramo por el bosque de coníferas.
Track de la ruta Serra Devassa
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4474101
Miradouro Vista do Rei
Volvemos al mirador Vista do Rei. Mogollón de gente y grupos de turistas en autocar. Desde luego que es la vista más emblemática de Azores. El cráter de Sete Cidades se desplomó en el siglo XV, rellenándose con aguas de lluvia, y formando este paisaje tan peculiar, un lago verde y azul. A orillas de la laguna se sitúa el pueblo de Sete Cidades, que según una leyenda, debe su nombre a una historia de siete obispos portugueses que fundaron 7 ciudades en unas islas desaparecidas.
Trilho PR-4, Mata do Canário – Sete Cidades
Continuamos el día con una nueva caminata, Trilho PR-4, Mata do Canário – Sete Cidades. Esta sencilla ruta de senderismo bordea el cráter de Sete Cidades. Como se trata de ruta lineal de 11 Km, demasiado larga para completar ida y vuelta a estas horas, optamos por recorrer la mitad. El primer kilómetro discurre por asfalto, por lo que merece la pena llegar en coche hasta el comienzo de la pista de tierra, en vez de aparcar junto al panel de inicio de ruta en la Mata do Canario.
El paseo comienza entre el bosque de la Mata do Canario hasta que más adelante gozamos de unas vistas magníficas. La costa a un lado y la laguna de Sete Cidades al otro, componen el fantástico panorama que disfrutamos al recorrer la cresta del cráter.
Aunque no discurre por sendero, sino por una pista de tierra transitable en 4×4, no por ello pierde encanto, dada la vistosidad del paisaje.
¡El clima está vivo en Azores! ¡Cómo ha cambiado desde que iniciamos la ruta, entrando la niebla y llegando al coche con 9 ºC!
Track de la ruta Mata do Canário – Sete Cidades (10.7 Km)
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4474094
Lagoa do Canario y Lagoa de Santiago
En las proximidades se encuentra la Lagoa do Canario. Aunque su visita no merece especialmente la pena, sí que hay que caminar un corto sendero para alcanzar el Miradouro da Boca do Inferno, que ofrece una excepcional panorámica hacia la Lagoa de Sete Cidades y la Lagoa de Santiago.
Prosiguiendo nuestro itinerario en coche, a poca distancia llegamos al Miradouro da Lagoa de Santiago.
Pasando Sete Cidades, tomamos la pista de tierra que bordea el cráter. Este recorrido también obsequia con vistas magníficas: a un lado la laguna de Sete Cidades y al otro la costa. Lástima no poder recorrerlo a pie para poder percibir este paisaje con mayor intensidad.
Regresamos por Capelas, perdiéndonos por unos caminos de vértigo.
Un día bastante intenso. Ya estamos cogiendo carrerilla.
ESTA ETAPA PERTENECE AL VIAJE: Sao Miguel. Islas Azores